C¨®mo saber si la pandemia te genera depresi¨®n y c¨®mo reconocerla
Esta enfermedad ha aumentado con la covid-19 y sus consecuencias. Conocerla, saber afrontarla y ser cautos ante la euforia de las vacunas es b¨¢sico para agilizar su diagn¨®stico e incidencia
Hasta 2017, ¨²ltimo a?o del que hay datos, los trastornos depresivos afectaban a un 6,7% de la poblaci¨®n espa?ola (seg¨²n la Encuesta Nacional de Salud). Sin embargo, los psiquiatras aventuran que esta tasa podr¨ªa aumentar hasta un 20% en los pr¨®ximos meses y a?os. La raz¨®n se encuentra en la simbiosis creada entre la afectaci¨®n sanitaria, la crisis econ¨®mica y el desastre social que han supuesto los confinamientos, el aislamiento del resto y la muerte, hasta ahora, de cerca de 70.000 personas por la covid.
En una sociedad que rinde culto al dato, desde los primeros meses de la pandemia han proliferado los estudios sobre su impacto psicopatol¨®gico. Sin embargo, Miquel Roca, catedr¨¢tico de Psiquiatr¨ªa en la Universidad de las Islas Baleares (UIB), alerta de que hay que ser muy cautos a la hora de sacar conclusiones, pues ni los m¨¦todos, ni las poblaciones de estudio ni el momento de evaluaci¨®n son siempre iguales. ¡°No es lo mismo [realizar un estudio con] la incertidumbre de los primeros meses que a finales de 2020, cuando ya se sab¨ªa c¨®mo actuaba el virus, pero la crisis econ¨®mica y el cansancio social eran mayores. Tambi¨¦n hay que tener en cuenta c¨®mo es la muestra demogr¨¢fica y el impacto de la llegada de las vacunas. Como dicen los italianos de las encuestas electorales, de todo esto hay que quedarse con el perfume de los datos¡±.
¡°En Espa?a a¨²n no hay un estudio en la poblaci¨®n general ni por comunidades aut¨®nomas¡±, explica el psiquiatra Miquel Roca
Uno de los trabajos m¨¢s recientes es un an¨¢lisis canadiense realizado a partir de 55 estudios de todo el mundo. Revela que en todos los pa¨ªses han aumentado los cuadros de depresi¨®n y ansiedad, tanto entre sanitarios como en la poblaci¨®n general. Sobre todo, en personas j¨®venes y no tanto entre los ancianos que, parad¨®jicamente, son el grupo de mayor riesgo. Es una de las anomal¨ªas en el comportamiento demogr¨¢fico de la depresi¨®n en tiempos de coronavirus, ya que la pauta normal es que aumente la prevalencia a partir de los 45 a?os. Tambi¨¦n lo es que ahora que la afectaci¨®n no distingue entre g¨¦neros, cuando tradicionalmente entre las mujeres triplica la de los hombres (9,2% frente a un 4% en Espa?a). A este respecto, el doctor Roca precisa: ¡°En Espa?a a¨²n no hay un estudio en la poblaci¨®n general ni por comunidades aut¨®nomas. Al extrapolar resultados ajenos a nuestra realidad hay que ir con pies de plomo. Sabemos que esta pandemia dejar¨¢ huella, pero nos hace falta perspectiva¡±, se?ala este catedr¨¢tico.
En el sof¨¢ de casa no se cura
Ante la depresi¨®n, la sociedad a veces act¨²a con dureza. ¡°Incluso en esta crisis sanitaria se tiende a minimizar su importancia o a espetar que hay ¡®otros que lo pasan peor y no est¨¢n deprimidos¡¯. Obviamos que cada persona asimila de forma diferente las situaciones. Y que hay personas que afrontan este momento con mucho miedo, frente a otras que hacen gala casi de invulnerabilidad o negaci¨®n de todo¡±. Otro elemento que no hay que perder de vista es el entorno social. ¡°Las personas con depresi¨®n tienden a autoaislarse. La lejan¨ªa de ese entorno social ha multiplicado las posibilidades de padecer depresi¨®n, mientras que pasar la pandemia arropados por la familia ha sido un factor protector¡±.
