La segunda juventud del vinilo
Representa ¨²nicamente el 0,01% del total del mercado musical, pero es apreciado por amantes del buen sonido
?Qui¨¦n no recuerda su primer disco de vinilo all¨¢ por los ochenta? Ya fuera un LP de Alphaville, Culture Club o Madonna, rasgar cuidadosamente el pl¨¢stico protector y extraer el sobre de papel con el disco era todo un rito para la generaci¨®n que ahora idolatra cada nuevo iPod. Su muerte fue anunciada por todos, pero el vinilo no solo se mantiene vivito y coleando, sino que durante los ¨²ltimos a?os sus ventas en EE UU casi se han duplicado anualmente frente al inexorable declive del CD.
All¨¢ por 1982 pudimos contemplar por primera vez un nuevo formato que con sus irisaciones met¨¢licas nos promet¨ªa un futuro libre de ruidos anal¨®gicos. Era el fin, dec¨ªan, el vinilo estaba condenado a desaparecer desintegrado por el l¨¢ser del disco compacto. Durante los a?os noventa las grandes obleas negras se atrincheraron en las maletas de los DJ's. Sobre sus surcos quedaron grabados anal¨®gicamente los sonidos m¨¢s modernos de la ¨¦poca. Desde el acid house al drum'n'bass, la m¨²sica m¨¢s innovadora viv¨ªa en la paradoja de prosperar en un formato nacido en las postrimer¨ªas del siglo XIX de la mente de Emile Berliner, que invent¨® las grabaciones fonogr¨¢ficas en disco y no en un cilindro como en el sistema de Thomas Edison.
El reputado sello madrile?o Elefant Records, hogar de grupos como La Casa Azul, Family y Le Mans, fue uno de los primeros en creer de nuevo en el vinilo en los a?os noventa. Desde su Club del Single su fundador, Luis Calvo, hizo una apuesta rom¨¢ntica por "un formato con el que crecimos y con el que se le dio sentido a la m¨²sica". Crearon escuela y a¨²n siguen realizando tiradas de 1.000 a 5.000 copias en vinilo. "No se gana dinero con ¨¦l", explica. "Es much¨ªsimo mas caro que un CD. A veces hasta cuatro o cinco veces m¨¢s caro si hablamos de un ¨¢lbum con portada doble, en color... Es un formato muy poco rentable pero a nosotros nos gusta y nos da igual.?Son tan bonitos!".
No deben ser los ¨²nicos que piensan as¨ª. Las ventas crecieron un 89% entre 2007 y 2008 en EE UU seg¨²n concluye la consultora Nielsen en un estudio sobre el mercado musical. Este crecimiento fue, en gran parte, debido al ¨¦xito del disco In Rainbows de Radiohead, que curiosamente se lanz¨® inicialmente en forma de descarga digital a un precio que decid¨ªa cada usuario. Sin embargo el vinilo representa ¨²nicamente el 0,01% del total del mercado musical, a a?os luz del esplendor de anta?o. Pero la repercusi¨®n medi¨¢tica que tuvo el incremento en ventas nos revela una de las razones por las que el vinilo sigue con vida: se ha convertido en un arma de marketing de primera categor¨ªa.
As¨ª lo cree Manuel Fern¨¢ndez, productor de m¨²sica de baile bajo el nombre de Prompt y due?o del sello 7Noise. A lo largo de su vida ha publicado m¨¢s de 30 referencias en vinilo. "Creo que tener mercado dentro del mundo del vinilo marca una diferencia con respecto a multitud de sellos discogr¨¢ficos que aparecen y desaparecen dentro de la escena de la m¨²sica electr¨®nica", asegura. Para los peque?os sellos como el de Manuel, se ha abierto un mercado muy lucrativo en forma de descargas digitales, el formato favorito de los aprendices de DJ que crean sus sesiones desde el ordenador de su casa. Pero los verdaderos embajadores siguen siendo los disc jockey profesionales que pasean sus maletas de discos por las cabinas de medio mundo. "Los otros DJ escuchan nuestros temas en vinilo y luego los compran como descargas en tiendas online especializadas como Beatport".
La estrategia funciona. De su gran ¨¦xito, Evolve, canci¨®n del a?o en el g¨¦nero minimal, 7 Noise vendi¨® 19.000 copias en formato descarga digital y casi 2500 copias del correspondiente vinilo. No est¨¢ nada mal para un formato con m¨¢s de cien a?os a sus espaldas.
Roberto Groof es un reputado productor de m¨²sica electr¨®nica y DJ de la noche madrile?a, as¨ª como un apasionado coleccionista de vinilos. Y sin embargo intenta evitar en la medida de lo posible pinchar con ellos: "Amo el vinilo, y como coleccionista que soy y dado el material que uso prefiero tirar de mp3. El vinilo se deteriora mucho, por mucho cuidado que tengas". Sin embargo, Roberto considera que el formato tiene ventajas innegables para su uso en las cabinas de los clubes. Desde la comodidad que supone poder ver las car¨¢tulas mientras se busca la m¨²sica hasta la calidad sonora. El vinilo, afirma, tiene un sonido que "hace que la gente se mueva".
Nadie se atreve a pronosticar cu¨¢nta vida le quedan a los doce pulgadas y a los singles. Los formatos desaparecen r¨¢pidamente y sin avisar, como la no tan a?orada cassette o el Betamax. "Puede que dure lo mismo que al CD. Lo que dure nuestra generaci¨®n y alguna m¨¢s que venga detr¨¢s", opina Luis Calvo. "Est¨¢ claro que ahora mismo a las nuevas generaciones no les interesa ni el vinilo ni casi el CD. Son de la generaci¨®n de los archivos digitales y ellos conocer¨¢n la m¨²sica as¨ª".
Por el momento el vinilo goza de una segunda juventud, llena de vitalidad aunque mucho m¨¢s minoritaria. Si el CD vendi¨® la durabilidad y la fidelidad de sonido como principales atributos, el vinilo se mueve por par¨¢metros m¨¢s sentimentales. "A mi me encanta sacar un vinilo reci¨¦n comprado de su carpeta, con un buen dise?o, y escucharlo mientras miro la portada y leo quien ha trabajado en ¨¦l", concluye Manuel.
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