Revoluci¨®n digital
Ha estallado otra gran revoluci¨®n digital. Y pronto nos alcanzar¨¢ a todos. Esta ola promete transformar nuestras costumbres en el hogar, en el trabajo, en el supermercado y en los lugares de ocio.
Ha estallado la gran revoluci¨®n digital. Y pronto nos alcanzar¨¢ a todos. Si la telefon¨ªa m¨®vil cambi¨® en su d¨ªa nuestras vidas e Internet nos abri¨® infinitas v¨ªas de conocimiento, esta siguiente ola promete transformar nuestras costumbres en el hogar, en el trabajo, en el supermercado y en los lugares de ocio. Casas inteligentes controladas desde el tel¨¦fono, una concepci¨®n distinta de las relaciones laborales y nuevas formas de comunicaci¨®n son el horizonte pr¨®ximo de una metamorfosis apasionante del mundo en el que vivimos.
Hace diez a?os, un ciudadano medio procuraba no olvidarse las llaves de su domicilio, el dinero y un bol¨ªgrafo a la hora de salir de casa. ?sa era la conclusi¨®n a la que llegaba uno de tantos bar¨®metros que estudian los usos y costumbres del consumidor. Ahora, uno de esos tres objetos ha cambiado, el lugar del bol¨ªgrafo lo ha ocupado el tel¨¦fono m¨®vil. Ese detalle explica c¨®mo el avance tecnol¨®gico ha modificado ya algunos de nuestros h¨¢bitos.
Ahora bien, ?cu¨¢l ser¨¢ la respuesta dentro de diez a?os cuando ese tel¨¦fono m¨®vil sea capaz de hacer las tres funciones, cuando, adem¨¢s de servir para comunicarnos, nos abra la puerta de casa y lo podamos utilizar como tarjeta de cr¨¦dito? ?Qu¨¦ dir¨¢n entonces las encuestas? ?Qu¨¦ no podremos olvidar al salir de casa? ?Quiz¨¢ un tel¨¦fono inteligente? ?O un peque?o ordenador port¨¢til, que adem¨¢s sirva de tel¨¦fono?
Los adelantos en el nuevo siglo caminan a tanta velocidad que corremos el riesgo de perder la perspectiva. Nuestra adaptaci¨®n a las nuevas tecnolog¨ªas, sobre todo en las generaciones j¨®venes, es tan inmediata, que no tenemos tiempo para percibir los cambios que se operan a nuestro alrededor ni algunas de sus consecuencias. Volvamos al m¨®vil. El pasado a?o se vendieron en el mundo 84 millones de tel¨¦fonos que disponen de una c¨¢mara fotogr¨¢fica. Hemos adoptado esta novedad con naturalidad; adem¨¢s de hablar, hacemos fotos y las enviamos. As¨ª de simple, sin considerar que estamos contribuyendo, junto a la masiva introducci¨®n en el mercado de las c¨¢maras digitales, a hundir en la miseria a la fotograf¨ªa tradicional y a las empresas dedicadas al revelado de fotos. Posiblemente tampoco hayamos ca¨ªdo en la cuenta de que ese m¨®vil tiene una capacidad de memoria de 24 megabytes. Pues bien, a primeros de los noventa era un lujo disponer de un ordenador con 20 megabytes. As¨ª que tenemos en nuestra mano un potente ordenador, una c¨¢mara de fotos y un tel¨¦fono. Tres funciones en una. Y quiz¨¢ no nos hab¨ªamos dado cuenta de ello.
El resultado de la encuesta sobre h¨¢bitos del consumidor al salir de casa no hac¨ªa sino reflejar la realidad. De todas las tecnolog¨ªas, ha sido la telefon¨ªa m¨®vil la que ha experimentado un mayor grado de penetraci¨®n en el mercado. En Espa?a, por ejemplo, su utilizaci¨®n alcanza casi al 90% de la poblaci¨®n, muy superior al uso del PC (43%), al acceso a Internet (29%) o a la utilizaci¨®n del ancho de banda (16%). En una sociedad como la espa?ola, el uso del tel¨¦fono m¨®vil ha experimentado un crecimiento tan espectacular que todas las previsiones quedaron obsoletas con car¨¢cter inmediato. La telefon¨ªa m¨®vil arranc¨® en Espa?a en 1982, en 1995 contaba con 922.000 clientes, y actualmente, el n¨²mero de abonados supera los 37 millones. En el a?o 2003 se vendieron 14 millones de m¨®viles en el mercado espa?ol, cuando las previsiones hablaban de 10 millones. Ese mismo a?o, el porcentaje de m¨®viles/fijos en Europa era ya del 60/40.
