La conexi¨®n M¨¦xico-Buenos Aires-Mosc¨²: as¨ª se dispar¨® la Sputnik V en Am¨¦rica Latina
La vacuna rusa cruza las l¨ªneas geopol¨ªticas e ideol¨®gicas y se abre paso como una de las alternativas m¨¢s demandadas para hacer frente a la pandemia en la regi¨®n
Hasta hace apenas unas semanas, la vacuna rusa Sputnik V era una posibilidad remota para gran parte de Am¨¦rica Latina. Brasil y Chile apostaban por el f¨¢rmaco chino de Sinovac. Per¨² ten¨ªa la mirada en el laboratorio Sinopharma. M¨¦xico se convirti¨® en uno de los primeros pa¨ªses en el mundo en cerrar un trato con Pfizer e iniciar su campa?a de vacunaci¨®n. Argentina era de los pocos que avanzaba en las negociaciones por la Sputnik V, que seg¨²n un ensayo publicado este martes en la prestigiosa revista cient¨ªfica The Lancet, alcanza un 91,6% de eficacia. Una serie de imprevistos en la carrera por la inmunizaci¨®n lo cambi¨® todo y oblig¨® al resto de los Gobiernos de la regi¨®n a buscar alternativas para proteger a su poblaci¨®n en una pandemia que ya ha dejado m¨¢s de un mill¨®n de muertos en todo el continente. Entonces, Rusia puso en ¨®rbita su principal vacuna, con la esperanza de distribuir m¨¢s de 300 millones de dosis antes de que termine el a?o, un esfuerzo en el que el Gobierno de Alberto Fern¨¢ndez ha tenido un papel protag¨®nico y que M¨¦xico ve ahora con esperanza tras los resultados de su eficacia ante el ingente desaf¨ªo que tiene por delante con su plan de vacunaci¨®n.
La irrupci¨®n de la Sputnik V (la V es de vacuna) en el escenario latinoamericano ha estado marcado por la pol¨¦mica. Tras acordar el env¨ªo de 20 millones de dosis a Argentina, 10 millones a Venezuela y 24 millones a M¨¦xico, afloraron todo tipo de cuestionamientos: desde las dudas por la falta de informaci¨®n cient¨ªfica publicada en Occidente en el momento que se cerraron los primeros acuerdos y los dardos pol¨ªticos para criticar la gesti¨®n de la pandemia, hasta los miedos y delirios que rayan las teor¨ªas de la conspiraci¨®n. ¡°Recuerden que lleva un chip comunista y castrochavista¡±, advirti¨® un usuario de Twitter. ¡°Es la vacuna barata, por eso la eligi¨® el Gobierno¡±, acus¨® la senadora mexicana Lilly T¨¦llez. ¡°Es una gran estafa¡±, dijo la dirigente de la oposici¨®n argentina Elisa Carri¨®, que denunci¨® al presidente Fern¨¢ndez por posible ¡°envenenamiento¡± de la poblaci¨®n. La propia Embajada rusa en M¨¦xico public¨® en sus redes la semana pasada que era blanco de una campa?a de ¡°desinformaci¨®n¡±.
Los resultados preliminares del ensayo publicado este martes, realizado con 20.000 participantes ¡ªde los cuales el 75% recibi¨® la vacuna y el resto recibi¨® placebo¡ª, muestran que solo 16 enfermaron de covid sintom¨¢tica entre los vacunados (el 0,1%) y 62 entre los no vacunados (1,3%). La publicaci¨®n de estas cifras ha dado un nuevo impulso a la inmunizaci¨®n frente al escepticismo inicial de la comunidad cient¨ªfica internacional. Con la Sputnik V, Rusia aspira a mantenerse en el primer pelot¨®n de la carrera cient¨ªfica; un juego reservado para las grandes potencias. Pero no solo es una cuesti¨®n de prestigio. La vacuna ¡°es un buen negocio, con un componente humanitario claro¡±, dijo el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, en octubre a un grupo de magnates rusos, a los que anim¨® a invertir en la producci¨®n y sumarse a una oportunidad empresarial que podr¨ªa suponer 100.000 millones de ingresos en todo el mundo, seg¨²n asegur¨®.
