Reforma de Muface: el Gobierno estudia que los funcionarios elijan ¡°de una vez y para siempre¡± si quieren cobertura sanitaria p¨²blica o privada
Funci¨®n P¨²blica planea un cambio hist¨®rico para garantizar la sostenibilidad del modelo que prev¨¦ poner fin a que la decisi¨®n pueda hacerse cada a?o y sea reversible
El Gobierno central estudia emprender una reforma hist¨®rica de Muface, la mutualidad de funcionarios responsable de la asistencia m¨¦dica a 1,52 millones de empelados p¨²blicos y sus familias, para lograr una salida a la crisis que azota a un modelo con casi medio siglo de historia, seg¨²n han confirmado a EL PA?S fuentes del Ministerio de Transformaci¨®n Digital y Funci¨®n P¨²blica.
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El Gobierno central estudia emprender una reforma hist¨®rica de Muface, la mutualidad de funcionarios responsable de la asistencia m¨¦dica a 1,52 millones de empelados p¨²blicos y sus familias, para lograr una salida a la crisis que azota a un modelo con casi medio siglo de historia, seg¨²n han confirmado a EL PA?S fuentes del Ministerio de Transformaci¨®n Digital y Funci¨®n P¨²blica.
El cambio m¨¢s importante que est¨¢ sobre la mesa afectar¨ªa a uno de los pilares del actual sistema: la libre elecci¨®n que cada a?o pueden hacer los beneficiarios entre ser atendidos en la sanidad privada o la p¨²blica. Una decisi¨®n que, adem¨¢s, es reversible, de manera que tras estar un tiempo en el sistema p¨²blico, los mutualistas pueden volver al privado (o a la inversa).
¡°La idea que se baraja implicar¨ªa que todos los empleados p¨²blicos de los colectivos ahora cubiertos por el mutualismo podr¨¢n elegir estar en el r¨¦gimen com¨²n [como el resto de los trabajadores, con sanidad p¨²blica] o en el r¨¦gimen especial [de Muface y con sanidad privada]. La elecci¨®n se har¨ªa de una vez y para siempre¡±, explican estas fuentes, que piden el anonimato al hallarse el proceso a¨²n en fase de estudio y con partes clave por definir.
La negativa de Adeslas, Asisa y DKV, las tres aseguradoras m¨¦dicas privadas que ahora prestan el servicio a 1,06 millones de beneficiarios del sistema ¡ªel resto ha elegido ser atendidos por la sanidad p¨²blica¡ª, a presentarse al nuevo convenio para los a?os 2025 y 2026 ha convencido a los responsables de la mutualidad de que ha llegado el momento de revisar un sistema controvertido y que no existe en ning¨²n otro pa¨ªs del entorno europeo.
Es por ello que los responsables de Funci¨®n P¨²blica tienen claras dos ideas clave. ¡°La primera es que hay que lanzar un mensaje de tranquilidad para los mutualistas. El actual convenio sigue vigente hasta el 31 de enero y hay tiempo para una segunda licitaci¨®n que concluya con ¨¦xito. La Ley de Contrataci¨®n del Sector P¨²blico prev¨¦ varios mecanismos que, en cualquier caso, garantizan la asistencia en las mismas condiciones hasta que el concierto sea sustituido por otro¡±, explican fuentes de Funci¨®n P¨²blica.
La segunda es que ¡°el hecho de que el concierto haya quedado desierto a pesar de prever el mayor incremento de las primas de la historia, el 17,4%, evidencia que es inaplazable la reformulaci¨®n del sistema para acabar con la incertidumbre, garantizar su viabilidad y tener las herramientas que permitan planificar de forma adecuada su financiaci¨®n¡±.
La necesidad de planificar es uno de los argumentos de peso que llevan a plantear poner fin a la opci¨®n de elegir cada a?o si se quiere acudir a la sanidad p¨²blica o la privada. ¡°Una vez que los actuales beneficiarios hayan optado de forma voluntaria por el r¨¦gimen com¨²n o el r¨¦gimen especial, ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil planificar las fuentes de ingresos del sistema. Se dispondr¨¢ de una foto fija que permitir¨¢ saber cuantos empleados quieren estar en el sistema especial [con sanidad privada] y, por tanto, as¨ª se podr¨¢n tomar decisiones m¨¢s precisas sobre c¨®mo financiarlo¡±, a?aden estas fuentes.
