Los otros argentinos en busca de identidad
Las apropiaciones de beb¨¦s desvinculadas de los delitos de la dictadura no reciben atenci¨®n. Al menos 10.000 v¨ªctimas piden reconocimiento y apoyo para rastrear su origen
Juan Manuel Ceroni naci¨® en C¨®rdoba el 26 de enero de 1978. No dudaba de su origen hasta que en 2015 recibi¨® una llamada de las Abuelas de Plaza de Mayo. La ONG investigaba una red que enga?¨® y despoj¨® de sus beb¨¦s a cientos de parturientas en los a?os setenta, para venderlos. ?l encajaba en el perfil de las v¨ªctimas y accedi¨® a una prueba de ADN, pero sus datos no coincidieron con los de familiares de v¨ªctimas de la dictadura (1976-1983) que guarda ...
Juan Manuel Ceroni naci¨® en C¨®rdoba el 26 de enero de 1978. No dudaba de su origen hasta que en 2015 recibi¨® una llamada de las Abuelas de Plaza de Mayo. La ONG investigaba una red que enga?¨® y despoj¨® de sus beb¨¦s a cientos de parturientas en los a?os setenta, para venderlos. ?l encajaba en el perfil de las v¨ªctimas y accedi¨® a una prueba de ADN, pero sus datos no coincidieron con los de familiares de v¨ªctimas de la dictadura (1976-1983) que guarda el Banco Nacional de Datos Gen¨¦ticos (BNDG). Desde entonces, vive con un signo de interrogaci¨®n a cuestas y busca a su familia, en soledad. Recorri¨® maternidades, oficinas estatales y redes sociales. Tambi¨¦n mand¨® su muestra gen¨¦tica a una de las compa?¨ªas estadounidenses que hacen ¨¢rboles geneal¨®gicos y cruzan a buscadores de todo el mundo. ¡°Es buscar un granito de arena. La ¨²nica forma de encontrar algo ser¨ªa que mi mam¨¢ me busque¡±, dice.
Su caso ilustra un problema enorme. El BNDG, que sirvi¨® para hallar a 130 de unos 400 nietos buscados por las Abuelas, ya acumul¨® unos 10.000 resultados negativos, seg¨²n dijo su directora, Mariana Herrera, al diario P¨¢gina/12. La cifra es impactante. Se trata de casos que no encajan en el perfil de v¨ªctimas de la dictadura porque no son hijos de desaparecidos, sino ni?os robados, vendidos o entregados en cualquier f¨®rmula de adopci¨®n ilegal. El fiscal Pablo Parenti, de la unidad especializada en apropiaci¨®n de ni?os en el terrorismo de Estado, sostuvo en un escrito reciente: ¡°Cuanto m¨¢s profundizamos en las investigaciones para localizar a los hijos de desaparecidos, m¨¢s nos topamos con otro fen¨®meno muy diferente, pero coet¨¢neo: las decenas de miles de inscripciones irregulares que ocurrieron en nuestro pa¨ªs durante muchos a?os. Un fen¨®meno que, como se sabe y podemos comprobar, fue mucho m¨¢s masivo¡±.
Pero el tema no recibe atenci¨®n estatal. Cuando se descarta su nexo con delitos de lesa humanidad, los casos quedan a la deriva. No hay equipos para orientarlos ni un ¨¢mbito formal que los re¨²na. Las b¨²squedas se desperdigan as¨ª en ONG, oficinas y juzgados, y en grupos de Facebook donde miles de miembros comparten con ilusi¨®n fotos, datos y partidas de nacimiento. Por nuestra identidad, Hijos unidos en b¨²squeda, Nacidos y apropiados en 1974, Hermanados por la b¨²squeda, Hermanas y madres del alma-Mafalda Journade partera, Hacia el origen, Completando mi historia, ?D¨®nde est¨¢s? y Mam¨¢ te busca son algunos.
¡°Nuestras historias est¨¢n llenas de silencios. Se trata de eso. Y la identidad es un tema que incomoda¡±, dice el artista pl¨¢stico Dar¨ªo Coronda, impulsor del mural colectivo Mam¨¢, buscame en C¨®rdoba. Coronda naci¨® all¨ª el 14 de diciembre de 1976, fue apartado de su familia y su investigaci¨®n artesanal tras dar negativo en la consulta de datos de v¨ªctimas de la dictadura no dio frutos a¨²n. Fuera de las que motoriza Abuelas, no hay campa?as oficiales para sensibilizar sobre un asunto cruzado por secretos de familia, la culpa que puede embargar a las madres desvinculadas de sus hijos por distintas circunstancias y la complicidad hist¨®rica con el tr¨¢fico de beb¨¦s.
