La huella de carbono, el rastro que marca el futuro del planeta

Todas las actividades humanas generan gases de efecto invernadero. De forma directa, al conducir un veh¨ªculo de combusti¨®n; o indirecta, al consumir electricidad obtenida a partir de combustibles f¨®siles, se emite di¨®xido de carbono (CO?). Es lo que se conoce como huella de carbono. Calcular su volumen, que se expresa en toneladas equivalentes de CO?, ayuda a ciudadanos, empresas y pa¨ªses a tomar conciencia de la dimensi¨®n de sus residuos invisibles y, consecuentemente, a poner en marcha medidas que contribuyan a reducirla. Algo esencial si se quiere frenar el calentamiento global y lograr que la temperatura media del planeta no suba 2?C, o mejor que solo lo haga 1,5?C, respecto a los niveles preindustriales, el l¨ªmite que establece la ciencia para eludir los efectos m¨¢s catastr¨®ficos del cambio clim¨¢tico.

Las peque?as acciones de cada d¨ªa generan emisiones que conforman la huella personal de cada uno de nosotros. No aumenta nuestra huella igual si comemos carne o nos alimentamos principalmente de vegetales. De hecho, seg¨²n los estudios recogidos por Our World in Data, el repositorio de datos de la Universidad de Oxford, la producci¨®n de un kilo de vacuno genera 36 kilos equivalentes de CO?, mientras que un kilo de tomates, solo dos.

Nuestra actividad en internet tambi¨¦n influye en nuestras emisiones. El investigador brit¨¢nico Mike Berners-Lee afirma en su libro How Bad Are Bananas?: The Carbon Footprint of Everything (?C¨®mo de malos son los pl¨¢tanos?: La huella de carbono de todo, en espa?ol) que enviar un e-mail emite cuatro gramos de CO? y hasta 50 gramos si lleva un archivo adjunto. En su actualizaci¨®n de los c¨¢lculos, Berners-Lee se?ala, sin embargo, que cada vez los equipos son m¨¢s eficientes, lo que est¨¢ reduciendo las emisiones a entre 0,3 y 26 gramos.

La calculadora de la ONU tambi¨¦n tiene en cuenta las emisiones de gases de efecto invernadero del pa¨ªs en el que se reside, ya que no todos contaminan igual. En 2020, China, Estados Unidos, India, Rusia, Jap¨®n y los 27 Estados de la Uni¨®n Europea fueron los principales emisores. Juntos sumaron m¨¢s de dos tercios de los gases que se liberaron entonces, de acuerdo con la Base de Datos de Emisiones para la Investigaci¨®n Atmosf¨¦rica Global Europea (EDGAR, por sus siglas en ingl¨¦s).

La huella per c¨¢pita de CO? en Espa?a en 2021 fue de 4,79 toneladas, seg¨²n el avance del inventario de emisiones facilitado por el Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica (el a?o pasado las emisiones brutas fueron de 226,89 millones de toneladas). Para hacernos una idea esta instituci¨®n recurre a un ejemplo muy visual. Calcula que una tonelada de CO? ocupa el tama?o de una piscina de 10 metros de ancho, 25 metros de largo y dos metros de profundidad. Para meter 4,79 toneladas har¨ªan falta cinco como esa, lo que equivale casi a una ol¨ªmpica (50x25x2,7). El CO? llenar¨ªa algo menos de las tres cuartas partes del vaso. Pero si a este se suman los dem¨¢s gases de efecto invernadero que genera cada espa?ol (como el metano, el ¨®xido nitroso y varios gases fluorados), asciende a 6,1 toneladas (las emisiones en bruto fueron 288,649 millones de toneladas equivalentes), por lo que la piscina estar¨ªa m¨¢s cerca de llenarse.

Un fen¨®meno natural avivado por la acci¨®n humana

La presencia de CO? en el aire es algo natural. De hecho, gracias a su efecto invernadero, que hace que la radiaci¨®n del sol permanezca en la atm¨®sfera, el planeta mantiene una temperatura media templada. Sin ella, estar¨ªamos a 18 ¡ãC bajo cero, de acuerdo con el investigador y profesor de la Universidad de Salamanca, Guillermo S¨¢nchez, en el documento Fundamentos cient¨ªficos del calentamiento global: ?Qu¨¦ sabemos realmente? Exactamente, la temperatura media en invierno de Kangerlussuaq y Upernavik, dos poblaciones de Groenlandia.

