¡°El fracaso de la vacuna contra el VIH ha sido un palo, pero hoy estamos m¨¢s cerca de conseguirla y esto es un orgullo¡±
Pablo Lao es uno de los 250 participantes en el ensayo Mosaico de la farmac¨¦utica Johnson & Johnson, interrumpido la semana pasada por falta de efectividad
El anuncio de la farmac¨¦utica estadounidense Johnson & Johnson, presente en Espa?a con su filial Janssen, del fracaso del ensayo cl¨ªnico Mosaico para desarrollar una vacuna frete al VIH ha ca¨ªdo como una losa entre los millones de personas en todo el mundo que anhelan desde hace d¨¦cadas un f¨¢rmaco que ponga fin a una epidemia que ha causado 40 millones de muertes en cuatro d¨¦cadas y que sigue causando estragos e...
El anuncio de la farmac¨¦utica estadounidense Johnson & Johnson, presente en Espa?a con su filial Janssen, del fracaso del ensayo cl¨ªnico Mosaico para desarrollar una vacuna frete al VIH ha ca¨ªdo como una losa entre los millones de personas en todo el mundo que anhelan desde hace d¨¦cadas un f¨¢rmaco que ponga fin a una epidemia que ha causado 40 millones de muertes en cuatro d¨¦cadas y que sigue causando estragos en los pa¨ªses menos desarrollados. Hab¨ªa muchas esperanzas puestas en la primera vacuna en m¨¢s de una d¨¦cada que hab¨ªa llegado a la llamada Fase III, la ¨²ltima en el desarrollo de nuevos f¨¢rmacos, y en la que en Espa?a han participado seis hospitales y 250 voluntarios.
La vacuna frente al VIH es un hito que se le resiste a la industria farmac¨¦utica por las caracter¨ªsticas de un virus capaz de mutar a tal velocidad que hace ineficaces los anticuerpos generados y que tambi¨¦n evita la respuesta inmunol¨®gica al hacerse invisible ocult¨¢ndose en el interior de c¨¦lulas del organismo aparentemente sanas. Pero adem¨¢s de un desaf¨ªo para la medicina, la vacuna se ha convertido tambi¨¦n en un s¨ªmbolo para el movimiento LGTBIQ+, el m¨¢s golpeado por la enfermedad desde principios de los a?os 80 del pasado siglo y que en todo este tiempo se ha volcado en el desarrollo de nuevos f¨¢rmacos a la vez que luchaba contra el estigma y la discriminaci¨®n.
Pablo Lao (Valencia, 28 a?os) ha sido uno de los pacientes que ha participado en los ensayos de Janssen. Este trabajador en una tienda de ropa forma parte de una nueva generaci¨®n nacida cuando el VIH supon¨ªa una condena casi segura de muerte y que posteriormente ha disfrutado de los avances alcanzados por la ciencia y la industria farmac¨¦utica. Los nuevos retrovirales han convertido la infecci¨®n en un proceso cr¨®nico con poco impacto en la vida del paciente y existen profilaxis preexposici¨®n que permiten evitar millones de infecciones. Pese a ello, esta generaci¨®n no ha perdido el compromiso con ¡°un objetivo que sigue siendo com¨²n¡±, en palabras de Jos¨¦ Molt¨®, investigador de la Fundaci¨®n Lucha contra las Infecciones y responsable del ensayo en el Hospital Germans Trias i Pujol.
¡°En ocasiones suele presentarse a esta generaci¨®n m¨¢s joven como menos comprometida, m¨¢s individualista y que ya no percibe la vacuna como una necesidad porque el VIH ya no es una dolencia mortal en el mundo desarrollado y cuentan con m¨¢s herramientas frente a ¨¦l. Pero esto no es para nada cierto¡±, afirma Molt¨®.
Pregunta. Pablo, ?c¨®mo decidiste enrolarte en el ensayo?
Respuesta. Un amigo me cont¨® que hab¨ªa empezado a participar. Me inform¨¦ y vi que el Hospital General de Valencia era uno de los centros participantes. Luego habl¨¦ con otros dos amigos que tambi¨¦n han participado.
P. ?Qu¨¦ os llev¨® a tomar la decisi¨®n?
R. Las ganas de ayudar y que por fin haya una vacuna frente al VIH. Es verdad que se ha avanzado much¨ªsimo, que tenemos la PrEP [profilaxis preexposici¨®n] y que hoy tener la infecci¨®n no te impide llevar una vida normal. Pero la necesidad de una vacuna es algo que lleva muchos a?os y la gente es muy consciente de ello. Lo f¨¢cil ser¨ªa pensar que con la PrEP t¨² ya puedes protegerte y olvidarte de lo dem¨¢s. Pero ni todo el mundo tiene acceso a ella ni es la soluci¨®n que acabar¨¢ con el VIH.
P. ?Percibes alguna diferencia entre vuestra generaci¨®n, m¨¢s joven, y la que vivi¨® las primeras d¨¦cadas de la epidemia?
R. Hay una que es obvia. Hace 30 o 40 a?os contagiarte era una sentencia de muerte y hoy afortunadamente no es as¨ª, al menos en los pa¨ªses ricos. Pero no se ha perdido el compromiso, la consciencia de que tenemos un objetivo com¨²n en la lucha contra el virus.
