La reacci¨®n de las v¨ªctimas por la revisi¨®n de penas: ¡°?Esta ley no era para proteger a las mujeres?¡±
La rebaja de las condenas como efecto indeseado de la norma ¡®del solo s¨ª es s¨ª¡¯ genera inquietud entre quienes sufrieron la violencia sexual, pasaron por un juicio y ahora ven c¨®mo el proceso irrumpe de nuevo en su vida
El mi¨¦rcoles, a Olivia se le ilumin¨® el m¨®vil. Le estaba entrando una llamada de su abogada. ¡°Pens¨¦ que era para decirme que ¨¦l hab¨ªa entrado por fin en la c¨¢rcel, pero no, era para decirme que le hab¨ªan rebajado la pena¡±. Fue la Audiencia Provincial de Madrid, el 4 de noviembre. ¡°?l¡± estaba condenado a seis a?os por agresi¨®n sexual. Ahora, esa condena ha bajado a cuatro a?os, sobre la base de ...
El mi¨¦rcoles, a Olivia se le ilumin¨® el m¨®vil. Le estaba entrando una llamada de su abogada. ¡°Pens¨¦ que era para decirme que ¨¦l hab¨ªa entrado por fin en la c¨¢rcel, pero no, era para decirme que le hab¨ªan rebajado la pena¡±. Fue la Audiencia Provincial de Madrid, el 4 de noviembre. ¡°?l¡± estaba condenado a seis a?os por agresi¨®n sexual. Ahora, esa condena ha bajado a cuatro a?os, sobre la base de la reforma del C¨®digo Penal tras la entrada en vigor de la ley del solo s¨ª es s¨ª. Y ¡°¨¦l¡± era amigo de Olivia desde la infancia, ¡°de siempre¡±. Hace cinco a?os, ella decidi¨® abandonar la ciudad en la que viv¨ªa: ¡°Hab¨ªa estado con problemas de depresi¨®n y me mud¨¦. ?l decidi¨® venir a verme para celebrar que me estaba yendo bien y se qued¨® en casa, conmigo y con una amiga con la que yo viv¨ªa; y una noche decidi¨® forzarme. Despu¨¦s de algo as¨ª, te cuesta entender o llegar a aceptar que alguien a quien t¨² considerabas tu amigo te ha hecho algo as¨ª¡ Una violaci¨®n. S¨ª, una violaci¨®n¡±.
Pasaron meses hasta que decidi¨® denunciar. ¡°Fue como un proceso conmigo misma, da mucho miedo reconocer que ha pasado algo as¨ª¡±. Cuando lo hizo, lleg¨® ¡°un calvario judicial horrible¡±. Juicio en 2021, resoluci¨®n a los cinco d¨ªas de que acabase: ¡°Un¨¢nime. Agresi¨®n sexual, seis a?os de prisi¨®n¡±. Pero, ¡°a fecha de hoy¡±, 17 de noviembre, ¡°todav¨ªa no ha entrado en la c¨¢rcel¡±. Y Olivia dice que lleva tres d¨ªas pensando lo mismo: ¡°Que despu¨¦s de cinco a?os de un proceso judicial superlargo quieres que esto tenga fin, por todo lo que has hecho y luchado, que tenga una consecuencia y un final. Muchas veces tambi¨¦n pienso si hice bien meti¨¦ndome en esto¡±.
Ahora, con 32 a?os y ¡°varios de terapia¡±, no puede ¡°evitar¡± volver una y otra vez sobre la misma idea: si hizo bien. ¡°Cuando me enter¨¦ de que la Audiencia Provincial de Madrid hab¨ªa reducido la condena, con esa llamada, entr¨¦ en c¨®lera. Le colgu¨¦ el tel¨¦fono a mi abogada, me dio un ataque de ansiedad. Lo que siento es un nivel de impotencia y de devastaci¨®n. ?Esto es real? ?Me est¨¢ volviendo a pasar otra vez? No paro de pregunt¨¢rmelo. ?Esta ley no era para proteger a las mujeres?¡±.
La ley del solo s¨ª es s¨ª, en vigor desde el 7 de octubre, naci¨® precisamente como respuesta pol¨ªtica y legislativa a la marejada social que provoc¨® el caso de La Manada y las primeras sentencias que tuvo aquel proceso, las de la Audiencia de Pamplona, que vieron abuso y no agresi¨®n en lo que un a?o despu¨¦s el Tribunal Supremo fij¨® como violaci¨®n m¨²ltiple continuada. El consentimiento pas¨® a ser el eje de la ley; de ah¨ª que se unificaran los tipos de abuso y agresi¨®n (que antes se diferenciaban en si hab¨ªa mediado violencia o intimidaci¨®n), y al parecer nadie previ¨® que la reforma del C¨®digo Penal para fundir esos dos delitos y dejarlo todo en agresi¨®n fuese a provocar un goteo constante de revisiones de condenas a la baja. Porque cuando se reforma una ley penal, los reos, si la nueva ley es m¨¢s favorable a su caso, tienen derecho a que sus condenas se revisen.
