Vestirse con un ¡°traje de la vejez¡± para entender mejor a las personas mayores
Un grupo de estudiantes de la Universidad de Granada se ponen un equipamiento que provoca en el usuario las limitaciones f¨ªsicas y sensoriales susceptibles de ser padecidas a partir de los 85 a?os
La impaciencia, o el desconocimiento, nos puede llevar a pensar que cuando una persona mayor tarda varios minutos en sentarse, en acercarse o en coger alguna cosa de la balda superior de una estanter¨ªa es porque tiene alg¨²n empe?o en no darse prisa y en tenernos esperando. Es evidente que ellos y ellas, las personas mayores de 80 u 85 a?os, por poner un l¨ªmite, ni disfrutan de ello ni lo hacen a prop¨®sito. Y para demostra...
La impaciencia, o el desconocimiento, nos puede llevar a pensar que cuando una persona mayor tarda varios minutos en sentarse, en acercarse o en coger alguna cosa de la balda superior de una estanter¨ªa es porque tiene alg¨²n empe?o en no darse prisa y en tenernos esperando. Es evidente que ellos y ellas, las personas mayores de 80 u 85 a?os, por poner un l¨ªmite, ni disfrutan de ello ni lo hacen a prop¨®sito. Y para demostrarlo emp¨ªricamente, existe un traje que permite desmentir esa teor¨ªa, fruto solo de la prisa e ignorancia de los m¨¢s j¨®venes. Los estudiantes del M¨¢ster de Gerontolog¨ªa, Dependencia y Protecci¨®n de los Mayores de la Universidad de Granada (UGR) visten ese traje en cada edici¨®n para romper cualquier tentaci¨®n de prejuicio.
Andrea Lucena Perea y Yipsy P¨¦rez Torres, ambas de 26 a?os, cursan el m¨¢ster este a?o y ambas han vestido el llamado ¡°traje de la vejez¡±. Es un equipamiento compuesto de gafas, chaleco, guantes, zapatos, rodilleras, coderas, etc., oportunamente tecnologizadas para provocar en el usuario las limitaciones f¨ªsicas y sensoriales susceptibles de ser padecidas por las personas ¡°de 85 a?os en adelante, que es cuando realmente puede comenzar el deterioro m¨¢s severo en los mayores¡±, explica Laura Rubio, profesora de Psicolog¨ªa del envejecimiento de la Facultad de Psicolog¨ªa de la UGR y de este m¨¢ster.
Andrea, trabajadora social que ya ha ejercido, se pone las gafas que simulan tener una visi¨®n tras un desprendimiento de retina, los auriculares que le provocan ac¨²fenos, el chaleco que le genera sobrepeso y las rodilleras y coderas que le dan artrosis y limitaciones de movimiento. Su primera sensaci¨®n al pasar de 26 a 90 a?os es ¡°angustiosa¡±: ¡°No te puedes mover como quieres. Quiero ir m¨¢s r¨¢pido, pero no puedo¡±, asegura.
Para Yipsy P¨¦rez, alumna del m¨¢ster y m¨¦dica, que tambi¨¦n se ha echado encima 65 a?os de m¨¢s en dos minutos, la sensaci¨®n es la de ¡°sentirse atrapada, un agobio¡±. ¡°Por mi profesi¨®n¡±, cuenta P¨¦rez, ¡°trabajo con gente mayor y la tratas con empat¨ªa y procuras ponerte en su piel, pero al ponerme el traje, entiendo su sensaci¨®n y estoy segura de que las atender¨¦ mejor a¨²n¡±. Coincide Lucena: ¡°Sabemos en lo que trabajamos y tenemos sensibilidad, pero este traje nos la dar¨¢ a¨²n m¨¢s¡±.
Esa era la idea de Jos¨¦ Luis Cabezas, profesor del departamento de Psicolog¨ªa Evolutiva y de la UGR y del m¨¢ster que, junto a catedr¨¢tico Juan Antonio Maldonado Molina, compraron hace un par de a?os este traje de la vejez. ¡°Se trataba de ponernos en los zapatos de las personas mayores¡±, dice Cabezas, que descubri¨® este traje en Alemania y lo compr¨® para sustituir lo que ¨¦l hac¨ªa antes con m¨¦todos artesanales a partir de bolsas con pesos, gafas oscuras y otros elementos.
Se trata de que ¡°quienes van a trabajar con personas mayores entiendan que no es que quieran llamar la atenci¨®n, sino que es su realidad 24 horas al d¨ªa¡±. De hecho, el ¨²nico objetivo de los fabricantes de este traje es ese, la simulaci¨®n del envejecimiento. Y esta vestimenta, explica Cabezas, solo facilita una sensaci¨®n del estado f¨ªsico. Quienes atienden a los mayores deben tener en cuenta tambi¨¦n el estado psicol¨®gico ¡ªatacado por la frecuente p¨¦rdida de memoria, p¨¦rdida de c¨ªrculo social, etc.¡ª , algo que por ahora quienes trabajan con mayores solo pueden imaginar.
En Espa?a hab¨ªa a 31 de diciembre de 2021, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), 9,3 millones de personas mayores de 65 a?os. De ah¨ª hasta los 85, detalla Laura Rubio, una mayor¨ªa de personas mantiene un estilo de vida a¨²n bueno. ¡°Es a partir de los 85 cuando pueden comenzar problemas m¨¢s severos derivados de enfermedades y problemas f¨ªsicos¡±, asegura. Espa?a tiene 1,56 millones de personas con m¨¢s de 85 a?os, de los que 18.020 superaban los 100 a principios de este a?o. Y eso porque ¡°este es uno de los pa¨ªses con mayor cantidad de personas centenarias del mundo¡±, dice Rubio.
El problema de las personas mayores, explica, llega con frecuencia desde fuera: la sociedad, ¡°que solo considera ¨²til lo productivo¡±, percibe a estas personas como improductivas y, encima, como consumidoras de recursos del estado. Eso, de tanto insistir, ¡°se lo llegan a creer los mayores hasta el punto de preguntarse para qu¨¦ sirven, para qu¨¦ se levantan cada ma?ana¡±. Esos problemas de percepci¨®n ajena y los de su salud son los mayores peligros para las personas de edad avanzada. Rubio concluye: ¡°D¨¦mosles apoyo y ofrezc¨¢mosles oportunidades para seguir participando en la vida social¡±.
Con la vejez no atinamos. Igual que ¡ªa veces¡ª pensamos que los mayores van lentos porque quieren, tambi¨¦n creemos que la vejez es un periodo triste de la vida. Y, en general, es todo lo contrario, explica Laura Rubio. ¡°Hace 30 a?os que a?os est¨¢ descrito un fen¨®meno que se ha llamado la paradoja de la vejez. Es un hecho que las personas mayores, m¨¢s que en cualquier otro grupo de edad, experimentan cada d¨ªa con m¨¢s frecuencia emociones positivas y cada vez menos negativas. Es decir, que con la vejez eres m¨¢s feliz que si eres joven¡±, concluye.