El Papa Francisco ataca la gentrificaci¨®n de las ciudades y ¡°la subida de alquileres sin control estatal¡±
El nuevo libro de Francisco censura que se usen los t¨¦rminos ¡°invasi¨®n y emergencia¡± al hablar de migrantes ¡°como caballitos de batalla de unos pocos¡± para buscar beneficios electorales
El nuevo libro que el papa Francisco publica hoy, La esperanza no defrauda nunca (Ediciones Mensajero), es una serie de reflexiones pol¨ªticas y sociales que tocan multitud de temas. Seg¨²n adelant¨® EL PA?S, en un extracto publicado este domingo, uno de los pasajes m¨¢s relevantes y que tuvo mayor eco en Italia es su llamada a investigar si en Gaza se est¨¢ produciendo un genocidio, que ha ocasionado una r¨¦plica de la...
El nuevo libro que el papa Francisco publica hoy, La esperanza no defrauda nunca (Ediciones Mensajero), es una serie de reflexiones pol¨ªticas y sociales que tocan multitud de temas. Seg¨²n adelant¨® EL PA?S, en un extracto publicado este domingo, uno de los pasajes m¨¢s relevantes y que tuvo mayor eco en Italia es su llamada a investigar si en Gaza se est¨¢ produciendo un genocidio, que ha ocasionado una r¨¦plica de la embajada de Israel ante la Santa Sede. Pero hay otras consideraciones novedosas. Por ejemplo, su ataque frontal a la gentrificaci¨®n de las ciudades y al acuciante problema de la vivienda, tambi¨¦n ya en las clases medias: ¡°Las fuerzas del mercado transforman en espacios de lujo para pocos lo que antes eran verdaderas comunidades para todos¡±. A?ade que una de las formas ¡°m¨¢s sutiles¡± de ¡°desplazamientos forzosos¡± de familias que siempre han vivido en un barrio es ¡°la subida de alquileres sin control estatal, que en nombre de una supuesta libertad de mercado deja desamparadas a millones de personas¡±.
El Papa hace estas afirmaciones en el marco de una reflexi¨®n m¨¢s amplia sobre ¡°un capitalismo cada vez m¨¢s salvaje¡± que busca ¡°empoderar a un individualismo exacerbado¡±, donde prima el ego¨ªsmo personal, la falta de perspectivas (¡°Vivimos en el presente perpetuo del selfi¡±) y el ¡°descarte¡± de los m¨¢s d¨¦biles. Es, una vez m¨¢s, el Papa con un discurso m¨¢s de izquierdas y peor visto por los sectores m¨¢s conservadores. Consciente de ello, replica: ¡°Defender a los pobres no es ser comunista, es el centro del Evangelio, hasta tal punto que nosotros seremos juzgados por ello¡±.
El libro es el tercero escrito con el periodista argentino Hern¨¢n Reyes Alcaide, corresponsal en el Vaticano de la publicaci¨®n espa?ola Religi¨®n digital, y se basa en conversaciones e intercambio de impresiones con el pont¨ªfice, que luego ha editado. Pero est¨¢ escrito en primera persona y firmado por Francisco. El Papa ha publicado ya varios de este tipo, con distintos interlocutores. Es un libro breve, 96 p¨¢ginas, y su tema central es la esperanza, ante ¡°la globalizaci¨®n de la indiferencia que agiganta la cultura del yo en la que cada vez son menos los espacios de pertenencia grupal¡±. Est¨¢ agrupado en varios bloques dedicados a la mujer, los pobres, los migrantes, los civiles que sufren las guerras, los ancianos y las nuevas tecnolog¨ªas, como la inteligencia artificial.