Teresa Hermida es la abogada de la mujer que sufri¨® la agresi¨®n sexual de La Manada y asegura, al tel¨¦fono, que este ¡°resquicio¡± ha hecho a esa mujer ahora sentirse ¡°insegura¡±. ¡°Pero sigue esperanzada en que se tiene que solucionar y se va a solucionar¡±, porque ella, como cree Hermida que las v¨ªctimas, en general, se han sentido hasta ahora protegidas por la normativa.
Algo parecido a lo que cuenta Sandra Gonz¨¢lez, la abogada de Antonia G, la v¨ªctima del primer caso de revisi¨®n de condena en virtud de la Ley de Garant¨ªa Integral de la Libertad Sexual aprobada por el Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa. A juicio de esta letrada, ¡°ahora se ha aplicado una norma que pretend¨ªa ser una ayuda para las v¨ªctimas, pero que se ha convertido en un perjuicio¡±. Asegura que su clienta ¡°est¨¢ muy mal. Se siente defraudada y no entiende c¨®mo se ha podido producir este descalabro y esta merma para sus derechos¡±.
El alto tribunal decidi¨® rebajar en dos a?os y medio la pena de 13 a?os y seis meses que la Audiencia de Granada impuso a su exmarido por haberla agredido sexualmente en agosto de 2020, despu¨¦s de amenazarla con un cuchillo. ¡°Sab¨ªamos que iba a pasar porque se nos notific¨® antes¡±, cuenta la abogada.
La rebaja de 13 a?os y seis meses a 11 a?os para el agresor de Antonia no fue solicitada directamente por su defensa, puesto que cuando present¨® el recurso la ley no hab¨ªa entrado en vigor. Ha sido la sala del TSJA la que decidi¨® aplicar la rebaja de oficio porque ante la ¡°ausencia de disposiciones transitorias¡± en la llamada ley del solo s¨ª es s¨ª, entiende que debe aplicarse la ley que reform¨® el C¨®digo Penal en 1995, que establece que ¡°en las sentencias que no sean firmes por estar pendientes de recurso, si se trata de un recurso de apelaci¨®n, las partes podr¨¢n invocar o el juez o tribunal aplicar¨¢ de oficio los preceptos de la nueva ley, cuando resulten m¨¢s favorables al reo¡±. Bajo esa premisa, el tribunal concluye: ¡°Impondremos al apelante la pena de 11 a?os y un d¨ªa de prisi¨®n¡±.
¡°Lleg¨® la sentencia y sent¨ª que ah¨ª acababa la historia en relaci¨®n con ¨¦l¡±
Esta situaci¨®n, seg¨²n Gonz¨¢lez, ¡°ha reabierto el dolor de Antonia¡±, que solo consigui¨® que la justicia le creyera cuando fue agredida sexualmente por su exmarido. ¡°Durante el proceso de divorcio, solo estaba su declaraci¨®n de malos tratos y nadie se la crey¨®¡±, incide Rodr¨ªguez. Antonia G, de 52 a?os, ha conseguido recomponer su vida, cuenta su abogada, pero tambi¨¦n asegura que en los ¨²ltimos d¨ªas ha vuelto a ver c¨®mo afloraba el miedo al saber que su agresor estar¨¢ en la calle antes de lo previsto. ¡°Ha cumplido dos a?os de prisi¨®n preventiva y con esta rebaja en menos de 10 saldr¨ªa de la c¨¢rcel¡±, puntualiza la letrada.
Para Rebeca, la situaci¨®n es distinta. No quiere saber nada del hombre al que condenaron hace tres a?os por violarla unos cuantos antes y procura vivir as¨ª: ¡°Me he hecho un traje de buzo ficticio. A ¨¦l lo condenaron a ocho a?os. No s¨¦ si se la van a rebajar, si no, si la va a pedir¡ y es que me da igual. Lo que ocurra con ¨¦l ahora ya no va a ser una preocupaci¨®n m¨ªa. Pas¨¦ por el proceso y fue horrible. Lleg¨® la sentencia y sent¨ª que ah¨ª acababa la historia en relaci¨®n con ¨¦l. Yo tengo mis propias cosas, pero ¨¦l para m¨ª ya se acab¨®¡±.
Rebeca, apurando ya la treintena, se mud¨®, como hizo Olivia, pero algo m¨¢s lejos. Vive en otro pa¨ªs: ¡°Y soy feliz, y ya no voy a dejar que ni leyes ni jueces ni nadie me quite eso. Pero entiendo que no todas las v¨ªctimas tienen por qu¨¦ sentirse como yo. Y entiendo tambi¨¦n que se pueden sentir desprotegidas¡±.
