La vacunaci¨®n contra el virus del papiloma humano tambi¨¦n en ni?os abre una brecha entre comunidades
Catalu?a, Galicia y la Comunidad Valenciana deciden extender desde ahora la inmunizaci¨®n sin esperar a que los expertos de Sanidad consens¨²en una estrategia com¨²n para toda Espa?a
La extensi¨®n a los ni?os varones de la vacuna frente al virus del papiloma humano (VPH), introducida en el calendario vacunal para ni?as en 2007, ha abierto una brecha entre comunidades aut¨®nomas. Catalu?a, Galicia y la Comunidad Valenciana han decidido empezar a administrarla este mismo oto?o sin esperar a que los expertos de la Ponencia de Vacunas del Ministerio de Sanidad consens¨²en una posici¨®n com¨²n para toda Espa?a, algo que previsiblemente har¨¢n en los pr¨®ximos meses.
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La extensi¨®n a los ni?os varones de la vacuna frente al virus del papiloma humano (VPH), introducida en el calendario vacunal para ni?as en 2007, ha abierto una brecha entre comunidades aut¨®nomas. Catalu?a, Galicia y la Comunidad Valenciana han decidido empezar a administrarla este mismo oto?o sin esperar a que los expertos de la Ponencia de Vacunas del Ministerio de Sanidad consens¨²en una posici¨®n com¨²n para toda Espa?a, algo que previsiblemente har¨¢n en los pr¨®ximos meses.
Catalu?a y Galicia presentaron la semana pasada el nuevo calendario vacunal para estas comunidades, que incluye la vacunaci¨®n frente a VPH para todos los ni?os y ni?as de sexto de primaria (11 y 12 a?os). La Comunidad Valenciana ha confirmado que tiene previsto adoptar la misma medida ¡°en las pr¨®ximas semanas¡±. El resto de autonom¨ªas afirma que est¨¢ a la espera de que la Ponencia de Vacunas concluya sus deliberaciones y, posteriormente, la Comisi¨®n de Salud P¨²blica ¡ªformada por Sanidad y las comunidades¡ª valide la estrategia para toda Espa?a antes de introducirla en sus respectivos calendarios.
El llamado virus del papiloma humano es en realidad un amplio grupo de virus ADN pertenecientes a la familia de los Papillomaviridae y formado por m¨¢s de un centenar de tipos. Es una de las infecciones de transmisi¨®n sexual (ITS) m¨¢s comunes ¡ªla mayor¨ªa de la poblaci¨®n resultar¨¢ contagiada por uno o m¨¢s tipos del virus durante su vida¡ª y, aunque la mayor¨ªa de ellos son inocuos y el organismo los elimina en poco tiempo, algunos tipos s¨ª suponen un riesgo para la salud. La decisi¨®n de empezar a vacunar primero solo a las ni?as se adopt¨® porque son las mujeres las m¨¢s afectadas por los tipos de c¨¢ncer que puede provocar el virus.
Los m¨¢s peligrosos son los tipos 16 y 18, que tras un inicio de infecci¨®n casi siempre asintom¨¢tico, esta se cronifica y acaba provocando en el 1% de los casos varios tipos de c¨¢ncer, especialmente de c¨¦rvix en las mujeres. Actualmente se estima que cada a?o se producen en Espa?a unos 2.000 casos solo de esta forma de c¨¢ncer, el 95% de los cuales est¨¢ causado por el VPH y la mitad por los tipos 16 y 18. Otras formas del virus, como el 6 y el 11, causan procesos benignos, pero con un elevado impacto asistencial y en el bienestar de la persona, como las verrugas genitales.
Aunque la vacuna inicialmente utilizada era la Cervarix de GlaxoSmithKline, que inmuniza contra los tipos 16 y 18 del virus, actualmente la dominante es la Gardasil 9, que protege adem¨¢s contra otros cinco tipos del virus causantes de c¨¢ncer y los dos que provocan verrugas genitales. Seg¨²n las recomendaciones actuales, seguidas hasta ahora por todas las comunidades, la vacuna se administra a las ni?as a los 12 a?os en dos dosis separadas habitualmente por seis meses.
La vacuna tambi¨¦n est¨¢ indicada en una pauta de tres dosis en seis meses para adolescentes mujeres mayores de 15 a?os que no se hayan vacunado y tambi¨¦n para algunos grupos considerados de riesgo, como personas menores de 26 a?os inmunodeprimidas, con infecci¨®n de VIH, que ejerzan la prostituci¨®n u hombres que mantengan relaciones sexuales con otros hombres. La vacuna tambi¨¦n puede administrarse a mujeres que ya han empezado a desarrollar lesiones malignas o premalignas en el cuello uterino.
Aunque la vacuna fue recibida inicialmente con algunas dudas entre parte de la clase m¨¦dica, la evidencia cient¨ªfica acumulada durante los ¨²ltimos a?os ofrece resultados contundentes. Un estudio publicado el a?o pasado en la prestigiosa revista m¨¦dica The Lancet concluye que los casos de c¨¢ncer se reducen en un 87% entre las mujeres vacunadas, por lo que la mayor¨ªa de expertos consultados prev¨¦n que el uso de la vacuna se extender¨¢ a los ni?os en Espa?a durante el pr¨®ximo a?o.