Sin embargo, la expansi¨®n del m¨®vil sigui¨® un curioso proceso. Inicialmente, la gente adquir¨ªa esta tecnolog¨ªa no tanto para hablar como para sentirse comunicado, y as¨ª lo demostraron los primeros estudios sociol¨®gicos. De hecho, las horas de llamadas sufrieron algunos descensos, seg¨²n las estad¨ªsticas de los operadores, hasta que volvieron a recuperarse. Y al mismo tiempo aparecieron fen¨®menos inesperados como fue el uso extensivo de los mensajes cortos y las llamadas perdidas. No s¨®lo apareci¨® una nueva forma de lenguaje, sino tambi¨¦n un nuevo m¨¦todo de comunicaci¨®n entre las personas, sobre todo en las generaciones j¨®venes. Una llamada perdida, que no tiene coste, puede significar muchas cosas, puede significar "hola", "te quiero", "me acuerdo de ti", "he llegado" o simplemente "ll¨¢mame, que t¨² tienes m¨¢s saldo".
"El m¨®vil se ha convertido en el centro de la intercomunicaci¨®n personal", concluye Luis Ezcurra, director de estrategias de Telef¨®nica M¨®viles. "Supone el gran cambio tecnol¨®gico y social porque afecta a la esfera personal. Cada cual tiene un n¨²mero, que es suyo. Y adem¨¢s ha descubierto modelos de comunicaci¨®n en formatos radicalmente distintos y que han sido asumidos por grupos de poblaci¨®n con los que no cont¨¢bamos, que es lo que ha sucedido con los mensajes". En 2003 se difundieron 9.302 millones de mensajes cortos s¨®lo en el ¨¢mbito de Telef¨®nica, lo cual significa que cada segundo sus clientes est¨¢n transmitiendo casi 300 mensajes. "Hay una generaci¨®n que ha asumido estos avances sin preguntar", explica Luis Ezcurra, "nos pas¨® con el aviso de llamada perdida y la posibilidad de no admitir mensajes de voz. No hicimos nada de publicidad sobre este nuevo servicio y contamos ahora con millones de usuarios del mismo".
"El m¨®vil", dice Julio Nav¨ªo, director de tecnolog¨ªa de Nokia Espa?a, "ha sido un facilitador de la comunicaci¨®n. Ha incorporado la movilidad a nuestras vidas. Ahora sentimos que no estamos sujetos a esclavitud, tanto en el puesto de trabajo como respecto a un tel¨¦fono fijo. Y, como consecuencia de ello, nos hemos vuelto m¨¢s exigentes en la percepci¨®n del m¨®vil, queremos m¨¢s prestaciones y calidad, porque los an¨¢lisis de productividad perciben ese impacto. Vamos hacia una forma de comunicaci¨®n que significa estar permanentemente conectado: el m¨®vil absorbe toda la voz, pero va a ser ¨²til como acceso a la sociedad de la informaci¨®n". "El m¨®vil es una categor¨ªa", explica Javier Jaquotot, director de estrategias de Vodafone, "es el motor en el que se va a desarrollar toda la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n".
El m¨®vil nos ha llevado a la percepci¨®n de que estamos comunicados en cualquier momento y en cualquier lugar, pero no es una experiencia ¨²nica. La revoluci¨®n digital no ha sido asunto de una sola tecnolog¨ªa. Al mismo tiempo, las novedades nos han llevado a otros escenarios en donde nos empezamos a comportar con gran naturalidad. Los cambios se producen a tanta velocidad que lo que parec¨ªa ciencia-ficci¨®n hace diez a?os es hoy plena realidad, y en ello tiene mucho que ver Internet.
