8 de marzo, el camino hacia lo posible
El feminismo sufre los ataques de aquellos que se oponen al progreso y que tienen como ¨²ltimo objetivo socavar la igualdad
Hace 25 a?os, en la IV Conferencia de Mujeres de Naciones Unidas, m¨¢s de 30.000 activistas de organizaciones de mujeres de todo el mundo sacudieron las conciencias al promover un cambio real en la situaci¨®n de millones de mujeres. Este 8 de marzo de 2020, conmemoramos dicha cita hist¨®rica, m¨¢s conocida como Pek¨ªn 1995, en cuya Declaraci¨®n y Plan de Acci¨®n se plasm¨® la urgencia de la justicia econ¨®mica para las mujeres, de la lu...
Hace 25 a?os, en la IV Conferencia de Mujeres de Naciones Unidas, m¨¢s de 30.000 activistas de organizaciones de mujeres de todo el mundo sacudieron las conciencias al promover un cambio real en la situaci¨®n de millones de mujeres. Este 8 de marzo de 2020, conmemoramos dicha cita hist¨®rica, m¨¢s conocida como Pek¨ªn 1995, en cuya Declaraci¨®n y Plan de Acci¨®n se plasm¨® la urgencia de la justicia econ¨®mica para las mujeres, de la lucha contra la violencia de g¨¦nero y de la participaci¨®n femenina en la toma de decisiones. En suma, Pek¨ªn dej¨® claro que los derechos humanos son tambi¨¦n los de las mujeres y los derechos de las mujeres son tambi¨¦n derechos humanos.
En aquel momento yo iniciaba mi carrera profesional en Bruselas, en las instituciones europeas. Desde entonces he sido testigo directa de los avances conseguidos y he podido contribuir con proyectos para el empoderamiento y la independencia de miles de mujeres de las ¨¢reas m¨¢s desfavorecidas del mundo a trav¨¦s del comercio y el desarrollo local.
Ahora, como ministra de Asuntos Exteriores, Uni¨®n Europea y Cooperaci¨®n, veo con preocupaci¨®n que lo conseguido en Pek¨ªn se tambalea. Los ataques contra los derechos de mujeres y ni?as amenazan con vaciar los acuerdos alcanzados y debilitar la Convenci¨®n de Eliminaci¨®n de todas las formas de Discriminaci¨®n contra la Mujer.
El principio de acci¨®n-reacci¨®n rige la historia de los movimientos sociales, de los grandes cambios en las sociedades contempor¨¢neas, y tambi¨¦n de los avances conseguidos por las mujeres. El feminismo sufre los ataques de aquellos que se oponen al progreso y que tienen como ¨²ltimo objetivo socavar la igualdad, sin la cual no hay libertad ni democracia.
En la lucha contra estas involuciones, nuestro pa¨ªs es una referencia con la aprobaci¨®n de leyes como la Ley contra la Violencia de G¨¦nero o la Ley de Igualdad de G¨¦nero. Al asumir el cargo afirm¨¦ que Espa?a tambi¨¦n va a abanderar este objetivo internacionalmente con una pol¨ªtica exterior feminista.
Nuestra acci¨®n pol¨ªtica exterior debe fomentar la igualdad. La defensa de nuestros intereses pasa por garantizar el cumplimiento de los acuerdos internacionales y redoblar los esfuerzos para lograr una igualdad efectiva entre hombres y mujeres en todas las esferas de la sociedad. Los derechos humanos, corolario de nuestros valores, nunca ser¨¢n universales si las mujeres y las ni?as no pueden ejercerlos en libertad.
Hablamos de cuestiones como la mutilaci¨®n genital femenina, el matrimonio forzado, la violaci¨®n en escenarios de conflicto, el acceso a la educaci¨®n y la sanidad, la igualdad salarial, la participaci¨®n en el comercio internacional, la presencia de mujeres en la pol¨ªtica, y una larga lista de tareas pendientes. Todas ellas han de ser objeto de nuestra atenci¨®n. Todas deben avanzar.
En un siglo en el que la disruptiva cuarta revoluci¨®n industrial trae consigo enormes desaf¨ªos, entre otros, en el mercado laboral, vamos a precisar de todos los esfuerzos para que las mujeres lideren tambi¨¦n las transformaciones futuras y para que la brecha existente en la econom¨ªa anal¨®gica no se reproduzca en la econom¨ªa digital.
Si queremos avanzar en la Agenda 2030, necesitamos incorporar la inclusi¨®n e igualdad en todas nuestras pol¨ªticas. Solo as¨ª podremos superar situaciones donde las mujeres trabajan m¨¢s, cobran menos, y est¨¢n relegadas del proceso de toma de decisiones econ¨®micas.
El coste de ese mundo menos igualitario no es solo social y moral, sino tambi¨¦n econ¨®mico: la desigualdad de g¨¦nero ¨Dincluidos todos esos talentos femeninos total o parcialmente desperdiciados¨D le cuesta al mundo unos 160 billones de d¨®lares al a?o, seg¨²n el Banco Mundial.
Desde el ministerio lideraremos una estrategia de feminismo global lo m¨¢s participativa posible a trav¨¦s de nuestra cooperaci¨®n al desarrollo, situando a las mujeres y a los ni?os en el centro de nuestros esfuerzos.
Lo haremos tambi¨¦n en el ¨¢mbito de Naciones Unidas, donde Espa?a tuvo un papel decisivo y lider¨® la creaci¨®n de ONU Mujeres. Este a?o se cumple, adem¨¢s, el vig¨¦simo aniversario de la resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre Mujeres, Paz y Seguridad y renovaremos nuestro compromiso, para que la mujer no sea considerada mera v¨ªctima en los conflictos, sino protagonista en la resoluci¨®n y en la construcci¨®n de paz.
A nivel interno, visibilizaremos el papel de las mujeres en la diplomacia espa?ola, con el acento en la mayor presencia de mujeres en la carrera diplom¨¢tica y en puestos relevantes del ministerio, como precondici¨®n del cambio estructural y aprovechamiento del talento; se trata simplemente de predicar con el ejemplo.
Nuestro compromiso con la igualdad no es solo una lucha de mujeres. Tiene que ser la tarea de toda la sociedad ¨Dhombres y mujeres¨D trabajando juntos para acabar con las discriminaciones legales, estructurales y sociales que nos rodean.
Simone Veil dec¨ªa que hay que hacer lo posible para alcanzar lo imposible. Este ministerio avanza en ese camino.
Arancha Gonz¨¢lez Laya es ministra de Asuntos Exteriores, Uni¨®n Europea y Cooperaci¨®n.