¡°Tiembla... Me voy a chivar a toda la ciudad de que eres gay¡±
Un hombre se arroj¨® al vac¨ªo en A Coru?a tras ser extorsionado por su condici¨®n sexual. En la nota de suicidio dej¨® el contacto del chantajista y el resguardo bancario de lo que pag¨® por el silencio
Cuando el tel¨¦fono m¨®vil de C. recibi¨® los ¨²ltimos mensajes de P. J., el due?o del terminal ya estaba muerto. Se hab¨ªa suicidado arroj¨¢ndose al vac¨ªo desde el piso que habitaba en A Coru?a poco antes de las cuatro de la madrugada. Dej¨® una nota de despedida, junto al contacto de A., un t¨ªo muy querido al que habr¨ªa que avisar de su fallecimiento, y el de P. J., la persona que, tal y como describ¨ªa, le hab¨ªa dado el empuj¨®n final para quitarse la vida. Tambi¨¦n aportaba un comprobante bancario. El resguardo daba fe de un primer pago de 100 euros. La cantidad que la v¨ªctima hab¨ªa llegado a...
Cuando el tel¨¦fono m¨®vil de C. recibi¨® los ¨²ltimos mensajes de P. J., el due?o del terminal ya estaba muerto. Se hab¨ªa suicidado arroj¨¢ndose al vac¨ªo desde el piso que habitaba en A Coru?a poco antes de las cuatro de la madrugada. Dej¨® una nota de despedida, junto al contacto de A., un t¨ªo muy querido al que habr¨ªa que avisar de su fallecimiento, y el de P. J., la persona que, tal y como describ¨ªa, le hab¨ªa dado el empuj¨®n final para quitarse la vida. Tambi¨¦n aportaba un comprobante bancario. El resguardo daba fe de un primer pago de 100 euros. La cantidad que la v¨ªctima hab¨ªa llegado a abonar al chantajista que desde hac¨ªa pocos d¨ªas lo amenazaba con hacer p¨²blico algo que ¨¦l no le hab¨ªa revelado ni a su familia: su condici¨®n homosexual.
¡°?T¨² quieres que me olvide de ti y no le diga a nadie que eres gay?¡±, le hab¨ªa escrito este hombre, no conforme con el pago, el d¨ªa antes de precipitarse por la ventana. Era un bucle de amenazas sin fin: ¡°A m¨ª nadie me vacila. Ahora ya veremos. Me voy a chivar a toda Coru?a¡±. ¡°Ahora toca algo m¨¢s. Antes de que mande tus capturas¡±. ¡°Tiembla¡±. ¡°Si quieres que te deje en paz y bloquearnos y no saber nunca m¨¢s el uno del otro, ?qu¨¦ estar¨ªas dispuesto a dar para ganarte mi silencio?¡±. ¡°Porque en cuanto los tenga [los euros] nos bloqueamos¡±.
Los hechos ocurrieron a principios de octubre de 2019 y C. (inicial del nombre ficticio empleado en la sentencia de la Audiencia Provincial de A Coru?a, que adelant¨® Eldiario.es y a la que ha tenido acceso EL PA?S) no soport¨® la presi¨®n. En la madrugada del d¨ªa 9 se lanz¨® desde su piso y su coraz¨®n se par¨® para siempre media hora despu¨¦s. El extorsionador, que despu¨¦s del suceso puso tierra de por medio, fue detenido fuera de Galicia y en aquel mismo momento la juez dict¨® prisi¨®n provisional. Seg¨²n explica Francisco Torrijos, el abogado que represent¨® al t¨ªo de la v¨ªctima como acusaci¨®n particular, estuvo entre rejas ocho meses hasta que se celebr¨® el juicio a finales de 2020. P. J. fue condenado por el juzgado de lo Penal n¨²mero 5 de A Coru?a a dos a?os y medio de prisi¨®n y a una indemnizaci¨®n para el t¨ªo de 9.000 euros.