Hoy podemos contratar nuestras vacaciones desde casa, hacemos nuestras operaciones bancarias, encargamos la compra, accedemos a documentos ¨²tiles para nuestro trabajo y podemos leer el peri¨®dico del d¨ªa aunque estemos a miles de kil¨®metros de distancia. Ll¨¢mese sociedad de la informaci¨®n a todo este complejo panorama que est¨¢ modificando nuestros h¨¢bitos de conducta, d¨ªgase revoluci¨®n digital, la cuesti¨®n es que tanto la comunicaci¨®n personal como la transmisi¨®n de datos se han vuelto accesibles a cualquier ciudadano casi desde cualquier lugar del planeta. Estamos hablando de que la tecnolog¨ªa se ha vuelto accesible y, desde luego, m¨®vil. El concepto de movilidad o de ubicuidad es, ahora mismo, el asunto central, pero adquiere una dimensi¨®n casi universal.
Hasta hace no mucho tiempo hab¨ªa algunas cuestiones por resolver. Digamos que la voz iba por un camino, y los datos, por otro; digamos que unos aparatos serv¨ªan para una cosa, y otros, para otra, fueran tel¨¦fonos, agendas digitales, c¨¢maras digitales, ordenadores, televisores, equipos de sonido, con sus correspondientes formatos, l¨¦ase disquetes, CD, DVD, cintas, tarjetas de memoria. Y una cosa era la telefon¨ªa m¨®vil, y otra, Internet. ?Qu¨¦ suceder¨¢ cuando los aparatos puedan comunicarse entre s¨ª y cuando la voz y los datos vayan por el mismo camino? Eso era ciencia-ficci¨®n hace no mucho tiempo. Ahora empieza a ser una realidad gracias a tecnolog¨ªas ya en uso como WiFi, umts, Bluetooth, VoIP, hotpots, wland, wimax, redes ADSL y redes rfid, por citar unas cuantas. As¨ª que, una vez digerida la ensalada de siglas, prepar¨¦monos para vivir en el planeta digital, dentro de unos a?os probablemente no reconozcamos algunos de nuestros h¨¢bitos de hoy d¨ªa.
Y toda esta transformaci¨®n se est¨¢ fraguando sin que apenas nos demos cuenta.
La llamada segunda revoluci¨®n digital ha empezado ya. Lo ha hecho en el hogar. Y en la empresa.
Todos los empleados de los departamentos de marketing y ventas de la multinacional Intel en Europa trabajan en casa buena parte de su jornada laboral. La compa?¨ªa les ha puesto una l¨ªnea ADSL, una comunicaci¨®n Wi-Fi, un ordenador port¨¢til, una impresora, un tel¨¦fono m¨®vil y una l¨ªnea de telefon¨ªa fija. El empleado tiene en su casa todos los elementos de que dispone en su oficina. Puede acceder al Intranet de la empresa, disponer de sus archivos y documentos e incluso mantener entrevistas por videoconferencia. "Tenemos una sede en Madrid, donde disponemos de unas salas para celebrar reuniones de departamentos o con clientes. Si no tengo reuni¨®n, no necesito moverme de casa", explica Isabel Lama, responsable de prensa de esta compa?¨ªa multinacional.
La experiencia de los empleados de Intel no es una novedad. Hay muchas empresas en Espa?a cuyas comunicaciones internas se hacen a trav¨¦s de tecnolog¨ªa Wi-Fi, sin hilos y a un coste muy bajo. Hay muchos comerciales o ejecutivos que ya no tienen necesidad de volver a su despacho para cerrar un contrato, acceder a sus archivos o leer su correo electr¨®nico. Lo hacen a distancia, desde su hotel, desde una cafeter¨ªa, en el aeropuerto mientras esperan en la sala de embarque o en el mismo avi¨®n, como es el caso de la compa?¨ªa Lufthansa en su vuelo Washington-Francfort. "Hemos instalado ya el sistema inal¨¢mbrico en 300 empresas con m¨¢s de 40 empleados y lo que observamos es que la productividad se ha mejorado en un 20%. Cada empleado est¨¢ 75 minutos m¨¢s al d¨ªa conectado", explica Jos¨¦ Manuel Petisco, director de empresas de la multinacional Cisco Systems en Espa?a. "La tecnolog¨ªa inal¨¢mbrica abre verdaderas posibilidades a la empresa. Los empleados, ?necesitan ir todos al trabajo a la misma hora? La tecnolog¨ªa te quita horas de atasco, por ejemplo, y eso significa ser m¨¢s productivo y aumentar tu calidad de vida. La empresa se ahorra espacio, se ahorra costes en el cableado y se ahorra dinero con una tecnolog¨ªa m¨¢s barata en sus comunicaciones internas". Naturalmente, a cambio de esa libertad de movimientos, la tecnolog¨ªa permite tambi¨¦n al empresario evaluar la rentabilidad del trabajador, a trav¨¦s del tiempo de conexi¨®n, el n¨²mero medio de llamadas y el uso del correo, entre otros factores.
