Wozniak: ¡°No creamos Apple en un garaje. Es una historia inventada¡±

Es el otro Steve. Es el otro fundador de Apple. Es el ¨²nico creador del primer ordenador personal de la historia, o as¨ª lo sigue afirmando a sus 65 a?os. Steve Wozniak (Sunnyvale, California, 1950) es tambi¨¦n el superviviente del d¨²o prodigioso que cre¨®, en 1976, la que terminar¨ªa siendo la mayor empresa del mundo.?

Wozniak ha contado sus inicios y ha dado consejos a los empresarios y estudiantes en una charla, celebrada con motivo de la presentaci¨®n de la escuela de Negocios IMPACT Business School, de la Universidad Europea, en Alcobendas (Madrid). Quiz¨¢ por la edad de su auditorio, se ha remontado a cuando era joven. "Durante mi juventud, no hab¨ªa manera de que nadie tuviera su propio ordenador. Pensad que costaban como una casa", ha explicado a un p¨²blico entregado a cada uno de los gestos expresivos del ingeniero norteamericano. "Nadie en mi entorno, salvo yo mismo, hac¨ªa nada sobre ordenadores. No exist¨ªan las tiendas, no hab¨ªa libros, no se daban clases. Solo unos enormes ordenadores que ocupaban habitaciones enteras", ha descrito gr¨¢ficamente.

[Steve Jobs] Era el hombre de negocios. Quer¨ªa hacer dinero"

"Por pura casualidad, le¨ª en una revista que hab¨ªa avances en las memorias y en otras partes esenciales de un ordenador, y empec¨¦ a dise?ar con un l¨¢piz y un papel mi primer ordenador. Eso s¨ª, ese primero me llev¨® a?os. Era mi pasi¨®n, es lo que hac¨ªa en lugar de puzles", ha exclamado mientras hac¨ªa estallar la risa del p¨²blico.

Vestido con traje y camiseta negra, infundido de iron¨ªa, ha narrado c¨®mo le rechazaron su primer ordenador cuando lo ofreci¨® a Hewlett Packard (HP), la empresa donde trabajaba como ingeniero: "En aquella ¨¦poca, HP cre¨ªa sobre todo en sus calculadoras cient¨ªficas, que costaban 200 d¨®lares".

"Yo sab¨ªa que era importante lo que estaba dise?ando, pero tambi¨¦n quer¨ªa hacer un proyecto para otra gente". Ah¨ª aparece Steve Jobs. "Por suerte, conoc¨ª a Jobs. El Steve Jobs del principio, no el que conocemos. ?bamos a muchos conciertos juntos... Vino a ver lo que yo hac¨ªa. ?l no ten¨ªa dinero, yo ten¨ªa un trabajo...". En 1976 decide dejar su trabajo en HP y fundar con su amigo Apple, pero su gran momento como inventor de ordenadores hab¨ªa llegado ya en 1975. "Ya empezaba a disponer de memorias RAM din¨¢micas a precios razonables. ?Ten¨ªan much¨ªsima capacidad, 4 k!", ha bromeado.

Nunca hubo tal garaje

Steve Wozniak ha aprovechado su encuentro con los j¨®venes para acabar con el mito que lo dibuja junto a otro melenudo Jobs creando su empresa en un garaje. "Nunca dise?amos nuevos productos en el garaje. No dise?amos nada, ni negocios. Es una historia inventada. Steve Jobs cre¨® su parte del negocio en su habitaci¨®n. El garaje ¨¦ramos nosotros, ten¨ªamos que utilizar lo que fuese posible para poder hacer dinero¡±, ha exclamado, para enseguida afirmar divertido: "Reconozco que es mucho mejor historia la de dos chavales en un garaje".

Cuando descubres algo te sientes como si te hubieras enamorado"

Ha adoptado en este punto un tono de consejero: "Cuando empiezas sin un d¨®lar, tienes que usar lo que tienes: tu casa, cualquier cosa, lo que sea, por ahorrar dinero".

Jobs para Wozniak fue sobre todo "un gran amigo y compa?ero de negocios", pero ha matizado su protagonismo en el lanzamiento de Apple. "Yo quer¨ªa que todo el mundo pudiera construir su ordenador por 300 d¨®lares, pero Steve no estaba ni siquiera en eso. Lo que ¨¦l quer¨ªa era construir una parte de un ordenador por 20 d¨®lares y venderla por 30. Era el hombre de negocios. Quer¨ªa hacer dinero". Se ha definido a s¨ª mismo en esa ¨¦poca como "una persona que constru¨ªa ordenadores" y notaba "mucho inter¨¦s" en su entorno. "En mi club era una especie de h¨¦roe", ha afirmado con tono humor¨ªstico. La gente fantaseaba con el invento: "Me preguntaban qu¨¦ pasar¨ªa si cada persona tuviera su propio ordenador, si podr¨ªamos controlar nuestro entorno, comunicarnos...".

Apple I e IKEA

[Como alumno] Era muy independiente, no interactuaba con los dem¨¢s, pero la mayor¨ªa de la gente lo que quiere es que le digan lo que tiene que hacer"

Apple I fue el primer ordenador personal en llevar el nombre de la manzana. As¨ª figura por doquier, pero otro mito cae en la conferencia: seg¨²n Wozniak, aquello no fue un ordenador, sino "m¨¢s bien la readaptaci¨®n de algo que yo hab¨ªa hecho antes. Fue una especie de IKEA de los ordenadores: ibas comprando piezas y hab¨ªa un mont¨®n de cosas que se enchufaban", ha bromeado. Nunca se produjo a gran escala, pero su recuerdo hoy ante sus admiradores ha dado pie a esta frase lapidaria: "Cuando descubres algo te sientes como si te hubieras enamorado".

