China revoluciona los sistemas de pago
El pa¨ªs asi¨¢tico pasa del papel moneda al dinero electr¨®nico sin apenas transici¨®n. Ahora, una de las plataformas de pago ¡®online¡¯ se lanza al mundo
La familia Xu es un buen ejemplo de c¨®mo la tecnolog¨ªa e Internet han revolucionado los sistemas de pago en China. El padre, Xu Minfang, de 59 a?os, ni siquiera concibe utilizar una tarjeta de cr¨¦dito. Lo suyo es el papel moneda, el dinero en efectivo. Teniendo en cuenta que el billete de mayor denominaci¨®n en el gigante asi¨¢tico es el de 100 yuanes (14,5 euros), no parece la f¨®rmula m¨¢s c¨®moda para pagar productos o servicios de precio abultado, pero ¨¦l no tiene inconveniente en ir con voluminosos fajos de billetes. ¡°Una bolsa entera si hace falta¡±, bromea. Basta con visitar cualquier sucursal bancaria para confirmar que no es el ¨²nico: multitud de clientes llegan o se van con kilos de los retratos rojos de Mao Zedong.
Su hija de 25 a?os, sin embargo, toca el dinero lo m¨ªnimo indispensable. No porque utilice a menudo su tarjeta de d¨¦bito, ¡°que no resulta tan ¨²til¡±, sino porque Xu Yuanming prefiere hacer las transacciones comerciales utilizando dos de las principales plataformas de pago?online de China: Alipay, perteneciente al gigante del comercio electr¨®nico Alibaba, y WeChat Pay, incorporado en la popular aplicaci¨®n de mensajer¨ªa instant¨¢nea y red social de Tencent. La r¨¢pida adaptaci¨®n de negocios y de todo tipo de servicios a estas plataformas ha hecho que resulte innecesario utilizar dinero en efectivo en muchas situaciones: desde hacer la compra en grandes multinacionales del textil, hasta pagar taxis incluso m¨¢s all¨¢ de las grandes ciudades.
El sistema se ha hecho tan popular que se utiliza incluso como muestra de afecto en las extremadamente materialistas relaciones sentimentales chinas
¡°Es un buen m¨¦todo porque reduce o elimina por completo las comisiones bancarias. Por ejemplo, WeChat Pay permite enviar lo que en China conocemos como?hongbao -literalmente "sobre rojo", que contiene dinero generalmente ofrecido en festividades como el A?o Nuevo Chino y ocasiones se?aladas como una boda-, de forma que se puede hacer tanto un regalo como un pago sin coste adicional alguno¡±, explica la joven. El sistema se ha hecho tan popular que se utiliza incluso como muestra de afecto en las extremadamente materialistas relaciones sentimentales chinas: enviar un?hongbao de 520 yuanes (75 euros) es sin¨®nimo de ¡®te quiero¡¯, por la pronunciaci¨®n similar que tiene ese n¨²mero; y 1.314 yuanes (190 euros) son equivalentes a ¡®para toda la vida¡¯. L¨®gicamente, el d¨ªa de San Valent¨ªn los sobres rojos colapsan el ciberespacio.
Los comercios utilizan un sistema diferente: a la hora de pasar por caja, el cliente genera un c¨®digo QR a trav¨¦s de la aplicaci¨®n y el cajero la escanea para aceptar el pago. Por seguridad, cada c¨®digo que se genera es v¨¢lido ¨²nicamente durante un minuto. ¡°Desde que instalamos el sistema de escaneo hace un a?o, el n¨²mero de clientes que lo utiliza se ha multiplicado por cuatro, y sorprende que, aunque la mayor¨ªa son clientes de menos de 35 a?os, tambi¨¦n los hay mucho m¨¢s mayores¡±, comenta la responsable de una tienda de la marca japonesa Uniqlo en Shangh¨¢i que se identifica como Wen.
WeChat Pay anunci¨® hace unos d¨ªas su irrupci¨®n en una veintena de pa¨ªses, entre ellos algunos de la Uni¨®n Europea
A pocos metros de all¨ª, una m¨¢quina de?vending ubicada en el metro tambi¨¦n permite el pago con el m¨®vil para conseguir uno de los zumos de naranja reci¨¦n exprimidos que prepara. Una vez m¨¢s, el funcionamiento es sencillo: despu¨¦s de hacer la selecci¨®n, la m¨¢quina muestra en la pantalla un c¨®digo QR que, una vez escaneado con el m¨®vil a trav¨¦s de la aplicaci¨®n, confirma la transacci¨®n econ¨®mica. ¡°Todav¨ªa incluimos la opci¨®n de pagar con efectivo, pero la m¨¢quina solo acepta billetes de diez yuanes -importe exacto- y ya estamos pensando en utilizar ¨²nicamente las que ofrecen pago electr¨®nico o a trav¨¦s de nuestra tarjeta de prepago por contacto NFC¡±, comenta una de las responsables de la empresa, Vingoo.