El Internet m¨®vil estaba destinado a ser una evoluci¨®n de la telefon¨ªa m¨®vil. Tras el ¨¦xito de la telefon¨ªa GSM o de segunda generaci¨®n, se presum¨ªa que el siguiente pelda?o ser¨ªa la tercera generaci¨®n de m¨®viles (llamada 3G o UMTS). Gracias a un mayor ancho de banda, se podr¨ªa transmitir no s¨®lo voz, sino tambi¨¦n datos e im¨¢genes. ?se era el momento para el despegue. Las compa?¨ªas telef¨®nicas acudieron a subastas multimillonarias para obtener las licencias de explotaci¨®n en los albores del a?o 2000, pero hab¨ªa un peque?o problema, la tecnolog¨ªa no estaba todav¨ªa preparada. La tercera generaci¨®n era todav¨ªa un proyecto. "Se crearon excesivas expectativas", recuerda Julio Nav¨ªo, director de tecnolog¨ªa de Nokia Espa?a, "se divulg¨® una publicidad irreal en torno a unas tecnolog¨ªas que todav¨ªa no funcionaban, hubo retrasos en infraestructuras y hab¨ªa que resolver algunos problemas importantes como que un m¨®vil pudiera operar en su paso de GSM a 3G. Son m¨ªnimos que ya est¨¢n en todas las capacidades".
Ese par¨®n tecnol¨®gico permiti¨® que evolucionara m¨¢s r¨¢pidamente otra nueva tecnolog¨ªa, impulsada no por las compa?¨ªas de comunicaciones, sino por las empresas inform¨¢ticas. Aparec¨ªa as¨ª otra soluci¨®n al problema. Y adem¨¢s era mucho m¨¢s barata. Se trataba del Wi-Fi, que es el nombre popular del protocolo 802.11b o Wireless Fidelity (Wi-Fi), un est¨¢ndar desarrollado por la Wireless Ethernet Compatibility Alliance, que une a m¨¢s de cien empresas, algunas tan caracter¨ªsticas como Intel, Cisco, IBM o Microsoft. Su ¨¦xito radicaba en que lograba una velocidad de transmisi¨®n muy alta (200 veces la de un m¨®dem tradicional), un ancho de banda suficiente para transferir grandes ficheros de datos y, sobre todo, usaba una frecuencia para la que no hac¨ªa falta licencia, era algo as¨ª como transferir datos por ondas de radio. La tecnolog¨ªa Wi-Fi permit¨ªa que, gracias a una peque?a antena (hotspot) conectada a una l¨ªnea ADSL, fuera posible comunicarse a trav¨¦s de Internet en un radio de 100 metros. Era una tecnolog¨ªa simple, barata y c¨®moda.
El crecimiento de Wi-Fi ha sido extraordinario. S¨®lo en Europa, el n¨²mero de antenas pas¨® de 269 en 2001 a 1.150 en 2002, y se prev¨¦ llegar a las 32.500 en 2007. Algunos expertos interpretaron este fen¨®meno como el producto de una competencia entre Estados Unidos y Europa, por el hecho de que la tecnolog¨ªa del m¨®vil se hab¨ªa impuesto en mucha mayor medida en el continente europeo. Otros anuncian el riesgo de una nueva burbuja tecnol¨®gica, dado el incre¨ªble crecimiento de algunas peque?as compa?¨ªas dedicadas a este tipo de comunicaci¨®n. "La tecnolog¨ªa Wi-Fi no es m¨®vil", dice un esc¨¦ptico Luis Ezcurra. "Elimina el cableado, lo cual sirve para reducir costes, y crea puntos de acceso para el PC. De ah¨ª se ha sugerido una movilidad. Respecto a la lucha entre Estados Unidos y Europa, es cierto que el Wi-Fi responde m¨¢s al modelo telef¨®nico instalado en Estados Unidos, donde una llamada la pagan entre el que llama y el que la recibe. Por eso mucha gente tiene el m¨®vil apagado y s¨®lo lo enciende cuando espera una llamada. Aqu¨ª nos hemos acostumbrado a que o lo tienes disponible cuando quieres o no lo tienes. Y adem¨¢s, el modelo de negocio tiene que ser transparente al cliente".
