Las comunidades alargan las restricciones ante el auge de la cuarta ola

El auge de la cuarta ola de coronavirus en Espa?a vuelve a poner en alerta a las comunidades aut¨®nomas, que han decidido, en su mayor¨ªa, prolongar las restricciones sociales que pactaron para la Semana Santa. Este viernes terminaba el plazo de aplicaci¨®n de las medidas ¡ªcierres auton¨®micos, toque de queda de 22.00 a 6.00 y limitaci¨®n de reuniones, entre otras¡ª que hab¨ªan acordado las autonom¨ªas para acotar la movilidad y las interacciones en los ¨²ltimos d...

El auge de la cuarta ola de coronavirus en Espa?a vuelve a poner en alerta a las comunidades aut¨®nomas, que han decidido, en su mayor¨ªa, prolongar las restricciones sociales que pactaron para la Semana Santa. Este viernes terminaba el plazo de aplicaci¨®n de las medidas ¡ªcierres auton¨®micos, toque de queda de 22.00 a 6.00 y limitaci¨®n de reuniones, entre otras¡ª que hab¨ªan acordado las autonom¨ªas para acotar la movilidad y las interacciones en los ¨²ltimos dos puentes, pero el ascenso de la curva epid¨¦mica ¡ªla incidencia es de 182 casos por 100.000 habitantes¡ª, no invita a relajarse. El grueso de las comunidades han decidido prolongar las restricciones e, incluso, endurecerlas. Solo Madrid y las islas levantar¨¢n el cierre auton¨®mico. Los expertos piden no bajar la guardia y avisan de que el actual ritmo de vacunaci¨®n ¡ªtres millones de personas, el 6,4% de la poblaci¨®n, tienen la pauta completa¡ª no evitar¨¢ otro nuevo embate del virus en Espa?a.

El escenario para los pr¨®ximos d¨ªas no es nada halag¨¹e?o. En apenas una semana, la incidencia ha crecido un 20% y los ingresos hospitalarios y en cuidados intensivos (UCI) han vuelto a repuntar ¡ªhay m¨¢s de 2.000 personas en la UCI a causa de la covid¡ª. El informe de Sanidad de este viernes incluye 10.875 nuevos contagios por coronavirus y 149 muertes m¨¢s. Y eso que los datos todav¨ªa no reflejan el impacto de la movilidad y los encuentros sociales que se han producido durante la Semana Santa y que alientan la progresi¨®n de una enfermedad como la covid, que se nutre del contacto y la interacci¨®n entre personas para propagarse. ¡°Las cifras que tenemos ahora son inexactas. La idea que tenemos es que estamos por encima de lo que estamos viendo. Lo conveniente, hasta que no se aclaren las cifras, es mantener las restricciones¡±, valora el epidemi¨®logo Salvador Peir¨®, de la Fundaci¨®n para el Fomento de la Investigaci¨®n Sanitaria y Biom¨¦dica de la Comunidad Valenciana (Fisabio).

Con la curva epid¨¦mica al alza y la sospecha de un impacto negativo de la Semana Santa, las comunidades han aplicado el principio de prudencia y, en su inmensa mayor¨ªa, han mantenido las restricciones o, incluso, han dado un paso atr¨¢s. Catalu?a, por ejemplo, ha vuelto al cierre comarcal tras tres semanas con libertad de movimiento dentro de la comunidad. ¡°Tenemos que ir hacia atr¨¢s porque las UCI se est¨¢n llenando r¨¢pidamente¡±, justific¨® el mi¨¦rcoles el secretario de Salud P¨²blica catal¨¢n, Josep Maria Argimon, cuando anunci¨® las nuevas restricciones. Catalu?a, que arrastra una incidencia de 199 casos por 100.000 habitantes, tiene el 39% de sus plazas de UCI ocupadas por pacientes con covid. Seg¨²n el sem¨¢foro de riesgo acordado por el Ministerio de Sanidad y las comunidades, una ocupaci¨®n de m¨¢s del 25% se considera un umbral de peligro extremo.

En un umbral de incidencia parecido al de Catalu?a, Andaluc¨ªa (189 casos por 100.000) tambi¨¦n prorroga sus restricciones ¡ªcierre auton¨®mico, toque de queda desde las 23.00 y cierre de la hosteler¨ªa a las 22.30¡ª y Arag¨®n (201) alarga unas limitaciones muy similares a las andaluzas hasta el fin del estado de alarma, el 9 de mayo. Por su parte, Castilla y Le¨®n (187), tambi¨¦n mantiene el toque de queda desde las 22.00 y el cierre perimetral, aunque permite reuniones de cuatro personas no convivientes en interiores y de seis en exteriores.

Incluso las comunidades que se encuentran con la curva epid¨¦mica m¨¢s controlada e incidencias por debajo de los 100 casos por 100.000, han recurrido a la prudencia. La Comunidad Valenciana, que tiene la tasa m¨¢s baja (35), ha anunciado que mantendr¨¢ las medidas de la Semana Santa. Murcia (62), tambi¨¦n, y Galicia (70) solo relajar¨¢ las reuniones, al permitir los encuentros entre no convivientes en domicilios con un l¨ªmite de cuatro personas en interior y de seis en exterior. Baleares anunciar¨¢ la semana que viene su nuevo paquete de medidas, aunque, previsiblemente, solo levantar¨¢ el cierre auton¨®mico; las dem¨¢s restricciones continuar¨¢n activas.

