Una vacuna contra el VIH llega a la ¨²ltima fase de ensayos por primera vez en m¨¢s de 10 a?os

Por primera vez en m¨¢s de 10 a?os, un prototipo de vacuna contra el VIH ha llegado a la ¨²ltima fase de los ensayos, la 3, que debe determinar si en el mundo real es capaz de proteger frente a la transmisi¨®n del virus que, si no se trata, causa el sida. El f¨¢rmaco lo ha desarrollado Janssen, y utiliza la misma tecnolog¨ªa que la farmac¨¦utica ha empleado en su vacuna contra la covid: un adenovirus modificado para que transporte al interior de las c¨¦lulas del sujeto el ADN de sus prote¨ªnas m¨¢s representativas de manera que el organismo del individuo cree anticuerpos contra ellas. En verdad, son dos vacunas (una codificada con tres prote¨ªnas y otra con cuatro, que por tener esta mezcla se llaman mosaico), dice Antonio Fern¨¢ndez, investigador de la farmac¨¦utica. Ambas han superado los estudios de seguridad y se ha visto que crean anticuerpos, como acredita este art¨ªculo en The Lancet, pero falta por ver si funcionan en condiciones reales. El ensayo durar¨¢ de 24 a 36 meses, dice Fern¨¢ndez, para verificar la permanencia e intensidad de la protecci¨®n. El anterior intento de conseguir una vacuna contra el VIH acab¨® en 2009 cuando se vio que solo evitaba un 30% de las infecciones.

Jos¨¦ Molt¨®, de la Fundaci¨®n de la Lucha contra el Sida, es uno de los m¨¦dicos que va a participar en el ensayo, que ha empezado a reclutar voluntarios (van a ser 250 de 3.800 en Espa?a). Molt¨® explica que la tardanza en conseguir esta vacuna se debe a que el VIH tiene una ¡°tremenda variabilidad¡±. ¡°Al estar presionado [por las c¨¦lulas del sistema inmune] cambia de apariencia externa y escapa¡±. Lo que hace este medicamento es que se dirige a distintas variantes de las prote¨ªnas gag, pol y env del virus, lo que le hace m¨¢s dif¨ªcil que evada la acci¨®n de los anticuerpos creados. Es, a otro nivel, parecido a lo que sucedi¨® hace ya 25 a?os con los tratamientos antivirales: empezaron a ser efectivos cuando se combinaron varios que interrump¨ªan el ciclo de replicaci¨®n del virus en puntos distintos.

Precisamente, el ¨¦xito de estos tratamientos es una de las causas que ha hecho que se hable menos del VIH y el sida, y ello pese a su prevalencia. El Plan Nacional del Sida calcula que el a?o pasado hubo m¨¢s de 2.600 nuevos infectados, en l¨ªnea con una tendencia ligeramente descendente desde los 3.000 o 3.500 de hace una d¨¦cada. El 85,8% eran hombres y la mediana de edad (el valor central de las edades de todos los infectados colocadas en orden) fue de 36 a?os, pero aun as¨ª, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), con una mortalidad de m¨¢s de 400 personas al a?o. El resultado es que en Espa?a viven unas 150.000 personas con VIH, seg¨²n la ¨²ltima estimaci¨®n del Grupo Espa?ol para el Estudio del Sida (Gesida), una cantidad que va ligeramente en aumento cada a?o.

Esta paulatina reducci¨®n de las transmisiones ha hecho que para el ensayo se busquen como voluntarios hombres o personas trans que tengan sexo con hombres, explica Molt¨®, ya que es el grupo poblacional donde la incidencia es mayor (representan m¨¢s de la mitad de las nuevas infecciones en Espa?a, seg¨²n los datos del plan nacional). En otra rama del estudio, en Sud¨¢frica, en cambio, se va a probar con 1.500 mujeres, ya que ah¨ª la transmisi¨®n es mayoritariamente por sexo heterosexual. Este ensayo, llamado Invocodo, es una fase 2 (mide la seguridad y la generaci¨®n de anticuerpos), pero dado el perfil de las participantes se ver¨¢ tambi¨¦n si hay efecto protector real de la vacuna, dice el representante de Janssen. Y es que el continente africano representa m¨¢s del 40% de los nuevos contagios de VIH en el mundo, que son unos 1,7 millones y el mismo porcentaje de muertes (690.000 en el planeta en 2019). Pese a que se descubrieron hace 25 a?os, todav¨ªa Onusida calcula que 12 de los 38 millones de personas que viven en el mundo con el virus no reciben tratamiento. Son los que con el tiempo podr¨¢n desarrollar sida, el conjunto de enfermedades causadas por agentes infecciosos que una persona con el sistema inmune no da?ado rechaza sin enterarse.

El ¨¦xito de los tratamientos actuales hace que una pastilla al d¨ªa mantenga el virus controlado y lo reduzca tanto que la persona infectada no puede transmitirlo a otra (lo que se refleja en el lema indetectable=intransmisible), pero su ¨¦xito ha frenado la investigaci¨®n reciente para una vacuna, dice Esteban Mart¨ªnez, presidente de Gesida. Ya en 2009, el intento que lleg¨® m¨¢s lejos fue rechazado tras conseguir una protecci¨®n del 30%. Ahora, ¡°el est¨¢ndar con el que se compara est¨¢ muy alto¡±, dice Mart¨ªnez. ¡°Hace 20 a?os, la urgencia era mayor¡±, opina Mart¨ªnez, porque no hab¨ªa otras alternativas como ahora, en la que la terapia antiviral para quienes ya tienen el virus y la denominada profilaxis preexposici¨®n (Prep), una pastilla que protege del VIH si se toma antes de las relaciones sin protecci¨®n, han conseguido un buen control de la enfermedad a un coste razonable, ya que en muchos casos hay gen¨¦ricos de los preparados, dice el presidente de Gesida, que ve en el desarrollo de una vacuna una serie de obst¨¢culos ¡ªsu coste, que su protecci¨®n no sea muy duradera, que la respuesta no sea muy intensa, la necesidad de revacunar¡ª que le hace decir que aunque le gustar¨ªa que hubiera una, lo ve muy dif¨ªcil y cree que la prevenci¨®n se puede lograr por otros medios.

Ram¨®n Espacio, presidente de la Coordinadora Estatal de VIH y sida (Cesida), cree, sin embargo, que los reparos del m¨¦dico est¨¢n justificados en pa¨ªses ricos, pero que ¡°todo depender¨¢ de la eficacia y el r¨¦gimen¡± de la vacuna. Si se consigue que funcione con uno o dos pinchazos para toda la vida o cada cinco a?os, ¡°ser¨¢ m¨¢s c¨®moda y m¨¢s aplicable a la poblaci¨®n de los pa¨ªses pobres¡±. Eso mismo argumenta Fern¨¢ndez, del laboratorio fabricante. ¡°Se puede conseguir un coste por debajo del de los tratamientos y puede ser m¨¢s f¨¢cil de administrar que confiar en que personas en lugares donde falta hasta el agua potable se tomen una pastilla diaria¡±.