Jennifer Hermoso no est¨¢ ¡°solita, solita¡±: el juicio a Rubiales, un juicio contra todo un sistema
Las coacciones por las que tambi¨¦n se procesa al expresidente y a otros tres excargos de la Federaci¨®n son parte y s¨ªmbolo de una estructura que, como todas, se despliega para protegerse a s¨ª misma
¨DA m¨ª se me est¨¢ tratando de matar, y voy a decir una cosa m¨¢s all¨¢ de mi situaci¨®n personal como espa?ol, tenemos que hacer una reflexi¨®n de hacia d¨®nde vamos.
Desde que Luis Rubiales dijo esa frase ante la Asamblea de la Real Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol el 25 de agosto de 2023, el mismo viernes que grit¨® cinco veces ¡°no voy a dimitir¡±, ha pasado un a?o, cinco meses y nueve d¨ªas. ...
¨DA m¨ª se me est¨¢ tratando de matar, y voy a decir una cosa m¨¢s all¨¢ de mi situaci¨®n personal como espa?ol, tenemos que hacer una reflexi¨®n de hacia d¨®nde vamos.
Desde que Luis Rubiales dijo esa frase ante la Asamblea de la Real Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol el 25 de agosto de 2023, el mismo viernes que grit¨® cinco veces ¡°no voy a dimitir¡±, ha pasado un a?o, cinco meses y nueve d¨ªas. Este lunes comienza el juicio, p¨²blico y retransmitido, contra ¨¦l en el Juzgado Central de lo Penal, acusado de un delito de agresi¨®n sexual por el beso no consentido a Jennifer Hermoso en la recogida de medallas (de oro) en el Mundial de 2023, y por las coacciones posteriores para que ella lo ayudara en p¨²blico, para que dijera que estaba todo bien, que era algo de ambos, que lo que acababan de ver millones de personas en todo el mundo no era nada.
Y podr¨ªa haberse quedado en nada si no fuera precisamente por esa reflexi¨®n que Rubiales ped¨ªa y que ya hab¨ªa hecho parte de la ciudadan¨ªa en los ¨²ltimos a?os, conformando una conciencia colectiva, cr¨ªtica, extendida. Sabe hacia d¨®nde va, o hacia d¨®nde quiere ir: a que no haya espacios donde el poder de los hombres arrolle la libertad, y los derechos, de las mujeres, y a que si sucede, no sea con impunidad.
Este lunes 3 de febrero ser¨¢ Jennifer Hermoso, la m¨¢xima goleadora hist¨®rica de la Selecci¨®n, quien abra el juicio. Rubiales comparecer¨¢ al final de las casi tres semanas de sesiones que hay programadas y, a priori, el argumento del expresidente de la RFEF no cambiar¨¢. Ha sido siempre el mismo: decir que fue consentido, minimizar, ningunear la gravedad del acto, colocarse en la posici¨®n de v¨ªctima, perseguido en una cacer¨ªa social.
Dijo ante el juez, durante la instrucci¨®n, que fue una ¡°manifestaci¨®n de euforia, de m¨¢xima alegr¨ªa y satisfacci¨®n¡± porque acababan de ganar el Mundial. Tambi¨¦n que ¡°no hay nada autorizado ni desautorizado, son comportamientos dentro de una celebraci¨®n extraordinaria¡±. ¡°Esto no es que alguien ha llevado a una oficina, a alguien a escondidas, a darle un beso por la fuerza. Es que fue algo tan natural, a la luz de millones de ojos, entre dos personas que han estado conviviendo mucho tiempo¡¡±.
Las emociones, aunque sean positivas ¨D¡°euforia, m¨¢xima alegr¨ªa y satisfacci¨®n¡±¨D, no son la causa de la violencia en cualquiera de sus grados, no la justifican y no la aten¨²an. El contexto ¨D¡°una celebraci¨®n extraordinaria¡±¨D no hace desaparecer el campo del consentimiento ¨D¡°no hay nada autorizado ni desautorizado¡±¨D como tampoco lo hace desaparecer la relaci¨®n previa ¨D¡°dos personas que han estado conviviendo mucho tiempo¡±¨D, y ni del contexto ni de la relaci¨®n previa es de lo que depende que un acto sea o no sea una agresi¨®n. El lugar ¨D¡°a la luz de millones de ojos¡±¨D no es un elemento que las delimita. Y la espontaneidad ¨D¡°fue algo tan natural¡±¨D solo habla de la normalizaci¨®n de hechos cotidianos que conculcan la libertad sexual de las mujeres.
En las declaraciones de Rubiales subyace uno de los grandes problemas para hacer frente a la violencia sexual desde el ¨¢mbito institucional y desde el plano social: la no percepci¨®n de esa violencia por parte de quien la perpetra, motivada por la convicci¨®n, consciente o inconsciente, de superioridad, y, por tanto, de la concepci¨®n de la otra como subordinada sobre la que se ejerce el poder. Poder como sustantivo ¨Ddominio, imperio, facultad y jurisdicci¨®n que alguien tiene para mandar o ejecutar algo¨D, y poder como verbo ¨Dtener expedita la facultad o potencia de hacer algo¨D.