P. ?T¨² creciste con miedo al sida?
R. Mucho. Toda mi generaci¨®n hemos crecido con un miedo que ya sent¨ªan las anteriores. Es algo que siempre ha estado ah¨ª y que si alguna vez relativizabas o se te olvidaba, entonces pasaba algo que te lo recordaba de golpe. Yo una vez tuve un contacto de riesgo. Me dijeron que una persona con la que yo hab¨ªa tenido relaciones hab¨ªa dado positivo y se me cay¨® el mundo encima. Me fui a hacer pruebas y afortunadamente todo sali¨® bien, pero te sientes de golpe vulnerable, culpable y desinformado. Es una sensaci¨®n muy desagradable.
P. Comentas que te sentiste desinformado. ?No hay suficiente informaci¨®n?
R. Cada vez m¨¢s, afortunadamente. Pero incluso en nuestra generaci¨®n, la informaci¨®n que recibimos en la familia y el colegio no era muy eficiente. Es verdad que luego, de mayor, te has podido formar mucho m¨¢s gracias a Internet y los servicios disponibles, pero ya ha sido por mi cuenta. Si miras atr¨¢s ves que pod¨ªa haber buenas intenciones, pero que faltaban muchas herramientas.
P. ?Qu¨¦ mejoras desarrollar¨ªas?
R. Creo que hay que seguir trabajando desde los colegios y con todos los recursos disponibles para los m¨¢s j¨®venes. Y tambi¨¦n, a nivel m¨¢s social, incidir en que las enfermedades de transmisi¨®n sexual no son algo por lo que deba criminalizarse a nadie.
P. ?Sigue habiendo estigma y prejuicios?
R. Sigue habiendo miedo y verg¨¹enza. Hay que combatir el tab¨² y hacer pedagog¨ªa para que la sociedad acepte que el VIH, la s¨ªfilis, la gonorrea y otras enfermedades de transmisi¨®n sexual son como cualquier otra, que te puedes contagiar y que son tratables. Sigue habiendo una tendencia a taparlo en la escuela, las familias, ambientes cerrados... y eso hace que muchas personas no pidan ayuda, no sepan bien lo que les pasa y asuman riesgos para ellos mismos y los dem¨¢s. Esto dificulta la prevenci¨®n y el control de estas enfermedades.
P. Tambi¨¦n se dice que hay riesgo de banalizar estas enfermedades...
R. S¨ª, el no demonizar no es incompatible con la prevenci¨®n. Es imprescindible seguir haciendo campa?as, ense?ar a la gente a protegerse, ver qu¨¦ recursos tienen a mano para pedir ayuda y acceder a las soluciones que necesitan.
P. Volviendo al ensayo, ?ha sido complicado participar en ¨¦l?
R. Al contrario, ha sido algo muy sencillo. Cuando habl¨¦ con mi amig¨® y llam¨¦ para informarme, me dieron cita enseguida. Me hicieron un cuestionario sobre mis h¨¢bitos sexuales, ya que homosexuales y personas transg¨¦nero somos los dos grupos m¨¢s vulnerables y el perfil que estaban buscando. Me dijeron que era candidato y empezamos. Eran cuatro dosis separadas por seis meses. La mitad de participantes recibimos la vacuna y la mitad placebo, aunque todav¨ªa no sabemos qu¨¦ recibimos cada uno. Yo creo que placebo, porque no he notado ninguna reacci¨®n ni nada [r¨ªe]. Luego ten¨ªamos que acudir a citas intermedias en las que nos hac¨ªan un seguimiento.
P. ?C¨®mo os hab¨¦is quedado al saber que el ensayo no ha tenido ¨¦xito?
R. Ha sido un palo. Todos empezamos muy ilusionados de participar en esto. Tambi¨¦n con un poco de miedo, la verdad. Sabes que es un ensayo, que es algo nuevo que se est¨¢ desarrollado y que te lo est¨¢s metiendo en el cuerpo, pero la verdad es que todo el equipo de profesionales te da una gran sensaci¨®n de seguridad y control en todo momento. Por eso ahora no puedes evitar la tristeza y pensar que todo eso no ha servido para nada, que hemos perdido tiempo, recursos y energ¨ªas.
P. He hablado con uno de los responsables del estudio, Jos¨¦ Molt¨®, y me ha dicho que eso no es verdad. Que el ensayo no ha alcanzado los objetivos preestablecidos y que por eso se ha parado, pero que el conocimiento generado ha sido mucho y muy importante para el futuro.
R. S¨ª, eso tambi¨¦n lo sientes. Y es un mensaje muy importante que nos est¨¢n transmitiendo los investigadores. Es una sensaci¨®n ambivalente, pero al final gana el orgullo por el esfuerzo hecho. Te queda la alegr¨ªa y el entusiasmo de haber participado en un trabajo com¨²n para algo que todos deseamos. Lo bueno es que no pierdes la esperanza y te dices: ¡®Venga, a la pr¨®xima s¨ª saldr¨¢ adelante¡¯.
P. Aunque a¨²n est¨¢ en las primeras fases de desarrollo, hay otra vacuna, la de Moderna, en marcha. ?Volver¨ªas a participar en el ensayo?
R. S¨ª, sin dudarlo. En este ensayo se han hecho muchos avances y, aunque al final no haya tenido ¨¦xito, s¨ª van a servir para que la pr¨®xima vez sea m¨¢s f¨¢cil. Hoy estamos un poco m¨¢s cerca que antes de empezar. Pensar que yo he participado en todo esto y he ayudado es algo que va a quedar. Eso est¨¢ ah¨ª y para m¨ª es muy importante.