M¨¢s calcio, hierro y vitamina D: lo que un vaso de leche de crecimiento aporta al ni?o
Los estudios en poblaci¨®n pedi¨¢trica revelan que la dieta actual no suministra todos los nutrientes en las cantidades necesarias entre los 12 meses y los 3 a?os. Pero hay pautas para remediarlo
La leche materna es el mejor alimento para el beb¨¦ en sus primeros meses. As¨ª lo se?alan las recomendaciones de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa (AEP) y la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Lo ideal es que, en sus primeros seis meses de vida, el reci¨¦n nacido se alimente exclusivamente mediante lactancia materna y que, a partir de los 6 meses, empiece a incorporarse paulatinamente a la dieta de un adulto a base de una combinaci¨®n de la leche materna con alimentos adecuados y nutritivos para su edad.
La comunidad cient¨ªfica y pedi¨¢trica es un¨¢nime respecto a la superioridad de la leche materna sobre cualquier otro alimento, incluidas las llamadas ¡®leches de f¨®rmula artificial¡¯. Sin embargo, la lactancia materna no siempre es posible. Bien por problemas fisiol¨®gicos, por condicionantes sociales como una pronta incorporaci¨®n al trabajo, o por decisi¨®n de la madre de no dar el pecho, en muchas ocasiones es necesario recurrir a leches infantiles (de inicio y de continuaci¨®n), que se administran al lactante bajo supervisi¨®n pedi¨¢trica durante el primer a?o de vida.
Al cumplir el a?o, ?con qu¨¦ hacer el biber¨®n?
Coincidiendo con el primer cumplea?os del ni?o se produce una especie de paso del Rubic¨®n. Ya le han salido los primeros dientes, la fase de introducci¨®n a la alimentaci¨®n s¨®lida avanza y puede que hasta haya dado sus primeros pasos. Las exigencias nutricionales en este per¨ªodo requieren una alimentaci¨®n equilibrada, completa y variada para que el peque?o siga su desarrollo de forma adecuada. Es aqu¨ª donde surgen las dudas sobre si puede beber la misma leche que el resto de la familia o conviene apostar por una leche de crecimiento adaptada a sus necesidades nutricionales.
La respuesta no es categ¨®rica. Depende de c¨®mo y qu¨¦ se coma en cada familia. La Sociedad Espa?ola de Gastroenterolog¨ªa y Nutrici¨®n Pedi¨¢trica (SEGNP) recalca que a partir del a?o un ni?o se puede alimentar con leche de vaca, siempre y cuando tome del resto de los alimentos en cantidad y en calidad apropiada para asegurar todas las ingestas necesarias de macro y micronutrientes. ¡°Sin embargo, muchas familias se alejan de ese patr¨®n de variedad. Por eso algunos pediatras sugieren tomar leche adaptada. Tiene un perfil de distribuci¨®n de nutrientes similar al de la leche materna, pero con algo menos de prote¨ªnas para hacerla m¨¢s f¨¢cil de digerir, m¨¢s ¨¢cidos grasos esenciales y un suplemento de minerales y vitaminas. De esta forma, hasta los tres a?os nos aseguramos de que el ni?o est¨¢ tomando cantidades apropiadas de esos nutrientes¡±, se?ala el doctor ?ngel Gil, presidente de la Fundaci¨®n Iberoamericana de Nutrici¨®n y Catedr¨¢tico del Departamento de Bioqu¨ªmica y Biolog¨ªa Molecular II de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada y coordinador del Estudio EsNuPi (Estudio Nutricional en Poblaci¨®n Infantil Espa?ola).
La leche adaptada tiene un perfil de distribuci¨®n de nutrientes similar al de la leche materna, pero con algo menos de prote¨ªnas para hacerla m¨¢s f¨¢cil de digerir, m¨¢s ¨¢cidos grasos esenciales y un suplemento de minerales y vitaminas. De esta forma, hasta los tres a?os nos aseguramos de que el ni?o est¨¢ tomando cantidades apropiadas de esos nutrientes?ngel Gil, presidente de la Fundaci¨®n Iberoamericana de Nutrici¨®n y Catedr¨¢tico del Departamento de Bioqu¨ªmica y Biolog¨ªa Molecular II de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada y coordinador del Estudio EsNuPi (Estudio Nutricional en Poblaci¨®n Infantil Espa?ola)
Leches enriquecidas, pero sin az¨²car
En los ¨²ltimos a?os, las leches de crecimiento (dirigidas a ni?os entre 12 y 36 meses) han sufrido una campa?a de descr¨¦dito, sugiriendo que contienen mucho az¨²car a?adido. No es as¨ª. Lo primero que hay que tener en cuenta es que la leche ya contiene un az¨²car naturalmente presente, la lactosa. Este tipo de az¨²car no se considera un az¨²car libre y, por tanto, su consumo no est¨¢ limitado (salvo casos de intolerancia). Por tanto, si eliminamos este contenido en az¨²car natural, veremos que las leches de crecimiento contienen cantidades muy limitadas de az¨²car e incluso algunas de ellas no contienen nada de az¨²car a?adido.