En cualquier caso, ambas tecnolog¨ªas est¨¢n ya en funcionamiento. Wi-Fi lleva ya dos a?os de experiencia al menos en Espa?a. Las compa?¨ªas telef¨®nicas acaban de anunciar hace dos meses que el 3G est¨¢ en funcionamiento, si bien s¨®lo en grandes ciudades (el gran despegue est¨¢ previsto para las navidades de 2005). Wi-Fi ofrece m¨¢s ancho de banda en poco radio de cobertura; 3G, menos ancho de banda en ¨¢reas mucho m¨¢s amplias. 3G es el modelo b¨¢sico de negocio de las compa?¨ªas de telecomunicaciones, mientras Wi-Fi proviene del sector de las comunicaciones de datos y es un subproducto de la industria inform¨¢tica. 3G es un servicio de pago, Wi-Fi puede ser gratis o mucho m¨¢s barato. Esta realidad significa el pleno arranque de lo que algunos han dado en llamar "era inal¨¢mbrica".
Wi-Fi ha puesto de moda las antenas u hotspots que, conectadas a unas l¨ªneas ADSL, pueden permitir navegar por Internet sin hilos a cientos de consumidores en un entorno de 100 metros. Se calcula que hasta 200 usuarios pueden trabajar por l¨ªnea ADSL. Lo pueden hacer gratis o a un precio mucho m¨¢s bajo. Las consecuencias de esta tecnolog¨ªa son visibles a simple vista. Una antena puede dar cobertura a una comunidad de vecinos. Una red de antenas supone dotar de Internet a una peque?a localidad, l¨¦ase un pueblo. Una red m¨¢s amplia puede significar lo mismo en una peque?a capital, caso de Zamora, una experiencia que mueve a imitaci¨®n en Espa?a. Algunos expertos creen que ¨¦ste es el comienzo de una gratuidad total en las comunicaciones (sencillamente porque la voz tambi¨¦n puede viajar a trav¨¦s de Internet a un precio irrisorio) y anuncian el final de las grandes compa?¨ªas telef¨®nicas. Otros opinan que este escenario de gratuidad total es pura entelequia, Internet ser¨¢ m¨®vil y accesible desde cualquier punto, cierto, pero ni mucho menos ser¨¢ gratis, y terminar¨¢ bajo el control de las operadoras, que son las que disponen de un modelo de negocio. De hecho, todas las operadoras en Espa?a ofrecen acceso a Wi-Fi.
"Cualquier tecnolog¨ªa funciona con 40 clientes, pero con un mill¨®n empieza a caerse", explica Jaquotot, de Vodafone, que defiende el futuro dominio de las operadoras. "Hemos acostumbrado a los clientes a la cobertura total. No sirve que t¨² salgas de un establecimiento y ya no puedas operar o que tengas que pagar a operadores distintos seg¨²n donde te muevas. Para cubrir Madrid, por ejemplo, har¨ªan falta 7.000 hotspots, el mismo n¨²mero de antenas con que se cubrir¨ªa toda Espa?a con la tecnolog¨ªa 3G. Wi-Fi es una tecnolog¨ªa muy interesante para empresas o peque?os espacios, como hoteles o aeropuertos, incluso para resolver posibles problemas de saturaci¨®n o de aislamiento en zonas rurales. No la veo como un competidor del 3G, sino que, en todo caso, creo que son complementarias". "El Wi-Fi es complementario y funciona en entornos reducidos", concluye Nav¨ªo, de Nokia. "Su problema es la discontinuidad, la encriptaci¨®n (las comunicaciones no son seguras) y un modelo de negocio: ?qui¨¦n sufraga el Wi-Fi?". "Wi-Fi es un ancho de banda que nos permite manejar gran cantidad de informaci¨®n en coberturas interesantes", dice Petisco, de Cisco Systems. "Mejora la productividad en las empresas. Es una tecnolog¨ªa sencilla y muy barata, aunque no muy segura si no tomas precauciones. Si vas por la Castellana, te puedes ir pasando de un sistema a otro, y eso es una tentaci¨®n para los hackers".
