Los compradores de sue?os
Los grandes fondos rastrean negocios para invertir en tecnolog¨ªa WhatsApp es la ¨²ltima gran operaci¨®n de Sequoia
Para nadar entre billones, la oficina no puede ser m¨¢s espartana. Un sof¨¢ y una mesa de formica y, de pie, inquieto, con un vaso en la mano, Michael Moritz. "?Lo ¨²ltimo que me ha sorprendido? Google". Ante la cara del periodista, escribe en un papel cada letra en may¨²sculas.
Corr¨ªan los primeros d¨ªas del que iba a ser el funesto a?o 2000. Moritz hab¨ªa decidido que su sociedad Sequoia Capital invirtiera 8,7 millones de euros en otro buscador de otros dos universitarios. ?Por qu¨¦?
Incorporado a la firma en 1986, Moritz ya ten¨ªa su prestigio en el Silicon Valley (California, EE UU) de la era de las puntocom. Cuatro a?os antes hab¨ªa invertido en Yahoo! Se hab¨ªa labrado un prestigio de rainmaker, de fabricante de lluvia.
No son infalibles: Sequoia no quiso apostar por Facebook ni Twitter
Moritz recibe en Sand Hill Road, un lugar horroroso, en medio de la nada a la salida de una autopista. Dos rotondas de casitas de madera y en cada puerta muchos nombres y pocas pistas. La puerta se abre solo por dos razones: para recibir dinero de fondos que deben reinvertir en los otros que llaman a la puerta: j¨®venes con una idea.
En marzo de 2000 el andamiaje se derrumb¨®. La inversi¨®n total baj¨® al 45%, la mayor¨ªa de las puntocom murieron arrastrando a bastantes sociedades de riesgo. Pese a la crisis, Sequoia insisti¨® en sacar Google a Bolsa en 2004. Sus 8,7 millones se transformaron en 3.421 millones. ?Mucho? Bagatelas. Si Sequoia no vendi¨®, como parece ¡ªMoritz se sent¨® en el consejo¡ª, hoy esa inversi¨®n se ha multiplicado 5.264 veces. Moritz se gan¨® el t¨ªtulo del mejor zahor¨ª de Internet.
?Pero por qu¨¦ invertir en ese buscador y no en otros que nac¨ªan a la vez? Jim Goetz, tambi¨¦n de Sequoia, cuenta su reciente experiencia con WhatsApp. "Solo en Botsuana hab¨ªa 16 servicios de mensajer¨ªa; pero todos se basaban en la publicidad. Ven¨ªan a pedir dinero para gastarlo en comprar usuarios", explica en su blog. "En el caso de Koum y Acton [fundadores de WhatsApp] solo les preocupaba mejorar el servicio. Ni un penique iba a publicidad. En su plantilla no hay nadie dedicado al marketing ni a las relaciones p¨²blicas". Goetz eligi¨® y acert¨®. Con la compra por parte de Facebook, ha multiplicado 57 veces sus 43 millones invertidos.
El dinero de Moritz en Google se ha multiplicado 5.264 veces en 15 a?os
Trece a?os despu¨¦s de la gran hecatombe, la inversi¨®n nacional es de 21.800 millones, la tercera parte. Las sociedades de Silicon inyectan la cuarta parte de todo el capital de Estados Unidos. Y solo Sequoia ha apoyado a empresas que suponen el 20% del Nasdaq.
En Sequoia las reuniones comienzan puntuales, las semanas no son de cuatro d¨ªas, no hay despachos ni se publicita el ¨®rgano directivo. Son las reglas marcadas por Don Valentine desde que creara la sociedad en 1972.
La proclamada austeridad y discreci¨®n no impide que a las nueve de la ma?ana su Lexus se encaminen hacia Buck's Caf¨¦, el lugar m¨¢s divertido en seis kil¨®metros a la redonda. Un lugar iconoclasta donde conviven tomos de la Encyclopedia Britannica, cohetes de la NASA, tiburones disecados o el rifle de Pancho Villa. En Buck's desayunan los currantes capitalistas de la zona; se cuentan batallitas y se intercambian cromos.
Sequoia no le compr¨® cromos a Facebook, tampoco a Twitter. S¨ª, a veces, el olfato tambi¨¦n se falla. O el gusto.
Al legendario Warren Buffet, seg¨²n el a?o el m¨¢s rico del mundo, no le gusta invertir en nada que no entienda. Antes de apostar por la decr¨¦pita Berkshire visit¨® la f¨¢brica y pregunt¨® a las se?oras si les gustaban las medias que hac¨ªan.
Buffett fue un revolucionario de los cincuenta. Hasta entonces, las sociedades de inversi¨®n se fijaban en ingresos y gastos. ?l empez¨® a valorar lo intangible, la marca y las personas que dirig¨ªan; pero lo ten¨ªa que entender. No rompi¨® su m¨¢xima ni con su amigo Bill Gates y su Microsoft. A sus 83 a?os, sigue con los mismos principios y la misma casa de su Omaha, que compr¨® en 1953, cuando ni el pladur exist¨ªa.
De El or¨¢culo de Omaha de hace medio siglo se ha pasado A la nariz de Cardiff. El brit¨¢nico sir Moritz lleva desde los noventa olfateando empresas intangibles, que a¨²n no son, pero que podr¨ªan ser. Si a Buffett invierte por fe; Moritz lo hace por magia, dar dinero para una idea y dirigirla hasta el ¨¦xito, entendido por tal recuperar el dinero con creces, sac¨¢ndolo a Bolsa o vendi¨¦ndola, algo que a Moritz, al mejor, solo le ocurre en la tercera parte de sus inversiones.
Moritz y John Doerr se disputan el primer puesto del Hall de la Fama de los mejores inversores, que elabora Forbes. Mientras el primero sigue apostando por Internet, Doerr tras invertir en la red social Friendster (fracasada, lo que no quiere decir que no sacara beneficios) o los veloc¨ªpedos Segway, se ha centrado en las energ¨ªas limpias.
En la Midas List 2013 de la revista, cuatro de los 20 mejores inversores son de la cuadra Sequoia. El l¨ªder, sin embargo, ha sido Jim Breyer con una fortuna de 1.100 millones, la mitad por la salida a Bolsa de Facebook. Marc Andressen, otro cl¨¢sico, es segundo, por Skype; Peter Thiel tercero, tambi¨¦n con Facebook. En 13? posici¨®n se encuentra Moritz ¡ªya medio retirado en la presidencia de la firma¡ª, con Green Dot, tarjetas de prepago.
La mayor¨ªa de esa exitosa lista trabaja en Sand Hill Road, el Hollywood del capital riesgo. Si el cine tiene a Metro-Goldwyn-Mayer, el dinero a Sequoia, Kleiner Perkins Caufield & Byers. Si sus estrellas son Clooney o Pitt, aqu¨ª mueren por Moritz, Koshla, Doerr o Hoffman (Linkedin).
Sequoia lleva 40 a?os en primera fila. Ha sabido adaptarse a los tiempos, del chip a las puntocom y ahora a las apps. Tras su reciente pieza cobrada, Goetz rastrea el siguiente WhastApp. "Busco lo desconocido; gente pasional y con una misi¨®n", explicaba esta semana a Re / Code.
Ahora estos cazadores de sue?os se fijan mucho en start ups vol¨¢tiles, en la nube y el big data, pero si usted aspira a ser millonario sin pasar por Carlos Sobera ni por Betwin, ah¨ª va informaci¨®n privilegiada: Stripe. La ¨²ltima apuesta de Sequoia, la revoluci¨®n en pagos electr¨®nicos.
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