El diagn¨®stico tard¨ªo, el (viejo) gran problema para neutralizar el VIH
Casi la mitad de los pacientes con VIH en Espa?a son diagnosticados cuando el virus lleva meses e incluso a?os atacando su sistema inmunol¨®gico. La falta de concienciaci¨®n social, el miedo al estigma y una educaci¨®n sexual deficiente son un freno para hacerse la prueba, lo que conduce, en caso de tener la infecci¨®n, a una mayor expansi¨®n de la transmisi¨®n
A simple vista, los datos de VIH en Espa?a parecen mejorar, aunque lentamente. Las ¨²ltimas estad¨ªsticas ofrecidas por el Ministerio de Sanidad (de 2018) contabilizaron 3.244 infecciones nuevas ese a?o, un 19,2% menos que el a?o anterior. Sin embargo, los expertos advierten de que el virus no ha desaparecido y de que, a su alrededor, las cifras no decrecen significativamente. ¡°Nos encontramos en un punto de una epidemia estabilizada en unos 4.000 nuevos diagn¨®sticos al a?o, muy lejos del reto que nos marcamos en 2010 de reducir en un 75% el n¨²mero de nuevos casos en Espa?a¡±, explica Ram¨®n Espacio, presidente de la Coordinadora Estatal de VIH y Sida (Cesida).
Espacio se?ala, adem¨¢s, otro aspecto que impide avanzar a¨²n m¨¢s hacia mejores resultados y que, a la par, refleja las realidades sociales del VIH: el diagn¨®stico tard¨ªo. Abreviado como DT en los informes anuales sobre Vigilancia epidemiol¨®gica del VIH y Sida del Ministerio de Sanidad, hace referencia a los casos en los que los seropositivos conocen su infecci¨®n cuando el virus ya lleva bastante tiempo en su organismo (a veces, a?os) y ha atacado considerablemente a su sistema inmunol¨®gico. Esto ocurre cuando el recuento de linfocitos CD4 (gl¨®bulos blancos que combaten las infecciones y que el VIH ataca y destruye) est¨¢ por debajo de los 350 por mililitro de sangre. De los 3.244 nuevos diagn¨®sticos de 2018, un 47,6% fueron tard¨ªos, y las cifras del ¨²ltimo lustro no bajan del 45% ni hay previsiones, seg¨²n los expertos, de que haya decrecido durante 2019 y 2020. Una cifra cercana a la media europea, situada en un 49%, seg¨²n el Centro Europeo para la Prevenci¨®n y el Control de las Enfermedades (ECDC). ?A qu¨¦ se debe?
Miedo a hacerse la prueba
Por un lado, los expertos apuntan que la concienciaci¨®n social sobre la importancia de hacerse la prueba del VIH es baja, bien por miedo, bien por considerarse fuera de un grupo de riesgo o bien por falta de informaci¨®n. Por otro lado, y aunque las pruebas siempre son confidenciales, muchas personas desconocen que, m¨¢s all¨¢ de la atenci¨®n primaria, existen centros de diagn¨®stico y asociaciones u ONG de lucha contra el sida en las que estos tests se realizan incluso sin necesidad de dar el nombre y de manera totalmente an¨®nima, como indica el doctor Esteban Mart¨ªnez, presidente de Gesida (Grupo de Estudio de la Sociedad Espa?ola de Enfermedades Infecciosas y Microbiolog¨ªa Cl¨ªnica).
Estas mismas asociaciones piden, desde hace a?os, que las pruebas del VIH se practiquen m¨¢s asiduamente en los centros de atenci¨®n primaria ante cualquier sospecha: ¡°Por ejemplo, hay personas que van al m¨¦dico con una enfermedad de transmisi¨®n sexual, s¨ªntomas o enfermedades como una neumon¨ªa que podr¨ªa indicar que han adquirido el virus. A estos pacientes habr¨ªa que hacerles la prueba y no se les hace¡±, advierte Espacio. Cuando se notifica su caso, prosigue, suele ser en Urgencias porque ya se encuentran muy enfermos.