El final de esta batalla por el mercado inal¨¢mbrico es todav¨ªa incierto por numerosas razones. Primero, porque todav¨ªa est¨¢ por ver si las autoridades p¨²blicas permitir¨¢n el desarrollo de una red de comunicaciones sin licencia. Segundo, porque hay otra tecnolog¨ªa, denominada WiMax, que puede ampliar la cobertura de Wi-Fi a los 50 kil¨®metros con las mismas prestaciones. Tercero, porque los expertos estudian el comportamiento del mercado asi¨¢tico, que puede terminar inclinando la balanza, donde ya lleva tiempo operando la tecnolog¨ªa 3G (sobre todo en Jap¨®n, donde cada ciudadano mayor de 12 a?os dispone ya de un m¨®vil y una quinta parte de los clientes operan con 3G). Mientras los defensores de un Internet libre y gratuito avanzan desde numerosas plataformas de opini¨®n un futuro prometedor e interconectado, las consultoras caminan con pies de plomo. Los primeros plantean en defensa del sistema gratuito las tremendas posibilidades de Wi-Fi y WiMax a la hora de incorporar a la sociedad de la informaci¨®n a los pa¨ªses subdesarrollados. "La brecha tecnol¨®gica podr¨ªa empezar a dejar de existir", dicen. Wi-Fi permite, entre otras cosas, la posibilidad de comunicaci¨®n telef¨®nica a trav¨¦s de Internet, barata y accesible para pa¨ªses que no hayan desarrollado una red telef¨®nica convencional. "De hecho", explica Julio Nav¨ªo, "se est¨¢ estudiando un tipo de tel¨¦fonos que funcionar¨¢n como una especie de walkie-talkies y que podr¨ªan ser muy ¨²tiles en determinados pa¨ªses". "Converger voz y datos en la misma red es muy interesante, y eso hace la telefon¨ªa IP con un gran ahorro de costes. En los pr¨®ximos siete a?os, todos los fabricantes de telefon¨ªa tradicional tendr¨¢n IP", dice Petisco.
As¨ª que la era inal¨¢mbrica es una realidad, no un asunto de ciencia-ficci¨®n. Desaparecen los cables. Es cierto. El rat¨®n no lleva cables. Tampoco el teclado. Pero es algo m¨¢s, los datos viajan sin necesidad de un cable y los aparatos pueden hablar entre s¨ª, gracias a otra tecnolog¨ªa, conocida como Bluetooth. Eso quiere decir que desde el ordenador port¨¢til podemos darle ¨®rdenes al televisor o al equipo de m¨²sica, o transferir pel¨ªculas o canciones. Todo ello significa que la revoluci¨®n digital es algo m¨¢s que la simple transmisi¨®n de datos.
Hace unas semanas, Bill Gates le auguraba una corta vida al DVD, no m¨¢s de diez a?os. Quiz¨¢ no le falte raz¨®n. "Toda la informaci¨®n est¨¢ ya digitalizada, es posible almacenarla cada vez en dispositivos m¨¢s peque?os. Lo que interesa a las personas es el acceso para poder disfrutarla o utilizarla. Estamos hablando, por ejemplo, de posibilidad de almacenar pel¨ªculas, y de acceso a esa informaci¨®n desde cualquier lugar. Las redes adquieren aqu¨ª gran importancia", dice Jos¨¦ Manuel Petisco. Cada seis meses, los microprocesadores aumentan su velocidad y la capacidad de almacenamiento de informaci¨®n. Buscadores como Yahoo o Google ofrecen bastantes megas de memoria en sus cuentas de correo gratuitas. El pasado 5 de julio, Cisco Systems anunciaba que el Libro Guiness hab¨ªa certificado que su router (una especie de redistribuidor de redes), el CRS-1, es el de mayor capacidad de la historia de Internet, capaz de transmitir 92 billones de bits por segundo: eso significar¨ªa que la mitad de la poblaci¨®n espa?ola podr¨ªa descargarse simult¨¢neamente una canci¨®n de 2,4 megabytes o que 12.415 personas podr¨ªan descargarse una pel¨ªcula de 7,4 gigabytes en un segundo. El citado aparato est¨¢ ya a la venta al precio de 450.000 d¨®lares.