Lo que s¨ª se a?aden son ¨¢cidos grasos Omega 3 DHA, hierro, calcio y vitaminas A, C y D. Estos nutrientes son clave para el desarrollo f¨ªsico e intelectual del ni?o y lo deseable es que se adquieran con las comidas diarias. Sin embargo, seg¨²n ha revelado recientemente el mayor estudio de nutrici¨®n infantil en Espa?a, el estudio EsNuPI, promovido por la Fundaci¨®n Iberoamericana de Nutrici¨®n (FINUT) y la Fundaci¨®n Espa?ola de la Nutrici¨®n (FEN), la dieta habitual de buena parte de los ni?os espa?oles no cubre esos requerimientos esenciales.
En concreto, 3 de cada 4 ni?os entre 1 y 3 a?os no alcanzan ni las recomendaciones de Omega 3 DHA, ni las de calcio. En el caso de la vitamina D se constata que el 100% de los menores de 3 a?os no alcanzan los niveles recomendados de esa vitamina. En esta franja de edad, la incorporaci¨®n de leches infantiles enriquecidas y adaptadas a los requerimientos de esta edad (las leches de crecimiento) mitiga esas carencias. ¡°En el estudio EsNuPi constatamos que los ni?os que toman estas leches de crecimiento, o, en el caso de los ni?os entre 3 y 10 a?os, leches enriquecidas, presentan un perfil alimentario m¨¢s pr¨®ximo a las recomendaciones pedi¨¢tricas¡±, destaca el profesor Gil.
M¨¢s calcio y hierro
Uno de los grandes quebraderos de los padres con la incorporaci¨®n de la alimentaci¨®n s¨®lida y completa es que sus hijos coman, y que, cuando lo hagan, coman lo m¨¢s variado posible. Sobre el papel es f¨¢cil. En la vida real, no todos los ni?os aceptan de buen grado algunos alimentos, como el pescado, y esto complica que se alcancen las ingestas recomendadas de ¨¢cidos grasos como el omega-3 DHA, claves para el desarrollo cerebral. Algo tan simple como sustituir el vaso de leche normal por uno de Puleva Peques 3 aporta m¨¢s del 60% de la cantidad diaria recomendada de Omega 3 DHA.
Algo similar sucede con el calcio y el hierro. El calcio interviene en la formaci¨®n y crecimiento normal de los huesos, y el hierro, seg¨²n algunos estudios, es muy importante para el desarrollo cognitivo del ser humano. ¡°El hierro, adem¨¢s, no solo participa en la hemoglobina necesaria para el transporte de ox¨ªgeno a las c¨¦lulas, tambi¨¦n es necesario para la generaci¨®n de los citocromos, unas prote¨ªnas importantes en la respiraci¨®n¡±, destaca el profesor Gil. Incorporar un vaso (o biber¨®n) al d¨ªa de Puleva Peques 3 asegura el 43% de las ingestas de hierro diarias recomendadas entre el a?o y los tres a?os de edad.
Para ayudar a los padres a salir de dudas sobre si sus peque?os est¨¢n tomando las cantidades recomendadas de nutrientes, el Instituto Puleva de Nutrici¨®n ha desarrollado una sencilla calculadora gratuita. Su uso es muy intuitivo: basta con ir respondiendo a las preguntas sobre cu¨¢ntas raciones de carne, pescado, verduras o l¨¢cteos, entre otros, toma el ni?o cada semana.
Mucho sol, pero poca vitamina D
Los cient¨ªficos llevan a?os advirtiendo que la poblaci¨®n espa?ola adulta e infantil presenta carencias de vitamina D. Resulta parad¨®jico en un pa¨ªs con unas 2.500 horas de sol al a?o, ya que, en condiciones normales, el 85% de la vitamina D necesaria se sintetiza simplemente exponi¨¦ndonos a la luz solar. ¡°Cada vez pasamos m¨¢s tiempo en interiores y nos desplazamos en medios de transporte, no a pie. Adem¨¢s, van calando las recomendaciones de los dermat¨®logos de usar filtros solares a diario para protegernos de los rayos solares. Estas circunstancias reducen la exposici¨®n solar y, por consiguiente, tenemos menores niveles de vitamina D¡±, advierte el profesor Gil.
Esta vitamina liposoluble posibilita el metabolismo del calcio para la formaci¨®n de los huesos. Adem¨¢s, participan en el mantenimiento del sistema inmunitario. ¡°Unos niveles bajos de vitamina D podr¨ªan reducir la resistencia a ciertas enfermedades del menor¡±. El estudio EsNuPi revela que los ni?os espa?oles tampoco alcanzan las ingestas recomendadas de vitamina D. ¡°Por eso se puede complementar con alimentos enriquecidos, como la leche, cuyos niveles de vitamina D en ning¨²n caso van a provocar problemas de salud por hipervitaminosis D¡±, se?ala Gil. Estos alimentos enriquecidos no deben confundirse con los complementos alimenticios, que solo deben administrarse por una raz¨®n pedi¨¢trica y bajo supervisi¨®n del m¨¦dico.