Uber pretend¨ªa espiar a periodistas cr¨ªticos con su servicio
El consejero delegado pide disculpas pero mantiene en su puesto al directivo que ide¨® el plan
God¡¯s View, o la visi¨®n de Dios, as¨ª se llama la herramienta interna de Uber que permite escoger un coche concreto y seguir su trazado. Te¨®ricamente, solo se puede usar cuando resulte relevante para el negocio pero varios periodistas han visto c¨®mo al llegar a un lugar determinado el directivo con el que hab¨ªa quedado les hac¨ªa una referencia sobre el viaje, o c¨®mo se les invitaba a un evento en plena carrera, en Chicago, al conocer que estaban cerca.
Este sistema de vigilancia se ha conocido despu¨¦s de que Emil Michael, vicepresidente de negocio, explicase el pasado lunes en una cena sus planes de espionaje a periodistas cuya cobertura sobre Uber fuese negativa. Entre los mismos inclu¨ªa invertir un mill¨®n de d¨®lares en contratar a investigadores y periodistas dispuestos a contar las historias turbias de sus compa?eros de profesi¨®n. La revelaci¨®n se supo a trav¨¦s de Buzzfeed, donde trabaja uno de los asistentes a la cena Ben Smith, en la que tambi¨¦n estaba Arianna Huffington.
El ataque iba directamente a Sara Lacy, autora de dos libros, y editora de su propio medio, Pando Daily. Hace un a?o sufri¨® una experiencia negativa en un desplazamiento en Uber, se sinti¨® acosada por el conductor y pidi¨® una mejora en forma de bot¨®n de aviso a la organizaci¨®n. No solo no tuvo respuesta, sino que se defendi¨® al conductor y se le tach¨® de fantasiosa. Desde entonces, ella ha mantenido una l¨ªnea de extremo rigor con la aplicaci¨®n y ellos, como se ha descubierto, ten¨ªan su propio plan para airear la vida privada de los que tuviesen la misma actitud.
Entre los planes estaba invertir un mill¨®n de d¨®lares en contratar a investigadores y periodistas dispuestos a contar las historias turbias de sus compa?eros de profesi¨®n
Lacy pidi¨® que desinstalasen la aplicaci¨®n todos aquellos que se sintiesen agredidos por esta actitud y optase por alternativas como Lyft o Sidecar. De nuevo, sorpresa, aunque se quite el programa del m¨®vil, Uber mantiene los datos del perfil personal. Es decir, sabe cada uno de los viajes que ha hecho, desde qu¨¦ lugares, y, en consecuencia, tambi¨¦n d¨®nde viven.
Travis Kalanick, el pol¨¦mico fundador y consejero delegado, se ha limitado a explicar la situaci¨®n en 13 tuits, al final de los mismos pide disculpas a Sara Lacy. Tambi¨¦n indica que todos van a aprender a partir de esta situaci¨®n, especialmente Michael, pero ni la metedura de pata continu¨® cuando el propio Michael, llam¨® al m¨®vil persona de Lacy para disculparse. Ella misma explic¨® que nunca se lo hab¨ªa dado y consideraba que era un dato privado. La empresa se ha limitado a un comunicado con declaraciones de Michael: ¡°Las palabras que se me atribuyen durante una cena privada, durante un debate informal, obedecen a la frustraci¨®n que tenemos en la empresa por la cobertura sensacionalista de esta empresa en la que estoy orgulloso de trabajar. No refleja mi opini¨®n, tampoco los planes de la empresa. Estuvo mal y me arrepiento¡±.
Sin embargo, nadie se ha pronunciado sobre el uso de la visi¨®n de Dios sin el consentimiento expl¨ªcito de los usuarios. El ¨²ltimo en sumarse a la pol¨¦mica ha sido el actor Ashton Kutcher, tambi¨¦n accionista de la aplicaci¨®n. No para condenar la idea de sacar a la luz cuestiones personales de los periodistas, sino al contrario, indicando que no es mala idea hacerlo con los ¡®sombr¨ªos¡¯. Una actitud que puede responder al acoso que sufre una estrella de la pantalla, aunque no tiene en cuenta la diferencia entre una persona p¨²blica, como es su caso, y un periodista.
En las ¨²ltimas semanas Uber se ha visto en el coraz¨®n de la pol¨¦mica, sucesivos intentos de violaci¨®n a mujeres por parte de conductores o incluso el atropello la pasada Nochevieja de una familia de inmigrantes que se llev¨® la vida por delante de un ni?o de seis a?os.
El ¨²ltimo en sumarse a la pol¨¦mica ha sido el actor Ashton Kutcher, tambi¨¦n accionista de la aplicaci¨®n, que no cree que espiar a ¡®sombr¨ªos¡¯ sea mala idea
Las t¨¦cnicas para imponer su liderazgo se alejan de lo que se enmarca dentro del juego limpio. Con intenci¨®n de debilitar el negocio de Lyft y hacer que los conductores, cuya relaci¨®n laboral es tan d¨¦bil como activarse o desactivarse en la aplicaci¨®n, cambien de bando, se dedicaron a reclamar sus servicios y cancelarlos cuando estaban cerca. Normalmente, si un usuario reitera estas t¨¦cnicas acumula mala reputaci¨®n dentro del sistema, pero ?a qui¨¦n le importa cuando es un usuario ficticio y solo quiere destruir a la competencia? Seg¨²n The Verge, medio especializado en tecnolog¨ªa, fueron miles de servicios cancelados. La frustraci¨®n entre los conductores de Lyft era evidente, culpaban a la tecnolog¨ªa de la firma del bigote rosa en el parabrisas, como se distinguen del coche de cualquier particular. Ve¨ªan como gastaban su tiempo y dinero haciendo un desplazamiento que no ten¨ªa retorno, antes de recoger al pasajero decid¨ªa que ya no lo necesitaba.
A los analistas no parece importarles esta ausencia de ¨¦tica. Uber es una de las perlas, los "unicornios", les gusta decir aqu¨ª, de Silicon Valley. Ha conseguido m¨¢s de 1.500 millones de d¨®lares (1.200, de euros) de financiaci¨®n y su valoraci¨®n supera los 17.000 millones de euros (13.500, de euros). El siguiente paso, del que ya se habla sin tapujos, es la salida a bolsa.
Este esc¨¢ndalo pone en peligro el plan ideal y visi¨®n de futuro de Uber, que propone un mundo en el que no haga falta contar con un coche propio, las ciudades no tengan atascos y ellos sean la alternativa verde, un paso previo al coche sin conductor ni due?o. De reinventar el transporte urbano a convertirse en una compa?¨ªa de taxis cuyos conductores no tiene licencia ni relaci¨®n contractual con la aplicaci¨®n. Toronto, donde se estrenaron el lunes, acaba de prohibirles operar en la ciudad.
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