El pasado 11 de agosto, en una sincronizada reuni¨®n de ministros por Zoom, pero transmitida en directo por los canales estatales, Putin anunci¨® la autorizaci¨®n especial para la vacuna contra el coronavirus dise?ada por el Instituto Gamaleya de Mosc¨². El l¨ªder ruso coment¨® que la inmunizaci¨®n era ¡°segura¡± y ¡°bastante eficaz¡±. Pero sus cient¨ªficos no hab¨ªan publicado para entonces ning¨²n dato de sus ensayos de fase 1 ni fase 2, que hab¨ªan suscitado ya ciertas dudas dentro de la comunidad cient¨ªfica por su velocidad. Y no hab¨ªan comenzado los de la fase 3, que son los que involucran a un mayor n¨²mero de personas. Putin, que asegur¨® con gesto adusto que la inyecci¨®n hab¨ªa pasado por ¡°todos los ensayos necesarios¡±, lo zanj¨® con un golpe de efecto: una de sus hijas se hab¨ªa vacunado ya, dijo. ¡°Se encuentra bien. Todo va como si no se hubiera hecho nada¡±, declar¨®.
Poco despu¨¦s de aquella comparecencia, el Fondo Ruso de Inversi¨®n Directa (RDIF), el fondo de riqueza soberana de Rusia ¡ªque cuenta con un capital reservado de unos 10.000 millones de d¨®lares¡ª que ha financiado los trabajos de la vacuna y est¨¢ coordinando los pactos de exportaci¨®n, anunci¨® el nombre para el mercado exterior de la inmunizaci¨®n del Instituto Gamaleya. La inyecci¨®n, basada en adenovirus del resfriado modificados, pas¨® a llamarse Sputnik V, como el sat¨¦lite que la Uni¨®n Sovi¨¦tica puso en ¨®rbita en 1957, durante la Guerra Fr¨ªa, convirti¨¦ndose en el primer pa¨ªs del mundo en lograrlo y superando a Estados Unidos en la carrera espacial. Otro detalle que da idea de la importancia geopol¨ªtica para Rusia. El Kremlin se ha esforzado por tratar de ser el primero. Y ha acelerado lo que hiciese falta para ello.
Adem¨¢s de a Argentina, M¨¦xico o Bolivia, Rusia ha colocado la vacuna a una docena de pa¨ªses m¨¢s, entre ellos Bielorrusia, Serbia, Israel o Emiratos ?rabes; y tiene preacuerdos con otros m¨¢s. La Sputnik V ocupa el tercer puesto mundial en dosis ordenadas por pa¨ªses de ingresos medios y bajos, seg¨²n los datos del Centro de Innovaci¨®n en Salud Global de la Universidad de Duke, por delante de las que considera sus principales competidoras: la inmunizaci¨®n de Pfizer - BioNTech y la de Moderna. ¡°La pandemia no hizo m¨¢s que afianzar la distribuci¨®n de poder en el sistema internacional con bloques como Estados Unidos, Europa, China¡±, comenta Stephan Sberro, profesor del Instituto Tecnol¨®gico Aut¨®nomo de M¨¦xico, ¡°aunque la gran sorpresa ha sido Rusia¡±.
Pero el entusiasmo del Kremlin hacia la inyecci¨®n fue recibido con reservas fuera de Rusia, donde afloraron de nuevo las cr¨ªticas por la falta de transparencia de sus datos y la rapidez con la que se hab¨ªa registrado para su uso. Entre esas dudas, las del epidemi¨®logo estadounidense Anthony Fauci, que ha estado al frente de la estrategia contra el coronavirus en EE UU. ¡°Espero que los rusos hayan probado definitivamente que la vacuna es segura y eficaz. Tengo serias dudas de que lo hayan hecho¡±, dijo a la cadena ABC. Hugo L¨®pez-Gatell, el zar mexicano para la pandemia, se mostr¨® ¡°sorprendido¡± el d¨ªa en que se present¨® la Sputnik V. ¡°Definitivamente no se puede empezar a utilizar una vacuna que no haya terminado satisfactoriamente los estudios fase 3, ni se debe por motivos ¨¦ticos¡±, se?al¨® el subsecretario de Salud.
