El pulso por c¨®mo se define la violaci¨®n amenaza la primera gran ley europea sobre violencia machista
Varios Estados, entre ellos Francia y Alemania, sin los cuales no hay mayor¨ªa cualificada para sacar adelante la norma, se niegan a admitir el consentimiento como eje de los delitos sexuales
La Uni¨®n Europea puede estar a punto de pactar su primera ley espec¨ªfica para luchar contra la violencia machista, una lacra que le cuesta la vida al menos a 50 mujeres cada semana en territorio europeo (ni siquiera las cifras son a¨²n fiables). Un hito que, sin embargo, podr¨ªa acabar en fracaso rotundo por el duro pulso que desde hace semanas mantienen los Estados y el Parlamento Europeo sobre una cuesti¨®n clave de la propuesta de directiva: ...
La Uni¨®n Europea puede estar a punto de pactar su primera ley espec¨ªfica para luchar contra la violencia machista, una lacra que le cuesta la vida al menos a 50 mujeres cada semana en territorio europeo (ni siquiera las cifras son a¨²n fiables). Un hito que, sin embargo, podr¨ªa acabar en fracaso rotundo por el duro pulso que desde hace semanas mantienen los Estados y el Parlamento Europeo sobre una cuesti¨®n clave de la propuesta de directiva: el consentimiento como eje de los delitos sexuales, es decir, la asunci¨®n del principio de lo que en Espa?a se conoce como el solo s¨ª es s¨ª, que se considere a nivel europeo como violaci¨®n un acto sexual sin consentimiento expl¨ªcito.
El cuarto tr¨ªlogo ¡ªlas negociaciones entre los Estados y el Parlamento Europeo, con la Comisi¨®n Europea, para acordar un texto com¨²n final de la ley¡ª tiene lugar este mi¨¦rcoles en medio de reproches mutuos. Y con el trasfondo de la negativa f¨¦rrea de varios Estados, sobre todo Francia y Alemania, sin los cuales no hay mayor¨ªa cualificada para sacar adelante la norma, a admitir la definici¨®n de la violaci¨®n en base al consentimiento en la normativa. Varias negociadoras de la Euroc¨¢mara amenazan por su parte con hacer caer toda la ley si los Estados no dan su brazo a torcer y aceptan, como m¨ªnimo, la definici¨®n de violaci¨®n recogida en el Convenio de Estambul.
No es un ¨®rdago m¨¢s, puesto que toda la normativa, que entre otras tambi¨¦n busca tipificar como delito actos como la mutilaci¨®n genital femenina y la ciberviolencia, est¨¢ en juego: con las elecciones europeas de junio recortando el calendario, explican fuentes de las negociaciones, si no se cierra ya este punto clave resultar¨¢ pr¨¢cticamente imposible pactar un texto y ratificarlo antes del ¨²ltimo pleno de la Euroc¨¢mara, en abril. Y ante las previsiones de un giro a la derecha y hasta a la ultraderecha en los comicios europeos, sacar adelante en la pr¨®xima legislatura una norma de este tipo ¡ªla violencia de g¨¦nero es un anatema de los partidos ultras¡ª ser¨¢ pr¨¢cticamente imposible, advierten.
En medio del pulso entre diputados y Estados, tambi¨¦n ha quedado aprisionada una presidencia espa?ola rotatoria de la UE a la que se acusa de no haberse implicado lo suficiente en estas negociaciones. Una decepci¨®n doble porque, se?alan diversas fuentes, Espa?a siempre ha sido considerada pionera y modelo en materia de derechos de la mujer y lucha contra la violencia machista y no se entiende que no haya luchado por esta directiva como s¨ª han hecho otros ministros espa?oles por leyes europeas igualmente complicadas en los ¨²ltimos meses, como la Ley de Restauraci¨®n de la Naturaleza.
¡°Hay una cierta decepci¨®n por la falta de liderazgo espa?ol en esta directiva¡±, se?alan fuentes implicadas en las negociaciones. ¡°En otros expedientes se han implicado m¨¢s, aqu¨ª no¡±, coinciden otras voces de diferentes orientaciones pol¨ªticas. Fuentes diplom¨¢ticas consideran injusta esa percepci¨®n. ¡°El trabajo t¨¦cnico est¨¢ ah¨ª, pero Francia y Alemania se niegan en redondo a incluir la violaci¨®n [basada en el consentimiento] en el art¨ªculo 5¡å de la propuesta de ley, explican. As¨ª, agregan, ¡°no hay margen¡± para negociar.
