El P2P espa?ol se la juega en los juzgados
Este martes comienza el juicio contra Pablo Soto, el joven al que las discogr¨¢ficas piden 13 millones por desarrollar programas de intercambio de archivos como Blubster
El juzgado de lo mercantil n¨²mero 4 de Madrid acoge este martes el juicio contra Pablo Soto, el joven creador de varios programas de intercambio de archivos P2P (peer to peer) como Blubster, Piolet y Manolito, que llegaron a tener tanto ¨¦xito que rivalizaron con otros de alcance internacional como eMule, Kazaa o Napster. La industria discogr¨¢fica, representada por la patronal Promusicae, y varias firmas (Sony, Universal, Emi y Warner) le reclaman 13 millones de euros por da?os y perjuicios para compensar las canciones descargadas.
En lo que ya se considera el The Pirate Bay espa?ol (la p¨¢gina sueca de intercambio de archivos cuyos responsables han sido condenados a un a?o de prisi¨®n y al pago de 3 millones de euros), todas las miradas est¨¢n fijas en el juicio de Pablo Soto, pues se ve como un test de la batalla que mantiene la industria audiovisual contra las descargas de archivos. Esa pugna se ha trasladado desde la v¨ªa penal a la civil, ya que el sector cultural considera que la primera v¨ªa, con la legislaci¨®n actual, est¨¢ agotada.
S¨®lo ha conseguido una sentencia condenatoria, la del administrador de la p¨¢gina web riojana InfoPSP, que acept¨® la condena para evitar precisamente el juicio civil. Este fallo, a pesar de tener la misma validez que cualquier otra sentencia, no contenta al sector audiovisual porque considera que las penas de c¨¢rcel no s¨®lo no tienen un efecto disuasorio para los que realizan descargas, sino que le crean una mala imagen p¨²blica, por lo que prefieren optar por la v¨ªa civil.
Pablo Soto es un caso emblem¨¢tico, ya que muchos consideran a este joven, que tiene ahora 30 a?os, un verdadero emprendedor y no un "pirata". Fund¨® su propia empresa MP2P Technologies, cuyos programas de intercambio de archivos han sido utilizados por 20 millones de usuarios. Promusicae tiene otra idea. Le ha denunciando por competencia desleal porque calculan que, gracias a sus programas, millones de canciones fueron descargadas sin pasar por caja. El caso va para largo. Gane quien gane en esta primera instancia, habr¨¢ recurso por las partes, y la pugna llegar¨¢ hasta el Tribunal Supremo, previo paso por la Audiencia Provincial de Madrid, lo que augura un largo proceso jur¨ªdico.
El juicio se produce adem¨¢s cuando el Gobierno tiene entre manos la patata caliente de legislar sobre las descargas de archivos a trav¨¦s del P2P, una vez que las partes en conflicto -la Coalici¨®n de Creadores (sociedades de gesti¨®n de derechos, discogr¨¢ficas y productoras cinematogr¨¢ficas) y operadores de telefon¨ªa e Internet- no se han puesto de acuerdo para sacar adelante una legislaci¨®n de consenso. Pablo Soto despierta morbo. Aunque tal vez cuando se conozca la sentencia sea tarde.
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