Durante agosto y septiembre, M¨¦xico tanteo con el embajador ruso la posibilidad de hacer ensayos cl¨ªnicos, sin que se pudiera concretar. Para el 9 de septiembre, el Kremlin anunci¨® la firma de un acuerdo para enviar 32 millones de dosis a M¨¦xico. En realidad, se trataba de un contrato para distribuir las vacunas con Landsteiner Scientific, un laboratorio privado. ¡°No tiene nada que ver con el Gobierno de M¨¦xico¡±, respondi¨® L¨®pez-Gatell.
Tras un despliegue diplom¨¢tico de varios meses, las primeras 3.000 dosis de la vacuna de Pfizer llegaron a M¨¦xico el pasado 23 de diciembre. ¡°Es un d¨ªa hist¨®rico¡±, celebr¨® Marcelo Ebrard, el canciller. Al igual que sucedi¨® en pa¨ªses como Espa?a, se trat¨® de una entrega ¡°simb¨®lica¡±. Un d¨ªa despu¨¦s, Argentina recibi¨® su primer cargamento: un lote de 300.000 dosis de la Sputnik V. En Rusia, los principales canales estatales dieron im¨¢genes del aterrizaje del avi¨®n y del desembarque de las cajas con el logotipo de la vacuna rusa. Poco despu¨¦s empez¨® la vacunaci¨®n y el RDIF, desde Rusia, pidi¨® en las redes sociales a quienes la hubieran recibido que subieran sus fotos mostrando con los dedos ¡°la v, de victoria¡±.
El hecho de que Argentina recibiera 100 veces m¨¢s dosis que M¨¦xico llam¨® la atenci¨®n de L¨®pez Obrador, cuenta una fuente gubernamental, y se empez¨® a cuestionar si se hab¨ªa cerrado la puerta a Mosc¨² demasiado pronto. Dos semanas despu¨¦s, una delegaci¨®n mexicana encabezada por L¨®pez-Gatell parti¨® a Buenos Aires para informarse sobre la vacuna del Instituto Gamaleya, una inmunizaci¨®n que se compone de dos dosis (primero una y 21 d¨ªas despu¨¦s, la segunda) con dos vectores de adenovirus distintos
La capital argentina como destino no era casual. A mitad del a?o pasado, mientras L¨®pez-Gatell rechazaba abrir la puerta a Mosc¨², el Ejecutivo de Fern¨¢ndez hab¨ªa abierto l¨ªneas de conversaci¨®n con varios fabricantes para adquirir vacunas; entre ellas, el Instituto Gamaleya. El objetivo era conseguir env¨ªos masivos de dosis ¡°seguras y eficaces¡± lo antes posible, dice Cecilia Nicolini, asesora del presidente argentino. ¡°Como el Instituto es una farmac¨¦utica peque?a que no tiene el impacto de las grandes farmac¨¦uticas, decidimos ir a Rusia para conocer la informaci¨®n de primera mano¡±, cuenta.
Nicolini se embarc¨® el 17 de octubre junto a la secretaria de acceso a la Salud, Carla Vizzotti, rumbo a Rusia. En ese primer viaje, que dur¨® unos 10 d¨ªas, las dos funcionarias accedieron a los datos de la fase 3. Tras esa visita, Fern¨¢ndez mantuvo una conversaci¨®n telef¨®nica con Vlad¨ªmir Putin el 5 de noviembre para cerrar los detalles de la compra. Finalmente, el 10 de diciembre, el presidente argentino anunci¨® que hab¨ªa firmado el tercer acuerdo para adquirir vacunas, por detr¨¢s de un convenio con AstraZeneca y otro con Covax ¡ªla iniciativa respaldada por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud que tiene el objetivo de garantizar el acceso global a las vacunas contra la covid-19¡ª.
