El Supremo de EE UU se plantea acabar con la discriminaci¨®n racial positiva en las universidades
El tribunal examina dividido la demanda contra Harvard y la Universidad de Carolina del Norte
El primer caso de gran calado pol¨ªtico y social del curso nuevo del Tribunal Supremo de Estados Unidos ha llegado este lunes a la sala de vistas. Las vistas orales han vuelto este mes tras el par¨®n de la pandemia despu¨¦s de un a?o judicial cargado de ...
El primer caso de gran calado pol¨ªtico y social del curso nuevo del Tribunal Supremo de Estados Unidos ha llegado este lunes a la sala de vistas. Las vistas orales han vuelto este mes tras el par¨®n de la pandemia despu¨¦s de un a?o judicial cargado de sentencias que certificaron el giro a la derecha del tribunal. La mayor¨ªa de seis jueces conservadores (tres de ellos nombrados por Donald Trump) y tres progresistas se plantea ahora acabar o limitar estrictamente la discriminaci¨®n positiva, tambi¨¦n llamada acci¨®n afirmativa, por criterios raciales en el acceso a las universidades, que favorece principalmente a estudiantes negros y latinos.
El promotor del recurso es Edward Blum, fundador de Estudiantes por Admisiones Justas (SFFA por sus siglas en ingl¨¦s), activista en contra de la discriminaci¨®n positiva, que considera que perjudica a los estudiantes blancos y asi¨¢ticoamericanos. Impugna en paralelo los sistemas de admisiones de la Universidad de Harvard y de la de Carolina del Norte. Unos y otros han expuesto sus posiciones ante el tribunal este lunes.
Las partes han mostrado ante los jueces su diferente interpretaci¨®n de la c¨¦lebre sentencia un¨¢nime de Brown contra el Consejo de Educaci¨®n de Topeka, con la que el Supremo acab¨® con la segregaci¨®n racial en las escuelas de Estados Unidos, considerada por muchos como el fallo m¨¢s destacado en la historia del tribunal.
Las dos universidades y, en general, los defensores de la acci¨®n afirmativa sostienen que la sentencia de Brown promov¨ªa la igualdad de oportunidades en sentido amplio y que, por tanto, favorece a las minor¨ªas y permite compensar las dificultades que se derivan del racismo estructural que les pone en inferioridad de condiciones. La SFFA, en cambio, se basa en la misma sentencia para argumentar que los procesos de admisi¨®n deben ser ciegos ante las consideraciones raciales y que tomar en cuenta la raza para discriminar positivamente a unos grupos tiene como reverso discriminar negativamente a otros, violando as¨ª el derecho a la igualdad que consagra la Constituci¨®n de Estados Unidos.
¡°La decisi¨®n hist¨®rica de este tribunal en el caso Brown rechaz¨® definitiva y firmemente la opini¨®n de que las clasificaciones raciales tienen alg¨²n papel que desempe?ar en la provisi¨®n de oportunidades educativas¡±, ha se?alado Patrick Strawbridge, el abogado de la SFFA, al exponer su caso, apuntando que la admisi¨®n en las universidades ¡°es una excepci¨®n flagrante a esa regla¡± por la discriminaci¨®n positiva.
Los jueces del Supremo han interrogado este lunes a los abogados de las partes. Han sido las tres juezas progresistas las que m¨¢s han cuestionado los argumentos de la SFFA. Elena Kagan ha se?alado que la diversidad racial en la universidad es necesaria para que luego haya diversidad tambi¨¦n en los puestos de liderazgo en la econom¨ªa, en la pol¨ªtica y en el conjunto de la sociedad.
Otros factores
Strawbridge admite la discriminaci¨®n positiva basada en factores socioecon¨®micos o incluso de g¨¦nero, o criterios para lograr una diversidad religiosa, pero ha insistido en que la basada en consideraciones raciales es inconstitucional. Kagan ha hecho notar que las mujeres sacan mejores puntuaciones de acceso y que si se permite equilibrar eso ¡°ser¨ªa peculiar que se primase a los hombres blancos y no a los que nuestra sociedad ha pisoteado durante siglos¡±. ¡°Por supuesto, nuestra posici¨®n es que no se puede primar a los hombres blancos. Eso parece una clasificaci¨®n racial. A los hombres, tal vez¡±, ha contestado Strawbridge.
La tambi¨¦n progresista Ketanji Brown Jackson solo puede intervenir en el caso de Carolina del Norte, porque form¨® parte del comit¨¦ de admisiones de Harvard, lo que deja a¨²n m¨¢s en minor¨ªa a los progresistas. Jackson ha expresado su escepticismo respecto a que las pruebas del caso demostraran que los funcionarios de admisi¨®n consideraran la raza de forma aislada. Tambi¨¦n ha cuestionado c¨®mo una pol¨ªtica de admisi¨®n que no tenga en cuenta la raza evaluar¨ªa a los solicitantes cuya raza est¨¢ ligada a su historia personal, como un estudiante universitario de primera generaci¨®n que es descendiente de esclavos. Strawbridge ha dicho que se puede tener en cuenta la historia personal y los factores culturales, pero no la raza. ¡°Eso es hilar muy fino¡±, ha replicado Kagan.