La SEMES calcula que podr¨ªa detectarse al menos un 28% m¨¢s de posibles infecciones por VIH en Urgencias
La soluci¨®n es el diagn¨®stico precoz, es decir, aquel que se notifica al paciente en un tiempo relativamente corto desde que se infect¨®. Las razones para conseguirlo son de peso. Vivir durante muchos meses e incluso a?os con el virus puede da?ar de manera irreparable el sistema inmunol¨®gico, el centro de la diana donde ataca el VIH. Esto puede provocar que el paciente desarrolle enfermedades oportunistas como la neumon¨ªa, la tuberculosis o cefalopat¨ªas y, en el peor de los casos, le lleve a la muerte. La doctora Juliana Reyes Urue?a, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y epidemi¨®loga del Centro de Estudios Epidemiol¨®gicos sobre ITS y Sida en Catalu?a (Ceeiscat), advierte de que ¡°el diagn¨®stico tard¨ªo puede aumentar hasta 24 veces el riesgo de fallecimiento si se compara con personas que no se diagnostican tarde¡±. De cualquier forma y mayoritariamente, los diagn¨®sticos tard¨ªos con meses de tratamiento normalmente reducen la carga viral en sangre y estos pacientes pueden hacer vida normal. No obstante, el deterioro que ha sufrido su sistema inmune les hace m¨¢s propensos a tener una peor calidad de vida a largo plazo.
¡°Las personas diagnosticadas tard¨ªamente tienen una p¨¦rdida irreparable de reservas en su sistema inmunitario. Y eso puede que no los lleve a la muerte de una manera directa, pero va a permitir que tengan m¨¢s problemas de salud o que puedan tener m¨¢s enfermedades cr¨®nicas. En definitiva, envejecimiento precoz¡±, explica el doctor Mart¨ªnez desde Gesida. La m¨¢s reciente iniciativa en este sentido ha partido de la Sociedad Espa?ola de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) que, bajo el nombre Deja tu huella en la lucha contra el VIH, intentar¨¢ concienciar a lo largo de 2021 a los m¨¦dicos de urgencias sobre la importancia del diagn¨®stico precoz en sus servicios, en los que SEMES calcula que podr¨ªa detectarse al menos un 28% de posibles infecciones por VIH.
Dos perfiles diferentes seg¨²n el diagn¨®stico
Los ¨²ltimos datos del informe de Sanidad dibujan varios colectivos que, por diversas circunstancias, tienen m¨¢s riesgos de contraer VIH. Los hombres siguieron siendo mayor¨ªa en 2018, un 83,3% frente a un 14,7% de las mujeres. La media de edad se situ¨® en los 36 a?os, y el modo de transmisi¨®n mayoritario fueron las relaciones sexuales entre hombres (un 56,4%), seguido de las heterosexuales (un 26,7%) y, ya bastante lejos, los casos entre personas que se inyectan drogas (un 3,2%). Respecto a la zona geogr¨¢fica de origen, el 56,6% eran espa?oles, el 21,7% proced¨ªa de Latinoam¨¦rica y el 6,1%, del ?frica Subsahariana.
Es necesario comparar estos datos con las cifras de los diagn¨®sticos tard¨ªos si se quiere llegar a una radiograf¨ªa m¨¢s n¨ªtida de la problem¨¢tica existente. Es significativo que el perfil medio de esos diagn¨®sticos sea el del hombre heterosexual mayor de 55 a?os. Por sexo, del total de mujeres diagnosticadas con VIH en 2018, el 56,9% lo fueron tard¨ªamente, frente al 46,1% de los hombres. La edad media aproximada en los diagn¨®sticos tard¨ªos en ambos sexos se dispara: alrededor del 64% es mayor de 50 a?os. Si los datos manejados son por el modo de transmisi¨®n, m¨¢s del 55% de los contagios por relaciones heterosexuales fueron tard¨ªos (58,5% hombres y 55,8% mujeres), mientras que por transmisi¨®n por sexo entre hombres, esa proporci¨®n es menor: el 40,3%, a pesar de ser este colectivo el de mayor incidencia en el total de diagn¨®sticos, precoces o no.