Con la luz verde de la Casa Rosada, la delegaci¨®n argentina volvi¨® a Rusia el 12 de diciembre para buscar durante dos semanas toda la informaci¨®n necesaria para aprobar la vacuna. ¡°Mucha informaci¨®n no estaba disponible para nuestros pa¨ªses o nuestro idioma¡±, cuenta Nicolini, ¡°porque Gamaleya es una farmac¨¦utica acostumbrada a proveer al mercado interno cumpliendo las leyes rusas¡±. Fueron d¨ªas de decenas de videollamadas, visitas a las instalaciones del Instituto Gamaleya y de traducir cientos de p¨¢ginas del ruso al espa?ol. A la magnitud de la tarea se le sumaba el apremio presidencial, Fern¨¢ndez quer¨ªa el m¨¦rito de empezar a vacunar antes de que acabara el a?o.
El 23 de diciembre, Argentina se convirti¨® en el segundo pa¨ªs del mundo en aprobar la Sputnik V, por detr¨¢s de Bielorrusia. El ente regulador argentino emiti¨® un comunicado en el que recomendaba ¡°autorizarla de emergencia¡± para ciudadanos de entre 18 y 60 a?os. Un d¨ªa despu¨¦s, la comitiva argentina regres¨® del segundo viaje con ese primer cargamento de 300.000 dosis de la vacuna rusa, las primeras en ingresar a Am¨¦rica Latina.
Ese expediente digital con cientos de p¨¢ginas que el Gobierno argentino se trajo de Mosc¨² y tradujo para presentar al ente regulador es el que se llev¨® la comitiva mexicana de su viaje a Buenos Aires y posteriormente present¨® ante el regulador mexicano. ¡°Vinieron con una actitud de inter¨¦s, quer¨ªan acceder a la informaci¨®n¡±, cuenta Nicolini, quien tambi¨¦n form¨® parte del equipo que recibi¨® al zar mexicano para la pandemia. El Gobierno argentino tuvo entonces el papel de puente entre M¨¦xico y Rusia. ¡°Los pusimos en contacto y en 24 horas organizamos una llamada¡±, asegura la asesora de Fern¨¢ndez.
Ya desde entonces, afirman fuentes del Gobierno mexicano, se acord¨® el env¨ªo de 24 millones de dosis a M¨¦xico; una cifra que se anunci¨® oficialmente tras la llamada telef¨®nica entre L¨®pez Obrador y Putin, el pasado 25 de enero. El pa¨ªs norteamericano, con casi tres veces m¨¢s poblaci¨®n que Argentina, era desde hac¨ªa meses un mercado prioritario para el Kremlin.
Y M¨¦xico no fue el ¨²nico. El Gobierno argentino facilit¨® los mismos documentos a Bolivia, Uruguay y Per¨². ¡°As¨ª fue que Bolivia aprob¨® la vacuna rusa¡±, dice Nicolini. El Gobierno de Luis Arce autoriz¨® la vacuna rusa el 6 de enero y recibi¨® el primer cargamento con 20.000 dosis el pasado jueves. El impulso de Fern¨¢ndez a la Sputnik V ha cruzado adem¨¢s las l¨ªneas pol¨ªticas del mapa regional, al tender puentes con el Gobierno de Sebasti¨¢n Pi?era en Chile y compartir con ¨¦l el dossier t¨¦cnico en una visita presidencial a Santiago la semana pasada. ¡°El virus no tiene ideolog¨ªa y la cura tampoco¡±, afirma Nicolini.
