Apple e Intel: cambios a la vista
?Qu¨¦ ha cambiado? Con esta pregunta, el CEO de Microsoft Steve Ballmer cuestionaba que la decisi¨®n de Apple de incorporar procesadores Intel en sus sistemas vaya a modificar la situaci¨®n en el mercado del gigante del software y la empresa de Steve Jobs. Sin embargo, es probable que esta noticia -sorprendente para algunos, a pesar de los insistentes rumores de los ¨²ltimos meses— s¨ª conlleve algunos cambios.
Desde que hace unos a?os sustituyera los procesadores de Motorola por los PowerPC de IBM en sus equipos, no parec¨ªa que Apple fuese a llevar a cabo un cambio sustancial. Pero la combinaci¨®n de varios factores ha convencido a Steve Jobs de pasarse a Intel.
En primer lugar, los problemas de compatibilidad son ahora menores gracias a una herramienta denominada Rosetta, que traduce las instrucciones del PowerPC de IBM a la plataforma x86 de Intel. Aunque este tipo de traducciones binarias siempre han funcionado de forma deficiente, parece que la empresa desarrolladora del motor que utiliza Rosetta - Transitive, una start-up ubicada en Silicon Valley— y Apple llevan tiempo probando la nueva tecnolog¨ªa con ¨¦xito. De hecho, en el reciente encuentro mundial de desarrolladores Jobs mostr¨® el funcionamiento de Rosetta sin problemas, aunque habr¨¢ que ver cu¨¢l ser¨¢ su rendimiento real.
Adem¨¢s, son varias las compa?¨ªas que han anunciado el desarrollo de aplicaciones universales. Mientras los desarrolladores de Mac prometen programas capaces de funcionar sobre ambos tipos de plataforma (la de Intel y la de IBM), Microsoft anuncia la creaci¨®n de versiones futuras para Mac. Tambi¨¦n el CEO de Adobe Systems, Bruce Chizen, asegura que su empresa ofrecer¨¢ todo el apoyo necesario para facilitar la transici¨®n de Apple.
La relaci¨®n entre Apple e Intel tiene grandes posibilidades de beneficiar a ambas compa?¨ªas a largo plazo, sobre todo gracias a los ¨²ltimos avances de Intel: la plataforma Centrino, la tecnolog¨ªa de virtualizaci¨®n y los recientes desarrollos en materia de seguridad, como la tecnolog¨ªa LaGrande.
Por su parte, Apple, seguramente la empresa inform¨¢tica m¨¢s orientada a ofrecer una plataforma integrada, ayudar¨¢ a Intel a desarrollar componentes de hardware compatibles con el software.
Hasta ahora, Apple no hab¨ªa dado el salto a la plataforma Intel porque hacerlo pod¨ªa suponer que su software pudiera funcionar sobre clones de Macintosh, un alto riesgo para Jobs si tenemos en cuenta que siempre ha subvencionado el desarrollo de software mediante las ventas de hardware.
Pero, en principio, la tecnolog¨ªa LaGrande evitar¨¢ esta posibilidad: ofrece un cierre criptogr¨¢fico que impedir¨¢ que MacOS se ponga en marcha en sistemas no producidos por Apple. Es decir, permitir¨¢ que un ordenador Apple pueda funcionar con Windows, pero no que un cl¨®nico pueda hacerlo con el MacOS.
Finalmente, el acuerdo entre Apple e Intel facilitar¨¢ el desarrollo de una serie de productos clave para el futuro de la empresa de la manzana. En primer lugar, se espera que el chip Pentium M de Intel contribuya al lanzamiento de nuevos port¨¢tiles, una pieza clave en el negocio de Apple frenada hasta ahora por las limitaciones t¨¦cnicas del procesador G5 de IBM.
En segundo lugar, facilita el posible lanzamiento de una versi¨®n para videojuegos de iPod, basada en los procesadores Xscale de Intel. Con ello se abren toda una serie de oportunidades en el mundo de entretenimiento.
?Supondr¨¢ este cambio de plataforma una eclosi¨®n de los sistemas Macintosh? Es dif¨ªcil conocer la respuesta, pero est¨¢ claro que las cosas han cambiado. Aunque Steve Ballmer lo ponga en duda.
Sandra Sieber es profesora del IESE e investigadora del e-business Center PwC & IESE
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.