Esta revoluci¨®n de los medios de pago no es exclusiva de las grandes metr¨®polis. Al contrario, est¨¢ permitiendo limar algunas de las diferencias que existen entre el desarrollo del mundo urbano y del rural. De hecho, a 300 kil¨®metros de la capital econ¨®mica de China, en el pueblo de Liyang, una comerciante que regenta una diminuta -y destartalada- mercer¨ªa explica c¨®mo: ¡°Antes no ten¨ªa un puesto para cobrar con tarjeta, porque hab¨ªa que pagar el aparato, tener una conexi¨®n de tel¨¦fono, y liarse con el banco. As¨ª que solo aceptaba efectivo. Pero ahora puedo cobrar mediante Alipay simplemente con mi m¨®vil, sin complicarme la vida. Incluso lo utilizo para pagar a algunos de mis proveedores¡±.
Xu tambi¨¦n hace un doble uso del sistema, ya que no lo utiliza exclusivamente para pagar. Tambi¨¦n recibe ingresos a trav¨¦s de estas aplicaciones. ¡°Tengo un peque?o negocio de artesan¨ªa en Taobao -la plataforma C2C de Alibaba-, y Alipay es donde recibo el dinero. Cuando acudo a mercadillos la gente suele preferir pagarme con WeChat Pay a trav¨¦s de los ¡®hongbao¡¯ del m¨®vil¡±. Aunque la joven tiene una cuenta en un banco estatal chino, reconoce que siempre coquetea con el saldo cero porque incluso invierte sus ahorros en Yu¡¯ebao, el fondo de inversi¨®n de Alibaba. ¡°Es seguro y ofrece un inter¨¦s mucho mayor que el de los bancos tradicionales. Cada d¨ªa veo en el m¨®vil cu¨¢nto me pagan¡±, apunta Xu. No en vano, muchos lo consideran el servicio que democratiza los fondos de inversi¨®n, ya que se puede acceder a ¨¦l con solo un ¡®mao¡¯ -la d¨¦cima parte de un yuan, en torno a 1,4 c¨¦ntimos de euro-.
Aunque casi todos los servicios -no WeChat Pay- se pueden gestionar desde un PC, el denominador com¨²n de todo este ecosistema financiero es el smartphone. Y asusta el volumen del negocio que mueve. No en vano, de los 650 millones de internautas chinos, 304 millones utilizan alg¨²n tipo de pago online. Se espera que este a?o realicen transacciones por valor de 1,32 billones de euros -la mitad con Alipay-, un volumen que continuar¨¢ creciendo r¨¢pidamente. Diferentes estudios predicen que el n¨²mero de quienes utilizan el m¨®vil para hacer pagos aumentar¨¢ en 2017 hasta los 745 millones, m¨¢s del 50% de la poblaci¨®n del pa¨ªs.
Las oportunidades que se abren en el sector son evidentes, pero la ambici¨®n de las empresas chinas va m¨¢s all¨¢ de sus fronteras. Cuando todav¨ªa no hace mucho que comenz¨® a extenderse por el mundo la aceptaci¨®n de las tarjetas de cr¨¦dito y de d¨¦bito emitidas por la principal entidad del gigante asi¨¢tico -UnionPay, equivalente a Visa o MasterCard-, WeChat Pay anunci¨® hace unos d¨ªas su irrupci¨®n en una veintena de pa¨ªses, entre ellos algunos de la Uni¨®n Europea (contactada por EL PA?S, la empresa no ha querido confirmar si estar¨¢ incluida Espa?a). Adem¨¢s del euro, la plataforma permitir¨¢ realizar transacciones en d¨®lares estadounidenses, australianos y neozelandeses, libras esterlinas, yenes japoneses, y wones surcoreanos. Por su parte, Alipay pretende alcanzar el mill¨®n de establecimientos extranjeros que acepte pagos a trav¨¦s de su servicio.
Aunque casi todos los servicios se pueden gestionar desde un PC, el denominador com¨²n de todo este ecosistema financiero es el 'smartphone'
La intenci¨®n es facilitar los pagos de los turistas chinos. Al fin y al cabo, se han convertido en los que m¨¢s gastan en sus viajes al extranjero, el a?o pasado rebasaron por primera vez los 130 millones, y est¨¢ previsto que en 2015 desembolsen m¨¢s de 454.000 millones de euros, equivalente a todo el gasto familiar de Turqu¨ªa. ¡°La tendencia al alza en el uso de pago ¡®online¡¯ es imparable¡±, asegura Zhao Yilu, la responsable financiera de Qunar, una de las agencias de viaje m¨¢s importantes de China. ¡°Sin duda, los destinos que m¨¢s se adapten a las costumbres de los viajeros chinos, que en aspectos tecnol¨®gicos van por delante de los occidentales, sacar¨¢n mayor rendimiento econ¨®mico¡±, apostilla. El objetivo, concuerdan todos, es crear un mundo sin papel moneda.
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