El ruido diplom¨¢tico pasa lejos del comercio entre Brasil y EE UU
La p¨¦rdida de la preferencia para la compra de cazas o el aplazamiento de la visita de Dilma Rousseff no afectan a la relaci¨®n a largo plazo entre ambos pa¨ªses, que debe crecer con la recuperaci¨®n americana
A pesar de los ruidos diplom¨¢ticos entre Brasil y su socio comercial m¨¢s importante despu¨¦s de China, los negocios siguen adelante.? Los chinos solo ascendieron a lo m¨¢s alto de la lista de principales socios en 2010, cuando EE UU estaba en el ojo del hurac¨¢n que barri¨® la mayor econom¨ªa del planeta debido al desastre financiero de un a?o antes. Ante la constataci¨®n de que los americanos est¨¢n finalmente viendo la luz al final del t¨²nel -como mostr¨® la decisi¨®n de la Reserva Federal de comenzar a reducir los incentivos a la econom¨ªa la semana pasada- la pregunta es c¨®mo se va a posicionar?Brasil. A¨²n m¨¢s tras la suspensi¨®n de la visita de Dilma Rousseff a Barack Obama debido a las revelaciones de espionaje hechas por Edward Snowden, y a¨²n m¨¢s despu¨¦s de que Boeing fuera dejada de lado en la licitaci¨®n para suministrar cazas a las fuerzas a¨¦reas de Brasil, algo que se daba por hecho hasta el primer semestre de este a?o. Hab¨ªa esperanzas de que la visita de Rousseff a Obama terminar¨ªa de sellar el compromiso del Gobierno brasile?o de adquirir los aviones de la industria americana.
El crecimiento de EE UU va a contagiar a Brasil, y los negocios entre los dos pa¨ªses tienden a crecer en la estela de la recuperaci¨®n de la tierra del T¨ªo Sam. No hay magia diplom¨¢tica. ¡°Si Estados Unidos va bien, tenemos la posibilidad de aumentar nuestras exportaciones porque tenemos una relaci¨®n muy estrecha¡±, dice Josefina Guedes, directora de la Guedes Bernardo Imamura, consultor¨ªa de comercio exterior.
Gabriel Rico, presidente de la C¨¢mara de Comercio Brasil-Estados Unidos, sigue la misma l¨ªnea y recuerda que hay mucho en juego entre los dos pa¨ªses, m¨¢s all¨¢ de los recientes episodios que colocaron signos de interrogaci¨®n sobre el futuro de la colaboraci¨®n bilateral. ¡°Estados Unidos y Brasil tienen una agenda a largo plazo. Cosas positivas y negativas suceden y contin¨²an sucediendo¡±, dice Rico. ¡°Las relaciones estrat¨¦gicas siempre prevalecen¡±, a?ade.
Guedes concuerda y afirma que los ruidos en la relaci¨®n son mucho menos importantes de lo que parece, algo que qued¨® en evidencia en la reuni¨®n de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio, celebrada en Bali a principios de mes, que Guedes sigui¨® de cerca. ¡°Yo estaba all¨¢ y vi c¨®mo los americanos y brasile?os trabajaron juntos para llegar a consensos, y c¨®mo hay intereses en com¨²n entre ambos¡±, dice.
Estados Unidos nunca ha dejado de ocupar un papel clave para Brasil. Hasta hace pocos a?os, siete de los diez productos m¨¢s vendidos para el mercado americano eran manufacturados, un ¨¢rea en que Brasil busca cada vez m¨¢s competitividad. Las materias primas, como petr¨®leo y soja, acabaron superando el peso de los bienes industriales en las relaciones comerciales, ya que el volumen fue mucho mayor que el de lo de los manufacturados en general.
Este a?o, las exportaciones de petr¨®leo de Brasil a EE UU han ca¨ªdo un 40% debido a la ca¨ªda de la producci¨®n brasile?a y de que Estados Unidos est¨¢ comprando menos crudo en el mundo. Sin embargo, las exportaciones de ma¨ªz pr¨¢cticamente se duplicaron entre enero y noviembre, as¨ª como las de zumo de naranja. Hasta noviembre, las transacciones comerciales entre los dos pa¨ªses fue de 55.600 millones de d¨®lares, con un saldo favorable a los americanos. A efectos de comparaci¨®n, en el a?o 2000, el comercio bilateral representaba 26.000 millones de d¨®lares. En los noventa, ese montante no llegaba a 10.000 millones.