Uno de los escollos para Roca es creer que pasar¨¢ sin m¨¢s. ¡°Es f¨¢cil creer que no es para tanto o que se puede con esto. Pero es algo que no se resuelve desde el sof¨¢. Hace falta ayuda profesional. Y cuanto antes, mejor. Pasadas dos o tres semanas con s¨ªntomas es un tiempo prudencial para acudir a Atenci¨®n Primaria, y con especial urgencia si se est¨¢ consumiendo alg¨²n tipo de sustancia o hay ideas de suicidio¡±. Para agilizar esa primera consulta, no est¨¢ de m¨¢s llevar apuntados los s¨ªntomas o las sensaciones y desde cu¨¢ndo se producen. Tanto m¨¢s en las consultas telef¨®nicas, donde es f¨¢cil que los nervios o la falta de costumbre lleven a olvidos. ¡°La depresi¨®n comparte s¨ªntomas con otras enfermedades. Cuando predominan los s¨ªntomas ps¨ªquicos, el diagn¨®stico es m¨¢s f¨¢cil. En cambio, los f¨ªsicos (falta de percepci¨®n del dolor, cansancio) pueden llevar a enga?o. El cansancio es habitual en las anemias, mientras que la irritabilidad y la ansiedad son frecuentes en patolog¨ªas tiroideas¡±. El m¨¦dico de familia es el filtro que determina si hay que derivar al psiquiatra, al psic¨®logo o controlar la sintomatolog¨ªa leve con f¨¢rmacos desde la propia consulta de medicina familiar.
La psicoterapia en l¨ªnea, una tabla de salvaci¨®n
Hay pacientes que prefieren el trato cara a cara con el psiquiatra o el psic¨®logo. Otros, no. ¡°La emergencia sanitaria de 2020 nos oblig¨® a realizar muchas consultas telef¨®nicas y hemos descubierto que muchos pacientes se sienten m¨¢s c¨®modos as¨ª. Ahora estamos trabajando para implantar programas de psicoterapia telem¨¢tica. En Inglaterra llevan a?os us¨¢ndose y dan excelentes resultados cuando se combinan con sesiones presenciales. Adem¨¢s, reducen las listas de espera¡±. Se trata de programas similares a la rutina que llevar¨ªa el terapeuta en su consulta, pero digitalmente, desde casa y con el ordenador. ¡°Est¨¢n basados en psicoterapias con eficacia contrastada, como la cognitivo conductual, y se estructuran en m¨®dulos diferentes que tratan, por ejemplo, de mejorar las estrategias de afrontamieto de los pacientes¡±.
Seg¨²n el psiquiatra Miquel Roca, ¡°muchos de los casos nuevos de depresi¨®n desaparecer¨¢n al cambiar de escenario. Otros dejar¨¢n un poso m¨¢s o menos sutil¡±
En ocasiones un tratamiento psicoter¨¢pico es el m¨¢s adecuado, en otros casos se impone un tratamiento farmacol¨®gico o la combinaci¨®n de ambos. Esta elecci¨®n depende de la gravedad y de las caracteristicas cl¨ªnicas de cada paciente. Un cambio hacia h¨¢bitos saludables como practicar ejercicio, llevar una dieta, evitar el consumo de sustancias t¨®xicas, mantener rutinas en los horarios es siempre recomendable en la depresi¨®n. Son los casos de depresi¨®n m¨¢s graves los que requieren, adem¨¢s de psicoterapia, una pauta farmacol¨®gica.
Y despu¨¦s de la pandemia, ?qu¨¦?
Existe cierta euforia social ante las vacunas. Se tiende a creer que desaparecer¨¢ el virus con facilidad y con ¨¦l, todos los estragos causados durante este ¨²ltimo a?o. Los psiquiatras observan esta tendencia con cautela. ¡°Muchos de los casos nuevos de depresi¨®n desaparecer¨¢n al cambiar de escenario. Otros dejar¨¢n un poso m¨¢s o menos sutil¡±. Este psiquiatra recomienda prudencia. ¡°Ahora estamos viviendo la ¡®felicidad de la convalecencia¡¯, ese momento en que ya has superado lo peor de la enfermedad, te vas recuperando, pero a¨²n hay muchas posibilidades de recaer. La vacuna nos va a provocar una felicidad de la convalecencia. Y eso es una situaci¨®n de alto riesgo desde el punto de vista del comportamiento social¡±.
?Es abatimiento o depresi¨®n?
No debe confundirse un momento de baj¨®n con una depresi¨®n. Es normal sentir tristeza o abatimiento por la p¨¦rdida de un ser querido o del trabajo. Pero, para que se considere depresi¨®n, deben darse varios factores. Primero, los s¨ªntomas: anhedonia (no disfrutar de cosas que antes s¨ª gustaban), apat¨ªa, tristeza, alteraciones del apetito, del sue?o y de la concentraci¨®n, cansancio, disminuci¨®n en la percepci¨®n del dolor¡ Adem¨¢s, deben manifestarse de forma reiterada durante dos o tres semanas y con un elevado impacto en la vida diaria. Tener casos de depresi¨®n en la familia o antecedentes personales aumenta la vulnerabilidad a padecerla. Cuando uno ha tenido dos depresiones graves anteriormente, el riesgo es muy alto. En el caso de tres o cuatro, el riesgo de un quinto episodio es superior al 90%.