El primer cable submarino de la historia dur¨® solo tres semanas
Marea, el cableado de Facebook y Microsoft que unir¨¢ EE UU y Espa?a, encarna una nueva ¨¦poca en la telecomunicaci¨®n transoce¨¢nica, 160 a?os despu¨¦s del primer intento
En la Quinta Avenida de Nueva York se celebr¨® en 1858 un engalanado desfile, con trompetas y carrozas, en honor a un trozo de cable telegr¨¢fico. Ven¨ªa de Gran Breta?a y era parte del primer cable submarino que cruz¨® el Atl¨¢ntico para conectar Europa y Am¨¦rica. El que se convertir¨ªa en uno de los primeros desastres tecnol¨®gicos apenas un mes despu¨¦s, aquel 16 de agosto de 1858 era todav¨ªa la gran promesa del nuevo mundo. Nadie le puso nunca nombre, pero este cable fue el antecesor, el origen y el impulsor de nuestra era actual?de telecomunicaciones. As¨ª, 158 a?os antes de que Facebook y Microsoft acordaran crear el megacable m¨¢s potente de la historia para conectar estos dos continentes, dos visionarios brit¨¢nicos del siglo XIX tuvieron la misma idea.?
El primer cable submarino cubri¨® los 3.000 kil¨®metros entre Irlanda y Terranova
En una ¨¦poca en la que todav¨ªa no se hab¨ªa inventado la bombilla y en la que ni siquiera se conoc¨ªan algunas leyes fundamentales de la electricidad y f¨ªsica, el experto en tel¨¦grafos Cyrus Field y el f¨ªsico William Thomson decidieron lanzar al oc¨¦ano 3.000 kil¨®metros de cable submarino. No sab¨ªan muy bien c¨®mo depositarlo en el fondo marino, ni si iba a funcionar, ni siquiera qu¨¦ se iban a encontrar cuando funcionara; pero en una ¨¦poca en la que todav¨ªa faltaba mucho conocimiento, pero sobraba arrojo, estos dos emprendedores conectaron los 3.000 kil¨®metros que hab¨ªa desde Foilhommerum Bay, en el oeste de Irlanda, hasta Heart's Content, en el este de la isla de Terranova (Canad¨¢).?
Dos barcos se encontraron a medio camino en pleno oc¨¦ano. Conectaron uno de sus extremos y el otro lo dirigieron cada uno hacia una costa. Hicieron falta tres intentos para que el cable no se rompiera, pero esa ¨²ltima vez cuando ya no quedaba m¨¢s presupuesto, ambos buques llegaron a tierra. "Hab¨ªan elegido esas zonas para desembarcar porque ten¨ªan el fondo marino muy llano, no hab¨ªa grandes fosas que pudieran hacer perder mucha cantidad de cable", explica Jos¨¦ de la Pe?a, f¨ªsico y autor del libro Historia de las Telecomunicaciones (Ariel). A cada orilla del Atl¨¢ntico hab¨ªa unas bater¨ªas para asegurar el funcionamiento del cable. Pero, a pesar de los esfuerzos de Field y Thomson, la comunicaci¨®n era lenta y de mala calidad.?
El primer telegrama fue de la reina Victoria de Inglaterra al presidente de Estados Unidos James Buchanan. La conversaci¨®n entre ambos tard¨® m¨¢s de 17 horas en transcribirse?
El primer telegrama fue de la reina Victoria de Inglaterra al presidente de Estados Unidos?James Buchanan. En el mensaje mostraba su esperanza de que las comunicaciones por cable pudieran crear "un enlace adicional para aquella amistad entre pa¨ªses fundamentada en su inter¨¦s com¨²n". Buchanan no fue tan escueto e incluy¨® en el mensaje que se trataba de "un triunfo todav¨ªa m¨¢s glorioso que cualquier conquista en el campo de batalla", adem¨¢s de otras cinco o seis l¨ªneas de pomposo contenido. En total, este primer cable tard¨® 17 horas y 40 minutos en transmitirse: una media de dos minutos y cinco segundos por car¨¢cter. "Estos mensajes de Londres a Nueva York supusieron la sincronizaci¨®n del mundo occidental. Fue tambi¨¦n la primera vez que, al colocar la hora en los telegramas, se dieron cuenta de la diferencia horaria entre pa¨ªses", se?ala De la Pe?a.?
El cable se rompi¨® tres semanas despu¨¦s de su inauguraci¨®n debido a un aumento de la potencia
En las tres escasas semanas de agosto de 1858 que dur¨® la conexi¨®n no dio a tiempo a transmitir muchos mensajes, pero entre ellos se col¨® una importante comunicaci¨®n del ej¨¦rcito brit¨¢nico. Coincidi¨® con la inauguraci¨®n de este cable una rebeli¨®n en la India, todav¨ªa colonia brit¨¢nica, que el Imperio deb¨ªa apresurarse a aplacar. Para ello decidi¨® movilizar a todas las tropas de sus colonias, incluidas las canadienses, a pesar de estar a meses de distancia en ruta mar¨ªtima. Un d¨ªa antes de la partida de los soldados, lleg¨® un telegrama urgente para los responsables canadienses: la revuelta ya estaba sofocada y no hac¨ªa falta su participaci¨®n. Posteriormente, el Gobierno brit¨¢nico calcular¨ªa que la inversi¨®n total que hab¨ªan realizado en la construcci¨®n del cable hab¨ªa sido menor a lo que le hubiera costado mandar todos los buques hasta la India. Esta an¨¦cdota revel¨® uno de los grandes beneficios de las telecomunicaciones: su rentabilidad. Con una inversi¨®n m¨¢s bien peque?a se pod¨ªan evitar grandes costes.
A pesar de los grandes pron¨®sticos, el 3 de septiembre de 1858 la aventura toc¨® su fin. En contra del consejo de Thomson, que abogaba por mejorar la sensibilidad de la conexi¨®n en vez de incrementar la potencia, Field, que era el jefe del proyecto decidi¨® aumentar los voltios de 600 a 2.000. El sistema, rudimentario todav¨ªa, no pudo asumirlo y el cable se rompi¨®. Habr¨ªa que esperar otros seis a?os, para ver el siguiente intento de conexi¨®n transatl¨¢ntica. Este segundo y ya fruct¨ªfero acercamiento tambi¨¦n fue realizado por el joven f¨ªsico Thomson, quien pasar¨ªa a la historia como Lord Kelvin, por desarrollar la escala de temperatura de grados Kelvin.
Despu¨¦s de esta segunda incursi¨®n, las telecomunicaciones siguieron avanzando, no a pasos agigantados, pero s¨ª de forma constante. En la actualidad ya hay m¨¢s de 12 cables submarinos que cruzan de lado a lado el oc¨¦ano Atl¨¢ntico. Cuentan con todo tipo de protecciones y aislamientos, adem¨¢s de tratarse en su mayor¨ªa de fibra ¨®ptica, por lo que funcionan con se?ales de luz. El anuncio del jueves de Facebook y Microsoft sobre su proyecto conjunto con Marea, el cable con m¨¢s capacidad hasta la fecha, 160 terabytes por segundo (16 millones de veces m¨¢s que una conexi¨®n a Internet dom¨¦stica), marca una nueva ¨¦poca para las telecomunicaciones. De la misma manera que lo hizo el intento de proeza de Field y Thompson. De la Pe?a lo se?ala con claridad: "Aquello fue muy importante, porque fue una aventura antes de entenderlo todo".
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