El comercio norteamericano, reacio a la etiqueta digital
Desde hace diez a?os los consumidores franceses est¨¢n acostumbrados a los r¨®tulos LCD
Imaginemos que una tienda de comestibles tradicional pone a la venta 5.000 art¨ªculos en una semana y quita los precios de venta de otros 5.000. Eso crea muchas posibilidades de que se produzcan desajustes cuando los trabajadores impriman las nuevas etiquetas de los precios en la trastienda y luego busquen el estante para colocarlas.
Esto ha dejado a la tecnolog¨ªa de las tiendas en un estado incompleto: est¨¢n en gran parte informatizadas, pero no del todo. El pr¨®ximo paso consiste en eliminar totalmente el papel, colocando en los estantes peque?as etiquetas de precios digitales que funcionan con pilas. Los cambios en los precios pueden recibirse inal¨¢mbricamente desde la red de la tienda, garantizando que el precio mostrado en el estante y el de la caja son el mismo.
Altierre, fabricante de etiquetas digitales y sensores con sede en San Jos¨¦, California, ha recaudado de inversores m¨¢s de 80 millones de d¨®lares y ha empleado 10 a?os en desarrollar la tecnolog¨ªa para las etiquetas digitales y las redes inal¨¢mbricas que precisan. Afirma que equipar una tienda con 20.000 o 25.000 etiquetas, a 5 d¨®lares cada una, generar¨ªa unos ahorros en mano de obra que compensar¨ªan la inversi¨®n en unos dos a?os. Para reducir el consumo de electricidad, Altierre usa pantallas de cristal l¨ªquido negro sobre gris o LCD.
Sunit Saxena, presidente de Altierre, explica por qu¨¦ las tiendas de comestibles de Estados Unidos no han aprovechado la oportunidad de ahorrar dinero instalando estas etiquetas. ¡°Est¨¢n actuando con cautela porque temen que, si ponen 30.000 etiquetas en una tienda donde la gente est¨¢ acostumbrada a ver papel, ser¨¢ un cambio dr¨¢stico, y les preocupa que caigan sus ventas¡±, se?ala.
En Francia, los clientes est¨¢n acostumbrados a los r¨®tulos digitales en las tiendas de comestibles, donde las etiquetas de LCD llevan cerca de 10 a?os en los estantes, dice Michel Iti¨¦, asesor de tecnolog¨ªas de la informaci¨®n. Se necesita una etiqueta de papel aparte para mostrar el nombre de un art¨ªculo. Iti¨¦ trabaja con una empresa que est¨¢ implantando la tecnolog¨ªa de Altierre para la cadena de hipermercados E.Leclerc, que ha instalado 300.000 nuevas etiquetas de LCD en 10 tiendas y que tiene previsto colocar un total de dos millones de aqu¨ª a finales de a?o.
Pero en EE UU, las tiendas de comestibles todav¨ªa no pueden justificar la inversi¨®n en etiquetas digitales, asegura Patrick C. Fitzpatrick, presidente de Atlanta Retail Consulting. ¡°Si fuera rentable, las ver¨ªamos por todas partes¡±.
Hasta el momento, la ¨²nica empresa en EE UU que ha adoptado la tecnolog¨ªa de Altierre es la cadena de grandes almacenes Kohl¡¯s. Usa una pantalla LCD de gran formato situada, por ejemplo, sobre un estante de ropa, que muestra una descripci¨®n y el precio de venta. Saxena opina que las pantallas LCD de Kohl¡¯s cumplen un prop¨®sito limitado: proporcionar precios una vez que el cliente se ha visto atra¨ªdo por un art¨ªculo.
Las etiquetas digitales parecen mejores cuando son peque?as y reducidas. El hecho de ver miles de ellas en los estantes puede resultar extra?o a primera vista. Pero no tanto a la segunda. Y despu¨¦s de la tercera, las etiquetas de papel parecen tan pintorescas como un tel¨¦fono de disco.
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