La Sala de lo Militar del Supremo absuelve a un cadete de abusos sexuales porque la v¨ªctima no acredit¨® su negativa
El alto tribunal condena a tres a?os de c¨¢rcel a otro alumno de la Academia General de Zaragoza que penetr¨® a la joven sabiendo que ella no consent¨ªa
El consentimiento en las relaciones sexuales vuelve a estar en cuesti¨®n por una sentencia judicial. La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha absuelto a un cadete de la ...
El consentimiento en las relaciones sexuales vuelve a estar en cuesti¨®n por una sentencia judicial. La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha absuelto a un cadete de la Academia General Militar de Zaragoza que particip¨® en un doble abuso sexual con penetraci¨®n a otra alumna del principal centro de formaci¨®n del Ej¨¦rcito de Tierra porque no se ha acreditado que la v¨ªctima le expresara su negativa. En cambio, el otro cadete que particip¨® en el tr¨ªo sexual no consentido ha sido condenado a un total de tres a?os de prisi¨®n, a la prohibici¨®n de acercarse durante el mismo tiempo a la joven y al pago de una indemnizaci¨®n de 15.000 euros. Los hechos tuvieron lugar en las instalaciones del centro docente militar donde actualmente cursa sus estudios la Princesa de Asturias el 23 de abril de 2021, a?o y medio antes de la entrada en vigor de la Ley de Garant¨ªa Integral de la Libertad Sexual, m¨¢s conocida como ley del solo s¨ª es s¨ª, que equipara los delitos de abuso y agresi¨®n sexual y que convierte el consentimiento en el eje del tratamiento de la violencia sexual.
Lo que comenz¨® como un juego sexual acab¨® en un delito de abuso, seg¨²n la sentencia dictada por el alto tribunal el pasado d¨ªa 25. El cadete condenado y su compa?era de primer a?o manten¨ªan una relaci¨®n afectivo-sexual desde el inicio del curso acad¨¦mico 2020-21. En abril de este ¨²ltimo a?o, ¨¦l le propuso abrir la relaci¨®n a otro alumno. La joven, ¡°incr¨¦dula ante tal petici¨®n, realiz¨® una videollamada para cerciorarse de la veracidad de la propuesta¡±; y los tres quedaron en reunirse en un hotel de Zaragoza para mantener un encuentro sexual, prosigue el relato de hechos probados realizado en primera instancia por el Tribunal Militar Territorial de Barcelona.
La cita se fij¨® para el 11 de abril de 2021, pero el d¨ªa anterior la alumna se traslad¨® a la camareta de la academia de Zaragoza donde se encontraban sus dos compa?eros y ¡°mantuvo con ambos de forma consentida sexo oral¡±. Al d¨ªa siguiente, fue a la cita en el hotel, donde tuvo relaciones con su pareja, pero no acudi¨® el tercero, quien se excus¨® alegando ¡°motivos acad¨¦micos¡±, lo que le recrimin¨® ella.
Diez d¨ªas despu¨¦s, al filo de la medianoche, los dos cadetes contactaron con su compa?era para concertar una nueva cita y ella acudi¨® a la camareta donde estaban ¡°al objeto de mantener relaciones sexuales consentidas¡±, desplaz¨¢ndose por la escalera de incendios para no ser sorprendida y abri¨¦ndole la puerta uno de ellos.
Una vez en la camareta, explica la sentencia, se encontr¨® con que dentro hab¨ªa otros seis alumnos, ¡°quienes, de forma directa o indirecta, ten¨ªan conocimiento del motivo de su presencia¡±. Ante este escenario, la joven ¡°comenz¨® a sentirse inc¨®moda¡±, sensaci¨®n que se acrecent¨® porque quien hab¨ªa sido su pareja se estaba afeitando y el otro miembro del tr¨ªo tampoco le hac¨ªa caso, mientras ¡°percib¨ªa que era objeto de comentarios y chanzas por el resto de los presentes¡±. ¡°T¨ªa qu¨¦ verg¨¹enza, lo estoy pasando fatal, se est¨¢n riendo de m¨ª un poco¡±, escribi¨® en un WhatsApp a una compa?era.
¡°Ese ambiente provoc¨® que tomara la determinaci¨®n de no mantener esa noche relaci¨®n sexual de ning¨²n tipo¡±, prosigue la sentencia. Cuando su expareja le prest¨® atenci¨®n, despu¨¦s de que le hubiera advertido de que se marchar¨ªa, le comunic¨® que ¡°en ese momento no quer¨ªa hacer nada¡±. Pese a ello, ¨¦l la tom¨® del brazo y, ¡°sin necesidad de emplear fuerza alguna¡±, la llev¨® a la zona de dormitorios. ¡°Ella le manifest¨® que se quer¨ªa ir. Sin embargo, ¨¦l hizo caso omiso de sus palabras y le dijo que, ya que estaba all¨ª, hiciera aquello para lo que hab¨ªa venido. Ella volvi¨® a insistir en que no quer¨ªa hacer nada, que no le apetec¨ªa. ?l, despreciando en todo momento la voluntad expresada por ella, la llev¨® a la zona de duchas. All¨ª, [ella] le volvi¨® a manifestar que no quer¨ªa, que le daba corte¡±.
