Se busca jugador ¡®hardcore¡¯
En esta ocasi¨®n Nintendo tambi¨¦n busca seducir al jugador m¨¢s empedernido con t¨ªtulos de sangre y disparos
De Nintendo siempre se espera algo m¨¢gico, diferente al resto. Hace seis a?os, la f¨¢brica de sue?os nipona, la Pixar de los videojuegos, puso a medio mundo a bailar y a ejercitarse con la sola ayuda de un mando, que parec¨ªa el de un televisor pero que no cambiaba de canal sino que reproduc¨ªa nuestros movimientos en pantalla.
Era el comienzo de la revoluci¨®n Wii, construida sobre una sencillez aplastante. La m¨¢quina rompi¨® todos los pron¨®sticos, fue la m¨¢s vendida de su generaci¨®n y logr¨® convocar a personas de todas las edades que nunca antes se hab¨ªan sentido atra¨ªdas por los videojuegos. Pero pasado el furor inicial, se comprob¨® que solo la propia Nintendo sab¨ªa sacarle el m¨¢ximo jugo al invento. El resto de editoras de software dejaron paulatinamente de apostar por ella. La jugada, en definitiva, no fue redonda.
La filosof¨ªa de WiiU -todos los productos de Nintendo esconden detr¨¢s un ideario- es bien distinta. Olvid¨¦monos de aparatosos aspavientos y posturas imposibles. Ahora toca jugar sentados, a ser posible en grupo, y con dos pantallas, la de la tele y la del propio mando, una tableta t¨¢ctil. Una especie de iPad con algo que siempre se ha echado en falta en Apple: botones para sentir la acci¨®n en la punta de los dedos, un detalle fundamental para lograr una mayor inmersi¨®n.
A sabiendas de que la mayor¨ªa de personas se sientan frente a la televisi¨®n mientras consultan su cuenta en Facebook, el nuevo mando de la Wii U tambi¨¦n permite navegar por Internet e incluso hace las veces de mando a distancia. Pero lo m¨¢s innovador que ofrece es el modo off-tv, la posibilidad de continuar el juego en la pantalla peque?a cuando la tele est¨¢ apagada o est¨¢ siendo acaparada por otra persona. As¨ª, podremos llevarnos el mando a la cocina y seguir sorteando los ataques del malvado Bowser, en Super Mario Bros U, mientras la novia nos echa del sal¨®n para ver ?Qui¨¦n quiere casarse con mi hijo?
Es ligera y ergon¨®mica, aunque queda por ver si su tama?o acaba pasando factura tras largas sesiones de juego
Cogida con las dos manos, la tableta de Nintendo se adapta bien a la disposici¨®n de nuestros dedos. Es ligera y ergon¨®mica, aunque est¨¢ por ver si su tama?o acaba pasando factura tras largas sesiones de juego. Algo que no termina de convencer es su apariencia de juguete, muy alejada del acabado robusto del iPad. Tambi¨¦n la bater¨ªa se antoja insuficiente, ya que tendremos que recargarla cada tres horas.
La pantalla de seis pulgadas (un tama?o a medio camino entre un smartphone y una tableta) despliega una resoluci¨®n similar a la del primer iPhone aunque por detr¨¢s de la ¨²ltima generaci¨®n de iPad. Estas comparativas t¨¦cnicas languidecen cuando se aprieta el bot¨®n de encendido y ante nuestros ojos comienzan a desfilar las mascotas de Nintendo en una definici¨®n deslumbrante. Es una experiencia dif¨ªcil de describir para alguien que, como el firmante, ha crecido con estas criaturas pixeladas durante m¨¢s de dos d¨¦cadas y que ahora, de golpe y porrazo, se presentan perfectamente contorneadas, sin apenas defectos, como sus padres probablemente las imaginaron cuando las dieron forma. Es un paso hist¨®rico para Nintendo y motivo de celebraci¨®n para sus seguidores.
La sensaci¨®n, una vez superado tan feliz sobresalto, es muy parecida a jugar con una port¨¢til 3DS gigante, donde el televisor es la pantalla superior y el mando-tableta, con l¨¢piz t¨¢ctil, c¨¢mara, sensor de movimiento y micr¨®fono, el lugar donde interactuar. Pero la WiiU, adem¨¢s, permite seguir jugando con todos los perif¨¦ricos de la vieja Wii, incluido su anta?o innovador mando. Un gui?o (y un ahorro) para los que conservan todav¨ªa la consola.