El aut¨¦ntico primer ordenador, el que primero consigui¨® venderse a escala, ser¨ªa su Apple II, "un verdadero ordenador" ¡ªahora s¨ª¡ª, que dio el salto hasta las 48 k de memoria RAM.

El origen de los ordenadores personales est¨¢ coloreado de f¨®sforos verdes o blancos, "incluso en las m¨¢quinas de videojuegos, que eran un puro hardware?que costaba seis meses dise?ar a la medida". El Apple II sorprendi¨®, para su autor y ahora gur¨², porque inclu¨ªa gr¨¢ficos de alta resoluci¨®n, color, sonido y "un lenguaje de programaci¨®n sencillo, el Basic, con el que el usuario pod¨ªa escribir sus primeros programas. Los ni?os incluso escrib¨ªan sus videojuegos. Eso s¨ª que fue un giro hist¨®rico".?

Wozniak, sin el menor deje nost¨¢lgico en su voz, se ha vuelto a referir a Jobs y a ¨¦l como unos amigos "muy parecidos en muchas cosas, sobre todo en c¨®mo divertirnos. Compartimos mucho hasta que lleg¨® Apple II. Fue con lo que ganamos dinero pero, una vez lo tuvimos, la personalidad de Jobs cambi¨®. Hablaba con todo el mundo de la empresa y se met¨ªa en cada detalle. Fue un error. Yo me segu¨ªa ocupando de la ingenier¨ªa, trabajaba con los modems...". El hist¨®rico de Silicon Valley ha sentenciado en este punto: "Mi ¨¦tica personal es m¨¢s elevada que la ¨¦tica de los negocios. Pero [Steve Jobs y yo] seguimos siendo amigos". Valga decir que ha pronunciado la sentencia?sin dejar de soltar una carcajada.

La ¨¦poca en la que ¨¦l desarroll¨® los primeros ordenadores Apple termin¨® pronto: "Yo pude hacer todo el dise?o de un ordenador, pero al poco empez¨® una industria que empleaba para cada ordenador enormes equipos. Ten¨ªa que relacionarme con un mont¨®n de gente y llegaron los managers. ?Ten¨ªamos que preparar informes de 40 p¨¢ginas para describir cada uno de los componentes de un ordenador! Yo me dije: 'soy un inventor y si me mand¨¢is a un laboratorio obtendr¨¦is m¨¢s cosas de m¨ª'. Esa era la libertad". Dej¨® la compa?¨ªa en 1985.

?C¨®mo consegu¨ªas en mi ¨¦poca un Steve Wozniak para tu empresa, si yo no ten¨ªa ni siquiera una licenciatura?"

Ordenadores desde el principio

Muchas de las preguntas dirigidas a Wozniak desde el p¨²blico han apuntado a la educaci¨®n. "Los ordenadores son fundamentales en las escuelas e institutos", ha se?alado, "pero tampoco olvidemos que muchas de las personas que arrancaron grandes empresas no ten¨ªan estudios superiores". De hecho, ¨¦l es un ejemplo. No volvi¨® a la universidad para licenciarse, en Berkeley, hasta que dej¨® Apple.

Abomina de la forma en que se aborda la ense?anza de la tecnolog¨ªa en los institutos: "Se dice que lo que engrandece tu cerebro son los datos, y se ve la tecnolog¨ªa ¡ªarreglar un coche, ha puesto de ejemplo¡ª como algo vocacional". En cambio, "en la universidad es distinto. Los dos primeros a?os est¨¢s guiado, pero el tercero eres t¨² el que escoge la direcci¨®n. Yo me compraba todos los libros posibles para leerlos los fines de semana, antes de que nos hablaran de ellos en clase. Era mi pasi¨®n".?

?C¨®mo era Wozniak alumno? "La mayor¨ªa de mis compa?eros buscaban la gu¨ªa del profesor. Yo no era de esos. Era muy independiente, no interactuaba con los dem¨¢s, pero la mayor¨ªa de la gente lo que quiere es que le digan lo que tiene que hacer".

El Wozniak post-Apple?

Steve Wozniak se dedica en la actualidad a impartir charlas y a inspirar a nuevas generaciones. No ha creado ning¨²n dispositivo nuevo, pero confiesa que no deja de usar los que est¨¢n a su alcance. "Uso la tecnolog¨ªa para casi todo". Se confiesa fan de las aplicaciones desarrolladas por terceros y de la econom¨ªa colaborativa, tan relacionada con ellas: "Uber, Airbnb... todo esto era impensable antes. Facebook est¨¢ por todas partes siempre, pero las apps solo aparecen cuando las necesitas", ha declarado.?

Entre las intervenciones de los estudiantes uno le ha pedido consejos para un joven emprendedor. El t¨¦rmino le ha hecho torcer el gesto, pero se ha aventurado a contestar: "Primero, llega tan lejos como puedas con el dinero que tengas y prueba bien tu producto antes de buscar financiaci¨®n; segundo, intenta tener cerca a una persona que te ayude a resolver los problemas t¨¦cnicos, aunque s¨¦ que esto es una cuesti¨®n de suerte; y, tercero, m¨¢s te vale hacer un buen marketing".?

No ha faltado, para finalizar, quien le ha preguntado por la atracci¨®n de talento a las empresas: "...Pues imag¨ªnate el talento que hab¨ªa cuando yo empec¨¦. ?C¨®mo consegu¨ªas en mi ¨¦poca un Steve Wozniak para tu empresa, si yo no ten¨ªa ni siquiera una licenciatura?", ha dicho por toda respuesta. ?