?C¨®mo son posibles dos perfiles tan diferentes? Esteban Mart¨ªnez afirma que los diagn¨®sticos tard¨ªos han decrecido durante los ¨²ltimos a?os entre el colectivo de hombres que tienen relaciones con otros hombres gracias a la concienciaci¨®n, hecho que no ha ocurrido, por ejemplo, entre las personas heterosexuales, que no son conscientes de que el virus tambi¨¦n puede atacarles a ellos, o en colectivos desprotegidos como los inmigrantes o las mujeres que ejercen la prostituci¨®n. ¡°Del mismo modo, el diagn¨®stico tard¨ªo se asocia m¨¢s a n¨²cleos peque?os de poblaci¨®n¡±, se?ala Mart¨ªnez, ¡°probablemente porque la sensibilizaci¨®n es menor. En cualquier caso, los resultados son extraordinariamente valiosos para saber d¨®nde actuar a trav¨¦s de campa?as de educaci¨®n e informaci¨®n.
El Reto 90-90-90
La lucha contra el sida contin¨²a en todos los frentes. El trabajo realizado en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas en Espa?a no ha sido balad¨ª. Seg¨²n los ¨²ltimos datos del Ministerio de Sanidad (de noviembre de este a?o), el 87% de los casos positivos son diagnosticados; de ellos, el 97,3% est¨¢ en tratamiento, y de todos esos pacientes un 90,4% tiene una carga viral indetectable, es decir, el virus no se detecta en sangre y no pueden transmitirlo a otra persona. Unas cifras muy en consonancia con el Reto 90-90-90 que Onusida se propuso cumplir este 2020 en el mundo (ver gr¨¢fico).
Desde 2016 varios expertos liderados por el investigador Jeffrey Lazarus reclaman la incorporaci¨®n de un cuarto 90: que el 90% de las personas que hayan alcanzado los tres primeros tengan una buena calidad de vida. Una meta, de momento, ambiciosa tambi¨¦n en Espa?a, ya que la comorbilidad asociada al VIH (dolencias, trastornos o enfermedades que se dan a la vez en la misma persona, adem¨¢s de la infecci¨®n) y en la que el diagn¨®stico tard¨ªo tiene una implicaci¨®n directa impiden a los pacientes poder llevar una vida plena.
Esteban Mart¨ªnez: ¡°Con la covid-19 la sociedad ha conocido por fin que hay enfermedades que nos afectan a todos¡±
Reivindicaciones hist¨®ricas de asociaciones y ONG, como la inclusi¨®n en el curr¨ªculum escolar de la educaci¨®n en la salud o acabar con el miedo a hacerse la prueba (especialmente entre la poblaci¨®n heterosexual porque ¡°no se sienten en riesgo¡±, como puntualiza Ram¨®n Espacio desde Cesida), tambi¨¦n ayudar¨ªan a mejorar los datos, incluso los de percepci¨®n: todav¨ªa hoy, el 29% de la poblaci¨®n espa?ola afirma que intentar¨ªa evitar el contacto con una persona con VIH, seg¨²n datos de Seisida.
Curiosamente, si algo bueno se deriva de la llegada de la pandemia de la covid-19 es que la sociedad al fin ¡°ha conocido que hay enfermedades transmisibles que nos pueden afectar a todos¡±, incide Esteban Mart¨ªnez. ¡°La covid-19 es una a c¨¢mara r¨¢pida y el VIH, una a c¨¢mara lenta¡±, precisa. Una noci¨®n, prosigue, que nos ha hecho caer en la cuenta de que el peligro no solo es infectarse, sino que tambi¨¦n nosotros podemos infectar a otros. Hechos, subraya, que se pueden hacer realidad con campa?as de informaci¨®n y no de miedo.