Estad¨ªsticas para combatir la violencia machista: la UE reconoce que no sabe cu¨¢ntos asesinatos machistas se cometen al a?o
La directiva sobre la lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia dom¨¦stica que se negocia bajo la presidencia espa?ola de la UE quiere obligar a los Estados miembros a recopilar datos fiables, una clave, seg¨²n los expertos, para mejorar las pol¨ªticas de protecci¨®n
Las v¨ªctimas de violencia machista han te?ido de negro, una vez m¨¢s, las noticias de este verano en Espa?a y otras partes de Europa. Un problema social y estructural que, al menos, en este pa¨ªs se contabiliza de manera oficial y rigurosa. La mayor¨ªa de los Estados de la Uni¨®n Europea, sin embargo, no cuenta con estad¨ªsticas oficiales, o son solo parciales. Algunos, igual que las fuerzas de ultraderecha, ni siquiera admiten el concepto de violencia machista o de g¨¦nero. En menos pa¨ªses a¨²n se tipifica el feminicidio de esa forma, con ese nombre. Ah¨ª empieza un problema fundamental: es muy dif¨ªcil combatir lo que no se puede contabilizar, o definir. La directiva sobre la lucha contra la violencia sobre las mujeres y la violencia dom¨¦stica, la primera norma espec¨ªfica sobre la materia realizada a nivel europeo que est¨¢ siendo ahora ultimada bajo la presidencia rotatoria espa?ola de la UE, afronta, por fin, este grave vac¨ªo legal y estad¨ªstico.
Lo lejos que est¨¢ Europa de conocer con rigor su problema lo demuestra el hecho de que los ¨²ltimos datos p¨²blicos a nivel UE sobre violencia contra las mujeres datan de 2014. Y son, m¨¢s que nada, estimaciones, ya que ni todos los pa¨ªses contaban (ni lo hacen a¨²n) las v¨ªctimas de violencia machista, ni lo hacen de la misma forma. Aun as¨ª, las pocas cifras existentes muestran la urgencia: al menos 50 mujeres son asesinadas por violencia machista cada semana en la UE.
El Instituto Europeo para la Igualdad de G¨¦nero (EIGE, por sus siglas en ingl¨¦s), la agencia de la Uni¨®n Europea creada en 2010 ¡°para hacer realidad la igualdad de g¨¦nero en la UE y fuera de ella¡±, lleva a?os repitiendo un mantra: ¡°La UE necesita datos integrales, actualizados y comparables para desarrollar pol¨ªticas efectivas que combatan la violencia contra las mujeres¡±.
A d¨ªa de hoy, ¡°los datos no son comparables porque los marcos normativos no est¨¢n armonizados¡±, explica la responsable de violencia de g¨¦nero de EIGE, Cristina Fabre. ¡°Hay pa¨ªses que todav¨ªa no tienen estad¨ªsticas del crimen desagregadas por sexo (ni de v¨ªctima, ni de perpetrador, ni por la relaci¨®n de parentesco entre ambos). Tampoco la definici¨®n de pareja es igual, hay pa¨ªses con definiciones muy restrictivas de lo que es pareja: solo aquellos que conviven en el mismo domicilio, dejando fuera a exparejas y, por tanto, a muchas v¨ªctimas¡±, se?ala por correo electr¨®nico.
Espa?a, un¨¢nimemente reconocido como pa¨ªs pionero en la materia, contabiliza desde el a?o pasado como feminicidio todos los asesinatos con un componente de g¨¦nero, no solo los perpetrados por parejas o exparejas. Sin ir tan lejos, el Parlamento belga tambi¨¦n dio un gran paso ¡ªhace un par de a?os ni siquiera ten¨ªa estad¨ªsticas sobre feminicidios¡ª al aprobar en junio un proyecto de ley que define oficialmente la noci¨®n de feminicidio, aunque sin valor penal, y establece cuatro tipos: el feminicidio ¨ªntimo o asesinato perpetrado por una persona cercana, el no ¨ªntimo (por ejemplo una prostituta asesinada por un cliente), el feminicidio tras un hecho violento como un aborto forzado o una mutilaci¨®n genital y el homicidio de g¨¦nero, que incluye los asesinatos de personas transg¨¦nero.
Por el contrario, hay pa¨ªses que todav¨ªa no tienen leyes o tipos penales espec¨ªficos, como Dinamarca, Bulgaria, Estonia, Letonia, Finlandia o Pa¨ªses Bajos, apunta Fabre. Y hay, adem¨¢s, pa¨ªses que est¨¢n dando enormes pasos atr¨¢s en materia de derechos de las mujeres, como Polonia, que ha amenazado incluso con abandonar el Convenio de Estambul, considerado el patr¨®n de referencia sobre la prevenci¨®n y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia dom¨¦stica.