El aumento de la concentraci¨®n de CO? por la acci¨®n humana, sin embargo, est¨¢ acelerando el efecto invernadero y, por tanto, calentando la Tierra m¨¢s de lo debido. Los expertos han identificado que las mayores subidas de la temperatura media, desde que se tienen registros en el siglo XIX, se han producido a partir de la d¨¦cada de 1970 y no han parado de crecer. En concreto, en la ¨²ltima d¨¦cada, entre 2010 y 2019, la emisi¨®n de gases de efecto invernadero fue superior a la de cualquier momento previo, seg¨²n el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Clim¨¢tico de la ONU (IPCC) publicado en 2021. La Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial estima que la temperatura media mundial de 2022 superar¨¢ en 1,15 grados la media del per¨ªodo preindustrial (acotado entre 1850 y 1900).

Alcanzar un estado de neutralidad

Los cient¨ªficos que forman parte del IPCC, 234 de 66 nacionalidades distintas, destacan que la mejor manera de no llegar a esos 2?C (o idealmente no superar los 1,5 grados) es avanzar hacia la neutralidad del carbono para 2050. Un compromiso al que se sumaron los 195 pa¨ªses que firmaron el Acuerdo de Par¨ªs en 2015, incluida la Uni¨®n Europea, y que consiste en emitir la misma cantidad de CO? que la que se retira por diferentes v¨ªas. De esta acci¨®n resulta un balance cero.

Existen diversas formas de conseguir este equilibrio. El primer paso, sin embargo, consiste en reducir las emisiones. Esto se logra, apuntan los expertos, acelerando la transici¨®n energ¨¦tica, es decir, reemplazando los combustibles f¨®siles por otros de origen renovable, pero tambi¨¦n potenciando la eficiencia energ¨¦tica, que es la capacidad de producir lo mismo empleando menos recursos.

Cuando por alguna raz¨®n no se puede reducir m¨¢s, la estrategia pasa por compensar las emisiones. Las superficies boscosas y los oc¨¦anos funcionan como sumideros de di¨®xido de carbono naturales. Pero no son capaces de asimilar los vol¨²menes que la actividad humana lanza a la atm¨®sfera. De acuerdo con el informe de Global Carbon Project, elaborado por un centenar de especialistas internacionales, que se ha presentado este noviembre coincidiendo con la Cumbre del Clima (COP27) en Egipto, absorben algo m¨¢s de la mitad: la vegetaci¨®n terrestre atrapa un 29%, mientras que los oc¨¦anos captan el 26% de las emisiones.

Una ruta hacia el balance cero emisiones

Naturgy se encuentra en pleno proceso de transformación para alcanzar su neutralidad en emisiones en 2050, en línea con los compromisos del Acuerdo de París. Para avanzar hacia esa meta, uno de los objetivos de su plan estratégico, trabaja para reducir su huella de carbono.

El aumento de la producción eléctrica a partir de fuentes renovables forma parte de su estrategia. De hecho, se ha propuesto triplicar su capacidad instalada para 2025. Y ya ha cerrado sus plantas de generación de carbón, como la de La Robla (León), que se reconvertirá en una planta de producción fotovoltaica, aplicando así los principios de la transición justa, que promulgan que nadie quede atrás en el progreso hacia una economía descarbonizada.

Gracias a estos cambios, en 2021 ha reducido las emisiones directas de su actividad en un 37% respecto a 2017. Su huella de carbono total, que incluye las emisiones indirectas, fue un 9% inferior que cinco años atrás, porcentaje que quiere elevar hasta el 24% en 2025.

La energética ha empezado a tener en cuenta la huella de carbono de sus proveedores en los procesos de licitación. Una iniciativa que contribuirá a promover la toma de conciencia en la industria.  En la implantación de este requisito habrá dos fases: una primera voluntaria, en la que los proveedores serán invitados a medir su huella y, a partir del próximo año, la certificación será indispensable para los proveedores más grandes y, por tanto, responsables de un mayor volumen de emisiones.

Desde 2014, Naturgy compensa los gases que genera la actividad de sus centros de trabajo y los viajes de empresa a través del mercado de derechos de emisiones. Además, la compañía se ha propuesto, mediante la iniciativa Bosque Naturgy, recuperar zonas boscosas degradadas de Galicia y avanzar así hacia la neutralidad climática. 

El panel de expertos de la ONU destaca que se est¨¢n investigando m¨¦todos para atrapar el CO? y utilizarlo con diversos fines o incluso para almacenarlo bajo tierra. Actualmente existen proyectos con los que se pretende dar una nueva vida a los gases contaminantes de la industria para elaborar cemento y nuevos combustibles. Tambi¨¦n se plantea su enterramiento solidificado. Al mezclarlo con agua, se inyecta en el subsuelo donde se mineraliza en forma de rocas.