Con todo, la propuesta de WiiU es menos directa que la de su antecesora, m¨¢s dif¨ªcil de entender de inicio, pero probablemente m¨¢s reflexiva y profunda a medio plazo. De hecho, los juegos que acompa?an su lanzamiento hacen un uso muy limitado de esta segunda pantalla, reserv¨¢ndola para acciones secundarias como ense?ar mapas y objetos. Lo l¨®gico es pensar que, con el paso del tiempo, y con las necesarias dosis de ingenio y talento, se abrir¨¢n grandes posibilidades de profundizar en g¨¦neros que ya han tocado su techo (juegos de acci¨®n en primera persona y plataformas) o dan se?ales preocupantes de estancamiento (entregas anuales deportivas como FIFA o NBA y juegos de estrategia).
Lo m¨¢s innovador es el modo off-tv, la posibilidad de continuar el juego en la pantalla peque?a cuando la tele est¨¢ apagada o acaparada por otra persona
Lo mejor para entender la nueva filosof¨ªa de juego es probar a fondo Nintendo Land, programado para familiarizarse con las nuevas formas de jugar que propone WiiU. Lo ideal es juntarse cinco personas. Entonces la diversi¨®n se dispara. Se trata de un compendio de minijuegos protagonizados por personajes ic¨®nicos como Mario, Metroid, Donkey Kong o Zelda. Hay pruebas competitivas y otras en las que se necesita la cooperaci¨®n de todos. Una de las m¨¢s excitantes, porque da muchas pistas de por d¨®nde pueden ir futuros juegos para la plataforma, pone al jugador que maneja la tableta en el papel de Mario y el resto, con los mandos tradicionales, tendr¨¢n que darle caza antes de que se cumpla el tiempo. Las estrategias que surgen de manera improvisada entre los jugadores son algo que rebasa al propio videojuego y acaban convirtiendo la partida en una fiesta multitudinaria que contagia a todos.
Aunque Nintendo Land sea el pasaporte a WiiU, la empresa que dirige Satoru Iwata no quiere tropezar dos veces con la misma piedra y esta vez busca seducir tambi¨¦n al jugador m¨¢s empedernido, aquel que disfruta con Zelda pero tambi¨¦n lo hace con Call of Duty. No es casualidad que uno de los t¨ªtulos m¨¢s publicitados desde meses antes de su lanzamiento sea ZombiU (UbiSoft), un juego de atm¨®sfera oscura y t¨¦trica que tiene en la violencia expl¨ªcita y en la sangre a borbotones su raz¨®n de ser. Es un mensaje claro de Nintendo al jugador: con WiiU tambi¨¦n tendr¨¢s este tipo de experiencias. Y tambi¨¦n es un recado, casi una s¨²plica, a los grandes estudios responsables de las sagas que gobiernan hoy la industria del videojuego (Electronic Arts, Activision, Rockstar, etc) para que apuesten por ella, ahora que cuenta con una tecnolog¨ªa a la altura de sus pretensiones.
Innovaci¨®n vs potencia gr¨¢fica
Pero la Wii U tendr¨¢ dif¨ªcil zafarse de la alargada sombra de su predecesora. Estos d¨ªas est¨¢ en el centro de un intenso debate en Internet, a ra¨ªz de las pol¨¦micas declaraciones de estudios como Dice o 4A, responsables de Battlelfield y Metro: Last Night, respectivamente, que han expresado en p¨²blico su profunda decepci¨®n por la escasa potencia de la consola que les impide apostar por ella. Los jefes de Nintendo intentan rebatir ese clima de des¨¢nimo apelando a la innovaci¨®n que siempre ha definido sus productos. Al fin y al cabo, para Nintendo lo importante nunca ha sido la potencia gr¨¢fica. Tampoco para sus clientes.
Es indudable que la WiiU recupera el terreno perdido frente a la PS3 y la 360, a las que incluso supera en prestaciones, pero hay muchas dudas sobre c¨®mo aguantar¨¢ el envite de la nueva generaci¨®n, que est¨¢ a la vuelta de la esquina y promete dejar en pa?ales todo lo visto hasta ahora. ?Se refugiar¨¢ entonces Nintendo en su infalible f¨®rmula de ¡®Marios y Yoshis¡¯ y renunciar¨¢ a dar la batalla? ?O apostar¨¢ por facilitar al m¨¢ximo las cosas para que las desarrolladoras no le vuelvan a dar la espalda como ocurri¨® con la primera Wii? La WiiU est¨¢ cargada de futuro, promete grandes cosas, pero corre el riesgo de acabar siendo una m¨¢quina que solo comprenden los ingenieros de Nintendo y sus geniales creadores. Ser¨ªa repetir la historia de Wii, y eso es precisamente lo que Nintendo no quiere que ocurra ahora.
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