Piratas de nuevo cu?o

En el siglo XVII, un pirata del Caribe se gana el pan y la reputaci¨®n. La sinopsis de Pirates! es b¨¢sicamente la misma que hace 17 a?os, cuando el videojuego original debut¨® en el Commodore 64, pero la industria ha cambiado mucho. El tiempo ha convertido a su creador, Sid Meier, padre tambi¨¦n de la serie Civilization, en un gur¨² de los juegos de estrategia que firma sus t¨ªtulos como si fuese un autor. Hasta el primer Pirates!, Meier hab¨ªa hecho simuladores de aviones y submarinos. Cuando sac¨® aquel juego de piratas, su socio se ech¨® las manos a la cabeza. "Decidi¨® ponerle mi nombre para que as¨ª por lo menos lo comprasen los fans de mis anteriores juegos", explica Sid Meier por tel¨¦fono desde el otro lado del charco.

La estrategia funcion¨® y Pirates! se convirti¨® en un cl¨¢sico. Su creador lo trajo al siglo XXI por la insistencia del p¨²blico —"para hacerles felices"— y por esa comez¨®n que debi¨® de empujar a George Lucas a retomar La guerra de las galaxias: "Quer¨ªa modernizar la tecnolog¨ªa del juego que amaba: tres dimensiones, crear efectos? incluir lo que no pude en el original". ?Uf!, pero las nuevas Star wars han perdido un algo de alma, ?no? "Siempre se pierde algo con los avances tecnol¨®gicos", admite el dise?ador, "aquellos gr¨¢ficos tan sencillos hac¨ªan volar la imaginaci¨®n del jugador? pero la tecnolog¨ªa s¨®lo es peligrosa si se pierde el contacto con la historia y la aventura".

En el nuevo, tridimensional y efectista Pirates! se mantiene la aventura y la libertad del original. El usuario elige portarse como bellaco o noble bucanero; mantener alianzas diplom¨¢ticas con los gobernadores, escoltar sus galeones o dedicarse al saqueo de todo lo que surque los mares. "Aunque tu personaje pueda ser muy rudo en el mar, tambi¨¦n es h¨¦roe a su manera? incluso tiene romances".

Claro que para ligarse a la hija del gobernador deber¨¢ cortejarla en la pista de baile, con reverencias y pasitos. "No esperes un juego hist¨®rico, mis fuentes de inspiraci¨®n son las pel¨ªculas de Erroll Flynn o los piratas de Disney". Y algunos datos: "En el primer Pirates! trabajamos cinco personas, en el segundo, 25. Aquel nos llev¨® un a?o, ¨¦ste tres. El primero cost¨® varios cientos de miles de d¨®lares y ¨¦ste? millones y millones".