El toque de queda vuelve a sus or¨ªgenes
Durante la Edad Media, la medida se impuso para evitar los incendios y se anunciaba con un toque de campana
Los instantes m¨¢s inquietantes, por no decir terror¨ªficos, de un toque de queda son los que preceden al momento en que todo el mundo tiene que estar en casa. En el Bagdad de los saqueos, en el a?o 2003, o en Kabul poco despu¨¦s de la ca¨ªda de los talibanes, en 2001, cuando el sol empezaba a flaquear, las calles se vaciaban cada vez con mayor premura, mientras los cierres de los comercios sonaban por...
Los instantes m¨¢s inquietantes, por no decir terror¨ªficos, de un toque de queda son los que preceden al momento en que todo el mundo tiene que estar en casa. En el Bagdad de los saqueos, en el a?o 2003, o en Kabul poco despu¨¦s de la ca¨ªda de los talibanes, en 2001, cuando el sol empezaba a flaquear, las calles se vaciaban cada vez con mayor premura, mientras los cierres de los comercios sonaban por todas partes. Durante un tiempo solo circulaban coches a toda velocidad entre patrullas militares cada vez m¨¢s nerviosas. Luego toda la ciudad se convert¨ªa en una silenciosa tierra de nadie. Resulta dif¨ªcil olvidar las espeluznantes escenas de Desaparecido, el filme de Costa Gavras, en las que Jack Lemmon, incapaz de llegar a casa a tiempo, pasa una noche entera escondi¨¦ndose bajo el toque de queda impuesto por Pinochet en Chile.
Aquellos toques de queda, marcados por la guerra o un golpe de Estado, no tienen nada que ver con el que ha impuesto Francia y que en breve puede generalizarse en Espa?a. De hecho, la idea naci¨® en la Edad Media relacionada m¨¢s con la protecci¨®n de las ciudades frente a desastres naturales que para imponer el orden en las calles. Las expresiones espa?ola ¡ªtoque de queda¡ª y francesa ¡ªCouvre feu, ¡°cubre fuego¡±, que los ingleses tradujeron fon¨¦ticamente del franc¨¦s antiguo como Curfew¡ª cuentan la misma historia desde dos ¨¢ngulos diferentes.
Un toque de campana
Uno de los mayores peligros en las ciudades medievales era el fuego y, con el toque de una campana (de ah¨ª la expresi¨®n espa?ola), se invitaba al caer la noche a los ciudadanos a cubrir los fuegos (de ah¨ª las expresiones francesa e inglesa) y luego a quedarse en casa. ¡°Algunos piensan que Guillermo el Conquistador introdujo esta pr¨¢ctica en Inglaterra, aunque se cree que ya se usaba mucho antes en gran parte de la Europa medieval¡±, escribe la historiadora del John Moore Museum, Angela Dunsby, para explicar una de las piezas de la colecci¨®n de este museo ingl¨¦s que muestra la vida cotidiana al final del Medievo: una tapa de barro destinada a sofocar el fuego. ¡°Voltaire se?al¨® una vez que la campana de toque de queda actuaba como ¡®una antigua polic¨ªa de protecci¨®n contra incendios en el hemisferio norte¡¯¡±, prosigue esta investigadora.
El toque de queda impuesto en tiempos de coronavirus recupera aquella vieja tradici¨®n que relaciona esta medida con la protecci¨®n de los ciudadanos, no con su represi¨®n
El toque de queda impuesto en tiempos de coronavirus recupera aquella vieja tradici¨®n que relaciona esta medida con la protecci¨®n de los ciudadanos, no con su represi¨®n. En Espa?a, la ¨²ltima vez que se impuso un toque de queda fue de forma totalmente ilegal: el general Milans Bosch lo decret¨® en Valencia mientras sacaba los tanques a la calle durante el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. En Francia fue com¨²n durante la guerra de Argelia y, m¨¢s recientemente, durante estallidos de violencia en las banlieues. ¡°El concepto de toque de queda estaba muy vinculado a las im¨¢genes que tenemos del golpe de Chile¡±, explica el historiador Juli¨¢n Casanova, que acaba de publicar Una violencia ind¨®mita. El siglo XX europeo (Cr¨ªtica). ¡°Hasta ahora, siempre ha habido una cierta contradicci¨®n entre toque de queda y democracia. Pero la pandemia ha introducido un componente totalmente nuevo¡±. En realidad, ha devuelto la expresi¨®n a sus or¨ªgenes.
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