Anonymous declara la guerra al ISIS: qui¨¦nes son y qu¨¦ han conseguido
El colectivo de ciberactivistas declara por segunda vez la guerra al Estado Isl¨¢mico, tras asegurar en marzo haber desactivado 9.200 cuentas de Twitter afines a los yihadistas
Anonymous no es nada concreto m¨¢s all¨¢ de un enjambre, presumiblemente enorme, de hackers conectados en la Red y encantados de esconder sus nombres y sus artes a mayor gloria de un colectivo. WikiLeaks, la gran factor¨ªa de filtraciones, los convirti¨® en activistas pol¨ªticos en 2010. Hasta entonces, eran una mera ¡°marca de usuarios conocidos por gastar bromas a los restaurantes, acosar a ped¨®filos y protestar contra la Iglesia de la Cienciolog¨ªa¡±. As¨ª define al cibercolectivo, que este fin de semana se atrevi¨® por segunda vez a amenazar a ISIS, la periodista de la revista Forbes Parmy Olson. Su libro We are Anonymous?es el resultado de su amistad con Topiary, uno de los?hackers?estrella.
Contra Anonymous, el "Ciberej¨¦rcito Isl¨¢mico"
Seg¨²n el portal de la empresa de seguridad Site Intel Group, un autodenominado Ciberej¨¦rcito Isl¨¢mico (o ICA) ha respondido a Anonymous llam¨¢ndolos "idiotas" y dando instrucciones, b¨¢sicas para cualquier usuario avanzado de las Redes, sobre c¨®mo defenderse. El ICA ha reivindicado recientemente?un ciberataque contra las webs de los ministerios franceses de Defensa, Asuntos Exteriores y Cultura, sin mayores da?os.
En diciembre de 2010, Amazon, PayPal, Mastercard,?Visa y el banco suizo Postfinance rechazaron tramitar donaciones a la organizaci¨®n de Julian Assange; los ciberactivistas se lanzaron contra sus portales electr¨®nicos con el ariete de los ataques DDoS, un martilleo constante de visitas sobre una web que se bloquea por no dar abasto a todas. Los primeros anonymous convocaron a sus milicianos con esta rotunda frase: "C¨®mo unirse a la puta colmena". Seg¨²n algunos expertos, no habr¨ªan hecho m¨¢s que ampliar el alcance de una acci¨®n previa, dirigida a apoyar el sitio de descargas?Pirate Bay, para crear su Operation Payback, su particular donde las dan las toman contra los enemigos de Assange.?
La colmena de enmascarados surgi¨® en alg¨²n momento en torno a una web para frikis y contenidos casi pornogr¨¢ficos: el tabl¨®n de im¨¢genes japon¨¦s 4chan. Activo desde 2003 y todav¨ªa hoy con una apariencia amateur, es guarida de contenidos l¨ªmite, como los dibujos lolicon, un manga de lolitas subidas de tono. En esas catacumbas de la web, a cubierto de la persecuci¨®n de Estados Unidos, contactaron futuros miembros de Anonymous, seg¨²n Olson. A partir de 2008, incorporan la m¨¢scara de gesto guas¨®n con la que el ingl¨¦s Guy Fawkes y el resto de conspiradores de la p¨®lvora intentaron en 1605 volar la C¨¢mara de los Lores inglesa. Una novela gr¨¢fica primero y luego una pel¨ªcula, V de Vendetta, la catapultan al imaginario popular.
El colectivo se ha atribuido ¡ªo le han atribuido, sin que haya mediado desmentidos¡ª ataques a webs oficiales de China o la web de Justicia brit¨¢nica, de la que se cree que rob¨® 1.700 gigas de informaci¨®n. Tambi¨¦n ha atacado al Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts?(MIT) en protesta por la persecuci¨®n de un activista. En Espa?a, atacaron la web del Congreso de los Diputados, el PSOE y la Sociedad General de Autores y Editories (SGAE) con el intento de aprobaci¨®n de la llamada Ley Sinde.?En M¨¦xico, protestan contra el despido de la periodista Carmen Ar¨ªstegui.
En 2010 convocaron a sus milicianos con esta rotunda frase: "C¨®mo unirse a la puta colmena"
Al Estado Isl¨¢mico se la juraron poco despu¨¦s de los atentados de Charlie Hebdo, en enero. Su venganza lleg¨® en forma de filtraci¨®n: publicaron en una web?los listados de 9.200 tuiteros, supuestamente afines y vinculados a ISIS. La amenaza se ha redoblado ahora, tras los atentados del pasado viernes: Anonymous, por medio de sus caracter¨ªstico v¨ªdeo (usan a menudo el mismo, cambiando el texto) anuncia el mayor ciberataque contra los yihadistas:?"La guerra ha estallado, preparaos. El pueblo franc¨¦s es m¨¢s fuerte que nada", despedirse dando el p¨¦same a los familiares de las v¨ªctimas y afirmando: "Somos Anonymous, somos legi¨®n. No perdonaremos, no olvidaremos. Esperadnos". Adem¨¢s de la m¨¢scara, la voz que usan en sus comunicados, creada por un sintetizador, Loquendo, se ha convertido en una de sus insignias.
A pesar del anonimato, la polic¨ªa ha conseguido poner nombre a algunos de los anonymous m¨¢s destacados. Entre ellos, los del colectivo?LulzSec, un cibercuerpo de ¨¦lite?colaborador de Anonymous que, a base de rastrear flancos d¨¦biles en las grandes webs, lograba entrar en ellas, extraer datos y mofarse de su pompa y boato. Es el caso de la tecnol¨®gica Sony: en junio de 2011, aseguraron que hab¨ªan robado un mill¨®n de perfiles de usuario del portal SonyPictures.com, aunque la empresa redujo la dimensi¨®n del bot¨ªn a unos 35.000. El af¨¢n de burla, una de las marcas de Anonymous desde sus or¨ªgenes, les llev¨® tambi¨¦n a tunear la portada del diario The Sun para publicar el descubrimiento del cad¨¢ver de su due?o, Rupert Murdoch.?
Apuntaron alto. Ten¨ªan predilecci¨®n por la?CIA y de la Agencia Nacional contra el Crimen de Reino Unido. Hackearon sus webs. Las represalias no tardaron en llegar: en mayo de 2011 el FBI, otra de sus v¨ªctimas, secuestra durante 24 horas al cabecilla de LulzSec, Hector Xavier Monsegur,?Sabu, lo convierte a su causa y lo reintegra en su grupo como?topo.?
As¨ª se desenmascar¨® a otros miembros, como?Jeremy Hammond, un?hacker de Chicago que hab¨ªa robado los datos bancarios de 860.000 clientes de la firma de?servicios de inteligencia y espionaje Stratfor, y luego los hab¨ªa publicado en WikiLeaks. Fue arrestado en 2012 y cumple 10 a?os de prisi¨®n desde noviembre de 2013. El FBI lo incluye en sus listados de terrorismo. Su escuela on line para hackers, Hack This Site, aparece a menudo ca¨ªda.?Terminaron sucumbiendo tambi¨¦n Jake Davis o?Topiary,?Ryan Cleary,?un adolescente con s¨ªndrome de Asperger, el exsoldado Ryan Ackroyd o?Mustaf¨¢ Al-Bassam o?T-flow, af¨ªn a la causa de los j¨®venes de la primavera ¨¢rabe de T¨²nez. Unos cuantos nombres propios asoman como la punta de un enorme iceberg de anonimato.
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