Futuro sin conductor
Despu¨¦s de un siglo en Detroit, las grandes marcas del motor se mudan a Silicon Valley.
Hubo un tiempo en que San Francisco estaba sembrado de coches. La calle Van Ness era una hilera de talleres y concesionarios. En el n¨²mero 1.000, un edificio de cinco plantas serv¨ªa de concesionario de la Chevrolet. Cada veh¨ªculo se exhib¨ªa en una sala distinta, con azulejos y artesonado, incluso con una fuente, simulando una mezcla de Alhambra y patio andaluz. Era a comienzos del siglo XX, hab¨ªa dinero. Hoy, en ese mismo edificio se alza un cine multisala con los ¨²ltimos estrenos. Tan solo el oso de la entrada y el emblema de la firma delatan su pasado.
Mission, el barrio fundacional y cuna de los latinos, se ha reinventado como el cotizado refugio para los trabajadores de las grandes empresas tecnol¨®gicas. Aqu¨ª Ford cre¨® su planta de ensamblaje en 1913. En Detroit, cuna del veh¨ªculo a motor, se dieron cuenta de que la demanda desde el Oeste era alta y no merec¨ªa la pena trasladar los coches, sino ensamblarlos all¨ª.
La guerra del tr¨¢fico
Antes de que los coches del futuro lleguen a rodar por las carreteras se libra una batalla: la de los datos sobre el tr¨¢fico. Si hasta hace poco esta ingente cantidad de cruces y velocidades solo pertenec¨ªa a gobiernos, ahora pasa a insertarse en aplicaciones.
La triunfadora de esta guerra naci¨® cerca de Tel Aviv, aunque abri¨® oficina en Palo Alto: Waze. Pronto se convirti¨® en un secreto a voces. M¨¢s de 50 millones de conductores lo usan. Han pasado de ser usuarios pasivos de un GPS tradicional a convertirse en informadores en tiempo real. En junio de 2013, pas¨® a manos de Google por 1.170 millones de euros.
Hoy tienen acuerdos con administraciones y ayuntamientos para ayudar y mejorar la gesti¨®n del tr¨¢fico.
Tambi¨¦n les acompa?a una pol¨¦mica: los polic¨ªas de Los ?ngeles quieren que se proh¨ªba su uso, pues consideran que desvelan los lugares en los que se disponen a hacer controles de velocidad o alcoholemia y da?a su privacidad. Un debate todav¨ªa por resolver.
Con el despertar del coche japon¨¦s y el ocaso de Detroit, las f¨¢bricas del Oeste de Estados Unidos fueron cerrando poco a poco. Toyota y Honda llevaban sus creaciones en barco hasta Los ?ngeles. Los precios eran competitivos, los dise?os rompedores y el consumo, m¨¢s ajustado.
Hoy es Tesla la firma que marca el paso. Ocupa una antigua f¨¢brica de Chevrolet en Fremont, en el lado Este de la Bah¨ªa de San Francisco. Pero su sede central y los laboratorios est¨¢n en Palo Alto, junto a las startups de alto rango y la Universidad de Stanford. Esta compa?¨ªa ha puesto de moda otra vez la tecnolog¨ªa punta en el coche. Su fundador es una leyenda viva en la zona, se le considera el sucesor de Steve Jobs por su capacidad para ilusionar y cambiar productos conocidos.
Elon Musk (Pretoria, Sud¨¢frica, 1971) lleva tiempo innovando. Cofundador de Paypal, vendi¨® a eBay en 2002 para seguir creando. Tambi¨¦n ha coqueteado con la industria aeroespacial. Es lo que se llama un emprendedor en serie. En 2007 se le reconoci¨® como emprendedor del a?o, demasiado prematuro si se tiene en cuenta lo que vino despu¨¦s.
