Un tren cargado de rocas como forma de almacenar electricidad
Los vagones suben y bajan una colina a lo largo de diez kil¨®metros de v¨ªa
Uno de los grandes desaf¨ªos asociados al uso de fuentes de energ¨ªa renovables, como la e¨®lica o la solar, est¨¢ en almacenar de forma eficiente el exceso de electricidad. Este exceso tiene lugar cuando el clima o la hora del d¨ªa son muy favorables para la producci¨®n el¨¦ctrica de origen renovable, tanto que la producci¨®n supera a la demanda de la red.
El reto tambi¨¦n est¨¢ en recuperar m¨¢s tarde ese exceso de electricidad, cuando sucede justo lo contrario: la capacidad de producci¨®n de las fuentes renovables se reduce ¡ªal anochecer o cuando el viento deja de soplar, por ejemplo¡ª y la electricidad obtenida no es suficiente para cubrir la demanda de la red.
El proyecto Ares trata de resolver esta cuesti¨®n de una forma eficiente, simple y relativamente barata. Al menos en comparaci¨®n con el coste y la complejidad que supone actualmente almacenar el exceso de electricidad en bater¨ªas el¨¦ctricas.
El nombre de Ares se corresponde con las siglas de Advanced Rail Energy Storage y consiste, b¨¢sicamente, en hacer que un tren recorra unos 8 kil¨®metros de v¨ªa subiendo y bajando una colina. La idea no es nueva y lleva en desarrollo unos a?os, pero es ahora cuando Ares ha recibido los permisos y terrenos para comenzar las pruebas en el estado de Nevada.
Los vagones del Ares circulan individualmente, como las vagonetas de una minas. Pero circulan entre aerogeneradores y paneles solares. Van cargados con roca y hormig¨®n, con varios cientos de toneladas de hormig¨®n. Cuando los paneles solares y los aerogeneradores cercanos producen m¨¢s electricidad de la necesaria los vagones se ponen en marcha: la energ¨ªa sobrante se dedica a propulsar las pesadas vagonetas hasta lo alto de una colina de 900 metros de altura y 8 grados de desnivel.
Cuando los paneles solares y los aerogeneradores cercanos producen m¨¢s electricidad de la necesaria, los vagones se ponen en marcha
Una vez llegan arriba las vagonetas queda all¨ª aparcadas. La energ¨ªa dedicada a elevar las vagonetas evita la sobrecarga de la red el¨¦ctrica. M¨¢s tarde, cuando sea necesario, cuando la red el¨¦ctrica necesite esa energ¨ªa, las vagonetas bajar¨¢n desde lo alto de la colina. Al circular en sentido contrario los motores el¨¦ctricos de las vagonetas funcionan como generadores el¨¦ctricos de dos megavatios de potencia cada uno. Las vagonetas empiezan a producir electricidad, conforme la gravedad hace descender sus 230 toneladas de cemento y de rocas.
En total, el sistema Ares puede generar hasta 200 megavatios, aunque esto depende del n¨²mero de vagones y de su configuraci¨®n. Estos 200 megavatios es una cantidad peque?a en comparaci¨®n con la capacidad de producci¨®n de una central el¨¦ctrica moderna. Pero es una cantidad grande si se compara con lo que ser¨ªa posible almacenar en bater¨ªas con un coste equivalente. Adem¨¢s, a diferencia de lo que sucede con las bater¨ªas, este tipo de almacenamiento no tiene perdidas de energ¨ªa mientras permanece en espera y su ¡°esperanza de vida¡± es de medio siglo o m¨¢s.
Este mismo principio para aprovechar la fuerza de la gravedad tambi¨¦n se aplica desde hace tiempo en algunas centrales hidroel¨¦ctricas que bombean agua hacia la presa cuando hay exceso de electricidad para dejarla caer despu¨¦s, cuando hace falta producir m¨¢s electricidad. Un m¨¦todo que tiene una eficiencia similar a la del sistema Ares, un 80% de recuperaci¨®n entre la energ¨ªa invertida y la energ¨ªa recuperada. La ventaja de usar trenes es que el sistema funciona siempre, aunque no haya agua o cuando ¨¦sta es escasa como, por ejemplo, en ¨¦pocas de sequ¨ªa.
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