M¨¢s all¨¢ de la jugada geopol¨ªtica que implica la Sputnik V para Rusia, la vacuna abri¨® tambi¨¦n el juego en Am¨¦rica Latina, donde Fern¨¢ndez busca imponerse como uno de los l¨ªderes pol¨ªticos junto a L¨®pez Obrador. ¡°La relaci¨®n entre Buenos Aires y Ciudad de M¨¦xico tiene que ser la columna vertebral de la regi¨®n¡±, agrega la asesora presidencial.
Tras aparecer por primera vez el pasado viernes luego de contagiarse de la covid, L¨®pez Obrador dijo que se esperaba un primer embarque de 200.000 dosis de la Sputnik V en la primera semana de febrero. El anuncio del cierre de los tratos con el Kremlin se ha hecho antes de la aprobaci¨®n de la vacuna, el mismo patr¨®n que siguieron pa¨ªses como Argentina y Venezuela. Para el microbi¨®logo Mauricio Rodr¨ªguez, de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico, el hecho de que los reguladores mexicanos hayan tardado en otorgar la autorizaci¨®n significa que se est¨¢n imponiendo los criterios t¨¦cnicos y no los pol¨ªticos. ¡°Ser¨¢ un proceso paulatino, no podemos descuidar las precauciones contra la enfermedad por la llegada de una vacuna¡±, afirma. Tras la publicaci¨®n de los datos en The Lancet, el ente regulador sanitario de M¨¦xico ha aprobado la noche del martes el uso de emergencia de la Sputnik V.
En medio de una discusi¨®n m¨¢s pol¨ªtica que cient¨ªfica, los especialistas optan por la cautela y afirman que no hay motivos para sospechar de la eficacia y seguridad de la vacuna. ¡°Se politiz¨® el tema, pero hay que ver los datos concretos, y los resultados son buenos¡±, dice Jorge Geffner, especialista en inmunolog¨ªa de la Universidad de Buenos Aires. Su laboratorio lleva adelante junto a otros dos un seguimiento de los anticuerpos que producen las personas ya vacunadas en Argentina. ¡°Los resultados preliminares nos dan similares a los del Instituto Gamaleya¡±, se?ala.
La desconfianza que se instal¨® en Argentina hacia la principal inmunizaci¨®n rusa llev¨® al presidente Fern¨¢ndez a pedir a los ciudadanos que se pongan la Sputnik V. ¡°Vacunarse sirve para ser inmunes. Hag¨¢moslo¡±, dijo el 21 de enero despu¨¦s de recibirla ¨¦l mismo. ¡°Muchos pol¨ªticos dijeron ¡®yo no me la pongo ni loco¡¯ sin saber de qu¨¦ se trata¡±, se?ala la argentina Daniela Hozbor, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Cient¨ªficas y T¨¦cnicas (Conicet). ¡°No podemos desconfiar del ente regulador sin fundamentos¡±, agrega, ¡°hace mucho da?o porque es jugar con la vida de las personas¡±.
En Rusia, las cr¨ªticas sobre la vacuna Sputnik V se han tildado de rusofobia. El mes pasado, el poderoso portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, asegur¨® que algunos pa¨ªses y las compa?¨ªas farmac¨¦uticas mundiales est¨¢n utilizando m¨¦todos de mala reputaci¨®n para socavar la principal inmunizaci¨®n rusa. ¡°La competencia aqu¨ª se est¨¢ politizando y se est¨¢n utilizando trucos sucios para desacreditar la vacuna¡±, afirm¨® tajante. Kirill Dmitriev, jefe del Fondo Ruso de Inversi¨®n Directa, cree que se est¨¢ empleando un doble rasero con la Sputnik V porque es rusa.