El mismo derecho vulnerado
La larga militancia de los buscadores logr¨® que el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) recogiera el trabajo de la Red (un protocolo para reencuentros de familiares y un manual para dotar de un vocabulario respetuoso a un tema delicado) y creara el programa nacional sobre el derecho a la identidad biol¨®gica, para atender en la Secretar¨ªa de Derechos Humanos los casos desligados de la dictadura. Pero todo qued¨® en el texto de una resoluci¨®n. ¡°No hay voluntad para oficializar nuestras b¨²squedas de manera masiva. Tal vez tengan temor de que, como somos tantos, se colapsen las oficinas. Pero el tiempo pasa para todos y a nosotros se nos mueren las madres. As¨ª que ser¨ªa una gran noticia si las oficinas colapsaran¡±, se?ala Clara Lis.
Lis naci¨® en marzo de 1978 y fue vendida. En 2012, apoyada por la Oficina de Personas Desaparecidas del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires (la ¨²nica del pa¨ªs enfocada en b¨²squedas de identidad de origen), se querell¨® contra su propia partera, Nilda Civale, en el primer juicio penal del pa¨ªs por sustracci¨®n de identidad fuera del campo de los delitos de lesa humanidad. Pero una condena no garantiza informaci¨®n y, como miles, sigue buscando a su familia.
Dos proyectos de ley ¡ªuno en el Congreso y otro en la Legislatura bonaerense¡ª piden amparo estatal para el sector: recursos para las b¨²squedas, difusi¨®n, un registro ¨²nico de casos y un espacio para ellos en el BNDG, cuyo trabajo hoy se acota a la dictadura (la b¨²squeda de los nietos). Aunque hace poco incorpor¨® como novedad que puedan dar sangre madres que buscan a hijos (de casos entre 1974 y 1983), los buscadores reclaman que el banco, una estructura p¨²blica, se abra para todos.
Tambi¨¦n quieren que los casos sin resultados en ese registro sean comparados. La experiencia de dos mujeres que buscaban a sus padres y descubrieron que son hermanas gracias a Facebook, al azar y a una empresa privada ilustra este potencial. Victoria Tedesco, una maestra jardinera que vive en Neuqu¨¦n, se vio parecida en algunas fotos que publicaba la m¨¦dica porte?a Oriana Moscheni y contact¨® con ella. Ahora, un cruce hecho en EE UU confirm¨® por correo electr¨®nico su p¨¢lpito: ¡°Full sister¡±. Comparten madre y padre, a los que ahora buscar¨¢n juntas. Nacieron en 1979 y 1980 y una partera las dio a familias distintas. Si el BNDG, al que hab¨ªan ido por separado, cruzara los negativos, se hubieran hermanado antes.
¡°Se da una inequidad total: los que podemos pagar un ADN afuera quiz¨¢ podamos encontrar a alguien. Los que no, se quedan publicando fotos¡±, lamenta Moscheni. Para probar suerte en esos bancos del exterior basta con un hisopado. Pero hay que comprar un kit de unos 70 d¨®lares y pagar una suscripci¨®n tambi¨¦n en d¨®lares. No est¨¢ al alcance, por ejemplo, de ciudadanos humildes del interior del pa¨ªs.
Los buscadores argentinos ya tienen pedida una audiencia tem¨¢tica en la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos [CIDH]. Son muchos y se sienten discriminados respecto de los hijos de desaparecidos. Clara Lis dice: ¡°El tema es muy serio y profundo, me atraviesa, m¨¢s ahora que fui madre. El Estado debe garantizar igual acceso a las herramientas, pero nuestras b¨²squedas no terminan de ser reconocidas. Hay una exclusi¨®n notoria y cierta hipocres¨ªa, porque somos un ejemplo mundial en identidad¡±.
El manual
Los buscadores de identidad de origen lograron que el Gobierno editara oficialmente el Manual de buenas pr¨¢cticas comunicacionales en identidad biol¨®gica (2019), que prepararon ellos para fomentar un vocabulario respetuoso y espec¨ªfico para tratar el tema. ¡°As¨ª como ya no se dice ¡®crimen pasional¡¯, no se debe decir ¡®beb¨¦ abandonado¡¯ porque estigmatiza a ese ni?o antes de saber qu¨¦ hay detr¨¢s de esa historia¡±, ejemplifica Clara Lis.