Sobre la gentrificaci¨®n es contundente, y la enmarca en ¡°una guerra a los pobres¡±: ¡°Una de estas nuevas realidades que se derivan de un sistema con una econom¨ªa que mata es la denominada gentrificaci¨®n (...). Las pol¨ªticas habitacionales urbanas que permit¨ªan dar vivienda a miles de trabajadores y vecinos de las grandes ciudades han dado paso a una voraz carrera de las fuerzas del mercado por transformar en espacios de lujo para pocos lo que antes eran verdaderas comunidades para todos. Cada vez m¨¢s zonas de las principales ciudades se vuelven ¡®polos de moda¡¯ en los que se reducen los lugares para quienes los habitaban hist¨®ricamente. Los habitantes originales terminan siendo desplazados de modo que el lugar cambia por completo¡±.
Bergoglio considera doloroso que ¡°la mano invisible del mercado termina siendo el brazo ejecutor de sectores cada vez m¨¢s concentrados que buscan convertir el derecho a un techo digno en una variable m¨¢s de la especulaci¨®n¡±. Y m¨¢s a¨²n cuando es el m¨¦todo de ¡°ciertas formas de delitos transnacional¡± para blanquear su dinero. El resultado, concluye, es ¡°un horizonte de ciudades que ofrecen innumerables placeres y bienestar para una minor¨ªa feliz, mientras se barre debajo de la alfombra a los habitantes hist¨®ricos¡±.
En una amplia reflexi¨®n sobre la pobreza, apunta que ¡°la gran mayor¨ªa son v¨ªctimas de las pol¨ªticas financieras y econ¨®micas¡±. ¡°Hay demasiado dinero concentrado en las manos de muy pocos¡±, diagnostica, y llama a pol¨ªticas tributarias justas. Porque ¡°las estructuras de pecado hoy incluyen repetidos recortes de impuestos para las personas m¨¢s ricas¡± y para¨ªsos fiscales. ¡°La tributaci¨®n a los nuevos superricos es uno de los caminos m¨¢s progresivos, justos y necesarios que podemos tomar para revertir una desigualdad en aumento¡±, asegura.
¡°Soy hijo de inmigrantes¡±
Adem¨¢s, el Papa pone en guardia contra ¡°la idea de que los pobres no solo son responsables de su condici¨®n, sino que constituyen una carga intolerable (¡) como si muchos de los que hoy gozan de una posici¨®n acomodada no hubieran alcanzado esos lugares gracias a haber ido a escuelas y universidades p¨²blicas¡±. ¡°Es necesario que la pol¨ªtica recupere su esperable rol de gu¨ªa y control de las fuerzas del mercado¡±, advierte.
Sobre la inmigraci¨®n es igual de taxativo, como lo ha sido ya en numerosas ocasiones: ¡°Creo en la fuerza de la inmigraci¨®n. Defiendo la esperanza de la gente obligada a abandonar su tierra. Soy hijo de inmigrantes y mi familia sinti¨® en su cuerpo lo que es llegar a una ciudad desconocida¡±. En ese sentido, el pont¨ªfice previene contra el uso de ¡°dos palabras que alimentan los temores de muchas poblaciones: invasi¨®n y emergencia¡±. ¡°M¨¢s que realidades probadas parecer¨ªan ser los caballitos de batalla de unos pocos que se benefician electoralmente¡±, critica.
En cuanto al cap¨ªtulo dedicado a las mujeres, reitera su condena de la gestaci¨®n subrogada, que ve como parte de una ¡°industria reproductiva¡±, que reproduce ¡°patrones colonialistas¡± y descarta que ¡°exista algo como la maternidad subrogada ¨¦ticamente limpia¡±. Tambi¨¦n ataca la violencia y la discriminaci¨®n de la mujer, para llegar a la parte que le toca y hacer prop¨®sito de enmienda: ¡°En la Iglesia sabemos que persisten actitudes machistas y dictatoriales (¡) Renovamos nuestra invitaci¨®n a desmasculinizar la Iglesia¡±. Es algo que ya dice desde hace a?os y se mueve muy lentamente, de hecho admite que ¡°ser¨¢ un proceso largo¡±. ¡°En estos 12 a?os como papa he tratado de promover el ingreso de mujeres a la Curia romana y al Vaticano. Pero eso no es un techo, sino que debemos tomarlo como un piso a partir del que seguir promoviendo su incorporaci¨®n¡±, escribe.