Un pa赤s llamado Mogambo
Mientras en unos programas esperaban por la mayor赤a de edad de la hija de la reina de la copla, Isabel Pantoja, en otros se murmuraba de Froil芍n, el nieto del Rey
Mientras en unos programas esperaban por la mayor赤a de edad de la hija de la reina de la copla, Isabel Pantoja, en otros se murmuraba de Froil芍n, el nieto del Rey
Si los da?os entre la familia Rivera Ord車?ez y Pantoja no han cicatrizado, el de B芍rcenas no deja de sangrar y en la Corona sigue abierta la herida del 'caso N車os'
Nos alegramos de que en el Congreso hayan aclarado que manifestarse como las de Femen no significa ninguna alteraci車n de la concentraci車n de los diputados
La infanta Elena decidi車 interrumpir el descanso de su padre. La taleguera en sus manos dejaba entrever su contenido: un mel車n, el mel車n constitucional
La llegada del embajador de EE UU con su compa?ero es una nueva diplomacia y la constataci車n de que la compota de manzanas de Ana Botella ya anunciaba que la se?ora no entend赤a nada
Gracias a M芍xima de Holanda se produjo el otro peque?o milagro: que la reina rozara la mejilla del monarca. Aunque la zona de contacto fue la m赤nima posible
El peri車dista que escribi車 sobre el rey Juan Carlos y la princesa Corinna explica c車mo ella le cont車 c車mo se distribuyeron las caba?as de Botsuana: "El Rey, en la suya; no hubo "hanky-panky"
D赤az ha hecho una declaraci車n de principios ense?ando piernas robustas y pies bien asentados, paso firme y tac車n estable. Al igual que Cospedal, favorece la combinaci車n blanco y negro
La boda de Andrea Casiraghi pone fin a un verano que ha visto la marcha de la infanta Cristina a Ginebra, la de Chac車n a Miami y una comuni車n en Ambiciones
Chelsea Manning, todav赤a como hombre y ciudadano, prueba una habilidad extraordinaria para ridiculizar a迆n m芍s la aparatosa Administraci車n americana
Comparten algunas cosas estas damas: Paltrow defiende la macrobi車tica, Cospedal se defiende ella misma
Marivent antes era un palacio de verano con una gran familia. Hoy parece un 'sprint', todos con prisa por irse
Estuve un rato viendo al presidente del gobierno hablando de "fin de la cita" con un traje azul el谷ctrico.La duquesa de Palma se va a Suiza para que sus hijos no se enteren del Instituto Noos.
La princesa de Gales visti車 un camisero ochentero con mangas de aqu赤 te espero y peque?os lunares blancos para presentar a su hijo Guillermo. Kate ha seguido la misma jugada
Los partidos pol赤ticos son como barcos y el silencio es un alm赤bar que no solo une a Rajoy con el comunismo, tambi谷n revela que en la pol赤tica todo consiste en tapar una cosa con otra y seguir navegando
Mientras esperamos a que B芍rcenas declare, Rajoy guarda voto de silencio y su partido lo pierde comport芍ndose como un coro griego sobreactuado
EE UU nos trata como mindunguis. Bochornoso el embajador espa?ol en Austria, que pidi車 a Evo Morales que le dejara subir al avi車n para tomar un caf谷
Est芍 claro al ver a nuestros chicos de La Roja que esa fiesta en Fortaleza fue un invento de desalmados pretendiendo cobrar de alguna publicaci車n sensacionalista
En estos d赤as en que Hacienda se humaniza, tranquiliza que el divismo de Ronaldo siga en tan perfecto estado. Que sea nuestro nuevo superman. O un Buda
Las canciones de Alaska hablan de esa convulsa lucha entre la emoci車n, la exageraci車n y la iron赤a que definen a una generaci車n
?Por favor, ministro Margallo! Insistir en el flamenco y el jam車n es no entender algo muy espa?ol: el saber re赤rnos y disfrutar de nosotros mismos
El sonoro abucheo a los pr赤ncipes en el Liceo prueba el aguante de los futuros reyes y que los teatros vuelven a ser escenario de discusi車n pol赤tica
Aznar sabe muy bien c車mo y cu芍ndo atrapar nuestra atenci車n para lanzar su programa pol赤tico: la necesidad de exorcizar la languidez de Mariano
Nicol芍s Maduro ya parece m芍s el final del chavismo que su continuaci車n. en Venezuela no hay papel con que limpiarse el culo.
"Infanta Elena 'for president", claman algunos. Afortunadamente, sin la desafortunada imputaci車n de su hermana seguiremos siendo el pa赤s alegre y zarzuelero de siempre
Letizia podr赤a ensayar m芍s estas aristocr芍ticas apariciones, disimular el desinter谷s que siente por ellas. Es una profesional atrapada en un palacio
Las sentencias de Isabel Pantoja y Ortega Cano parecen un poco eso: Hechas a medida. Sus vidas est芍n cruzadas en nuestra imaginaci車n popular
Siendo pieza tan cotizada, es probable que en todo el meneo a Pantoja alguien aprovechara para llev芍rsela para su uso personal o como 'souvenir'.
Comprendi車 que su intimidad pod赤a ser una fuente de ingresos. Quiz芍 nuestros pol赤ticos hayan hecho lo mismo con la democracia: la han saqueado sin que pudi谷ramos evitarlo
Est芍bamos encantados con saber que los pr赤ncipes de Asturias ense?an a su hija chino y que su abuela paterna le habla en ingl谷s cuando, ?zas!, salta la imputaci車n