Las Tablas de Daimiel abre los pozos de emergencia para salvar las lagunas
El parque nacional solo tiene 36 hect¨¢reas inundadas de 1.700
La sequ¨ªa se abate desde hace seis a?os sobre el parque nacional de las Tablas de Daimiel, la ¨²nica llanura de inundaci¨®n de clima semi¨¢rido que sobrevive en Europa ubicada en la cuenca alta del r¨ªo Guadiana, en Ciudad Real. La falta de lluvias unida a la sobreexplotaci¨®n por la agricultura del acu¨ªfero 23 que abarca 5.000 kil¨®metros cuadrados, y del que depende el humedal, ha provocado que el parque se encuentre, una vez m¨¢s, en una situaci¨®n cr¨ªtica con solo 36 hect¨¢reas encharcadas de un tot...
La sequ¨ªa se abate desde hace seis a?os sobre el parque nacional de las Tablas de Daimiel, la ¨²nica llanura de inundaci¨®n de clima semi¨¢rido que sobrevive en Europa ubicada en la cuenca alta del r¨ªo Guadiana, en Ciudad Real. La falta de lluvias unida a la sobreexplotaci¨®n por la agricultura del acu¨ªfero 23 que abarca 5.000 kil¨®metros cuadrados, y del que depende el humedal, ha provocado que el parque se encuentre, una vez m¨¢s, en una situaci¨®n cr¨ªtica con solo 36 hect¨¢reas encharcadas de un total de 1.700. En esta ¨¦poca se prev¨¦ que haya al menos 600 hect¨¢reas con agua. Para evitar que el delicado ecosistema acu¨¢tico colapse, el viernes de la semana pasada la Comisi¨®n Mixta de Gesti¨®n de Parques Nacionales de Castilla-La Mancha, de la que forma parte el Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica, autoriz¨® el bombeo de agua desde los pozos de emergencia.
El sistema, construido en 2009 cuando las turberas del subsuelo entraron en autocombusti¨®n, se utiliz¨® por primera vez en marzo pasado porque se tem¨ªa que con la llegada del calor se repitiera el dantesco escenario que amenaz¨® con acabar con el humedal. Entonces, el suelo se resquebraj¨® por la sequ¨ªa y la turba, una especie de carb¨®n vegetal, comenz¨® a arder sola al entrar ox¨ªgeno por las grietas y calentarse. La situaci¨®n del parque era peor que la actual, estaba seco y tan solo se manten¨ªan inundadas cinco hect¨¢reas de un recorrido para los visitantes. En esta ocasi¨®n, con el recuerdo de las Tablas humeantes, se actu¨® antes y de marzo a mayo se bombearon 3,5 hect¨®metros c¨²bicos, que inundaron una superficie de 310 hect¨¢reas. No dur¨® mucho; despu¨¦s del verano 274 hect¨¢reas de ellas se hab¨ªan vuelto a secar.
Los ¨²ltimos datos del Instituto Geol¨®gico Minero de Espa?a (IGME) indican que este a?o el agua subterr¨¢nea ha bajado una media de un metro, lo que implica una disminuci¨®n de 125 hect¨®metros c¨²bicos menos que en 2019 (un hect¨®metro c¨²bico corresponde al volumen del Santiago Bernab¨¦u). ¡°La situaci¨®n del acu¨ªfero es mala y ha disminuido entre cuatro y seis metros con respecto a 2014, cuando estuvo mucho mejor debido a un periodo de lluvias muy intenso¡±, explica Miguel Mej¨ªas, jefe del ?rea de Hidrogeolog¨ªa del IGME del Instituto Geol¨®gico Minero y encargado de controlar el nivel del acu¨ªfero desde hace 25 a?os.
A pesar del lamentable estado del humedal, Mej¨ªas asegura que el escenario ha mejorado algo, porque en periodos de sequ¨ªa semejantes al actual, el almacenamiento de agua disminu¨ªa mucho m¨¢s. El investigador avis¨® en un informe de febrero de este a?o de que usar los pozos de emergencia o un transvase del r¨ªo Tajo ¡ªlas dos alternativas que permite la normativa¡ª no ¡°supon¨ªa en ning¨²n caso la soluci¨®n definitiva al problema estructural de la falta de recursos h¨ªdricos¡±.
Para llevar agua del Tajo al parque nacional debe haber excedentes en la cuenca y existe el riesgo de que entren especies al¨®ctonas, adem¨¢s de ser una medida muy controvertida. Sus detractores consideran que el r¨ªo ya tiene suficiente carga con el trasvase al Segura, y sus defensores opinan que extraer agua del acu¨ªfero 23 implica una disminuci¨®n que se suma a las extracciones habituales. Mej¨ªas mantiene en su informe que ninguna de las dos opciones es excluyente y que, a corto plazo, se deber¨ªa usar todos los a?os alguna de las dos o una combinaci¨®n de ambas hasta que la situaci¨®n climatol¨®gica permita asegurar la supervivencia del humedal.
Jos¨¦ Manuel Hern¨¢ndez, portavoz de la Asociaci¨®n Ojos del Guadiana Vivo, va m¨¢s all¨¢ y sostiene que no se puede aceptar ¡°que se contin¨²e con estos parches para maquillar un enorme problema¡±. ¡°Hay que cambiar la pol¨ªtica agraria de Castilla-La Mancha, porque no se puede gastar m¨¢s agua de la que entra. Este es el laboratorio perfecto para emprender la supuesta transici¨®n ecol¨®gica y cumplir con la directiva marco de agua de la Uni¨®n Europea¡±, declara.
El presidente de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadiana, (CHG) Samuel Moraleda, admite la dificultad de controlar 300.000 hect¨¢reas de regad¨ªo, pero asegura que el plan de uso y gesti¨®n del agua puesto en marcha en marzo est¨¢ ayudando. Con los refuerzos que han recibido de personal han podido llevar a cabo 5.000 inspecciones en las explotaciones agr¨ªcolas y han tramitado 100 denuncias, ¡°triplicando las del a?o pasado¡±.
Han descubierto, adem¨¢s, 30 caudal¨ªmetros manipulados. ¡°Es extremadamente complicado detectar ese fraude por el que los infractores se enfrentan a multas de como m¨ªnimo 50.000 euros¡±, puntualiza. Los controles han sacado a la luz tambi¨¦n 3.500 hect¨¢reas de riegos ilegales. En el Alto Guadiana existen unas 60.000 captaciones de agua legales, seg¨²n datos de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadiana, a las que se suman 1.648 censadas que no se normalizaron con el plan especial de 2008, en el que se legitimaron miles de pozos.
La imposible vuelta del caudal natural al humedal
Los periodos de sequ¨ªa transforman el ecosistema acu¨¢tico en uno m¨¢s terrestre, con las cubetas de los humedales invadidas de plantas. Un fen¨®meno que se est¨¢ acelerando y contra el que los gestores del parque intentan luchar con medidas de gesti¨®n.
En esta ¨¦poca est¨¢n llegando al humedal las grullas del norte de Europa y an¨¢tidas como el porr¨®n, adem¨¢s de garzas. Tambi¨¦n sufren las consecuencias de la falta de lluvia los anfibios y reptiles como la rana com¨²n, la ranita de San Antonio, la culebra de collar, el gal¨¢pago europeo y el leproso. La comunidad de peces se ve especialmente afectada y mueren muchos, aunque est¨¢ compuesta casi en su totalidad por especies invasoras que han sustituido a las aut¨®ctonas, como ocurre en la mayor parte de los r¨ªos de Espa?a.