C., originario de Lugo y ya adulto, no ten¨ªa otro familiar en el que apoyarse. Sus padres hab¨ªan muerto de enfermedad prematuramente, cuando era ni?o, y ¨¦l hab¨ªa vivido siempre con su t¨ªo, como si fuera su hermano, criados ambos bajo el techo de los abuelos maternos. El abuelo que ejerci¨® de padre falleci¨® recientemente y la abuela a¨²n sobrevive, con la salud muy deteriorada, en una residencia. As¨ª lo cuenta el abogado, que tambi¨¦n confirma que ¡°nadie en casa sab¨ªa que era homosexual¡±. Desde hac¨ªa un tiempo, la v¨ªctima viv¨ªa independizada en A Coru?a e, igualmente seg¨²n el letrado, ¡°no trabajaba¡± pero ¡°recib¨ªa una pensi¨®n¡± a causa de una ¡°par¨¢lisis parcial¡± producida por la ¡°enfermedad degenerativa que hab¨ªa heredado de su madre¡±.
Cuando el extorsionador empez¨® a subir el tono de sus demandas, C. le rog¨® que esperase tres semanas a que cobrase, porque aquellos 100 euros (abonados el d¨ªa 7) eran lo ¨²nico que pod¨ªa pagarle por el momento. Torrijos explica que el chantajista, que hab¨ªa contactado a trav¨¦s de la aplicaci¨®n Bender (una red social para gais), exig¨ªa ¡°300 euros¡± a cambio de no difundir unas supuestas capturas comprometedoras. El abogado asegura que esta pr¨¢ctica no era nueva para el condenado: ¡°Se dedicaba a perseguir a chicos homosexuales y a pedirles dinero¡±. Ninguno hab¨ªa acabado con un final tan fatal como el de C., ¡°pero al acusado le constaban denuncias policiales¡± previas, afirma.
La sentencia judicial (por un delito de amenazas condicionales) fue confirmada este verano por la secci¨®n primera de la Audiencia Provincial de A Coru?a tras el recurso de apelaci¨®n del culpable y ya es firme porque este ha renunciado a recurrir en casaci¨®n. Seg¨²n relata el fallo, la v¨ªctima ¡°expres¨® su desasosiego¡± al chantajista por no poder pagarle lo que reclamaba, y este le respondi¨®: ¡°T¨² mismo¡±. ¡°Si no te hablo m¨¢s, me mat¨¦. No aguanto m¨¢s¡±, escribi¨® en uno de sus ¨²ltimos mensajes C. Y en su respuesta P. J. redobl¨® implacable la presi¨®n: ¡±Mira, a m¨ª chantajes emocionales, no. Conmigo eso no funciona. Yo ya te dije lo que hay. Yo paciencia tengo. Poca, ya lo digo... O si no dime cu¨¢nto puedes y me [lo] pienso¡±. A esto, la v¨ªctima le contest¨® explic¨¢ndole que cobrar¨ªa en tres semanas. Y el condenado zanj¨® el intercambio de mensajes con un ¡°no voy a esperar¡±.
¡°Sobre las 3.45 horas del d¨ªa 8 de octubre, presa de la desesperaci¨®n y la angustia en la que se hallaba sumido, se precipit¨® al vac¨ªo desde la ventana del inmueble en el que resid¨ªa tras dejar una nota manuscrita¡±, concluye su descripci¨®n de los hechos la Audiencia de A Coru?a. P. J., ¡°desconocedor de tal circunstancia, en la ma?ana y la tarde de ese mismo d¨ªa a¨²n envi¨® dos mensajes de WhatsApp de la misma naturaleza¡±. Las amenazas segu¨ªan apretando a la v¨ªctima en aquellos textos que ya no iban a tener respuesta: ¡°Tranquilo, que ya te ver¨¢n. Tengo impresas las capturas... Mira, chaval, me voy a encargar de amargar tu vida¡±. Desde que la Polic¨ªa le notific¨® la muerte de su sobrino y ¡°hasta el d¨ªa de hoy¡±, seg¨²n el abogado de la acusaci¨®n y la propia sentencia, el t¨ªo de C. sigue con ¡°depresi¨®n¡±, sumido en ¡°un traum¨¢tico y prolongado duelo¡±.
