La reforma de la ¡®ley del solo s¨ª es s¨ª¡¯: un cambio para subir el castigo en futuras agresiones que no impedir¨¢ rebajas de pena en las ya cometidas
El texto impulsado por los socialistas supone volver al marco penal anterior de la norma, pero no toca el consentimiento
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La ley de libertad sexual afronta su primera reforma cuando lleva poco m¨¢s de seis meses en vigor. Los cambios en la conocida como ley del solo s¨ª es s¨ª no servir¨¢n para taponar el goteo de rebajas de penas y excarcelaciones acordados por los tribunales en aplicaci¨®n de la nueva norma, que al unir en un solo delito lo que antes eran dos ¡ªlos abusos y las agresiones sexuales¡ª rebaj¨® la pena m¨ªnima y m¨¢xima prevista para algunos supuestos. La reforma, que recoge esencialmente la propuesta registrada en febrero por el PSOE y que se votar¨¢ este jueves en el Congreso, no se aplicar¨¢ a las agresiones ya cometidas, pero s¨ª implicar¨¢ elevar las penas de las que se cometan en el futuro cuando medie violencia, intimidaci¨®n o la v¨ªctima tenga anulada por cualquier causa su voluntad (lo que penaliza, por ejemplo, las agresiones bajo sumisi¨®n qu¨ªmica), los tres supuestos en los que el texto impulsado por los socialistas agrava el castigo y recupera el marco penal anterior a la ley del solo s¨ª es s¨ª.
La iniciativa del PSOE ha ahondado la brecha con sus socios de Podemos, para quienes distinguir con una pena m¨¢s elevada las agresiones sexuales con violencia o intimidaci¨®n implica establecer de nuevo distintas categor¨ªas de agresiones. Una de las novedades de la ley de libertad sexual es que define por primera vez qu¨¦ se entiende por consentimiento en un acto sexual: ¡°S¨®lo se entender¨¢ que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atenci¨®n a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona¡±. Antes de la entrada en vigor de esta norma, el consentimiento era tambi¨¦n el elemento que determinaba si hab¨ªa o no delito, pero el delito del que se tratara depend¨ªa del medio utilizado para cometerlo: si no se hab¨ªa empleado violencia ni intimidaci¨®n se consideraba abuso (con una pena m¨¢s suave) y si s¨ª mediaba violencia o intimidaci¨®n, agresi¨®n.
La propuesta socialista no toca la definici¨®n del consentimiento, pero s¨ª introduce en el tipo penal que define este delito un nuevo subtipo para las agresiones con violencia, intimidaci¨®n o sobre una v¨ªctima con la voluntad anulada. Esto, seg¨²n las responsables del Ministerio de Igualdad, ¡°desplaza¡± al consentimiento como ¨²nico elemento definitorio de las agresiones sexuales y obligar¨¢ a la v¨ªctima a enfrentarse a duros interrogatorios para probar la gravedad del ataque. Los socialistas rechazan esta interpretaci¨®n y aseguran que su propuesta no cambia nada en ese sentido, porque para determinar la pena con la ley del solo s¨ª es s¨ª tambi¨¦n deben probarse todas las circunstancias que rodearon la agresi¨®n, incluida la existencia de violencia o intimidaci¨®n.
El texto registrado por los socialistas deja intacta la pena (entre uno y cuatro a?os de c¨¢rcel) para el tipo b¨¢sico de agresi¨®n, recogido en el art¨ªculo 178 del C¨®digo Penal, pero incorpora un subtipo agravado (art¨ªculo 178.3) que dice as¨ª: ¡°Si la agresi¨®n se hubiera cometido empleando violencia, intimidaci¨®n o sobre una v¨ªctima que tenga anulada por cualquier causa su voluntad, su responsable ser¨¢ castigado con la pena de uno a cinco a?os de prisi¨®n¡±. Este mismo ajuste se aplica en las agresiones con penetraci¨®n, reguladas en el art¨ªculo 179. La ley de libertad sexual redujo en dos a?os la pena m¨ªnima para estos supuestos ¡ªque pas¨® de seis a cuatro¡ª para dar cabida a los antiguos abusos. La reforma del PSOE lo mantiene, pero crea una modalidad agravada que sube el castigo m¨ªnimo a seis a?os cuando exista violencia, intimidaci¨®n o se act¨²e sobre una v¨ªctima con la voluntad anulada. La pena m¨¢xima, de 12 a?os, no se toca. Tambi¨¦n se incrementa el castigo en las agresiones a menores para volver al escenario anterior, lo que supone elevar las m¨ªnimas en unos supuestos y las m¨¢ximas en otros.
Los socialistas rechazaron la propuesta de reforma presentada in extremis por Unidad Podemos, que pretend¨ªa considerar la violencia y la intimidaci¨®n como circunstancias agravantes de la agresi¨®n, pero s¨ª han aceptado algunas enmiendas, de car¨¢cter eminentemente t¨¦cnico, registradas por el PP, cuyo voto era necesario para sacar adelante el nuevo texto. La principal corrige la destipificaci¨®n que la ley del solo s¨ª es s¨ª introdujo por error de la ¡°distribuci¨®n o difusi¨®n p¨²blica a trav¨¦s de Internet, del tel¨¦fono o de cualquier otra tecnolog¨ªa de la informaci¨®n o de la comunicaci¨®n de contenidos espec¨ªficamente destinados a promover, incitar o fomentar la comisi¨®n de delitos de agresiones sexuales cuando se trate de menores de 16 a?os¡±.
Desde que el PSOE registr¨® su propuesta, los populares han insistido en que el texto copia el presentado por este partido en diciembre pasado, ante lo que los socialistas defienden que la reforma que ahora se va a aprobar fue enviada a Podemos para intentar negociar un acuerdo d¨ªas ante de que el PP difundiera la suya. El texto del PSOE coincide en parte con la propuesta que present¨® el Partido Popular, que tambi¨¦n abogaba por volver a las penas anteriores a la ley del solo s¨ª es s¨ª para las agresiones con violencia o intimidaci¨®n. No obstante, ambos textos presentan algunas diferencias, como que el de los populares dejaba fuera de este subtipo b¨¢sico agravado los casos cometidos sobre v¨ªctimas que tengan anulada por cualquier raz¨®n su voluntad; o no consideraba la violencia como un elemento que siempre implica que un acto sexual sea una agresi¨®n (aunque haya consentimiento), un aspecto que introdujo la ley del solo s¨ª es s¨ª y que mantiene el texto que se vota este jueves en el Congreso.
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