En este sentido, hay que tener en cuenta dos factores. El primero es la gran heterogeneidad existente en relaci¨®n a Muface entre los empleados p¨²blicos, popularmente conocidos como ¡°funcionarios¡± aunque no todos en realidad lo sean formalmente. Por ejemplo, la mutualidad da cobertura a los funcionarios de la Administraci¨®n General del Estado, docentes y polic¨ªas, entre otros grupos. Pero no la da a grupos como los cuerpos superiores de interventores y auditores de la Administraci¨®n de la Seguridad Social, el personal investigador cient¨ªfico de organismos p¨²blicos, miembros del cuerpo superior de t¨¦cnicos de tr¨¢fico, el personal de Administraci¨®n y servicios de las universidades, o trabajadores de varios organismos aut¨®nomos.
El segundo elemento importante es que el n¨²mero de nuevos funcionarios que se incorporan a Muface cada a?o es relativamente peque?o en relaci¨®n al total de los mutualistas. Esto hace que esta ¡°foto fija¡± que quedar¨ªa despu¨¦s de la elecci¨®n de todo el colectivo por la sanidad p¨²blica o privada cambiar¨ªa poco cada a?o en t¨¦rminos relativos. En 2023, por ejemplo, entraron en Muface 62.500 personas ¡ªun 4,1% del total de 1,52 millones de beneficiarios¡ª, aunque en realidad la mitad de ellos eran por procesos de estabilizaci¨®n del personal de ense?anza no universitaria (ENU).
Si el objetivo de esta medida es blindar los ingresos del sistema con una buena planificaci¨®n, los responsables de Funci¨®n P¨²blica tambi¨¦n han puesto el foco en los gastos. En este sentido, el ministerio aguarda que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) publique un informe sobre Muface, lo que est¨¢ previsto que sea a finales de a?o, que analizar¨¢ con detalle esta partida.
¡°A la espera del texto para tener toda la informaci¨®n, existen algunas v¨ªas de mejora de la de eficiencia que pasar¨ªan por la extensi¨®n de la implantaci¨®n de la receta electr¨®nica [algo en lo que se ha avanzado mucho m¨¢s en la sanidad p¨²blica] porque previene la sobre prescripci¨®n. Tambi¨¦n se estudiar¨ªa la posibilidad de hacer una compra centralizada de f¨¢rmacos, as¨ª como la mejora y ampliaci¨®n de controles sobre consumos excesivos de ciertos medicamentos, como los psicotr¨®picos, entre otras medidas¡±, apuntan las fuentes consultadas.
Las oficinas de farmacia facturaron en 2023 un total de 29 millones de recetas, con un gasto para Muface de 340,8 millones de euros en 2023. Esto ha supuesto un aumento del 5,32% respecto al a?o anterior, un porcentaje que supera el incremento del 4,93% registrado en ese mismo apartado de la sanidad p¨²blica, seg¨²n datos del Ministerio de Hacienda.
Sobre la nueva licitaci¨®n que prepara Funci¨®n P¨²blica, tambi¨¦n van a producirse cambios de calado hacia una mayor transparencia. Las empresas aseguradoras reclaman un incremento de hasta el 40% en las primas porque aseguran que el sistema est¨¢ infrafinanciado, aunque en realidad los ¨²ltimos datos revelan que son m¨¢s bien variables demogr¨¢ficas y sociol¨®gicas ¡ªel envejecimiento de los mutualistas y la huida hacia la sanidad privada de los nuevos funcionarios, m¨¢s j¨®venes y, por tanto, con menos gasto¡ª las que han conducido a la crisis actual.
¡°Necesitamos disponer de mayor informaci¨®n sobre c¨®mo se establece el precio de las primas por grupos de edad de los beneficiarios para poder tomar con m¨¢s evidencias las decisiones oportunas. En este sentido, la Ley de Contratos del Sector P¨²blico prev¨¦ mecanismos que permiten solicitar esta informaci¨®n y la situaci¨®n actual lo hace aconsejable para alcanzar una mayor transparencia de cara a la segunda licitaci¨®n del convenio que est¨¢ en preparaci¨®n¡±, afirman las fuentes de Funci¨®n P¨²blica.
Poner fin a la elecci¨®n anual entre sanidad p¨²blica y privada, con la posibilidad de que esta sea reversible, pondr¨ªa fin a una de las controversias que rodea al modelo desde hace a?os. Estudios publicados revelan que las aseguradoras privadas realizan una selecci¨®n de riesgos, por la que aquellos enfermos con un estado de salud m¨¢s delicado y que requieren tratamientos m¨¢s complejos y caros tienden a ser derivados a la sanidad p¨²blica, mientras que se quedan en la privada los m¨¢s sanos y que menos gasto ocasionan.