¡°No es solo desprotecci¨®n¡±, afirma B¨¢rbara Zorrilla, psic¨®loga experta en violencia sexual. ¡°Estamos hablando de que una situaci¨®n as¨ª puede provocar reexperimentaci¨®n y retraumatizaci¨®n, aunque sea de manera indirecta¡±. Explica que si las v¨ªctimas han pasado ya por un proceso terap¨¦utico, ¡°no vuelven a sentir las mismas emociones que tuvieron en el momento de los hechos, pero puede quedar el miedo y la angustia, por ejemplo, a que uno de esos agresores salga antes de lo previsto y se vengue o intente acercarse a ella¡±.
En un proceso judicial, ¡°una mujer necesita que se la escuche, ser tenida en cuenta, que haya sensibilidad ante su relato, pero no solo eso¡±, porque despu¨¦s ¡°est¨¢ lo que llamamos justicia restaurativa: la reparaci¨®n, el reconocimiento de que lo que le ha pasado, como delito, es sancionado¡±. Y hay mujeres que entienden esa consecuencia de la ley del solo s¨ª es s¨ª como ¡°desprotecci¨®n¡±, como afirma Olivia: ¡°Los procesos judiciales son ya una puesta en cuesti¨®n constante de las v¨ªctimas, pero llega esto [la reducci¨®n de las penas] y es confuso y frustrante. Y piensas si esto es lo que vale que jueguen con tu vida¡±.
¡°Es importante legislar teniendo en cuenta las cualidades del delincuente y las caracter¨ªsticas de la v¨ªctima en este tipo de delitos¡±, advierte Amparo D¨ªaz, abogada especializada en violencia de g¨¦nero y trata, que se muestra cr¨ªtica con la nueva ley. ¡°La pol¨ªtica integral que ha adoptado esta ley es para abordar la prevenci¨®n, la intervenci¨®n y la persecuci¨®n, pero se han rebajado las penas y hay determinados delitos en los que es importante evitar el sentimiento de impunidad¡±, prosigue.
D¨ªaz recalca que muchos delitos vinculados con la libertad sexual est¨¢n relacionados con la violencia de g¨¦nero. Como en el caso de Antonia G., ¡°muchos son maridos o exmaridos¡±, se?ala D¨ªaz. ¡°Estamos hablando de delincuentes en serie, tambi¨¦n¡±, advierte. ¡°El impacto de estos delitos sobre la v¨ªctima es enorme y puede darse la circunstancia de que la v¨ªctima tarde m¨¢s tiempo en recuperarse que el que tarde en salir de la c¨¢rcel su agresor¡±.
Para D¨ªaz, la nueva ley ¡°deber¨ªa haber apostado por la prevenci¨®n, pero sin rebajar las penas¡±. Esa reducci¨®n podr¨ªa, seg¨²n ella, estudiarse a posteriori, ¡°cuando se haya montado un buen sistema de reinserci¨®n para este tipo de delincuentes¡±. ¡°No he visto algo que proteja m¨¢s a la v¨ªctima que el miedo de un agresor a que le sea impuesta una pena elevada de prisi¨®n¡±, zanja.
D¨ªaz a¨²n no tiene constancia de que en alguno de sus casos se haya pedido la revisi¨®n de la pena, pero espera que suceda. Tampoco sabe nada Patricia Celatalina, que ejerci¨® de acusaci¨®n popular en el juicio de La Manada por los abusos sexuales contra una joven en Pozoblanco. ¡°Voy a ponerme a revisar todos los que puedan ser susceptibles de que se les rebaje la pena para tener un control¡±, explica a este diario, y apunta que, con la nueva ley, si ella fuera defensora de los agresores, ¡°no dudar¨ªa en pedir la revisi¨®n de la condena¡±.
Olivia ha asumido ya la reducci¨®n de la de su agresor: ¡°Yo no le echo la culpa a la ley, pero se est¨¢ hablando de los agresores, de las penas, de todo menos de las v¨ªctimas. De que esto nos vuelve a colocar como v¨ªctimas en un pa¨ªs en el que se te pide que no lo seas y que sigas con tu vida. Pero si lo haces, entonces ya no te comportas como una v¨ªctima. Seguimos siendo cuestionadas, y hay p¨¢nico a hablar, a contar lo que te pas¨®, porque te se?alan. Al final soy yo la que tiene que quitar su foto y su nombre de las redes sociales. Si vivi¨¦semos en una sociedad que nos lo hiciera m¨¢s f¨¢cil, quiz¨¢s ser¨ªamos m¨¢s las que alzar¨ªamos la voz¡±.