La Uni¨®n Europea estableci¨® en 2005 un mecanismo para reducir las emisiones de los sectores m¨¢s contaminantes, como la industria y la aviaci¨®n. Se basa en asignar un l¨ªmite al volumen de gases que pueden liberar cada a?o las empresas y establecer un mercado de emisiones. Las empresas m¨¢s contaminantes pueden comprar cupo adicional a las menos. Desde su introducci¨®n, las emisiones se han recortado un 41%, y se espera que aumente el ritmo de reducci¨®n, ya que cada a?o, se rebajan las asignaciones.

Un m¨¦todo eficaz que, combinado con el avance en la transici¨®n energ¨¦tica y los mecanismos de captura y transformaci¨®n de los gases contaminantes, contribuir¨¢ a dar pasos de gigante hacia la meta de alcanzar la neutralidad de carbono en menos de tres d¨¦cadas.

Mecanismos para reducir la huella de carbono a gran escala

1. R¨¦gimen de comercio de derechos de la UE (RCDE)

?C¨®mo funciona?

El sistema pone precio a las emisiones. Cada a?o, las empresas adquieren los derechos correspondientes a sus emisiones de gases de efecto invernadero. No obstante, cada pa¨ªs decide qu¨¦ empresas reciben una asignaci¨®n gratuita para evitar el traslado de su actividad a pa¨ªses fuera de la UE.

Si una empresa prev¨¦ generar menos emisiones que las que tiene asignadas, puede vend¨¦rselas a una empresa que calcula que sobrepasar¨¢ las suyas. As¨ª se fomenta que se reduzcan emisiones all¨ª donde es m¨¢s f¨¢cil lograrlo.

Cada a?o se establece un l¨ªmite m¨¢ximo a los derechos, que se rebaja al siguiente. As¨ª se crea un incentivo financiero para que tomen medidas para reducir sus emisiones: si liberan menos gases, tendr¨¢n que pagar menos.

?A qui¨¦n afecta?

11.000 empresas en Europa

1.000 de ellas en Espa?a

40% de las emisiones en la UE

Sectores afectados

OBJETIVO

REDUCIR UN 43% las emisiones de gases de efecto invernadero de estos sectores en 2030

2. Reglamento de reparto del esfuerzo (RRE)

?C¨®mo funciona?

Si un pa¨ªs genera menos emisiones de lo que le permite su asignaci¨®n anual, puede emplear parte del excedente el a?o siguiente.

Si un pa¨ªs genera m¨¢s emisiones de lo que le permite su asignaci¨®n, puede sobrepasarla con cargo a la asignaci¨®n del a?o siguiente.

Los pa¨ªses pueden comprar y vender entre ellos los excedentes de derechos de emisi¨®n.

?A qui¨¦n afecta?

Afecta a los sectores que no est¨¢n incluidos en el r¨¦gimen de comercio de derechos de emisi¨®n (RCDE)

Transporte por carretera

Agricultura

Edificios

Peque?a industria

Residuos

60% de las emisiones en la UE

OBJETIVO

REDUCIR UN 29% las emisiones de gases de efecto invernadero de estos sectores en 2030

Fuente: Basque Center for Climate Change (BC3) y Ministerio para la Transici¨®n Energ¨¦tica.

La huella de carbono de los v¨ªdeos de ¡®Acertar con energ¨ªa¡¯

Se han generado 0,52 toneladas equivalentes de CO₂

?C¨®mo se ha calculado?

1 TRANSPORTE 22 personas se trasladaron al estudio

Se calculan por viajero las emisiones directas de la combusti¨®n de los motores
(se denominan emisiones de alcance uno)

Se calculan las emisiones por viajero derivadas de la generaci¨®n de la electricidad consumida por la l¨ªnea de metro y la de tren durante ese trayecto

2 Consumo el¨¦ctrico

Se calculan las emisiones derivadas de la generaci¨®n de la electricidad consumida (se denominan emisiones de alcance dos)

3 'Catering' y posproducci¨®n

Se calculan las emisiones generadas en la producci¨®n de los alimentos y la vajilla, y en el transporte

Se calculan las emisiones generadas por el uso de internet y programas inform¨¢ticos en la nube (se denominan emisiones de alcance tres), adem¨¢s de las derivadas de la electricidad consumida por los equipos inform¨¢ticos