D¨ªas para compartir la mesa, el cari?o¡ y esos euros de m¨¢s
Para atenuar el desembolso de las celebraciones, y con el fin de que no recaiga todo el peso (y el estr¨¦s) en el anfitri¨®n, una buena opci¨®n es que cada invitado aporte un plato para la velada gastron¨®mica. Basta con fijar un presupuesto y decidir los men¨²s con antelaci¨®n ?
La Navidad es ¨¦poca de descanso y de encuentros familiares, cu?ados incluidos. Son d¨ªas de tradiciones y villancicos, de comidas y cenas op¨ªparas, de compras y gastos. Estos ¨²ltimos son inevitables, porque los regalos y las celebraciones en torno a la mesa suponen un esfuerzo extra. Tampoco es cuesti¨®n de convertirse en un Grinch. O s¨ª, que de todo hay en esta vida. La buena noticia es que, aunque parezca imposible, tambi¨¦n se puede ahorrar en estos d¨ªas.
Una opci¨®n para repartir mejor los gastos, y que el anfitri¨®n no se pase tantas horas encerrado y estresado en la cocina, es organizar cenas o comidas compartidas. Porque no es lo mismo guisar para cuatro que para catorce (o para veinte). Con el fin de evitar semejante tortura, la idea es que cada invitado contribuya con un plato. ¡°Nosotros, el entrante, y vosotros el plato principal¡±. Esto no solo reduce la carga financiera para el que recibe u organiza, sino que crea un ambiente de colaboraci¨®n y comunidad entre toda la familia que puede llegar a ser divertido. Al final y al cabo, de eso tratan estas fiestas, ?no?
Aunque de entrada parezca chocante, este tipo de cenas compartidas est¨¢n arraigadas en muchos pa¨ªses. Entre ellos, Estados Unidos, Canad¨¢, Reino Unido, Suecia, India, Filipinas y Brasil. Como cada persona aporta algo al men¨², la diversidad de alimentos puede ser muy amplia, lo que ayuda a que haya gran variedad de sabores y opciones sobre la mesa. Pero vayamos por partes.
Con la fecha, hora y lugar de la comilona ya claros, es momento de empezar a organizarse. Lo primero es decidir el tipo de comida y establecer un presupuesto. Es Navidad, claro. Pero, ?nos ce?imos a platos tradicionales o abrimos las opciones? Es importante tener claro este punto para evitar sorpresas o malentendidos en el ¨²ltimo minuto. Si alguien espera cenar los cotizados cordero o besugo, como todos los a?os, y se encuentra con unas patatas revolconas o con unos huevos rellenos, igual tuerce el gesto.
Si cada invitado contribuye con un plato reducir¨¢ la carga financiera para el que organiza y crear¨¢ un ambiente de colaboraci¨®n y comunidad entre toda la familia
Para evitar tales chascos, es fundamental coordinarse entre todas las partes para asegurarse de que haya equilibrio en los men¨²s, y evitar que se dupliquen ciertos alimentos. No es plan repetir comidas, o que, por un despiste, este a?o no probemos el pescado y nos hartemos de carne. Antes de empezar a cocinar y de acercarse al super a llenar el carro, tambi¨¦n es imprescindible conocer las restricciones diet¨¦ticas (como alergias e intolerancias) de los asistentes. Lo mismo pasa con sus preferencias y gustos culinarios, para garantizar que todos puedan disfrutar en torno a la mesa. Porque la variedad forma parte de la esencia de una cena compartida. Y se trata de que toda la familia est¨¦ a gusto, en paz y armon¨ªa, aunque solo sea por unas horas. Cosas de las treguas navide?as.
Freno al desperdicio alimentario
Adem¨¢s, si sabemos el n¨²mero exacto de comensales, es posible calcular las porciones necesarias para evitar los excesos. Es verdad que siempre es mejor que sobre algo que quedarse corto y con hambre. Pero no es cuesti¨®n de estar comiendo lo mismo durante una semana porque se nos ha ido la mano al abarrotar la nevera. Comprar en grandes cantidades puede llevar a desperdicios y a gastos innecesarios. Y aqu¨ª se trata de ahorrar, no lo olvidemos. Las bebidas tampoco pueden fallar. Hay que decidir si el anfitri¨®n se encarga del vino y los licores, o si se divide entre todos. El criterio debe ser el mismo que con la comida, porque en la variedad est¨¢ el gusto. O al menos, eso dice el refr¨¢n.
Cada invitado ha de tener claro qu¨¦ debe llevar. As¨ª habr¨¢ una combinaci¨®n equilibrada entre entrantes, platos principales, acompa?amientos y postres
De entrada, el desaf¨ªo de que la cena/comida compartida acabe en ¨¦xito y no en tragedia griega parece grande, porque encajar todas estas variables tiene su miga. Pero no es tan complicado. Por eso, la comunicaci¨®n es clave. Cada invitado ha de tener claro qu¨¦ debe llevar. As¨ª habr¨¢ una combinaci¨®n equilibrada entre entrantes, platos principales, acompa?amientos y postres. Lo suyo es que estas elaboraciones (y los de todo el a?o) se preparen a base de alimentos locales y de temporada: granadas, mandarinas, nueces, calabazas... Cada producto tiene su momento del a?o. Comer cerezas en enero es posible, pero no tiene sentido. No solo son car¨ªsimas, sino que su impacto medioambiental es enorme.
Otro aspecto a tener en cuenta es repartir bien el espacio en la casa y asegurarse de tener suficientes mesas y sillas para que todos se sientan c¨®modos, sin estrecheces. A la hora de poner y decorar el mantel, tambi¨¦n los m¨¢s peque?os pueden echar una mano.Evidentemente, el hecho de repartir la elaboraci¨®n del men¨² ya supone un ahorro importante, ya que el gasto no recae en una sola familia. Si, adem¨¢s, nos animamos a salir de la rutina culinaria y probamos con platos nuevos, a¨²n es posible que la cena resulte m¨¢s econ¨®mica. Las recetas tradicionales est¨¢n muy bien, pero es cierto que algunos productos t¨ªpicamente navide?os suben de precio en estas fechas. Aunque hay excepciones. En EROSKI, por ejemplo, es posible ahorrar dinero sin renunciar a la calidad.
Una ayuda nunca viene mal. EROSKI mantiene los mismos precios desde 2021, tanto a trav¨¦s de sus establecimientos como comprando ¡®online¡¯, en una selecci¨®n de productos con mucho peso en estas fechas y que gustan a (casi) todos
La cooperativa mantiene los mismos precios desde 2021, tanto a trav¨¦s de sus establecimientos como comprando online, en una selecci¨®n de productos imprescindibles navide?os. Al fin y al cabo, una ayuda nunca viene mal. Son productos con mucho peso en estas fechas y que gustan a (casi) todos. Otro truco para ahorrar es adquirir ingredientes m¨¢s baratos, pero igual de ricos y saludables, incluir marcas blancas y apostar por recetas menos elaboradas sin renunciar al sabor. La sencillez no siempre significa menos calidad. Y disfrutar de la comida entre abrazos y buen ambiente sabe doblemente mejor. Incluso con cu?ado sabelotodo o protest¨®n.