Ilya Yasny, jefe de investigaci¨®n cient¨ªfica de Inbio Ventures, un fondo de inversi¨®n ruso especializado, se?ala que gran parte de ese escepticismo hacia la vacuna del Instituto Gamaleya se debe a que se inici¨® el registro y el proceso de vacunaci¨®n sin dar a conocer los datos, solo con comunicados de prensa disponibles. ¡°Hay una desconfianza mundial de todas las vacunas, porque se desarrollaron muy r¨¢pidamente. Pero la pandemia y su amenaza ha derivado en m¨¢rgenes de tiempo inusuales¡±, apunta el experto, que explica que por regla general una vacuna tarda como m¨ªnimo cuatro a?os en desarrollarse; y ese tiempo ya se considera ¡°r¨¢pido¡±. El experto cree adem¨¢s, que mientras que Pfizer, AstraZeneca o Moderna se han movilizado para fomentar la confianza en las vacunas con la difusi¨®n de art¨ªculos o debates, ese ha sido un cap¨ªtulo pendiente para los desarrolladores de la Sputnik V.
Algunos de los voluntarios rusos que han participado en los ensayos de la vacuna de Gamaleya se organizaron para compartir informaci¨®n y hablar sobre c¨®mo se sent¨ªan en grupos de Facebook y en la aplicaci¨®n de mensajer¨ªa Telegram, muy popular en Rusia. Con tanta informaci¨®n, si hubieran ocurrido casos graves, habr¨ªan aflorado como m¨ªnimo en las redes sociales, cree Yasny. De hecho, algunos analistas han apuntado que, con todos esos mimbres, sus principales dudas son sobre cu¨¢nta eficacia y durante cu¨¢nto tiempo m¨¢s que sobre su seguridad. ¡°Tambi¨¦n hay que verlo desde otra perspectiva: estamos ante una pandemia furiosa, la gente est¨¢ muriendo. Y en algunos escenarios, es mejor inyectar algo que nada en absoluto¡±, opina Yasni.
Tambi¨¦n en casa, la vacuna ha suscitado reparos: en diciembre, una encuesta del Centro Levada revel¨® que casi el 60% de la ciudadan¨ªa rusa no desea vacunarse. Sin embargo, cree Denis Volkov, subdirector del centro de sondeos, el ¨²nico independiente del pa¨ªs, esas cifras no solo se deben a la desconfianza hacia la vacuna, sino que tienen un trasfondo de falta de confianza hacia la Administraci¨®n y tambi¨¦n de muchos rusos no han dado la gravedad que tiene a la pandemia. En el pa¨ªs euroasi¨¢tico (145 millones de habitantes) los datos sobre los fallecimientos debido a la covid-19 no se han caracterizado por su transparencia y la cifra real de las muertes es mucho m¨¢s elevada de la que se ha reportado, tal y como ha tenido que reconocer el Gobierno.
¡°Nuestra Sputnik V es modesta y confiable, como el rifle Kal¨¢shnikov¡±, ha dicho el c¨¦lebre presentador de la televisi¨®n estatal Dmitri Kiseliov, considerado como el propagandista en jefe del Kremlin. La principal inmunizaci¨®n rusa, que a¨²n no tiene la certificaci¨®n de la OMS (de la que dependen no escasos pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo para apostar por ella), tiene ciertas ventajas adem¨¢s sobre sus competidores que se basan en su precio y su log¨ªstica. Pero tambi¨¦n despunta porque sus principales clientes tienen menos capacidad negociadora que pa¨ªses ricos o que pujan en grupo, como la Uni¨®n Europea. Los responsables de la Sputnik V est¨¢n en conversaciones con la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para solicitar el registro y la autorizaci¨®n en Europa, donde ya Hungr¨ªa dio luz verde al f¨¢rmaco, entre cr¨ªticas a Bruselas por la lentitud de sus trabajos para lograr m¨¢s viales, y ya ha comprado dos millones de dosis de Gamaleya.
