Un juez pide al Gobierno que incluya como delito el acoso machista callejero
El magistrado lanza esta petici¨®n al Ejecutivo tras verse obligado a absolver a un joven que profiri¨® frases ofensivas a una menor en la calle
Incluir el ¡°acoso machista callejero¡± como delito en el C¨®digo Penal. Esta es la solicitud que ha lanzado el juez Gregorio Mar¨ªa Callejo Hernanz al Ejecutivo tras verse obligado a absolver de coacciones leves a un joven que profiri¨® frases ofensivas a una menor en la calle. El titular del juzgado de primera instancia e instrucci¨®n n¨²mero 5 de Majadahonda (Madrid) ha recordado en la sentencia que los delitos de injuria leve y la vejaci¨®n injusta fueron despenalizados en 2015. Como consecuencia, puntualiza que es imposible castigar penalmente ¡°estas formas de acoso callejero de baja intensidad e...
Incluir el ¡°acoso machista callejero¡± como delito en el C¨®digo Penal. Esta es la solicitud que ha lanzado el juez Gregorio Mar¨ªa Callejo Hernanz al Ejecutivo tras verse obligado a absolver de coacciones leves a un joven que profiri¨® frases ofensivas a una menor en la calle. El titular del juzgado de primera instancia e instrucci¨®n n¨²mero 5 de Majadahonda (Madrid) ha recordado en la sentencia que los delitos de injuria leve y la vejaci¨®n injusta fueron despenalizados en 2015. Como consecuencia, puntualiza que es imposible castigar penalmente ¡°estas formas de acoso callejero de baja intensidad en los que hay un injustificado constre?imiento de la libertad y tranquilidad de las mujeres¡±.
El magistrado ha emitido esta petici¨®n al Gobierno tras recibir la denuncia de S., una menor que fue acosada por un joven el 7 de septiembre de este a?o en Majadahonda. Francisco Javier M., mayor de edad, empez¨® a llamarla ¡°guapa¡± y a decirle ¡°ol¨¦, ol¨¦¡± mientras caminaba, seg¨²n la sentencia. La menor le pidi¨® que parara, a lo que ¨¦l respondi¨® que ¡°c¨®mo no iba a llamarla guapa con el cuerpazo que ten¨ªa¡±. Tras una nueva queja de la joven, comenz¨® a seguirla durante unos quince segundos llam¨¢ndola ¡°puta¡± varias veces y dici¨¦ndole que ¡°las mujeres dais asco¡±. La menor apuntaba en su denuncia a un posible delito leve de coacciones y amenazas porque esa situaci¨®n de acoso le impidi¨® sacar dinero de un cajero. No obstante, el juez ha absuelto a Francisco Javier M. al no considerar probado que ¨¦l supiera las intenciones de la denunciante.
En la resoluci¨®n, el magistrado recuerda que el delito de coacciones supone una restricci¨®n il¨ªcita de la libertad mediante la imposici¨®n de un determinado comportamiento o la prohibici¨®n del ejercicio de un derecho ¡°violentando la voluntad de la persona que sufre y su libre determinaci¨®n¡±. A su vez, el juez insiste en que el delito de coacciones ¡°no es una suerte de saco ancho¡± en el que se incluyen todas las conductas que supongan alguna presi¨®n y ¡°que tengan una afectaci¨®n m¨¢s o menos remota en la esfera de nuestra libertad¡±. Considera que ¡°no consta acreditado que Francisco supiera que S. quer¨ªa sacar dinero del cajero ni que con su actitud le impidiera llevar a cabo tal acci¨®n¡±, por lo que debe absolverle.