Jubilar la gasolina con bater¨ªas
Tesla, la creaci¨®n de Musk, ha hecho realidad lo que todos los ingenieros de Michigan no pudieron: un coche que no usa combustible, con 600 kil¨®metros de autonom¨ªa. Una carga de 20 minutos permite m¨¢s de 200 kil¨®metros. El coste de recarga no llega a 22 euros, la mitad que un dep¨®sito de gasolina, incluso ahora que ha bajado de precio.
No ser¨ªa justo dejar de lado a Toyota, cuyo modelo Prius es el primer h¨ªbrido superventas. O a Nissan, con su Leaf, en la misma l¨ªnea. El propio nombre es un gui?o ecologista: significa hoja. La cuesti¨®n es que no se trata solo de hacer un coche m¨¢s verde, sino tambi¨¦n m¨¢s inteligente y aut¨®nomo.
La propiedad del autom¨®vil tambi¨¦n es un tema que abre opciones de lo m¨¢s diverso. BMW ha invertido 50 millones de d¨®lares en Moovit, una aplicaci¨®n que indica rutas en transporte p¨²blico. No es dif¨ªcil pensar que proyectan un futuro que combine bus, metro o tren con rutas compartidas entre particulares con horarios parecidos.
BMW, General Motors, Honda, Mercedes y Nissan ya han abierto laboratorios en la meca tecnol¨®gica del valle. Ford ha sido la ¨²ltima en llegar, pero es la que hace m¨¢s ruido. Su presidente ejecutivo, Mark Fields, ten¨ªa una intuici¨®n: ¡°Tradicionalmente, ¨¦ramos un sitio en el que se entraba para hacer carrera, a largo plazo. Ahora solo consigo que se vengan un par de a?os para un proyecto concreto. Cuando logran la meta, buscan nuevos retos¡±, apuntaba durante una cena en Las Vegas el pasado mes de enero.
Cada cual tiene su visi¨®n, su camino para llegar a ello y su profec¨ªa. Ford se lo toma como una cruzada, seg¨²n Fields: ¡°Tenemos 110 a?os de historia. Creamos la cadena de montaje, inventamos la clase media. No podemos traicionar nuestra filosof¨ªa, pero s¨ª s¨¦ que dejaremos de ser una empresa de motor para convertirnos en una tecnol¨®gica. Tiene que ser as¨ª si queremos tener futuro¡±.
En este nuevo campo de batalla, en el que han surgido aliados hasta ahora desconocidos, Google lleva m¨¢s de tres a?os experimentando con coches sin conductor. Hace un a?o mostraron una especie de biplaza, sin volante, que no pasa de 70 kil¨®metros por hora y servir¨ªa para ir de un punto a otro de la ciudad con una ruta controlada a distancia. La intenci¨®n es que se dejen de comprar veh¨ªculos y los clientes se suscriban.
Cine y videojuegos, nuevas canteras del motor
Los perfiles que se buscan son totalmente novedosos. Atr¨¢s quedaron los ingenieros industriales. Hoy priman aquellos capaces de proyectar. Parad¨®jicamente, hay dos industrias que asisten a una fuga de profesionales, los videojuegos y el cine de animaci¨®n. Ken Washington, exempleado de Lockheed Martin, compa?¨ªa bien conocida en el ¨¢mbito de la defensa, cree que la clave est¨¢ en la colaboraci¨®n entre industrias.
As¨ª ha descubierto algunas cosas, como que los desarrolladores de ocio digital son perfectos: ¡°Corrigen r¨¢pido los defectos. Prueban y pulen el producto¡±. Chuhee Lee, l¨ªder de innovaci¨®n en Volkswagen, ha dado con una cantera inesperada: los estudios de Pixar, los que crearon Toy Story.
De sus empleados valoran su capacidad visual, su capacidad para construir met¨¢foras y la atenci¨®n al detalle. Ve una diferencia muy clara con respecto a los procesos que segu¨ªan en Alemania: ¡°Nos cost¨® aprender c¨®mo se funciona aqu¨ª, pero nos hemos dado cuenta de que, por encima de todo, se ejecuta. En Alemania pas¨¢bamos demasiado tiempo planeando y debatiendo¡±.