Las novedades que se le ofrecen al consumidor ir¨¢n reflejando los nuevos cambios en perspectiva. Ya se aprecia en el mercado c¨®mo los ordenadores port¨¢tiles est¨¢n arrinconando a los de sobremesa y c¨®mo ¨¦stos van a tener otra funci¨®n. "Habr¨¢ un ordenador que gestionar¨¢ el entretenimiento en casa", dice Luis Ezcurra. "Pero todo har¨¢ de todo. Es la convergencia a la que vamos. El port¨¢til se quedar¨¢ como un esqueleto para un entorno empresarial o profesional, y el m¨®vil m¨¢s la agenda tendr¨¢n que ver con la comunicaci¨®n personal. No hace falta un dispositivo ¨²nico, pero s¨ª que los dispositivos hablen entre s¨ª". El ordenador de casa ser¨¢ una central de entretenimiento, permitir¨¢ grabar pel¨ªculas en el disco duro o bajarlas de Internet, por ejemplo, y verlas a gusto del usuario enviando la se?al al televisor. Todo ello sin cables. Lo mismo suceder¨¢ con la m¨²sica. O con las pel¨ªculas y fotos que se graben en una c¨¢mara.
Y en todo este conglomerado todav¨ªa es pronto para vaticinar qu¨¦ funciones tendr¨¢n determinados aparatos. ?Sustituir¨¢ el tel¨¦fono al ordenador port¨¢til? Hay quien se inclina por un tel¨¦fono que a su vez sirva de agenda y de receptor de correo electr¨®nico (ya existe en el mercado el Blackberry, que hace ambas funciones gracias a un peque?o teclado). ?Quedar¨¢n atr¨¢s las consolas de videojuegos si un usuario puede entrar en un juego en red compitiendo con otros y con una gran definici¨®n? ?Desaparecer¨¢n las actuales c¨¢maras digitales si los tel¨¦fonos se est¨¢n acercando ya a los dos megap¨ªxeles de calidad de imagen? Jaquotot muestra su nuevo tel¨¦fono Vodafone 3G. Acaba de recibir el resumen de un telediario: la imagen llega a su m¨®vil con toda nitidez. Dentro de un tiempo podr¨¢ contratarse desde un m¨®vil un partido de f¨²tbol en directo.
El flujo de novedades que se presentan en el mercado es de dif¨ªcil digesti¨®n para un ciudadano no especializado. En un lugar de los Alpes, por ejemplo, funciona actualmente un cajero autom¨¢tico inteligente. Dotado de tecnolog¨ªa 3G, ¨¦l mismo es capaz de hacer operaciones de ingreso y de disposici¨®n de dinero. ?l solo cuadra las cuentas. El cajero est¨¢ dise?ado por la empresa Wincor-Nixdorf, especializada en soluciones tecnol¨®gicas para el sector de la banca y del comercio. Wincor-Nixdorf, como otras compa?¨ªas, ha experimentado ya lo que va a ser el futuro inmediato en muchos establecimientos: el c¨®digo de barras est¨¢ a punto de caducar. Ahora ser¨¢ un chip dotado de tecnolog¨ªa inal¨¢mbrica, a trav¨¦s de redes RFID, el sustituto. Las mejoras saltan a la vista, el chip permite saber d¨®nde est¨¢ cada mercanc¨ªa en cada momento, cu¨¢les son sus cualidades y cargarla autom¨¢ticamente a la cuenta del comprador sin necesidad de pasarla por un lector ¨®ptico.
Wincor-Nixdorf experimenta desde 2003 con un supermercado piloto en la localidad alemana de Rheinberg. Los clientes llevan un carro provisto de una pantalla. En esa pantalla tienen informaci¨®n de ofertas y localizaci¨®n de los productos. Una vez incorporado el producto al carro, se anota el precio a la factura. En cada momento, el cliente sabe lo que se est¨¢ gastando y no har¨¢ colas en la caja porque el pago se efectuar¨¢ de forma muy sencilla y r¨¢pida. Por otro lado, el empresario sabe qu¨¦ est¨¢n comprando sus clientes en cada momento y qu¨¦ productos debe reponer.
As¨ª que por influencia de una u otra tecnolog¨ªa, porque todas ellas son ahora capaces de relacionarse entre s¨ª, porque la segunda revoluci¨®n digital es una realidad, algunas de las costumbres de los habitantes del planeta digital est¨¢n cambiando. Cambian en casa, en la empresa, en el supermercado, a la hora de trabajar o entretenerse. En breve tiempo nos podremos olvidar las llaves con toda tranquilidad. Adem¨¢s de abrir la puerta, el m¨®vil nos avisar¨¢ tambi¨¦n de si alguien ha entrado en nuestro domicilio.
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