A pesar de la resoluci¨®n, el juez recalca que el denunciado ejerci¨® una acci¨®n ¡°impositiva¡± hacia la menor ¡°en el sentido de hacerle soportar una serie de piropos que ella expresamente dijo que no quer¨ªa o¨ªr¡±. El magistrado subraya en la sentencia que este tipo de hechos ¡°suponen una delimitaci¨®n espec¨ªficamente machista del espacio p¨²blico, imponiendo a una mujer la obligaci¨®n de soportar que se dirijan a ella haci¨¦ndole ver lo agradable que es f¨ªsicamente¡±, a lo que a?ade que suelen ¡°devenir cuando hay un rechazo expreso de la mujer¡±.
¡°Coarta la libertad de las mujeres¡±
Para Mar¨ªa ?ngeles Jaime, abogada y presidenta de la Asociaci¨®n de Mujeres Juristas Themis, la necesidad de tipificar el acoso callejero como delito no implica la sanci¨®n de un simple piropo. ¡°Que un desconocido alabe el aspecto f¨ªsico de alguien va m¨¢s all¨¢ de una falta de educaci¨®n. Provoca miedo y verg¨¹enza en la mujer y le hace sentir desvalorizada¡±, afirma por tel¨¦fono. La letrada considera que una persona cruza el l¨ªmite del acoso cuando expresa a otra propuestas sexuales no pedidas o palabras vejatorias. ¡°Lo que est¨¢ claro es que el acoso callejero coarta la libertad de las mujeres¡±, sentencia.
La futura Ley Org¨¢nica de Garant¨ªa de la Libertad Sexual, impulsada por el Gobierno de Coalici¨®n de PSOE y Unidas Podemos, prev¨¦ modificaciones en el C¨®digo Penal para, entre otras medidas, elevar el acoso callejero a la categor¨ªa de delito leve, con pena de multa o trabajos comunitarios. En la resoluci¨®n, el magistrado afirma ser consciente de esta tramitaci¨®n, pero defiende su deber de dar cuenta de la necesidad de tipificar estas situaciones.
Marisa Cuerda, catedr¨¢tica de Derecho Penal de la Universidad Jaume I de Castell¨®n, considera que incluir el acoso callejero como delito supone un ¡°uso excesivo¡± del C¨®digo Penal. ¡°Existen instrumentos legales para sancionar este tipo de situaciones de segundo orden por la v¨ªa civil. Hay mujeres que se pueden sentir ofendidas con los piropos, pero el C¨®digo Penal est¨¢ para perseguir las conductas m¨¢s graves, no las molestias¡±, afirma. Mar¨ªa ?ngeles Jaime difiere y considera que el anteproyecto de ley es fruto de un avance social. ¡°El reconocimiento simb¨®lico del acoso callejero como delito no es inocuo. Despeja dudas de interpretaci¨®n, pero tambi¨¦n lanza el mensaje a la sociedad de que son conductas que minan los derechos a la libertad, la dignidad personal y la igualdad de las mujeres¡±.
Por ¨²ltimo, el juez recuerda que varios pa¨ªses como Francia, Portugal, Per¨² o Argentina han regulado este tipo de conductas de acoso callejero. ¡°Estamos espec¨ªficamente ante un supuesto que afecta a bienes jur¨ªdicos relevantes de la denunciante y cuyo resultado genera una injustificada impunidad¡±, aclara. Jaime reconoce que la legislaci¨®n siempre va por detr¨¢s de los avances sociales, lo que desemboca en ciertas lagunas jur¨ªdicas. El ejemplo m¨¢s paradigm¨¢tico en los ¨²ltimos a?os ha sido el caso de la Manada, la violaci¨®n de una joven en Pamplona en 2016 por cinco hombres, tras el que se empez¨® a plantear la revisi¨®n del consentimiento de las mujeres en el C¨®digo Penal. Jaime celebra la tramitaci¨®n de la nueva ley, en fase de borrador, pero reconoce que no basta con los textos legales. A menudo, el avance legislativo reside m¨¢s en la interpretaci¨®n judicial, seg¨²n la abogada. ¡°Lo m¨¢s importante es una justicia con perspectiva de g¨¦nero, donde no quepa el patriarcado¡±, remata.