¡°La condici¨®n o las preferencias sexuales de una persona forman parte de su n¨²cleo b¨¢sico de intimidad, sobre el que tiene derecho a mantener un pleno dominio. Y goza de pleno poder de decisi¨®n sobre la forma, las personas y el medio de darlas a conocer, si este fuese su deseo¡±, recuerda la secci¨®n primera de la Audiencia Provincial. ¡°En el caso que nos ocupa es evidente que la v¨ªctima no quer¨ªa que ese conocimiento fuese p¨²blico, e incluso lo manten¨ªa oculto a su c¨ªrculo familiar m¨¢s pr¨®ximo¡±, contin¨²a la sentencia, que en este caso judicial considera probado el ¡°ataque al derecho de la persona a formar, disfrutar y ejercer su libertad con plena autonom¨ªa de decisi¨®n y acci¨®n¡±.
El ¡°dram¨¢tico final¡± de C., ¡°pese a ser ajeno a la voluntad¡± del condenado y no ser el objeto del juicio, ¡°es el mejor reflejo de la perturbaci¨®n y angustia creadas en la v¨ªctima por la presi¨®n a la que le somet¨ªa¡±, argumentan los magistrados. En su recurso, el extorsionador trataba de utilizar a su favor el contenido de la propia nota manuscrita de suicidio, que dejaba ver que en el fallecido ya exist¨ªan unas ¡°tendencias previas subyacentes¡± y que ¡°la presi¨®n continua y la reiteraci¨®n de la petici¨®n de dinero tras haber recibido el primer pago, fueron suficientes para llevar a la v¨ªctima a adoptar una decisi¨®n desproporcionada, irreversible y grav¨ªsima¡±. El tribunal admite que ¡°es cierto que [C.] reconoci¨® esas tendencias, aunque sin llegar a concretar cu¨¢ndo y c¨®mo se produjeron los ¡®muchos intentos¡¯ que menciona¡±. Pero la nota de la v¨ªctima deja tambi¨¦n claro a los jueces que el detonador fueron las amenazas recibidas aquellos d¨ªas. El escrito recog¨ªa expresiones como ¡°lo que colm¨® mi paciencia¡± o ¡°antes muerto que dominado por quien sea¡±.
"El armario es una herramienta de castigo, pero tambi¨¦n de supervivencia"
La presidenta del colectivo ALAS (Asociaci¨®n pola Liberdade Afectiva e Sexual) de A Coru?a, Ana G. Fern¨¢ndez, explica que no conoc¨ªan este caso de suicidio hasta que ahora ha trascendido la sentencia. ¡°Como en otros muchos¡± episodios tr¨¢gicos que ¡°no se llegan a saber¡±, el propio deseo de la v¨ªctima de no revelar su condici¨®n sexual se ha mantenido en pie. Todos los a?os, advierten desde este grupo de defensa LGTBI, tienen lugar en Galicia varios sucesos parecidos, en los que especialmente por la ¡°presi¨®n social¡±, y sobre todo entre j¨®venes y adolescentes, se llevan a cabo intentos autol¨ªticos o suicidios. As¨ª fue c¨®mo el a?o pasado N., una chica de 17 a?os, vecina del municipio coru?¨¦s de Rois, puso fin a su vida, seg¨²n denunciaron varias asociaciones, despu¨¦s de soportar el acoso en dos centros de ense?anza y en las redes sociales.
ALAS explica que la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable son las personas transexuales, pero seg¨²n los resultados del observatorio de la federaci¨®n estatal LGTB (a?o 2013) el riesgo de suicidio aumenta tambi¨¦n entre los j¨®venes homosexuales de forma ¡°brutal¡±, describe Fern¨¢ndez. ¡°Todos hemos pasado por el miedo a salir del armario¡±, admite la representante del grupo, ¡°y este tipo de violencia outing, el aprovecharse de este miedo a dar el paso, ha existido toda la vida. Hay que recordar que no hace tanto est¨¢bamos bajo la ley de vagos y maleantes¡±. "El armario es una herramienta de castigo y sufrimiento", concluye, "pero tambi¨¦n de supervivencia. Y solo la propia persona puede decidir cu¨¢ndo se siente segura para salir al exterior".