¡®Menuda casta?a¡¯: cuando la pr¨®stata avisa
La hiperplasia benigna de pr¨®stata (HBP), que afecta a millones de varones a partir de los 50 a?os, es la dolencia m¨¢s com¨²n de esta gl¨¢ndula con forma de casta?a. Empresas punteras de tecnolog¨ªa sanitaria dise?an nuevas t¨¦cnicas quir¨²rgicas, cada vez m¨¢s eficaces y menos invasiva
Son casi las cuatro y cuarto de la madrugada. S¨ª, otra vez; ya est¨¢ aqu¨ª de nuevo esa sensaci¨®n punzante, de urgencia, que saca repentinamente a ?lvaro de su sue?o. Y ya van tres en esta noche. Todav¨ªa somnoliento, pero sin perder un segundo, retira las s¨¢banas, se incorpora y se dirige a toda prisa al cuarto de ba?o. ¡°Ya, por fin; esta vez he llegado a tiempo¡±, piensa, mientras el vaciado de la vejiga le proporciona un alivio instant¨¢neo. Pero ahora le asalta la pregunta de siempre: ¡°?A qu¨¦ hora me tocar¨¢ despertarme de nuevo esta noche para correr otra vez al ba?o?¡±
Como ?lvaro, millones de espa?oles sufren los efectos de la hiperplasia benigna de pr¨®stata (HBP), una dolencia que, sin ser grave, s¨ª interfiere de manera importante en el d¨ªa a d¨ªa de los afectados y en su calidad de vida. Adem¨¢s de por la necesidad frecuente y urgente de orinar, tanto de d¨ªa como de noche, tambi¨¦n se manifiesta de otras formas. Las m¨¢s comunes son la dificultad o la demora en la micci¨®n, un chorro de orina d¨¦bil, lento o intermitente, escozor a la hora de ir al ba?o, y la sensaci¨®n de no vaciar totalmente la vejiga. Una aut¨¦ntica molestia, que puede ser muy incapacitante en la vida social y laboral por las repetidas y apremiantes visitas al inodoro.
Estrechamiento del canal
La pr¨®stata es una gl¨¢ndula del tama?o y la forma de una casta?a que contribuye a la producci¨®n del semen. Situada debajo de la vejiga, rodea parte de la uretra. La HBP se produce cuando la pr¨®stata aumenta de tama?o: de esta manera ejerce presi¨®n sobre la uretra, estrechando su canal y dificultando, en consecuencia, la micci¨®n.
El crecimiento de la pr¨®stata es un fen¨®meno natural que avanza con la edad y no debe confundirse con el c¨¢ncer prost¨¢tico. ¡°La hiperplasia benigna de pr¨®stata es una enfermedad cr¨®nica benigna progresiva que se desarrolla en los varones a partir de los 45-50 a?os¡±, explica Alberto Bud¨ªa Alba, jefe del Servicio de Urolog¨ªa del Hospital La Fe, de Valencia. La causa no es del todo conocida: ¡°Se debe a fen¨®menos en la propia gl¨¢ndula, en la que la forma activa de la testosterona produce su crecimiento progresivo¡±, contin¨²a el especialista. ¡°Afecta al 60% de los pacientes mayores de 60 a?os y da lugar a s¨ªntomas urinarios en m¨¢s del 40% de los pacientes de esta edad¡±. Como ocurre con otras dolencias asintom¨¢ticas en sus fases iniciales, la HBP avanza en silencio y no alerta al afectado hasta que se producen esas manifestaciones tan inc¨®modas.
Esta dolencia afecta al 60% de los pacientes mayores de 60 a?os y da lugar a s¨ªntomas urinarios en m¨¢s del 40% de los pacientes de esta edadAlberto Bud¨ªa Alba, jefe del Servicio de Urolog¨ªa del Hospital La Fe, de Valencia
Revisi¨®n a partir de los 50 a?os
Por ello es tan importante la prevenci¨®n. A partir de los 50 a?os resulta recomendable una revisi¨®n anual, y ante la aparici¨®n de s¨ªntomas debe acudirse al ur¨®logo. ¡°Los principales factores de riesgo son la ausencia de actividad f¨ªsica, una dieta baja en verduras, la edad y factores hereditarios. La mejor prevenci¨®n es una dieta saludable basada en fruta y verdura, evitar el sobrepeso y un h¨¢bito deportivo regular¡±, recomienda el doctor Bud¨ªa Alba.
Una vez realizado el diagn¨®stico la primera opci¨®n terap¨¦utica, si est¨¢ indicada, suele ser farmacol¨®gica. ¡°Los medicamentos m¨¢s utilizados son los alfa-bloqueantes, que tienen como objetivo relajar la musculatura de la pr¨®stata y disminuir la obstrucci¨®n de la vejiga, con lo que mejoran los s¨ªntomas y el flujo urinario¡±, explica Iv¨¢n Povo Mart¨ªn, ur¨®logo del Hospital General de Valencia. Como se?ala este especialista, existe un gran arsenal de f¨¢rmacos: unos reducen el tama?o prost¨¢tico, con lo que mejoran los s¨ªntomas, aumentan el flujo urinario y previenen la progresi¨®n de la enfermedad. Otros relajan la musculatura vesical y est¨¢n indicados en ciertos pacientes con s¨ªntomas de urgencia, frecuencia e incontinencia. Tambi¨¦n est¨¢n los inhibidores de la fosfodiesterasa 5, f¨¢rmacos habitualmente utilizados en la disfunci¨®n er¨¦ctil, cuya toma diaria a dosis bajas puede mejorar los s¨ªntomas urinarios.
