C¨®mo unos programadores le hicieron la vida imposible a una mujer de Kansas

Desde hace a?os los terrenos de Joyce Taylor en Potwin, Kansas, han recibido la visita de agentes del FBI, inspectores de Hacienda, y toda suerte de agentes de la autoridad, mientras que las personas que los alquilan han sido acusadas de ladrones de identidad, spammers y timadores. Hasta les han dejado un v¨¢ter delante de casa roto, aunque la raz¨®n de que haya ocurrido esto ¨²ltimo es, por ahora, un misterio.

Los responsables de ello son los programadores de MaxMind, una empresa que permite averiguar la localizaci¨®n geogr¨¢fica de una direcci¨®n IP. Simplificando? las cosas, cada dispositivo que se conecta a Internet necesita una direcci¨®n IP, que act¨²a un poco como su n¨²mero de tel¨¦fono y le permite identificarse para recibir el tr¨¢fico que est¨¦ dirigido a ¨¦l. Nosotros, por lo general, no vemos esas direcciones IP porque Internet dispone de un sistema que nos permite usar los nombres de los sitios que queremos visitar el lugar de su IP, igual que las agendas de nuestros tel¨¦fonos han hecho que ahora no sepamos el n¨²mero de tel¨¦fono de nadie.

Sin embargo, hay empresas a las que les interesa saber la ubicaci¨®n geogr¨¢fica de un dispositivo determinado para mostrar publicidad relevante, por ejemplo, y tambi¨¦n puede ser utilizada por los cuerpos de seguridad para localizar un maleante o un dispositivo robado, aunque por distintos motivos no siempre es posible realizar esa asociaci¨®n entre IP y direcci¨®n f¨ªsica.

En el caso de que el sistema s¨®lo sea capaz de identificar que una direcci¨®n IP est¨¢ en Estados Unidos, decidieron que esas coordenadas ser¨ªan las del centro del pa¨ªs, unas coordenadas que se corresponden con el jard¨ªn delantero de la casa de Joyce Taylor

As¨ª que cuando en 2005 MaxMind iba a lanzar su sistema sus programadores, escasos de tiempo, decidieron que en lugar de programar una rutina que devolviera un mensaje de error cuando no fuera posible realizar esa asociaci¨®n, simplemente, devolver¨ªan unas coordenadas por defecto.

En el caso de que el sistema s¨®lo sea capaz de identificar que una direcci¨®n IP est¨¢ en Estados Unidos, pero no en qu¨¦ estado ni ciudad ni calle, decidieron que esas coordenadas ser¨ªan las del centro del pa¨ªs, un lugar situado tambi¨¦n en Kansas cuyas coordenadas son 39¡ã50'N 98¡ã35'O, aunque los programadores de MaxMind las redondearon a 38¡ãN 97¡ãO, que, por pura mala suerte, se corresponden con el jard¨ªn delantero de la casa de Joyce Taylor.

Un total unos 600 millones de direcciones IP apuntaban a la casa de Joyce Taylor en la base de datos de MaxMind

Con esta decisi¨®n aparentemente trivial, un total unos 600 millones de direcciones IP apuntaban a la casa de Joyce Taylor en la base de datos de MaxMind; de ah¨ª que, sin quererlo, los programadores de MaxMind hayan complicado la vida de esta mujer.

Le pasa algo parecido, aunque a otra escala, a Tony Pav, un hombre que vive en Virginia cerca de varios centros de datos de Google y Facebook, y a cuya direcci¨®n apuntan tan s¨®lo unos 17 millones de direcciones IP.

Despu¨¦s de que el problema de Joyce Taylor y Tony Pav saliera a la luz, MaxMind cambi¨® su base de datos para que, por defecto, en ambos casos devuelva unas coordenadas que caen en medio de sendos lagos.