Las competencias jur¨ªdicas como argumento
Los argumentos legales de Par¨ªs y Berl¨ªn se basan en que la UE no tiene competencias jur¨ªdicas en esta materia, que pertenece al derecho penal de cada pa¨ªs, y dicen temer que, al carecer de base jur¨ªdica, cualquier pa¨ªs que se oponga a la normativa podr¨ªa acudir al Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) y este podr¨ªa acabar anulando toda la directiva, que busca una protecci¨®n m¨¢s amplia de las mujeres m¨¢s all¨¢ de la violaci¨®n. El pecado original, no obstante, est¨¢ en los propios Estados, que previamente rechazaron la propuesta de la Euroc¨¢mara de convertir la violaci¨®n en un eurodelito con definici¨®n com¨²n, lo que habr¨ªa aclarado la situaci¨®n jur¨ªdica. Tal y como est¨¢n las cosas, alegan fuentes diplom¨¢ticas de los pa¨ªses opuestos a aceptar la violaci¨®n en la directiva, esta no est¨¢ reconocida como un crimen transfronterizo, por lo que la UE no tiene competencias en ello.
No obstante, los servicios jur¨ªdicos de la Comisi¨®n y el Parlamento Europeo han hecho una interpretaci¨®n m¨¢s amplia, usando la base legal de la explotaci¨®n sexual. Un extremo que los juristas del Consejo no comparten, por lo que la disputa est¨¢, por el momento, en tablas, a la espera de ver si Francia o Alemania ceden y cambian las fuerzas de voto, o si la Euroc¨¢mara se echa atr¨¢s y no cumple su amenaza de tumbar toda la normativa por esta cuesti¨®n. Par¨ªs, hasta este martes, no ten¨ªa intenci¨®n de cambiar de opini¨®n, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, que rechazaban los reproches aseverando que Francia es uno de los pa¨ªses que m¨¢s severamente castigan este delito.
Conscientes de la batalla en ciernes, las responsables de la Euroc¨¢mara de la Directiva sobre la lucha contra la violencia sobre las mujeres enviaron la semana pasada una carta al ministro F¨¦lix Bola?os, ahora titular de la cartera de Justicia, adem¨¢s de Presidencia y Relaciones con las Cortes en el Gobierno de Espa?a, y responsable de Justicia durante la presidencia espa?ola del Consejo en la UE, para expresar su ¡°profunda decepci¨®n, y, francamente, indignaci¨®n, en nombre de la ciudadan¨ªa europea ante la falta de voluntad del Consejo para incluir el delito de violaci¨®n por falta de consentimiento en la Directiva¡±.
Para las relatoras de pr¨¢cticamente todo el arco pol¨ªtico ¡ªNathalie Colin-Oesterl¨¦, Pina Picierno, Lucia ?uri? Nicholsonov¨¢, Mar¨ªa Soraya Rodr¨ªguez Ramos, Sylwia Spurek, Diana Riba i Giner, Assita Kanko, Malin Bj?rk y Eugenia Rodr¨ªguez Palop¡ª, esa es una ¡°posici¨®n inaceptable¡±. ¡°No podemos tener una situaci¨®n donde se aplican diferentes est¨¢ndares m¨ªnimos de justicia a las mujeres en toda la Uni¨®n si queremos realmente alcanzar uno de nuestros principios fundacionales: la igualdad entre mujeres y hombres. Para citar a la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, ¡°no puede haber verdadera igualdad sin acabar con la violencia¡±, a?adieron en esa carta enviada el pasado 7 de diciembre, en la que se desped¨ªan pidiendo a Bola?os que ¡°asegure¡± que en esa nueva norma ¡°hist¨®rica¡± se incluya el delito de violaci¨®n bajo el principio del solo s¨ª es s¨ª.
No ha habido una respuesta por parte de Justicia, no oficial, al menos, aunque desde el ministerio apuntan a que el problema ¡°pol¨ªtico y jur¨ªdico¡± por el que varios pa¨ªses han dicho no a esa propuesta se abordar¨¢ este mi¨¦rcoles en el tr¨ªlogo. ¡°Hay una minor¨ªa de bloqueo, pa¨ªses que est¨¢n en contra, fundada en un informe del Consejo, contraria a incluir la violaci¨®n en la directiva. Esa no es la posici¨®n de Espa?a, que ¡°s¨ª est¨¢ a favor¡± y este mi¨¦rcoles, aseguran, ¡°la delegaci¨®n espa?ola hablar¨¢ de ello¡±. Las discusiones se presentan, como m¨ªnimo, largas y duras. Hay mucho en juego, coinciden al menos todas las partes.