Fue entonces cuando apareci¨® el segundo cadete, quien ¡°cerr¨® la puerta y apag¨® la luz, momento en que ella entr¨® en estado de bloqueo y desconcierto, que imposibilit¨® ning¨²n tipo de reacci¨®n, adoptando una actitud de sometimiento y pasividad y abstray¨¦ndose de todo lo que suced¨ªa a su alrededor¡±. Los dos hombres la introdujeron en una de las duchas y comenzaron a desnudarla, ¡°manteniendo con la v¨ªctima relaciones sexuales de forma sucesiva, siendo penetrada vaginalmente en primer lugar por uno y luego por otro. Durante todo el suceso, permaneci¨® paralizada, bloqueada e inerme, sin llevar a cabo reacci¨®n alguna¡±. A continuaci¨®n, los dos cadetes se ducharon y se marcharon, dejando a la joven ¡°sola y desnuda en la ducha¡±. ¡°Hicieron conmigo lo que quisieron, me trataron como un trozo de carne, como una puta, como un juguete¡±, declar¨® la v¨ªctima. ¡°Nos la hemos follado, a esa que es una guarra¡±, asegura que oy¨® decir a los dos acusados otra alumna del centro militar.
El tribunal basa su sentencia en el relato de la alumna, que considera consistente, coherente y sostenido a lo largo de todo el procedimiento, pero tambi¨¦n en los informes psicol¨®gicos y en las declaraciones de sus compa?eras de camareta, a las que cont¨® lo sucedido y quienes, tras observar que ¡°pasaba las noches llorando y muy triste, cuando normalmente era risue?a y de buen ¨¢nimo¡±, la animaron a denunciar los hechos, a lo que ella se resisti¨® inicialmente. A la ma?ana siguiente, fue a hablar con su expareja, ¡°para recriminarle lo que hab¨ªa hecho con ella e indicarle que la pr¨®xima vez que quedara con alguna chica se asegurase de que contaba con su consentimiento¡±. El cadete, agrega la sentencia, ¡°le pidi¨® perd¨®n¡± y durante ese d¨ªa y los siguientes intercambiaron mensajes en los que ella le reprochaba no haber tenido en cuenta su voluntad. (¡°?No ves que no quer¨ªa? Que no me hiciste caso, co?o¡±, le escribi¨®). El 2 de mayo, los dos acusados contaron a la capit¨¢n al mando de su secci¨®n que hab¨ªan tenido relaciones sexuales con la cadete, ¡°que pod¨ªan ser no consentidas y que pensaban que iba a dar parte de ellos¡±.
El exnovio de la joven ha sido condenado a cuatro meses de prisi¨®n por un delito del C¨®digo Penal Militar contra los derechos y libertades de los militares y a dos a?os y ocho meses por otro de abuso sexual del C¨®digo Penal com¨²n anterior a la reforma de la Ley del Solo s¨ª es s¨ª, agravado al existir penetraci¨®n, pero con las atenuantes de confesi¨®n y reparaci¨®n del da?o, ya que deposit¨® los 15.000 euros de indemnizaci¨®n.
En cambio, el otro cadete ha sido absuelto porque, en el juicio, la joven ¡°mostr¨® dudas en relaci¨®n a si le hab¨ªa transmitido su negativa a mantener relaciones sexuales¡± y, concluye el tribunal, ¡°no se ha probado la revocaci¨®n del consentimiento inicial¡± con el que supuestamente contaba. El Supremo ha avalado el principio de in dubio pro reo (ante la duda, en favor del acusado) y no ha atendido el argumento de la abogada de la alumna: ¡°Con independencia de que se pueda llegar a afirmar que existen dudas sobre la expresa negativa de la v¨ªctima a mantener relaciones sexuales; es evidente que no manifest¨® lo contrario: es decir, no dijo que s¨ª quer¨ªa mantener relaciones¡±. Por el contrario, el abogado del cadete absuelto, Antonio Su¨¢rez-Vald¨¦s, cree que ¡°no se acredit¨® la negativa a mantener relaciones, dada la falta de transmisi¨®n de ning¨²n tipo de negativa por parte de la mujer y los antecedentes del caso¡±; mientras que al condenado se le ha aplicado retroactivamente, en su opini¨®n, la ley del solo s¨ª es s¨ª y se le ha exigido acreditar que hubo consentimiento.