Europa cambia de hora este domingo (y seguir¨¢ haci¨¦ndolo en el futuro)
La propuesta de la Comisi¨®n Europea de abolir los cambios horarios semestrales est¨¢ en el limbo desde 2019 y no parece que haya inter¨¦s en reavivar una iniciativa que divide a los pa¨ªses
La propuesta de acabar con el cambio a horario de invierno y verano en Europa ya va con retraso. Se quer¨ªa que entrara en vigor en 2019 y, tres a?os m¨¢s tarde, tras un primer aplazamiento a 2021 (fecha tope tampoco cumplida), seis presidencias europeas de turno despu¨¦s y nuevos responsables al frente de las instituciones europeas desde entonces, sigue congelada en el tiempo. Mientras se espera a una fumata blanca que sigue sin visos de querer salir y que cada vez parece que provoca menos inter¨¦s, los europeos est¨¢n llamados este domingo, una vez m¨¢s, ...
La propuesta de acabar con el cambio a horario de invierno y verano en Europa ya va con retraso. Se quer¨ªa que entrara en vigor en 2019 y, tres a?os m¨¢s tarde, tras un primer aplazamiento a 2021 (fecha tope tampoco cumplida), seis presidencias europeas de turno despu¨¦s y nuevos responsables al frente de las instituciones europeas desde entonces, sigue congelada en el tiempo. Mientras se espera a una fumata blanca que sigue sin visos de querer salir y que cada vez parece que provoca menos inter¨¦s, los europeos est¨¢n llamados este domingo, una vez m¨¢s, a mover hacia atr¨¢s las manecillas de sus relojes (aquellos que sigan aferr¨¢ndose a sus modelos predigitales) para entrar en el horario de invierno.
Es preguntar por los pasillos de Bruselas qu¨¦ pasa con esa idea de abolir el cambio horario que se supon¨ªa ten¨ªa tant¨ªsimo apoyo institucional ¡ªel Parlamento Europeo se ha pronunciado varias veces a favor de una propuesta que tambi¨¦n contaba con un masivo respaldo popular, seg¨²n una amplia encuesta realizada antes de lanzar la iniciativa¡ª y los gestos de hast¨ªo o frustraci¨®n se repiten.
¡°La pelota sigue estando en el campo de los Estados miembros¡±, dijo este jueves el portavoz de la Comisi¨®n responsable de esta cuesti¨®n, Adalbert Jahnz. El problema, se?alan otras fuentes de la UE bajo condici¨®n de anonimato, es que la pelota se ha quedado parada en ese terreno. ¡°No hay noticias en esta historia, puesto que el Consejo no ha formulado aun su posici¨®n sobre la propuesta de la Comisi¨®n¡±, se?alan dichas fuentes, en un cl¨¢sico lenguaje bruselense que viene a decir que, hasta que los 27 gobiernos de la UE no fijen su postura, no puede moverse ficha. Y la cuesti¨®n, que no ha sido discutida a nivel de Estados desde la presidencia finlandesa en 2019, no est¨¢ ni siquiera en la agenda de la actual presidenta de turno de la UE, la Rep¨²blica Checa. Suecia toma el testigo en enero y todav¨ªa no ha presentado su programa, pero no parece tampoco que el tema vaya a figurar en su lista de tareas. Incluso si llegara a tratarse en el primer semestre de 2023 o el segundo, en el que Espa?a asumir¨¢ la presidencia, todav¨ªa habr¨ªa que negociar con el Parlamento Europeo antes de que la ya para entonces lejana propuesta de la Comisi¨®n de 2018 pueda concretarse en una nueva legislaci¨®n.
Uno de los problemas parece estar en que, aunque en un principio eran mayor¨ªa los Estados a favor de abolir un cambio horario que en su momento apoyaron el 84% de los europeos, la cuesti¨®n de decidir si se opta por el horario de verano o el de invierno como base permanente provoca mucho menos consenso, incluso dentro de cada pa¨ªs. De hecho, se?alan fuentes diplom¨¢ticas europeas, ¡°en vista de que una decisi¨®n de abolir los cambios horarios tiene tantas ramificaciones distintas, muchos Estados miembros consideran que se necesitar¨ªa un estudio de impacto de la Comisi¨®n antes de que puedan fijar su posici¨®n¡±. Es decir, que devolver¨ªan, una vez m¨¢s, la pelota al campo del Ejecutivo europeo sin siquiera haberse realizado a¨²n una jugada decisiva.
Por si fuera poco, a?aden las fuentes, tambi¨¦n se deber¨ªa tener en cuenta la necesidad de que los Estados miembros vecinos se ¡°coordinen¡± para evitar un ¡°retazo de distintas zonas horarias¡± si se abandona el sistema actual. M¨¢s consultas, m¨¢s negociaciones cuando los pa¨ªses lidian con una crisis energ¨¦tica que tiene a muchos gobiernos al borde de un ataque de nervios (y de calientes protestas sociales). Adem¨¢s, la crisis tampoco sirve para inclinar la balanza, porque numerosos estudios realizados en los ¨²ltimos a?os en diferentes pa¨ªses demuestran que el impacto en materia de ahorro de energ¨ªa que provoca el cambio horario ¡°es b¨¢sicamente marginal y no determinante¡±.
Si hab¨ªa tan pocas ganas de acabar con el cambio horario, ?por qu¨¦ siquiera lanzar la propuesta? Porque ¡°hab¨ªa una fuerte demanda p¨²blica para que la propusi¨¦ramos¡±, replica una Comisi¨®n visiblemente frustrada por este impasse tan por otra parte cl¨¢sico de las negociaciones europeas.
A la espera de un cada vez m¨¢s improbable paso que desatasque este d¨ªa de la marmota, muchos funcionarios bruselenses, agotados tras intensas semanas de consejos y otras reuniones extraordinarias europeas para intentar encontrar soluciones a la crisis energ¨¦tica exacerbada por la ofensiva rusa en Ucrania, manifiestan su satisfacci¨®n por ganar al menos este domingo una hora m¨¢s de sue?o. Aunque sus efectos vayan a durar poco.