Si la historia de Carmen te ha hecho pensar y t¨² tambi¨¦n quieres ayudar a esta causa para cambiar el mundo
Los turkana no est¨¢n acostumbrados a dar las gracias porque nunca nadie ha tenido que hacer nada por ellos. Un pueblo n¨®mada que sobrevive vagando por el norte de Kenia, en un territorio que hace millones de a?os fue un vergel y una de las cunas de la civilizaci¨®n, y que hoy regala la paradoja de tener el lago des¨¦rtico m¨¢s grande del mundo de agua no potable. Un tesoro en una jaula dif¨ªcil de aprovechar.
Los turkana tampoco est¨¢n acostumbrados a pedir porque llevan siglos en un fr¨¢gil equilibrio de autosuficiencia y viviendo con lo puesto, pastoreando sus cabras y camellos con solo una manta de vivos colores anudada al hombro, sus cuerpos estilizados, sus cabezas rapadas con diferentes dibujos seg¨²n el clan y una pulsera met¨¢lica afilada que les sirve de cuchillo para sacrificar a los animales que necesitan para sobrevivir.
¡°Los turkana no est¨¢n acostumbrados a dar las gracias porque nunca nadie ha tenido que hacer nada por ellos¡±
Esa resiliencia milenaria es el barro que ha modelado a una comunidad aparentemente fuerte, pero que hoy se encuentra amenazada por las consecuencias del cambio clim¨¢tico: los patrones de lluvia est¨¢n cambiando, el lago ha reducido su capacidad, los terrenos f¨¦rtiles se han vuelto inertes y los turkana tienen que recorrer mayores distancias para pastorear y recoger agua, enfermando m¨¢s a menudo y oblig¨¢ndose a realizar algo que rompe con una tradici¨®n milenaria...
...pedir ayuda.
El ni?o de Turkana
Hace casi dos millones de a?os, el clima y el paisaje de la regi¨®n invitaron a los primates a cambiar los ¨¢rboles por la sabana y los saltos entre lianas por la postura erguida. En 1984, un paleont¨®logo de la etnia kamba descubri¨® fosilizado a un ni?o de homo erectus para confirmar que por esas llanuras de Kenia y Tanzania empezaron a pasear nuestros ancestros.
El ni?o de Turkana o ni?o de Nariokotome nos ha ayudado a trazar un ¨¢rbol geneal¨®gico infinito. Hoy es otro ni?o turkana el que nos muestra el camino para ayudar a otras ramas a brotar: Jimmy fue condenado por unos cambios en su ecosistema de los que no era responsable. Con menos de 6 a?os perdi¨® a su madre y tuvo que poner en marcha su instinto tribal para sobrevivir vagando solo por Lodwar, la capital del condado de Turkana, all¨ª donde el 88% de los habitantes vive por debajo del nivel de pobreza y donde la esperanza de vida no supera los 55 a?os. Jimmy ten¨ªa un tumor facial inmenso que amenazaba su vida, pero conviv¨ªa con ¨¦l de la misma forma que sus antepasados lo han hecho siempre con la sed o el hambre.
Un d¨ªa, esa curiosa mirada que rastreaba constantemente la gran ciudad se cruz¨® con la de Carmen Hern¨¢ndez, responsable del programa Cirug¨ªa en Turkana, un proyecto que aporta asistencia sanitaria en la zona: ¡°Jimmy es un ejemplo de las cosas que pasan en Turkana, el ejemplo de una persona que, a pesar de las condiciones adversas y de tenerlo todo en contra, lucha por su futuro¡±, cuenta emocionada.
Dos a?os m¨¢s tarde Jimmy se desped¨ªa en Madrid de Carmen y su familia: ¡°No se va un amigo, mam¨¢, se va un hermano¡±, dec¨ªa uno de los hijos de la cirujana. Tras una complicada operaci¨®n y unos meses de convivencia con la familia, el ni?o turkana regresaba sano a sus or¨ªgenes, no sin antes plantar en Madrid un esqueje que ya ha echado ra¨ªces para siempre: ¡°Es uno m¨¢s, absolutamente uno m¨¢s de la familia¡±, asegura Carmen.
Un proyecto que cura y ense?a
El de Jimmy fue un caso especial. El proyecto Cirug¨ªa en Turkana atiende a sus pacientes en el hospital de Lodwar: cirujanos, anestesistas, ginec¨®logos, oftalm¨®logos... Llevan 17 temporadas viajando desde Espa?a para mejorar la salud a una poblaci¨®n que, por estar en constante movimiento, no tiene acceso a asistencia sanitaria: ¡°No es un proyecto de caridad, es un proyecto de justicia¡±, insiste una y otra vez Carmen. Y esa justicia tiene mucho que ver con una conciencia de igualdad universal, de derecho a la salud y de empezar a cambiar las peque?as cosas con lo que tenemos m¨¢s a mano; en su caso, un bistur¨ª: ¡°Nuestro objetivo no es cambiar el mundo, ni siquiera ?frica, nuestro ¨²nico objetivo es cambiar las vidas de personas concretas haciendo lo que mejor sabemos hacer: operar¡±, afirma con rotundidad.
¡°Cirug¨ªa en Turkana no es un proyecto de caridad, es un proyecto de justicia social¡±
Meses antes de cada expedici¨®n, un equipo de apoyo organiza batidas para localizar a los turkana con los problemas m¨¦dicos m¨¢s complicados. Una simple hernia inguinal puede impedir pastorear a una persona que da de comer a varias familias. M¨¢s de 700 pacientes son identificados en cada campa?a en un proceso que esconde mucho trabajo detr¨¢s: ¡°No puedes llegar a un sitio a intentar poner remedio a algo si no lo conoces bien. Nosotros hacemos muestras de la poblaci¨®n, estudiamos su nutrici¨®n, las enfermedades olvidadas¡¡±, nos explica Carmen.