¡°La diversidad es la mayor fuente de fortaleza de nuestra naci¨®n¡±, ha dicho el abogado que defiende a la Universidad de Carolina del Norte, Ryan Park. ¡°Y para que esa democracia florezca, personas de todos los or¨ªgenes y perspectivas diferentes tienen que aprender a convivir y unirse en un prop¨®sito com¨²n. La visi¨®n de Brown era que la educaci¨®n pod¨ªa ser el motor de nuestra democracia¡±, ha a?adido.
¡°He o¨ªdo la palabra diversidad bastantes veces y no tengo ni idea de lo que significa. Parece que significa una cosa para cada uno¡±, ha replicado el juez Clarence Thomas, conservador y fiero opositor de la discriminaci¨®n positiva, aunque es afroamericano.
El abogado de Harvard, Seth P. Waxman, tambi¨¦n ha defendido su sistema: ¡°Un alumnado universitario que abarque una multiplicidad de experiencias e intereses beneficia vitalmente a nuestra naci¨®n. Se rompen los estereotipos. Se reducen los prejuicios y se mejoran las habilidades de pensamiento cr¨ªtico y de resoluci¨®n de problemas¡±, ha dicho.
Los magistrados conservadores le han cuestionado reiteradamente si el sistema de admisiones perjudica a los estudiantes asi¨¢tico-americanos, como sostiene la SFFA. Seg¨²n Waxman, ¡°Harvard no hace hincapi¨¦ indebidamente en la raza en sus decisiones de admisi¨®n. No realiza un balance racial. Ciertamente, no discrimina a los solicitantes asi¨¢tico-americanos, y todav¨ªa no tiene una alternativa actual viable y neutral en cuanto a la raza. La falsa narrativa a la que se aferra la SFFA no es una base para desmantelar d¨¦cadas de precedentes, confirmando la constitucionalidad de unas admisiones conscientes de la raza de forma limitada¡±.
Precedentes
Aunque deducir de sus intervenciones cu¨¢l ser¨¢ el sentido de su fallo siempre es algo aventurado, hay indicios que apuntan a que los jueces conservadores se disponen a acabar con la discriminaci¨®n positiva con criterios raciales tal y como hoy se aplica en el acceso a las universidades.
El Tribunal Supremo se ha manifestado sobre este asunto en el pasado, por primera vez con el caso Universidad de California contra Bakke, en 1978. Su doctrina parec¨ªa bastante asentada desde la sentencia Grutter contra Bollinger de 2003, relativa a la Universidad de Michigan, que se resolvi¨® por cinco votos a cuatro, en un tribunal que entonces ten¨ªa mayor¨ªa progresista. Su tesis hasta ahora es que las universidades no pueden establecer cuotas por raza, pero s¨ª tomar en cuenta consideraciones raciales junto a otras para favorecer la diversidad y la igualdad de oportunidades. Ese criterio se reafirm¨® por ¨²ltima vez en la sentencia de Fisher contra la Universidad de Texas, de 2016.
De los jueces de 2003, solo sigue en el Supremo el conservador Clarence Thomas, que qued¨® en minor¨ªa, rechazando la sentencia. En 2016, tanto Thomas como los tambi¨¦n conservadores Samuel Alito y el presidente del Tribunal, John Roberts, dijeron que la sentencia era ¡°notablemente err¨®nea¡±. Criticaban que la Universidad de Texas justificase ¡°la discriminaci¨®n racial sistem¨¢tica simplemente afirmando que dicha discriminaci¨®n es necesaria para lograr ¡®los beneficios educativos de la diversidad¡¯, sin explicar ¡ªy mucho menos probar¡ª por qu¨¦ es necesaria la discriminaci¨®n o c¨®mo el plan discriminatorio est¨¢ bien dise?ado para servir a sus objetivos¡±, y se?alaban la ¡°alternativa m¨¢s obvia de neutralidad racial: una revisi¨®n hol¨ªstica, sin distinci¨®n de raza, que tenga en cuenta las caracter¨ªsticas ¨²nicas del solicitante y sus circunstancias personales¡±. Thomas, Roberts y Alito quedaron en minor¨ªa, pero ahora forman parte de la mayor¨ªa conservadora. El hecho de que haya decidido aceptar esos casos ya es visto como un indicio de que est¨¢ dispuesto cambiar la jurisprudencia.
Roberts escribi¨® en una sentencia de 2006, relativa a la distribuci¨®n de alumnos en los colegios por criterios raciales, que ¡°la mejor forma de parar la discriminaci¨®n por motivos de raza es dejar de discriminar por motivos de raza¡±.
¡°Este tribunal deber¨ªa anular Grutter¡±, ha sostenido el abogado de la SFFA. ¡°Su opini¨®n de que los beneficios educativos de la diversidad justifican las clasificaciones raciales contradice la garant¨ªa de igualdad de trato de la 14? enmienda¡±, ha a?adido. En su opini¨®n, ese precedente tambi¨¦n crea muchos efectos negativos. ¡°Algunos solicitantes se ven incentivados a ocultar su raza. Otros que fueron admitidos por sus m¨¦ritos ven disminuidos sus logros por la suposici¨®n de que su raza desempe?¨® un papel¡±, ha afirmado.