Donald Trump lo condens¨® muy bien en aquella frase que se hizo p¨²blica en 2016: ¡°Cuando eres una estrella, [las mujeres] te dejan hacerles cualquier cosa. Puedes hacer lo que quieras. Agarrarlas por el co?o. Lo que quieras¡±. Hay estrellas que hacen lo que quieren en todos los ¨¢mbitos, pero son m¨¢s definidas cuanto m¨¢s poder de conjunto tiene ese ¨¢mbito y cuanto m¨¢s masculinizado est¨¢. El f¨²tbol es uno de esos espacios. Y cuando se habla de espacios, la cuesti¨®n va, o deber¨ªa ir, m¨¢s all¨¢ de un nombre: hacia la estructura. C¨®mo est¨¢ organizada, qu¨¦ permite, qu¨¦ impera, qui¨¦n impone, qui¨¦n ayuda o asume o calla.
Por eso, este juicio, adem¨¢s de dirimir sobre un delito contra la libertad sexual, lo har¨¢, de alguna forma, sobre esa estructura.
¡°La Federaci¨®n es una organizaci¨®n absolutamente vertical¡±, dec¨ªa hace unos d¨ªas una fuente cercana a la acusaci¨®n. En aquel momento, con Rubiales arriba desde hac¨ªa varios a?os, desde 2018, ?qu¨¦ ten¨ªa alrededor? ¡°Mucha gente agarrada al poder, y al dinero¡±, a?ad¨ªa esta fuente, y algunos de ellos con sociedades compartidas con el expresidente ¨Dalgo que ya investiga la Guardia Civil en la llamada Operaci¨®n Brody¨D.
Esto es importante, porque, seg¨²n el testimonio, convirtieron la Federaci¨®n ¡°en una mafia¡±. Y como tal, actu¨®. Se refiere a las coacciones posteriores a Hermoso, que evidencian las pruebas telef¨®nicas y de mensajer¨ªa aportadas a la causa, y por las que no solo se sienta Rubiales en el banquillo de los acusados.
Estar¨¢n con ¨¦l Albert Luque, exdirector de la selecci¨®n masculina y exfutbolista; Jorge Vilda, exentrenador de la selecci¨®n femenina ¨Dque acab¨® denunciando su despido como improcedente y tras un acuerdo se march¨® con 1,8 millones de euros¨D; y Rub¨¦n Rivera, exresponsable de marketing de la Federaci¨®n. Son parte de esa estructura que se despleg¨® para proteger a Rubiales, y por ende, a s¨ª misma. De ah¨ª la dificultad de romper con los sistemas establecidos, que como sistemas tienen las herramientas y la capacidad para mantenerse.
Fue la propia Federaci¨®n ¡°la que aplic¨® el protocolo de integridad, pero no el que correspond¨ªa, el de acoso¡±, apunta la fuente anterior. Es decir, que las diligencias que abri¨® la RFEF fueron por la normativa interna que castiga tanto la manipulaci¨®n de partidos o ama?os como la participaci¨®n en juegos y apuestas ilegales, pero no por la de actuaci¨®n frente a la violencia sexual que est¨¢ datada del 23 de junio de 2023, apenas dos meses antes de la final del Mundial y que, entre las m¨²ltiples y concret¨ªsimas acciones que contempla como ¡°inaceptables¡± y que ¡°conllevar¨¢n consecuencias inmediatas¡±, est¨¢ la del ¡°beso a la fuerza¡±.
Tanto Rubiales como los otros tres encausados coaccionaron a Hermoso para que, si hablaba, todo lo que tuviese que decir fuera lo que el entonces presidente le ped¨ªa que dijese.
Silencio o sometimiento.
La presi¨®n fue directa y tambi¨¦n a trav¨¦s de su entorno, sus amigas, su familia. En Australia, en el viaje de vuelta en el avi¨®n, ya en Espa?a, durante d¨ªas.
En la instrucci¨®n consta que ¡°[Rubiales] pidi¨® a Vilda que hablase con el hermano [de Hermoso] para convencerla de que participase en la realizaci¨®n de un video [afirmando que el beso hab¨ªa sido consentido]. Vilda busc¨® en el avi¨®n a Rafael Hermoso y en el curso de la conversaci¨®n le advirti¨® de que, si su hermana no acced¨ªa a participar en el v¨ªdeo, su negativa tendr¨ªa consecuencias negativas para ella y experimentar¨ªa perjuicios en su carrera profesional como futbolista¡±.
Albert Luque, en un WhatsApp, lleg¨® a lanzarle un ¡°te vas a ver solita, solita¡±.
Y la Federaci¨®n la dej¨® sola, s¨ª. Pero quiz¨¢s ni Luque ni Rubiales contaban, ni esperaban, la masa social, feminista, deportiva, medi¨¢tica, global, que no lo hizo. El #SeAcab¨® que comenz¨® con el tuit de Alexia Putellas va m¨¢s all¨¢ de la violencia sexual, contiene cuestiones que la traspasan y a la vez permiten que se produzca, las de fondo.
El ¡°se acab¨®¡± es una expresi¨®n muy definitoria del hartazgo de una forma de hacer, la patriarcal, y carga con un significado que implica acci¨®n, la de cambiarla. Ese ¡°desmontar la casa del amo¡± del que hablaba bell hooks, con sus herramientas o sin ellas, nunca es f¨¢cil. Pero es m¨¢s f¨¢cil cuanto menos ¡°solita¡± se est¨¢.