Mientras todo esto ocurre, a m¨¢s de 8.000 kil¨®metros 80 estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid se preparan para ser mzungu, como llaman cari?osamente all¨ª a los que vienen de fuera. Son los alumnos de la asignatura Medicina sin Fronteras - Cirug¨ªa en Cooperaci¨®n Internacional, creada por Carmen y dos compa?eros hace seis a?os y que aporta una formaci¨®n especializada a los m¨¦dicos para poder desarrollar con garant¨ªas el complicado trabajo de campo. ¡°Turkana es aprender m¨¢s all¨¢ de lo que hay en los libros, son valores humanos. Cuando te vas te llevas una parte de Turkana para siempre¡±, cuenta Natalia Casanueva, una de las participantes del programa. La formaci¨®n es el punto de partida de este gran viaje de intercambio que cura a los turkana, que aporta conocimientos a los m¨¦dicos locales y que ense?a a los mzungus el valor de ser grandes especialistas y, sobre todo, mejores personas.
Buscar tu Turkana
Esa semilla de Turkana que se traen Natalia o Carmen en cada viaje, o que plant¨® Jimmy en Madrid, se cultiva tambi¨¦n durante el resto del a?o en la universidad, con charlas en colegios o incluso con sus propias familias: ¡°Si mis hijos crecen con estos valores, el camino en el futuro ser¨¢ m¨¢s llano. Habremos abierto una ventana que ya nunca se va a cerrar¡±, dice Carmen.
Da igual d¨®nde nazcas o el dinero que tengas, la enfermedad nos hace a todos igual de peque?os y compartir valores como el respeto, la empat¨ªa y la humildad nos pueden hacer a la vez muy grandes. Solo es necesario encontrar tu sitio para ponerlos en pr¨¢ctica: ¡°La salud es mi excusa, pero hay muchas m¨¢s excusas. Lo que queremos hacer es invitar a la gente a que participe en una turkana, a que encuentre su Turkana".
Escucha la historia de Carmen
Contenido adaptado del v¨ªdeo de Carmen
00:00
En Turkana, Kenia, hay solo dos m¨¦dicos por cada 100.000 habitantes. Es una de las zonas m¨¢s pobres del planeta. Carmen Hern¨¢ndez es directora de Cirug¨ªa en Turkana, una organizaci¨®n que realiza todos los a?os campa?as quir¨²rgicas para atender a m¨¢s de 700 pacientes.
00:27
Quer¨ªa ser cirujana, so?aba c¨®mo iba a ser mi futuro, me ve¨ªa en la universidad, me ve¨ªa en un ambiente lleno de posibilidades... Y no me refiero a nada material, me refiero a crecer y a poder, sobre todo, ser independiente. Eso me encantaba de peque?a, so?ar¡
00:41
Juntando que quer¨ªa ser m¨¦dico y explorar otros mundos, dije: "Lo m¨¢s normal ser¨ªa el poder dedicarme a algo relacionado con la cooperaci¨®n".
00:50
En 2007 me proponen colaborar en un proyecto que era ir a Turkana y algo en mi cabeza dijo: "Este debe ser el momento que llevas veintitantos a?os esperando".
01:01
Cirug¨ªa en Turkana es un proyecto quir¨²rgico que nace para dar asistencia. Tratamos muchas enfermedades, muchas patolog¨ªas. Llevamos, adem¨¢s, docencia y todas las herramientas de las que disponemos para mejorar la salud de los Turkana.
01:14
Ellos son n¨®madas, van cambiando sus asentamientos buscando pastos y agua para su ganado, para poder sobrevivir.
01:21
El sistema sanitario¡ all¨ª no hay una red hospitales, donde nosotros estamos, lo que hay son peque?os puestos locales de salud.
01:28
Cualquier enfermedad muchas veces supone un sufrimiento inexorable, porque no hay medios. Eso nos indigna a los m¨¦dicos.
01:36
Y luego, lo que es la campa?a en s¨ª, requiere una preparaci¨®n con el equipo de all¨ª. Porque tiene que ir haciendo batidas, entonces les decimos: "A ver, ?cu¨¢nta gente hay para maxilofacial, cu¨¢nta gente hay para trauma?". Tienes una avalancha de pacientes¡
01:49
Soy profesora de la Universidad Complutense [de Madrid], del Departamento de Cirug¨ªa, y ah¨ª naci¨® la asignatura Medicina Sin Fronteras y Cirug¨ªa en Cooperaci¨®n Sanitaria.
01:57
Nosotros tratamos pacientes y eso es fundamental, pero adem¨¢s tenemos que tener muy claro nuestro papel, un papel docente. Tenemos que llevar nuestro trabajo a la docencia, a los alumnos, a transmitir nuestro mensaje.
02:09
Creo que el enfoque hacia otras realidades les va a hacer ser mucho mejores personas y, por supuesto, mejores m¨¦dicos.
02:16
Turkana para m¨ª es motivaci¨®n, es investigaci¨®n, es aprender m¨¢s all¨¢ de lo que hay en los libros, es... son valores humanos.
02:25
Puedes permitir que un enfermo se te muera o que tenga una enfermedad, pero no que muera indignamente. El dolor, el sufrimiento de los ni?os... eso no es tolerable, en ning¨²n caso.
Este contenido ha sido elaborado por Yoigo.