Otras autonom¨ªas s¨ª han decidido levantar el pie del freno en algunas medidas, aunque mantienen restricciones. Por ejemplo, Castilla-La Mancha (142), que retrasa una hora el toque de queda (a las 23.00). Asturias (162) permite consumir en el interior de los bares hasta las 21.00. El Pa¨ªs Vasco y Navarra, que acumulan unas elevadas incidencias de 295 y 394 casos por 100.000 respectivamente, mantendr¨¢n las restricciones que ten¨ªan, incluida la apertura de la restauraci¨®n y los comercios.

Las ¨²nicas autonom¨ªas que levantar¨¢n el cierre perimetral son las islas y Madrid, aunque en la pr¨¢ctica eso no implica mucho margen de maniobra. Para empezar, porque Canarias tiene tres de sus islas ¡ªGran Canaria, Tenerife y Fuerteventura, donde vive el 85% de su poblaci¨®n¡ª en nivel 3, donde se proh¨ªben las entradas y salidas, salvo por causas justificadas. Y, adem¨¢s, Baleares todav¨ªa est¨¢ pendiente de aprobar la medida, as¨ª que, por lo pronto, los madrile?os solo se podr¨ªan mover hacia alguna de las cinco islas canarias restantes.

Pese a ser m¨¢s laxa en sus restricciones ¡ªlos bares est¨¢n abiertos hasta las 23.00, cuando empieza su toque de queda¡ª, Madrid es una de las autonom¨ªas con la curva de contagios m¨¢s descontrolada: en la tercera ola no consigui¨® bajar de los 200 casos por 100.000 habitantes y ahora se sit¨²a en 324, solo por detr¨¢s de Melilla (495), Ceuta (465) y Navarra. ¡°A los que tienen esas incidencias tan altas les toca poner restricciones m¨¢s duras. Lo de Madrid no tiene nombre. Conf¨ªa mucho en su inmunidad colectiva a lo bruto [la poblaci¨®n protegida tras haber superado la enfermedad], pero eso no te salva de una cuarta ola¡±, se?ala Peir¨®. Sus UCI tambi¨¦n est¨¢n al 39% de ocupaci¨®n por covid y con una incidencia que supera ampliamente el umbral de riesgo elevado de 250, la comunidad se encuentra en riesgo extremo, seg¨²n los par¨¢metros de Sanidad.

No bajar la guardia

Los expertos consultados alertan de que la situaci¨®n epid¨¦mica es muy compleja y rechazan relajar las restricciones. ¡°No podemos bajar la guardia con las medidas y las acciones sanitarias. Una comunidad que detecte un estancamiento o un repunte de la incidencia tiene que mantener las medidas e incrementar su severidad. No estamos en un momento para desescalar cuando la incidencia est¨¢ en ascenso y la ocupaci¨®n de las UCI est¨¢ tan alta¡±, alerta Daniel L¨®pez-Acu?a, exdirector de Emergencias de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Coincide Peir¨®: ¡°El virus va m¨¢s r¨¢pido todav¨ªa a causa de la variante brit¨¢nica, que es m¨¢s contagiosa. En la Comunidad Valenciana, si llegamos a una incidencia de 50 tomaremos m¨¢s restricciones porque no queremos subir m¨¢s¡±.

Los epidemi¨®logos insisten en controlar la ventilaci¨®n de los espacios cerrados y ser m¨¢s restrictivos con las interacciones en interiores, que es donde hay m¨¢s riesgo de contagios. Peir¨® reclama, adem¨¢s, ¡°m¨¢s pedagog¨ªa social¡±. ¡°El miedo ayuda a los comportamientos m¨¢s all¨¢ de las normas. Cuando decimos que todo va bien, los contactos aumentan¡±, avisa.

La vacunaci¨®n en Espa?a ha pisado el acelerador en los ¨²ltimos d¨ªas, pero est¨¢ lejos de alcanzar unos resultados ¨®ptimos que impacten en la curva epid¨¦mica global. Por lo pronto, coinciden los epidemi¨®logos, solo en la poblaci¨®n de residencias, que est¨¢ inmunizada casi al completo, se ver¨¢ un descenso de las hospitalizaciones y la mortalidad. En la poblaci¨®n general todav¨ªa no. ¡°Las autoridades y la ciudadan¨ªa se conf¨ªan demasiado con que la vacuna va avanzando. Pero el nivel de vacunaci¨®n no nos va a permitir frenar la cuarta ola. Tendremos menos muertes e ingresos, pero hay una parte de la poblaci¨®n vulnerable que no est¨¢ protegida¡±, alerta L¨®pez-Acu?a. De hecho, si bien el 90% de la poblaci¨®n de residencias est¨¢ vacunada, por grupos etarios, que es uno de los principales factores de riesgo de enfermedad y muerte, hay muchas diferencias: solo la mitad de los mayores de 80 tienen la pauta vacunal completa, una cifra que baja al 3% entre las personas de 70 y 79 a?os y se sit¨²a en el 5% en la poblaci¨®n de 60 a 69.

Con informaci¨®n de Luc¨ªa Boh¨®rquez, Juan Navarro, Eva Saiz, Josep Cat¨¤, Diego Estebanez Garc¨ªa, Sonia Vizoso, Victoria Torres, Mar¨ªa Fabra, Mikel Ormazabal, Elisa Tasca, Luc¨ªa Tolosa, Emilio S¨¢nchez Hidalgo y Emilio de Benito.