Portugal y Espa?a revisan la gesti¨®n del agua en los r¨ªos Tajo y Guadiana
El acuerdo se produce 25 a?os despu¨¦s del Convenio de Albufeira para resolver poblemas como las captaciones ilegales para riego agr¨ªcola o la salinizaci¨®n de los estuarios
El Convenio de Albufeira, firmado hace 25 a?os, estableci¨® por vez primera los compromisos de Espa?a y Portugal para gestionar los cinco r¨ªos que comparten (Mi?o, Lima, Duero, Tajo y Guadiana). Pero hace 25 a?os no se pod¨ªa prever ni la frecuencia de las sequ¨ªas ni los grandes consumos de agua asociados al desarrollo de la agricultura y el turismo que se dar¨ªan a ambos lados de la frontera. En la pr¨®xima cumbre ib¨¦rica que los Gobiernos de ambos pa¨ªses cele...
El Convenio de Albufeira, firmado hace 25 a?os, estableci¨® por vez primera los compromisos de Espa?a y Portugal para gestionar los cinco r¨ªos que comparten (Mi?o, Lima, Duero, Tajo y Guadiana). Pero hace 25 a?os no se pod¨ªa prever ni la frecuencia de las sequ¨ªas ni los grandes consumos de agua asociados al desarrollo de la agricultura y el turismo que se dar¨ªan a ambos lados de la frontera. En la pr¨®xima cumbre ib¨¦rica que los Gobiernos de ambos pa¨ªses celebran este mi¨¦rcoles en Faro, en el Algarve, est¨¢ prevista la firma de un nuevo acuerdo que se centrar¨¢, sobre todo, en los r¨ªos Tajo y Guadiana. Ambos Gobiernos se han inclinado por negociar un acuerdo sin entrar en la revisi¨®n del convenio, que dilatar¨ªa m¨¢s el procedimiento y su puesta en pr¨¢ctica.
Uno de los temas pol¨¦micos que se prev¨¦ zanjar a nivel institucional es la compensaci¨®n econ¨®mica de los agricultores espa?oles por la captaci¨®n de agua en el embalse del Alqueva, situado en el Alentejo a poca distancia de la frontera y considerado el lago artificial m¨¢s extenso de Europa con sus 250 kil¨®metros cuadrados. ¡°Los usuarios espa?oles comenzar¨¢n a pagar lo mismo que los portugueses¡±, inform¨® la ministra lusa de Medio Ambiente, Gra?a Carvalho, hace unas semanas, despu¨¦s de anunciar un compromiso con la vicepresidenta espa?ola y ministra para la Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera. Portugal no logr¨® compensaciones retroactivas por una pr¨¢ctica que, sostienen, se ha desarrollado durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, cuyo coste hab¨ªan evaluado en 40 millones de euros por el consumo ilegal de 50 millones de metros c¨²bicos anuales.
Pero el Gobierno espa?ol desestim¨® una indemnizaci¨®n retroactiva y se ha centrado en aclarar los t¨¦rminos para el futuro. En la rueda de prensa celebrada a finales de septiembre, la vicepresidenta Teresa Ribera se?al¨® que la compensaci¨®n reclamaba ¡°algo que hasta ahora no existe, no solo el recorrido hist¨®rico de quienes eran los beneficiarios del agua, que pueden haber cambiado en 40 a?os, tambi¨¦n la manera de medir el volumen¡±. Del lado portugu¨¦s se estima el coste del consumo espa?ol en dos millones de euros al a?o, que tendr¨ªan que abonar a partir de ahora los agricultores andaluces y extreme?os que recurren al agua del Alqueva, en la cuenca hidrogr¨¢fica del Guadiana.
La otra cuenca hidrogr¨¢fica que ha acaparado las negociaciones es la del Tajo. En Portugal, tanto ecologistas como especialistas llevan tiempo reclamando la fijaci¨®n de caudales ecol¨®gicos en el r¨ªo. A comienzos de septiembre una treintena de organizaciones exigieron la publicaci¨®n de los t¨¦rminos del acuerdo entre ambas ministras, pero lo cierto es que, a pocas horas de la cumbre, todav¨ªa hay flecos pendientes. De hecho, est¨¢ previsto que Teresa Ribera se desplace un d¨ªa antes de la cumbre a Lisboa para cerrar la negociaci¨®n con su hom¨®loga portuguesa.
El tratado internacional firmado en 1998 por el entonces primer ministro luso Ant¨®nio Guterres y el presidente espa?ol Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar contemplaba caudales m¨ªnimos para cada r¨ªo compartido, pero no caudales ecol¨®gicos que fueron introducidos por mandato comunitario dos a?os m¨¢s tarde. Espa?a y Portugal establecieron en 2008 unos nuevos indicadores temporales para los caudales m¨ªnimos, pero siguieron pendientes los ecol¨®gicos, que garantizan el nivel de agua necesaria para que se desarrollen los ecosistemas fluviales. Del lado luso se reprocha que Espa?a puede cortar las aportaciones de agua durante d¨ªas y luego realizarlas de golpe, una pr¨¢ctica que perturba los ecosistemas del r¨ªo y altera los estuarios al favorecer la salinizaci¨®n en los periodos de escasez de agua fluvial.
Este a?o el Movimiento por el Tajo (ProTejo) ha presentado una queja ante la Comisi¨®n Europa contra Espa?a y Portugal al considerar que incumplen la directiva cuadro del agua por no aplicar los caudales ecol¨®gicos en el r¨ªo y seguir aplicando ¡°un r¨¦gimen obsoleto de caudales m¨ªnimos del Convenio de Albufeira, fijados de modo pol¨ªtico y administrativo hace m¨¢s de dos d¨¦cadas¡±.