El reiterado reclamo de EIGE de armonizar los datos parece, por fin, haber sido escuchado. Al menos institucionalmente. Al presentar su propuesta de directiva sobre la lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia dom¨¦stica, la Comisi¨®n Europea reconoci¨® que existe un problema de ¡°infrarregistro de violencia contra las mujeres¡±. De ah¨ª que en la directiva, que incluye el t¨¦rmino ¡°feminicidio¡± en su texto y busca ¡°garantizar un nivel m¨ªnimo de protecci¨®n contra este tipo de violencia en toda la UE¡±, se establece espec¨ªficamente la obligaci¨®n de que ¡°todos los Estados miembros recojan datos sobre violencia contra las mujeres y violencia dom¨¦stica para realizar una encuesta europea cada cinco a?os¡±.
Para la eurodiputada Mar¨ªa Eugenia Rodr¨ªguez Palop, de Unidas Podemos, se trata de una cuesti¨®n ¡°clave¡± porque ¡°a mayores datos y mayores estad¨ªsticas, mayor concienciaci¨®n¡±, explica la jurista y vicepresidenta de la Comisi¨®n de Derechos de las Mujeres e Igualdad de G¨¦nero (Femm) del Parlamento Europeo. Y se trata, subraya, ¡°no solo de recabar m¨¢s datos, sino mejores, con m¨¢s filtros y de manera mejor clasificada¡±. Porque mejores datos administrativos, acota Fabre, ayudan adem¨¢s a ¡°medir la respuesta institucional a la violencia contra las mujeres y su capacidad para proteger a las v¨ªctimas, prevenir su revictimizaci¨®n y procesar a los agresores¡±, adem¨¢s de ¡°dise?ar y monitorear mejor las medidas¡± implementadas.
Por ello, para el Parlamento Europeo, que en estas cuestiones suele ir mucho m¨¢s lejos que los Estados miembros representados en el Consejo ¡ªlos eurodiputados aprobaron, hace dos a?os, una resoluci¨®n para tipificar la violencia de g¨¦nero como eurodelito, aunque al final la iniciativa no tuvo recorrido¡ª una de las prioridades a la hora de negociar el texto fue fortalecer el art¨ªculo 44, que estipula ¡°el sistema de recogida de datos, desarrollo, elaboraci¨®n y difusi¨®n de estad¨ªsticas sobre la violencia contra las mujeres y la violencia dom¨¦stica¡±.
As¨ª, en su texto final, que ahora deber¨¢ ser negociado y armonizado con la posici¨®n del Consejo (m¨¢s rebajada y que, entre otras cosas, no establece la obligatoriedad de realizar una encuesta de poblaci¨®n cada cinco a?os, sino que se limita a indicar que los Estados ¡°procurar¨¢n recoger¡± dichos datos), la Euroc¨¢mara fija datos m¨¢s espec¨ªficos a contabilizar: ¡°Las v¨ªctimas asesinadas, incluyendo si hab¨ªan presentado denuncia previamente, el n¨²mero de plazas disponibles en los refugios de los Estados miembros, el n¨²mero de v¨ªctimas que han accedido a servicios de apoyos o el n¨²mero de llamadas a las l¨ªneas telef¨®nicas nacionales de ayuda¡±, enumera Soraya Rodr¨ªguez (Ciudadanos), ponente en la sombra de la propuesta parlamentaria. Un refuerzo de la medici¨®n de datos que el EIGE apoya. ¡°En el contexto actual, creemos que la Directiva, tal como se present¨®, es lo mejor que podemos tener, lo que esperamos es que en las negociaciones con el Consejo no se desvirt¨²e o rebajen los est¨¢ndares, es indispensable que el Parlamento sea capaz de mantener o mejorar el texto de la propuesta¡±, reclama Fabre.
La presidencia espa?ola de la UE no ha querido perder tiempo: la ministra de Justicia, Pilar Llop, lanz¨® el primer tr¨ªlogo, la negociaci¨®n entre Parlamento, Consejo y Comisi¨®n, para lograr un texto definitivo, el 13 de julio, horas despu¨¦s de que la Euroc¨¢mara adoptara su posici¨®n final. La pr¨®xima cita ser¨¢ el 3 de octubre. El objetivo, dice Soraya Rodr¨ªguez, que particip¨® en la primera reuni¨®n, es tener un texto consensuado (posici¨®n com¨²n) ¡°entre enero y febrero¡±, para que pueda ser ratificado durante la presidencia semestral belga de la UE, que comienza el 1 de enero. Una velocidad que no solo se debe a la urgencia de las medidas, se?ala la eurodiputada: ¡°Sabemos que necesitamos trabajar r¨¢pido durante la presidencia espa?ola y belga porque luego les tocar¨¢ el turno de la presidencia a los pa¨ªses m¨¢s reaccionarios, Polonia y Hungr¨ªa¡±, cuyos gobiernos han dado fuertes pasos atr¨¢s en los derechos de las mujeres, sobre todo en materia de derecho al aborto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.