Hay, a¨²n, buenos negocios en el ¨¢rea de productos de mayor valor agregado, como es el caso de la venta de 150 aeronaves de la compa?¨ªa Embraer para American Airlines, una transacci¨®n que puede sumar m¨¢s de 6.250 millones de d¨®lares. Curiosamente, esa venta de Embraer -que compet¨ªa con la canadiense Bombardier por la oferta de aviones a reacci¨®n a American Airlines- fue anunciada una semana antes de hacerse p¨²blica la elecci¨®n de los cazas suecos.
Para algunos observadores, ese ejemplo es emblem¨¢tico. Confirma que las especulaciones en torno a los efectos que el Snowdengate puede haber tenido en la relaci¨®n entre los dos pa¨ªses no pasan, efectivamente, de especulaciones. Boeing puede haber perdido algunos puntos en la evaluaci¨®n de los competidores, pero no hasta el punto de definir un negocio que ven¨ªa siendo evaluado hace algunos a?os. ¡°[El Departamento de] Aeron¨¢utica ya defend¨ªa hace mucho tiempo los cazas suecos Grippen como la opci¨®n m¨¢s barata. Por eso [la elecci¨®n] no es una sorpresa. Hubo una decisi¨®n t¨¦cnica por el m¨¢s barato¡±, opina Welber Barral, que fue secretario de Comercio Exterior durante el Gobierno de Lula da Silva.
Incluso el aplazamiento de la visita de la presidenta a EE UU es visto hoy como una precauci¨®n de Rousseff para no echar le?a a fuego que comenzaba a formarse cuando las revelaciones sobre espionaje salieron a la luz. ¡°Aplazar la visita fue una medida sensata. No fue una represalia. Podr¨ªan surgir m¨¢s revelaciones de Snowden y Dilma Rousseff quedar en una situaci¨®n embarazosa en Washington¡±, afirma, por su parte, Rubens Barbosa, que fue embajador del Brasil en Washington de 1999 a 2004, y que preside del Consejo Superior de Comercio Exterior de la Federaci¨®n de Industrias del Estado de S?o Paulo.
Despu¨¦s que Obama visitara el pa¨ªs en 2011, primer a?o del mandato de Rousseff, la relaci¨®n entre ambos parec¨ªa prometedora para el pa¨ªs. En aquella ocasi¨®n, el presidente anunci¨® diversos programas conjuntos. Era una buena perspectiva, despu¨¦s de que Brasil viviera cierto alejamiento durante el mandato del expresidente Lula, que ten¨ªa buenas relaciones con personas non gratas para EE UU, como el expresidente iran¨ª Mahmoud Ahmadinejad. La presidenta asumi¨® una postura m¨¢s amigable, sin tocar temas delicados. Hasta que apareci¨® Snowden.
Para Barral, hubo claramente un enfriamiento en las relaciones de Brasil con EE UU despu¨¦s del caso del espionaje. Las declaraciones del exembajador estadounidense en Brasil Thomas Shannon, que afirm¨® que a¨²n es pronto para una visita de Rousseff a Obama, parece confirmar la evaluaci¨®n de Barral. ¡°Pero, personalmente creo que lo peor ya pas¨®. Hay cooperaci¨®n intelectual y tecnol¨®gica, aunque no una gran novedad en la pauta econ¨®mica.¡± Para ¨¦l, la visita de Brasil debe quedar para 2015, tambi¨¦n porque el a?o que viene hay elecciones presidenciales en este pa¨ªsl.
Hasta entonces, el mundo debe presenciar una renovaci¨®n del apetito por los activos financieros de Estados Unidos, y la consecuente valorizaci¨®n del d¨®lar en el mundo. ¡°Un efecto positivo de la retirada de los est¨ªmulos (de la FED) ser¨ªa una tasa de cambio m¨¢s realista en Brasil, con un d¨®lar m¨¢s valorado¡±, cree Barral. Con un d¨®lar m¨¢s competitivo, la recuperaci¨®n de la econom¨ªa estadounidense ser¨ªa tambi¨¦n buena para sectores que venden a EE UU, como el agr¨ªcola, el mineral y las manufatus, pues el cambio favorecer¨ªa las exportaciones.
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