Pero, en ocasiones, los f¨¢rmacos pueden producir efectos secundarios ©¤disfunci¨®n er¨¦ctil, eyaculaci¨®n retr¨®grada, estre?imiento, sequedad de boca e hipotensi¨®n©¤ que impiden a algunos pacientes optar por dichos tratamientos. ¡°Tambi¨¦n se utilizan extractos de plantas: de eficacia limitada pero con escasos efectos secundarios, algunos de estos productos han demostrado mejor¨ªa del flujo urinario y disminuci¨®n del n¨²mero de micciones nocturnas¡±, precisa el doctor Povo Mart¨ªn.
Los medicamentos m¨¢s utilizados son los alfa-bloqueantes, que tienen como objetivo relajar la musculatura de la pr¨®stata y disminuir la obstrucci¨®n de la vejiga, con lo que mejoran los s¨ªntomas y el flujo urinarioIv¨¢n Povo Mart¨ªn, ur¨®logo del Hospital General de Valencia
Pasar por el quir¨®fano
Cuando la hiperplasia benigna de pr¨®stata est¨¢ m¨¢s avanzada, la mejor opci¨®n suele ser acudir al quir¨®fano para aumentar el caudal de la uretra. Afortunadamente, las cirug¨ªas son cada vez menos agresivas y existe una variedad de opciones: desde la m¨¢s tradicional resecci¨®n transuretral de pr¨®stata ©¤t¨¦cnica endosc¨®pica que recorta el tejido que obstruye el canal©¤ a t¨¦cnicas con l¨¢ser, como la vaporizaci¨®n o enucleaci¨®n.
Hoy se dispone de cirug¨ªas a¨²n menos invasivas: ¡°La t¨¦cnica quir¨²rgica de la elevaci¨®n prost¨¢tica consiste en la colocaci¨®n de varios implantes permanentes a nivel de la uretra prost¨¢tica que retraen los l¨®bulos prost¨¢ticos en el punto en el que producen la obstrucci¨®n¡±, detalla el doctor Povo Mart¨ªn. ¡°De esta forma se consigue mejorar los s¨ªntomas miccionales, el flujo urinario y la calidad de vida del paciente. Adem¨¢s, tiene importantes ventajas frente a las cirug¨ªas cl¨¢sicas: no se necesitan ni ingreso ni sondaje, hay menos complicaciones postoperatorias y se preserva la eyaculaci¨®n¡±.
Esta t¨¦cnica quir¨²rgica se realiza sin incisiones, a trav¨¦s de la uretra, y no precisa anestesia general. Permite abrir la uretra para que la orina pueda volver a fluir con facilidad desde la vejiga al exterior. El paciente puede irse a casa el mismo d¨ªa de la intervenci¨®n, y la mejor¨ªa de los s¨ªntomas suele ser inmediata, con lo que permite una reincorporaci¨®n precoz a su vida habitual.
Este procedimiento debut¨® en Australia a mediados de la d¨¦cada del 2000 y se implant¨® en Estados Unidos en 2015. Mas de medio mill¨®n de pacientes han sido tratados con ¨¦l en el mundo. Toda una esperanza para los afectados por la HBP, que podr¨¢n ir al ba?o sin carreras. Y tambi¨¦n dormir la noche entera de un tir¨®n.
?C¨®mo se diagnostica la HBP?
El diagnóstico de la hiperplasia benigna de próstata es sencillo y se basa en una serie de exploraciones básicas, como detalla el doctor Budía Alba: “En función de los parámetros de sintomatología miccional, volumen prostático, grado de obstrucción y PSA (antígeno específico prostático), se elige la mejor opción terapéutica, bien médica o quirúrgica”. Estas son las pautas a seguir, según este especialista.
Anamnesis. Evaluación de la historia clínica mediante una encuesta estructurada sobre calidad de vida y síntomas relacionados (frecuencia miccional diurna y nocturna, fuerza del chorro y si se interrumpe o no, sensación de vaciado completo, imperiosidad miccional y dificultad para iniciarla). En función de la puntuación, la sintomatología se clasifica como leve, moderada o grave.
Exploración física. Exploración de los genitales externos, así como un tacto rectal (palpación digital de la próstata) para obtener información sobre tamaño y consistencia o la presencia de nódulos sospechosos de malignidad.
Analítica sanguínea. Evalúa la función renal y otros parámetros generales. Se complementa con la determinación sérica del PSA, que informa sobre la necesidad o no de realizar un estudio para descartar un cáncer de próstata.
Ecografía urinaria. Permite descartar una patología vesical que pudiera justificar la clínica miccional. Determina el volumen prostático, un dato esencial para seleccionar el tratamiento indicado, y mide también el residuo postmiccional (cantidad de orina no evacuada). Habitualmente la ecografía se complementa con una flujometría que mide la fuerza del chorro y relaciona el volumen de la micción con el tiempo de expulsión.