Pese a ello, el hecho de que algunas comunidades hayan decidido adelantarse a la decisi¨®n de la Ponencia de Vacunas a la hora de recomendar y financiar este suero no gusta a muchos expertos en salud p¨²blica. Una raz¨®n es que as¨ª se ofrecen a la ciudadan¨ªa mensajes dispares sobre la necesidad de vacunarse o no en un momento determinado, lo que resta coherencia a los mensajes provacunaci¨®n. Un segundo argumento es que esta decisi¨®n favorece la inequidad entre comunidades y dentro de una misma autonom¨ªa, ya que en aquellas que no han tomado la decisi¨®n, las familias con m¨¢s recursos pueden decidir vacunar a sus hijos asumiendo el coste (el precio de cada dosis de Gardasil 9 supera es de 172 euros).
Por ¨²ltimo, destacan los expertos, adoptar estas decisiones de forma unilateral puede llegar a tener efectos indeseados, como ocurri¨® con la vacuna de la varicela. Al ser introducida primero en algunas comunidades, la circulaci¨®n del virus empez¨® a disminuir sin desaparecer. Esto hizo que muchos ni?os no pasaran la enfermedad en los primeros a?os de vida, cuando esta es m¨¢s leve, lo que increment¨® el riesgo de que la persona enfermara de adulto, cuando las complicaciones son mucho m¨¢s graves.
¡°Las vacunas son una herramienta fundamental de salud poblacional que va m¨¢s all¨¢ del beneficio individual que ofrecen. Por esto, independientemente de lo conveniente o no que sea introducir una nueva en el calendario vacunal, es importante que se haga de forma conjunta en todo el pa¨ªs. El camino a seguir debe ser hacerlo a nivel europeo y no al contrario, con disparidades entre comunidades porque las consecuencias no deseadas a priori pueden ser importantes¡±, afirma Eduardo Setu¨¦, vicepresidente de la Sociedad Espa?ola de Salud P¨²blica y Administraci¨®n Sanitaria (SESPAS).
En esta l¨ªnea se han manifestado varias comunidades, algunas de ellas incluso favorables a la medida como Baleares, pero que apuntan que ¡°es una cuesti¨®n que se tiene que analizar en el seno de la Comisi¨®n de Salud P¨²blica a propuesta de la Ponencia de Vacunas¡±. Madrid afirma que su deseo es ¡°actualizar el calendario de vacunaci¨®n desde enero de 2023 incluyendo la vacunaci¨®n frente a VPH de los ni?os adolescentes¡±, por lo que est¨¢ ¡°instando al Ministerio de Sanidad para que el calendario sea actualizado¡±. Arag¨®n, por su parte, manifiesta que ¡°siempre apuesta por el consenso y por las pol¨ªticas comunes en asuntos de salud p¨²blica como la vacunaci¨®n, as¨ª que por ahora se seguir¨¢n las indicaciones establecidas a nivel nacional¡±. Andaluc¨ªa, en cambio, asegura que la extensi¨®n de la vacuna ¡°es una promesa electoral que se va a hacer¡±, aunque a¨²n no tiene fecha prevista.
Francisco ?lvarez, coordinador del Comit¨¦ Asesor de Vacunas de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa (CAV-AEP), tambi¨¦n coincide que lo deseable ser¨ªa que todas las comunidades introduzcan la vacunaci¨®n de los ni?os frente al VPH, pero lamenta es que no se haya hecho ya. ¡°La evidencia sobre los beneficios de la vacuna es incontestable desde hace tiempo y lo deseable es que esta decisi¨®n ya hubiera sido tomada y todos los menores espa?oles ya pudieran estar protegidos¡±.
¡°Aunque son las mujeres las m¨¢s afectadas por los tipos de c¨¢ncer que causa el VPH, la proporci¨®n es de 3 a 1 con los hombres, que tambi¨¦n pueden sufrir varios tipos de c¨¢ncer anal, de pene y orofar¨ªngeo. No hay raz¨®n para esta inequidad entre sexos¡±, a?ade este experto.
?scar Mart¨ªnez P¨¦rez, ginec¨®logo del Hospital Puerta de Hierro (Madrid), coincide en que ¡°la vacunaci¨®n a los ni?os adem¨¢s de las ni?as permitir¨ªa reducir de firma muy importante la circulaci¨®n de los tipos del virus de mayor riesgo y, con ello, muchos casos de c¨¢ncer en el medio y largo plazo¡±.
A los 15 a?os de su primera introducci¨®n en el calendario vacunal de las ni?as, Espa?a ha alcanzado unas tasas de cobertura importantes, pero con ¨¢reas de mejora. La cobertura de la primera dosis en el conjunto de Espa?a asciende al 90,22%, seg¨²n datos de Sanidad de 2021, pero desciende al 77,87% en la segunda. Este segundo porcentaje, sin embargo, desciende a menos de la mitad de las ni?as en comunidades como Asturias y Baleares.