El RDIF, el fondo ruso que ha financiado la vacuna, no revela cu¨¢nto ha invertido en la inmunizaci¨®n. Tampoco a cu¨¢nto ascienden los contratos que ha firmado, aunque detalla que el precio de las dos dosis es de menos de 20 d¨®lares, frente a los entre 30 y 40 d¨®lares que cuestan las de Pfizer y Moderna ¡ªdise?adas con un m¨¦todo totalmente distinto, de aprobaci¨®n m¨¢s reciente¡ª; la dise?ada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford es m¨¢s barata. Adem¨¢s, explica Kirill Dmitriev, director del RDIF, sus requisitos de almacenamiento tambi¨¦n suponen una ventaja: los viales, que contienen cinco dosis cada uno, deben guardarse a unos -18 grados cent¨ªgrados en su forma l¨ªquida y aguantan seis meses; en su forma liofilizada la vacuna debe almacenarse a entre dos grados cent¨ªgrados y ocho, lo que adem¨¢s la hace m¨¢s f¨¢cil de trasladar. La de Moderna debe transportarse a menos 20 grados cent¨ªgrados y la de Pfizer a menos 75.
A principios de diciembre, en plena segunda ola de la pandemia, Putin pidi¨® a su equipo que acelerase los trabajos para inmunizar a la poblaci¨®n. El 5 de diciembre, Mosc¨² empez¨® su campa?a para vacunar a los grupos de riesgo: el personal sanitario, de ense?anza y de servicios sociales. El 23 de diciembre, los responsables de la vacuna de Gamaleya informaron de que, con los datos ya disponibles y teniendo en cuenta que la campa?a ya hab¨ªa dado el pistoletazo de salida, dejaban de dar placebo a los voluntarios participantes en sus ensayos cl¨ªnicos, que por entonces hab¨ªan superado los 20.000. Los propios investigadores de Gamaleya ¡ªy en algunos casos, tambi¨¦n sus familiares¡ª formaron parte de esas pruebas. Tambi¨¦n algunos altos funcionarios rusos y empresarios de alto nivel se vacunaron antes de que estuviera disponible para los grupos de riesgo. Desde el 18 de enero, est¨¢ disponible para toda la poblaci¨®n de forma gratuita y se han vacunado ya alrededor de 1,5 millones de personas, seg¨²n el RDIF.
Ahora, uno de los desaf¨ªos fundamentales es seguir el ritmo de producci¨®n. Los funcionarios rusos han tenido que modificar, a la baja, la cifra prevista porque la previsi¨®n de 30 millones de dosis pronosticadas para finales de 2020 result¨® ser imposible de cumplir. Rusia tiene seis laboratorios que producen la Sputnik V, aunque las vacunas para el mercado exterior se elaboran, ¡°por lo general¡±, dice el RDIF, fuera de Rusia, en Corea del Sur, Kazajist¨¢n o India. Adem¨¢s, Mosc¨² tambi¨¦n est¨¢ cerrando acuerdos con pa¨ªses para que produzcan el f¨¢rmaco ellos mismos. Fern¨¢ndez mantuvo una conversaci¨®n este martes con Putin sobre el abastecimiento a Argentina y la posibilidad de que se elaboren en el pa¨ªs sudamericano. Aunque eso, apunta Ilya Yasny, de Inbio Ventures, tampoco es tan r¨¢pido ni sencillo porque requiere un ¡°proceso complejo de transferencia de informaci¨®n¡±.
De ah¨ª que los cient¨ªficos, que tambi¨¦n estudian el uso combinado de la Sputnik V con la inmunizaci¨®n de AstraZeneca, est¨¦n trabajando ahora en una ¡°versi¨®n ligera¡± de la vacuna, que se compondr¨ªa de una sola dosis y que tendr¨ªa una eficacia menor pero ¡°aceptable¡± de entre el 73% y el 85%.
Rusia conf¨ªa en su vacuna para proteger a la poblaci¨®n del virus que ha contagiado ya a m¨¢s de 38 millones de personas. Y ha desplegado puntos de vacunaci¨®n en cl¨ªnicas, hospitales, escuelas y hasta en centros comerciales. En los famosos almacenes GUM, en la plaza roja de Mosc¨², entre tiendas y restaurantes de lujo, tambi¨¦n se ha instalado un puesto m¨®vil para la Sputnik V.
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