Robusta, potente y con Office

Veinte minutos es poco tiempo para hacer un juicio final al producto estrella de Microsoft, pero en cualquier caso m¨¢s que Tim Cook, consejero delegado de Apple, que ya ha criticado a la reci¨¦n estrenada Surface, asegurando que es un "producto confuso", a pesar de no haberla probado?

La primera sensaci¨®n con Surface es la de estar ante una tableta seria, robusta, bien construida. Es m¨¢s larga y m¨¢s ancha que iPad. Da la sensaci¨®n de estar mejor dise?ada que la mayor¨ªa de las que usan Android (casi siempre con acabados en pl¨¢stico) y se puede dejar caer al suelo sin problemas.

La interfaz est¨¢ pensada para usarse en horizontal, para ir de icono en icono hacia la derecha. Destaca en el ¨¢mbito multimedia: v¨ªdeos y juegos. El sistema operativo fluye y pasa de una aplicaci¨®n a otra r¨¢pidamente.

A Surface conviene cogerla con las dos manos. Los v¨ªdeos y fotos ganan. Tambi¨¦n las pel¨ªculas, que se reproducen en formato panor¨¢mico. Los problemas llegan cuando se toma en vertical, no solo no termina de notar que se ha pasado de un formato a otro, sino que las p¨¢ginas web aparecen demasiado alargadas. No es c¨®modo.

Si se posa sobre la mesa, basta con buscar en la parte trasera, lateral izquierdo, en un bisel. Se tira y ya se tiene un atril. Sencillo e ingenioso, pero poco flexible. Tiene una sola postura. ?Y si no estoy c¨®modo con este ¨¢ngulo de visi¨®n? ?Y si lo prefiero m¨¢s tumbado?

Las c¨¢maras, tanto frontal como trasera, funcionan correctamente, graban y emiten v¨ªdeo (para videoconferencia) a 720 p¨ªxeles, alta definici¨®n, sin demoras y con colores correctos. Cuando brilla realmente es cuando se usa el servicio de telefon¨ªa por Internet Skype, con nueva interfaz y pensado para funcionar constantemente, aunque sea en segundo plano, como chat con los contactos.

La navegaci¨®n, aunque venga con Internet Explorer por defecto, es r¨¢pida, aprovecha toda la superficie de la pantalla e invita a compartir. Cualquier contenido pasa a redes sociales, correo, incluso a un blog o? documento interno en pocos segundos.

En ocasiones se puede tener la sensaci¨®n de no saber qu¨¦ programa se usa. El paso de uno a otro es ligero. En caso de p¨¦rdida basta con usar en el teclado el cl¨¢sico atajo? (tecla Windows y la letra D). Entonces aparece la versi¨®n cl¨¢sica del escritorio, como los pec¨¦ de siempre. es decir con el fondo de escritorio, la barra inferior con el navegador de archivos y los programas de Office. Ni m¨¢s ni menos, pero perfecto para los que lo van a usar en el trabajo.

Surface conquistar¨¢ pronto a los responsables de sistemas de las empresas. Encaja con lo que ya tienen, Windows, y la configuraci¨®n es muy similar. Tambi¨¦n en escuelas y centros d¨®nde interese no probar experimentos e ir a lo seguro, que el usuario lo encienda y se sienta c¨®modo, sin necesidad de aprender de nuevo.

El hecho de contar con tres puertos USB, atraer¨¢ a un p¨²blico amplio. De repente, mi impresora funcionar¨¢ con la tableta. Y mi c¨¢mara de fotos, mi teclado, mi rat¨®n... Tampoco es descabellado vaticinar que esta generosidad puede ser el quebradero de cabeza de muchos: ?y si no me funciona lo que conecto? ?Y si entra una memoria con virus? Es abierto, pero al mismo tiempo una amenaza de la que Apple se alej¨® desde que concibi¨® el iPad.

Es todo un detalle incluir la versi¨®n ¨ªntegra de Office, similar a la de escritorio. Para los que buscan productividad, terminar un balance, una presentaci¨®n, un informe en cualquier lugar es perfecto. Perfecto, siempre que se use teclado y rat¨®n. De lo contrario resulta algo dif¨ªcil manejarse y la pantalla se queda corta. No est¨¢ hecho Office para el tama?o de las yemas de nuestros dedos.

Ser¨ªa injusto juzgar la duraci¨®n de la bater¨ªa en solo 20 minutos, pero s¨ª agrada saber que se puede cargar tanto desde un puerto microUSB, como la mayor¨ªa de los m¨®viles, como desde la clavija para conectar el teclado.

Surface cuesta 499 d¨®lares (385 euros) en Estados Unidos. Todav¨ªa no hay fecha de lanzamiento en Espa?a.