Vimeo, una apuesta para que YouTube no acapare los v¨ªdeos
La plataforma pretende que la creatividad sea la mejor arma para competir
En Vimeo no parecen tomarse demasiado en serio las cosas. Ni siquiera el nombre, que es un anagrama de movie, pel¨ªcula en ingl¨¦s. Dejan que las cosas pasen, que todo fluya. La plataforma naci¨® como un servicio para cubrir la necesidad de un grupo de amigos dedicados a crear pel¨ªculas de aficionados. El proyecto profesional era Humour, una web centrada en el humor universitario. Vimeo, en cambio, era el laboratorio de experimentos para colgar sus cortos. A comienzos de 2005, Vimeo pas¨® a tener entidad como web independiente. Como el dinero para alojar servidores no ca¨ªa del cielo, los padres de estas dos webs hicieron una tercera: Busted Tees una tienda de camisetas con mensajes c¨®micos, algunos verdaderamente ¨¢cidos, de s¨¢tira pol¨ªtica y gui?os al mundo del videojuego. En el sur de Manhattan, en la calle 18, junto a los muelles, se encuentra la oficina de Vimeo, junto a lofts, naves industriales y almacenes de mercanc¨ªas.
Los fundadores estudiaban en Nueva York y ah¨ª se quedaron. Daniel Hayek es norteamericano, hijo de liban¨¦s y colombiana, y estudi¨® neurociencia. Sus estudios poco tienen que ver con su labor en esta puntocom donde ejerce como m¨¢ximo responsable de la comunidad y el contenido, los dos aspectos que van unidos. No se entiende uno sin el otro. "La ¨²nica condici¨®n que se pone para hospedar un v¨ªdeo es que sea original, que est¨¦ hecho por el usuario que lo sube". Y atrae talento.
El modelo de financiaci¨®n de Vimeo hoy es muy diferente. B¨¢sicamente es gratis, con poca publicidad, nunca antes de que se emita un v¨ªdeo, solo aparece en los laterales de la pantalla. Aquellos cuyos v¨ªdeos tengan ¨¢nimo de lucro o se les quede corto un giga de almacenamiento adicional a la semana pueden pagar. La cuenta para marcas comerciales cuesta 200 d¨®lares al a?o. La de uso personal ofrece cinco gigas de espacio. En ambos casos desaparecen los anuncios.
En 2007 tuvieron la primera gran explosi¨®n de usuarios. Llegaron atra¨ªdos por la posibilidad de exponer sus trabajos en alta definici¨®n. Algo que no se dio en YouTube hasta finales del a?o siguiente. "Las escuelas de cine empezaron a recomendar nuestro servicio", explica Hayek, "desde ah¨ª mantuvimos el foco en el dise?o. Nos negamos a manchar los v¨ªdeos con anuncios antes, despu¨¦s o durante. Respetamos la creatividad por encima de todo, sin distracciones".
Cada vez es m¨¢s com¨²n encontrar en diferentes plataformas de v¨ªdeo contenidos grabados de emisiones de televisi¨®n. En Vimeo no tienen cabida. "No es necesario hacer algo con gui¨®n o con una gran producci¨®n, vale con un v¨ªdeo casero, pero que sea propio", dice Hayek. Como community manager no tiene grandes disgustos: "Son pocas las veces que tenemos problemas con comentarios. Me siento un afortunado, la autorregulaci¨®n funciona".
Vimeo se organiza en tres departamentos. Por un lado est¨¢ comunidad y contenido, que lidera nuestro interlocutor. Esta labor incluye la Vimeo School, una escuela para mejorar las habilidades. "Somos la cara visible, la parte m¨¢s humana. Queremos que se sepa que no somos m¨¢quinas". Por otro, los desarrolladores. Son los que hacen que todo funcione t¨¦cnicamente. Los dise?adores forman parte de esta divisi¨®n, con los que tienen largas disputas y conversaciones. "Lo m¨¢s sencillo suele ser lo m¨¢s complicado", expone. Por ¨²ltimo, est¨¢ la parte comercial.
En Vimeo la presi¨®n no est¨¢ en los n¨²meros. Ni siquiera para los usuarios. A los que Hayek tranquiliza: "Muchos nos preguntan c¨®mo hacer para tener m¨¢s visitas. Siempre les decimos que se trata de hacer un buen v¨ªdeo, m¨¢s all¨¢ de los animalitos y beb¨¦s, que tambi¨¦n tenemos algunos. Se trata de contar historias. Si participan y se relacionan con otros lo natural es que la comunidad les preste atenci¨®n".
El 40% del tr¨¢fico proviene de Estados Unidos. Francia, Alemania, Reino Unido y Espa?a son los lugares de Europa donde m¨¢s visitas registran. Tambi¨¦n destaca Brasil, Canad¨¢ y M¨¦xico. Aunque se pod¨ªan contemplar los contenidos en m¨®viles, no era posible publicar v¨ªdeos desde el tel¨¦fono. En abril se supli¨® esta deficiencia, pero no de cualquier manera, sino con una aplicaci¨®n, de momento solo para iPhone, que incluye un editor. Recuerda mucho a iMovie, el programa nativo de Apple que cuesta cuatro euros, y permite remezclar, cortar, pegar, a?adir efectos y despu¨¦s colgarlo en la Red. "Queremos que la frontera entre consumidor y creador sea difusa, que no exista". No niega que sienten cierta debilidad por Apple, pero est¨¢n preparando el equivalente para Android.
El ¨²ltimo a?adido de Vimeo es la Music Store, donde se hospedan canciones gratuitas, con licencia Creative Commons, y muchas otras que cuestan algo menos de dos euros. Se trata de melod¨ªas pensadas para convertirse en la banda sonora. En total suman m¨¢s de 50.000 piezas. A diferencia de YouTube no pretenden dar noticias en directo: "El streaming va casi en contra de nuestra filosof¨ªa. En Vimeo se asume que hay una reflexi¨®n previa, que hay un cuidado por la est¨¦tica y la narrativa".
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