Apple ha creado una divisi¨®n solo para analizar los coches. El proyecto se conoce con el nombre clave de Titan. No ha trascendido su finalidad, pero s¨ª la calidad de sus fichajes: A Steve Zadesky, exFord, le colocan como l¨ªder del equipo.
En Nissan se lo toman con calma. Hasta 2019 no esperan tener completa su plantilla. Su primer movimiento ha sido buscar aliados del valle. Maarten Sierhuis, director de investigaci¨®n de la firma, cree necesario respirar el ambiente: ¡°Estar aqu¨ª es diferente a visitarlo¡±.
Los m¨¢s esc¨¦pticos creen que solo Tesla mantendr¨¢ su f¨¢brica en esta zona: no es rentable por el alto coste tanto del suelo como de la mano de obra. Pero el cerebro del motor se ha mudado a Silicon Valley para quedarse.
El coche 'techie' que ya est¨¢ en el concesionario
A comienzos de mayo, un sospechoso cami¨®n, con luz de destellos azules, comenz¨® a rodar por las carreteras de Nevada. Lo hizo en la Ciudad del Pecado, Las Vegas, una gran extensi¨®n semides¨¦rtica perfecta para hacer pruebas. El gigante se llama Freightliner Inspiration.
Parti¨® de la presa Hoover, todo un s¨ªmbolo de lo que puede conseguir la ingenier¨ªa, hacia Las Vegas. El conductor, un camionero acorde a lo que se espera de este veh¨ªculo y los estereotipos de las pel¨ªculas, se permite el lujo de levantar las manos del volante en plena ruta. Esta mole es el primer cami¨®n con piloto autom¨¢tico. No es totalmente aut¨®nomo, pero s¨ª hace posible que el conductor consulte un mapa, llame por tel¨¦fono, tome notas de pedidos¡
Parad¨®jicamente, en el Estado de Nevada, Uber, que tambi¨¦n plantea el uso de coches sin conductor en un futuro pr¨®ximo, est¨¢ prohibido.
Antes de ser legal, este cami¨®n ha tenido que hacer m¨¢s de 15.000 kil¨®metros en un circuito cerrado.
El DMV ¨Cdepartamento de veh¨ªculo a motor de California, equivalente a la espa?ola DGT¨C no permite algo similar, pese a que casi toda la investigaci¨®n que ha hecho posible este veh¨ªculo se lleva a cabo en este Estado.
Tenga raz¨®n Ford, con su vaticinio de 2020, o Nissan, que se va hasta 2030, en los concesionarios comienzan a ofrecerse modelos cuya tecnolog¨ªa vislumbra lo que est¨¢ por venir. Audi es una de las que apuestan m¨¢s fuerte. Ford, la que piensa en c¨®mo llevar lo m¨¢s puntero al gran p¨²blico. Seg¨²n su presidente, forma parte de su ADN acercarse a la clase media. Al fin y al cabo, su coche fue el primero que se vendi¨® pensando en los trabajadores de comienzos del siglo XX.
Tambi¨¦n hay oferta en el campo del coche online. iSync, la plataforma para conectar el m¨®vil, permite manejar aplicaciones como Spotify o Pandora desde la consola del salpicadero. Tambi¨¦n informarse a trav¨¦s de la radio NPR o The Wall Street Journal.
Apple y Google han creado dos plataformas que ofrecen poco m¨¢s que mapas y m¨²sica, o b¨²squedas de restaurantes y gasolineras, sin llegar al nivel de sorpresa que se espera de ambos pioneros.
Toyota fue una de las primeras en incluir, con la llegada del Prius, omnipresente en San Francisco, la c¨¢mara trasera para asistir al aparcar. La mayor parte de los BMW tambi¨¦n lo incluye.
A partir de 2018, la Uni¨®n Europea obligar¨¢ a que los veh¨ªculos particulares avisen al servicio de emergencias si sufren un accidente. Esta ser¨¢ la pr¨®xima innovaci¨®n que se podr¨¢ disfrutar de serie.
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